Es exactamente la misma
estrella de Salomón muy bien estilizada. El
triángulo superior simboliza a Kether (el Padre
que está en secreto), Chokmah (el Hijo) y Bínah (el Espíritu Santo de cada hombre).
El
triángulo inferior representa a los tres traidores de Hiram Abiff. Estos tres
traidores están dentro de nosotros mismos.
El
primer traidor vive dentro del cuerpo astral y es el demonio del deseo,
simbolizado en el cristianismo por Judas. El segundo traidor es el demonio de
la mente y vive dentro del cuerpo mental, simbolizado en el cristianismo por
Pilatos. El tercer traidor es el demonio de la mala voluntad, vive dentro del
cuerpo de la voluntad, simbolizado en el cristianismo por Caifás.
Estos
tres traidores constituyen el ego reecarnante, el yo psicológico, el Satán que
debe ser disuelto para encarnar al Cristo interno, constituido por Kether,
Chokmah y Bínah.
El
triángulo superior es el resplandeciente dragón de sabiduría. El triángulo
inferior es el dragón negro.
En el
centro de estos dos triángulos se halla el signo del Infinito o la cruz tao.
Las seis puntas son masculinas, las seis hondas entradas son femeninas, son las
doce radiaciones que mediante la alquimia sexual vienen a cristalizar en las
doce constelaciones del zodíaco.
Vemos
pues aquí el sello de Salomón enmarcado perfectamente. Este sello es muy
antiguo, como se mira acá. El triángulo superior es el azufre, el triángulo
inferior es el mercurio.
El
azufre fecunda al mercurio para que se realice la Gran Obra, porque al fin y al
cabo los cuerpos existenciales superiores del Ser son cuerpos mercuriales.
El
mercurio viene a cristalizar en una primera octava superior con las notas
musicales do, re, mi, fa, sol, la, si, en la forma del cuerpo astral. En una
segunda octava superior, de acuerdo a la escala, viene a cristalizar en el
cuerpo mental, y en una tercera octava, de acuerdo a la escala musical, viene a
cristalizar en el cuerpo causal o cuerpo de la voluntad consciente. De manera que
los cuerpos existenciales superiores del Ser son cuerpos mercuriales.
Cuando
alguien posee estos vehículos, recibe el pneuma de los gnósticos, o sea, el
espíritu, el alma, y se convierte en un hombre de verdad. Antes de esto no se
es hombre, se es animal intelectual, pero hombre en el sentido completo de la
palabra no es si no ha recibido los principios anímicos.
El
sello de Salomón es la misma estrella de Belén, el símbolo perfecto del Sol
Central. Y así, cada vez que el Eterno Geómetra fija su atención en un punto
del espacio, al punto surge la gloriosa estrella anunciando un nuevo estado de
conciencia, el arquetipo de un ser, un globo, un astro, un sol.
SIGNIFICADO DE LOS YUGOS "U"
En Teotihuacan, México, se emplearon mucho estos yugos. Los
mayas en Mesoamérica los usaron para hacer cadenas especiales, esotéricas,
mágicas, con el propósito de hacer llover.
En el
centro de la cadena se ubicaban a veces tres personas sentadas en la posición
oriental de piernas cruzadas. El objeto era ayudar a las personas en el trabajo
de desarrollo de sus fuegos sagrados espinales, y se les ayudaba grandemente.
Otras
veces se hacían las cadenas en forma de U, se colocaban unas ranas y la tribu
croaba como las ranas, para hacer llover y lo lograban, Así pues, la herradura
tuvo muchos usos mágicos.
DIOS MURCIELAGO
También se le llama Tzinacan,
que quiere decir murciélago o zotz.
Está
muy bien representado, con un pectoral maravilloso que simboliza el alma, el
hombre causal, el hombre verdadero, el hombre real.
El
pectoral hacia arriba, que llega a conectarse con los oídos, nos indica que el
hombre verdadero debe aprender a escuchar al Verbo, a la Palabra, al Logos. La
figura nos dice que es un deiduso, un Verbo encarnado.
Las
gónadas están muy bien formadas, indicando claramente que el poder está en el
sexo. En lugar de un falo aparece un rostro, como para recordar que el hombre
causal se forma con el mercurio -que es el alma metálica del esperma sagrado- y
que el hombre verdadero es, precisamente, el resultado de la transmutación
sexual.
El
dios Murciélago tiene poder sobre la vida y sobre la muerte. Está parado sobre
un piedra que, aunque no es cúbica del todo, nos da a entender el trabajo para
adquirir la piedra filosofal. El dios Murciélago es un deiduso, un ángel de la
muerte que vive en el plano causal. Lo encontramos dibujado en estelas, códices
y vasijas mayas, con la librea del dios del aire.
En
Chiapas existe el pueblo de Tzinacatlán, habitado por totziles (gentes del
murciélago de la familia maya) y en el valle de Toluca el pueblo de
Tzinacantepec.
En
el Popol Vuh el murciélago es un ángel que bajó del cielo a decapitar a los
primeros hombres mayas hechos de madera, el murciélago celeste que aconsejó lo
que debían hacer lxbalanqué y Hunab Kú para salir victoriosos de la prueba de
la caverna del dios Murciélago.
Los
templos nahuas en forma de herradura estaban dedicados al culto del dios
Murciélago, sus altares eran de oro puro y orientados al Este.
Los
Maestros nahuas lo invocaban para pedirle curación para sus discípulos o para
sus amigos profanos, pues el dios Murciélago tiene poderes sobre la vida y la
muerte.
A
la invocación asistían solamente los iniciados, los cuales en el interior del
templo formaban cadena, alternando en ella hombres y mujeres sin tocarse las
manos ni el cuerpo. Los extremos de la cadena comenzaban a ambos lados del
altar y todos permanecían sentados en cuclillas, con la espalda contra la
pared.
Ponían
en el altar flores recién cortadas y a sus lados, sobre dos pequeñas columnas
talladas en basalto, sendos braseros de barro pintados de rojo, símbolo de la
vida y la muerte. En los braseros ardían leños de ciprés (símbolo de la
inmortalidad) cuyo aroma se mezclaba con el del sahumerio de copalli, resinas
olorosas y blancos caracoles marinos molidos.
El
Maestro vestía la librea del dios del aire y maxtlatl alrededor de la cintura.
De frente, levantando las manos con las palmas extendidas, vocalizaba tres
veces el mantram ISIS, dividido en dos largas sílabas, así:
I I I I I I I I I I I I I I I I I I S S
S S S S S S S S
I I I I I I I I I I I I I I I I I I S S S S S S S S S S
I I I I I I I I I I I I I I I I I I S S S S S S S S S S
Después,
con un cuchillo de obsidiana con empuñadura de jade y oro, bendecía a los
concurrentes y en silencio hacía la invocación ritual: Señor de la vida y la
muerte, te invoco para que bajes a sanar todas nuestras dolencias.
Silencio
imponente, sólo interrumpido por el crepitar del sahumerio. De súbito, batir de
alas y un aroma a rosas y nardos que se extendía por todo el templo. De los
braseros salía una flama que quería alcanzar el cielo y el Maestro y los
asistentes se postraban hasta poner sus frentes en el suelo.
El
dios Murciélago bajaba ataviado con la librea del dios del aire o en forma de
búho, a las pruebas funerales del arcano 13. Trece escalones tenían las escalinatas
de entrada a los templos y trece mechones tiene en la barba el Anciano de los
Días.
Dentro
del recinto donde se levantaba el templo mayor de Tenochtitlán, existió un
templo circular dedicado al sol. Entre las cámaras secretas de este templo de
misterios existió el tzinacalli (casa del murciélago). Espacioso salón con
aspecto interior de sombría caverna, donde tenían lugar los rituales de
iniciación para alcanzar los altos grados de Caballero Ocelotl (tigre) y
Caballero Cuauhtli (águila).
Sobre
el dintel de la pequeña puerta, disimulada en el muro interior del fondo de la
caverna, la cual daba paso al templo, colgaba un espejo grande de obsidiana y,
frente a esa pequeña puerta, ardía en el suelo una hoguera de leña de pino.
El
candidato era llevado al tzinacalli, donde era dejado hasta altas horas de la
noche. Se le había indicado que caminara a través de la obscuridad hacia la luz
de una hoguera y que frente a ella hablara al guardián del umbral: Soy un hijo
de la gran luz. Tinieblas apártense de mí.
Sobre
la cabeza del candidato los murciélagos comenzaban a chillar y revolotear. La
leña de pino se iba apagando poco a poco, sólo quedaba de ella el rescoldo,
cuyo fuego se reflejaba en el espejo.
De
repente, ruidoso batir de alas, un alarido aterrador y una sombra, con alas de
murciélago y forma humana con alas de murciélago y maxtlatl alrededor de la
cintura, emergía de la obscuridad y con su pesada espada amenazaba con
decapitar al intrépido invasor de sus dominios.
¡Ay!
del candidato que retrocedía aterrado! Una puerta, que hasta entonces había
permanecido hábilmente disimulada en la roca, se abría en silencio y en el
quicio aparecía un extraño señalando el camino del mundo de los profanos de
donde el candidato había venido.
Pero
si el candidato tenía la presencia de ánimo suficiente y resistía impávido la
embestida de Camazotz, el dios de los murciélagos, la pequeña puerta, oculta
frente a él, se abría suavemente y un Maestro se adelantaba a su encuentro para
descubrir, oculta entre las sombras de la caverna, la esfinge del candidato
modelada en papel de amate, la cual era incinerada mientras los demás Maestros
daban al candidato la bienvenida y lo invitaban a entrar al templo.
Este
ritual simboliza la muerte de las pasiones de la personalidad del iniciado, en
su paso de las sombras a la luz. A través de las pruebas de la ordalía a que
eran sometidos los candidatos a iniciados en los antiguos misterios, el alma
animal de éstos se retrataba a veces como murciélago, porque, como el
murciélago, el alma de ellos estaba ciega y privada de poder, por falta de luz
espiritual, de sol.
Como
vampiros, los depravados y avaros se arrojan sobre sus presas para devorar las
substancias vivas que hay en ellas. Y después, deambulando perezosamente,
regresan a las sombrías cavernas de los sentidos, donde se ocultan de la luz
del día como todos los que viven en las sombras de la ignorancia, la
desesperación y el mal.
El
mundo de la ignorancia está gobernado por el temor, el odio, la codicia y la
lujuria. En sus sombrías cavernas vagan los hombres y mujeres que sólo se
mueven al vaivén de sus pasiones
Sólo
cuando el hombre realiza las verdades espirituales de la vida, escapa de ese
subterráneo, de esa maldita caverna de murciélagos donde Camazotz, que muchas
veces mata sólo con su presencia, permanece oculto acechando a sus víctimas. El
sol de la verdad se levanta en el hombre, ilumina su mundo, cuando éste eleva
su mente desde la obscuridad de la ignorancia y el egoísmo hacia la luz del
altruismo y la sabiduría. Símbolo de ese estado de conciencia en el hombre son
los ojos de águila, que sobre los tarsos de los pies de Coatlicue, tratan de
ver hacia el infinito.
Práctica
Recomendamos
escoja un lugar privado para sus prácticas. Un pequeño escritorio o mesa, un
mantel blanco sobre la mesa. Una pequeña cruz de madera o metal. Dos velas de
cera o parafina, Escoja un jueves de 9 a 10 ó de 10 a 11 de la noche.
Tres
días antes de hacer la invocación del dios Murciélago o Camazotz, con quien
tiene que enfrentarse el estudiante que quiera avanzar en la senda, debe
alimentarse exclusivamente con frutas, legumbres, pan negro y leche. No tema
invocarlo. El alma purificada por el amor y la sincera devoción a su dios
interno no debe temer a nada ni a nadie, sino al temor.
Guarde
solamente para usted esta experiencia de su vida en el sendero.
SAMAEL AUN WEOR
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