miércoles, 29 de julio de 2015

EDUCACIÓN FUNDAMANETAL cap xv y cap xvi

CAPITULO XV  LA SENCILLEZ

Es urgente, es indispensable desarrollar la comprensión creadora porque ella trae al ser humano la verdadera libertad del vivir. Sin comprensión es imposible conseguir la auténtica facultad crítica del análisis profundo.

Los maestros y maestras de escuelas, colegios y universidades deben conducir a sus alumnos y alumnas por el camino de la comprensión autocrítica.

En nuestro pasado capítulo ya estudiamos ampliamente los procesos de la envidia y si queremos acabar con todos los matices de los celos, ya sean éstos religiosos, pasionales, etc. debemos hacer plena conciencia de lo que realmente es la envidia, porque sólo comprendiendo a fondo y en forma íntima los infinitos procesos de la envidia, logramos acabar con los celos de todo tipo.

Los celos destruyen los matrimonios, los celos destruyen las amistades, los celos provocan guerras religiosas, odios fratricidas, asesinatos y sufrimientos de toda especie.

La envidia con todos sus infinitos matices se esconde tras de sublimes propósitos. Existe envidia en aquel que habiendo sido informado sobre la existencia de sublimes santos. Mahatmas o Gurús, desea también llegar a ser santo. Existe envidia en el filántropo que se esfuerza por superar a otros filántropos. Existe envidia en todo individuo que codicie virtudes porque tuvo informes, porque en su mente hay datos sobre la existencia de sagrados individuos llenos de virtudes.

El deseo de ser santo, el deseo de ser virtuoso, el deseo de ser grande tiene por fundamento la envidia.

Los santos con sus virtudes han causado muchos daños. Nos viene a la memoria el caso de un hombre que a sí mismo se consideraba muy santo.

En cierta ocasión un poeta hambriento y miserable tocó a sus puertas para poner en su manos un hermoso verso especialmente dedicado al santo de nuestro relato. El poeta sólo aguardaba una moneda para comprar alimentos para su cuerpo exhausto y envejecido.

Todo imaginaba el poeta menos un insulto. Grande fue su sorpresa cuando el santo con mirada piadosa y ceño fruncido cerró la puerta diciendo al infeliz poeta: "Fuera de aquí amigo, largo, largo... a mi no me gustan estas cosas, aborrezco la lisonja... no me gustan las vanidades del mundo, esta vida es ilusión... yo sigo la senda de la humildad y de la modestia". El infeliz poeta que sólo deseaba una moneda en vez de esta recibió el insulto del santo, la palabra que hiere, la bofetada, y con el corazón adolorido y la lira vuelta pedazos se fue por las calles de la ciudad despacito... despacito... despacito.

La nueva generación debe levantarse sobre la base de la auténtica comprensión porque ésta es totalmente creadora.

La memoria y la recordación no son creadoras. La memoria es el sepulcro del pasado. La memoria y la recordación son muerte.

La comprensión verdadera es el factor psicológico de la liberación total.

Los recuerdos de la memoria jamás pueden traernos verdadera liberación porque pertenecen al pasado y por lo tanto están muertos.

La comprensión no es cosa del pasado ni tampoco del futuro. La comprensión pertenece al momento que estamos viviendo aquí y ahora. La memoria siempre trae la idea del futuro.

Es urgente estudiar ciencia, filosofía, arte y religión, pero no se deben confiar los estudios a la fidelidad de la memoria porque ésta no es fiel.

Es absurdo depositar los conocimientos en el sepulcro de la memoria. Es estúpido enterrar en la fosa del pasado los conocimientos que debemos comprender.

Nosotros jamás podríamos pronunciamos contra el estudio, contra la sabiduría, contra la ciencia, pero resulta incongruente depositar las joyas vivas del conocimiento entre el sepulcro corrompido de la memoria.

Se hace necesario estudiar, se hace necesario investigar, se hace necesario analizar, más debemos meditar profundamente para comprender en todos los niveles de la mente.

El hombre verdaderamente sencillo es profundamente comprensivo y tiene mente simple.

Lo importante en la vida no es lo que tengamos acumulado en el sepulcro de la memoria, sino lo que hayamos comprendido no sólo en el nivel intelectual sino también en los distintos terrenos subconscientes inconscientes de la mente.

La ciencia, el saber, deben convertirse en comprensión inmediata. Cuando el conocimiento, cuando el estudio se han transformado en auténtica comprensión creadora podemos comprender entonces todas las cosas de inmediato porque la comprensión se hace inmediata, instantánea.

En el hombre sencillo no existen complicaciones en la mente porque toda complicación de la mente se debe a la memoria. El YO maquiavélico que llevamos dentro es memoria acumulada.

Las experiencias de la vida deben transformarse en comprensión verdadera.

Cuando las experiencias no se convierten en comprensión, cuando las experiencias continúan en la memoria, constituyen la podredumbre del sepulcro sobre el cual arde la llama fatua y luciférica del intelecto.

Es necesario saber que el intelecto animal desprovisto totalmente de toda espiritualidad es tan sólo la verbalización de la memoria, la candela sepulcral ardiendo sobre la loza funeral.

El hombre sencillo tiene la mente libre de experiencias porque estas se han vuelto conciencia, se han transformado en comprensión creadora.

La muerte y la vida se hallan íntimamente asociadas. Sólo muriendo el grano nace la planta, sólo muriendo la experiencia nace la comprensión. Este es un proceso de auténtica transformación.

El hombre complicado tiene la memoria llena de experiencias.

Esto demuestra su falta de comprensión creadora porque cuando las experiencias son enteramente comprendidas en todos los niveles de la mente dejan de existir como experiencias y nacen como comprensión.

Es necesario primero experimentar, más no debemos quedarnos en el terreno de la experiencia porque entonces la mente se complica y se torna difícil. Es necesario vivir la vida intensamente y transformar todas las experiencias en auténtica comprensión creadora.

Aquellos que suponen equivocadamente que para ser comprensivos simples y sencillos tengamos que abandonar el mundo, convertirnos en limosneros, vivir en chozas aisladas y usar taparrabos en vez de traje elegante, están totalmente equivocados.

Muchos anacoretas, muchos ermitaños solitarios, muchos mendigos, tienen mentes complicadísimas y difíciles.

Es inútil apartarse del mundo y vivir como anacoretas si la memoria está llena de experiencias que condicionan el libre fluir del pensamiento.

Es inútil vivir como ermitaños queriendo llevar vida de santos si la memoria está rellena de informaciones que no han sido debidamente comprendidas, que no se han hecho conciencia en los distintos recovecos, pasillos y regiones inconscientes de la mente.

Quienes transforman las informaciones intelectuales en verdadera comprensión creadora, quienes transforman las experiencias de la vida en verdadera comprensión de fondo nada tienen en la memoria, viven de momento en momento llenos de plenitud verdadera, se han vuelto simples y sencillos aunque vivan en suntuosas residencias y dentro del perímetro de la vida urbana.

Los niños pequeños antes de los siete años están llenos de sencillez y verdadera belleza interior debido a que sólo se expresa a través de ellos la viviente ESENCIA de la vida en ausencia total del YO PSICOLÓGICO.

Nosotros debemos reconquistar la infancia perdida, en nuestro corazón y en nuestra mente. Nosotros debemos reconquistar la inocencia si es que de verdad queremos ser felices.

Las experiencias y el estudio transformados en comprensión de fondo no dejan residuos en el sepulcro de la memoria y entonces, nos hacemos sencillos, simples, inocentes, felices.

La meditación de fondo sobre las experiencias y conocimientos adquiridos, la autocrítica profunda, el psicoanálisis íntimo convierten, transforman todo en profunda comprensión creadora. Este es el camino de la auténtica felicidad nacida de la sabiduría y el amor.


CAPITULO XVI
EL ASESINATO

Matar es evidentemente y fuera de toda duda, el acto más destructivo y de mayor corrupción que se conoce en el mundo.

La peor forma de asesinato consiste en destruir la vida de nuestros semejantes.

Espantosamente horrible es el cazador que con su escopeta asesina a las inocentes criaturas del bosque pero mil veces más monstruoso, mil veces más abominable es aquel que asesina a sus semejantes.

No sólo se mata con ametralladoras, escopetas, cañones, pistolas o bombas atómicas, también se puede matar con una mirada que hiera al corazón, una mirada humillante, una mirada llena de desprecio, una mirada llena de odio; o se puede matar con una acción ingrata, con una acción negra, o con un insulto, o con una palabra hiriente.

El mundo está lleno de parricidas, matricidas ingratos que han asesinado a sus padres y madres, ya con sus miradas, ya con sus palabras, ya con sus crueles acciones.

El mundo está lleno de hombres que sin saberlo han asesinado a sus mujeres y de mujeres que sin saberlo, han asesinado a sus maridos.

Para colmo de desgracias en este mundo cruel en que vivimos, el ser humano mata lo que más ama.

No sólo de pan vive el hombre sino también de distintos factores psicológicos.

Son muchos los esposos que hubieran podido vivir más si sus esposas se lo hubieran permitido.

Son muchas las esposas que hubieran podido vivir más si sus esposos se lo hubieran permitido.

Son muchos los Padres y Madres de familia que hubieran podido vivir más si sus hijos e hijas se lo hubieran permitido.

La enfermedad que lleva a nuestro ser querido al sepulcro tiene por causa causorum, palabras que matan, miradas que hieren, acciones ingratas, etc.

Esta sociedad caduca y degenerada está llena de asesinos inconscientes que presumen de inocentes.

Las prisiones están llenas de asesinos pero la peor especie de criminales presume de inocente y anda libre.

Ninguna forma de asesinato puede tener justificación alguna. Con matar a otro no se resuelve ningún problema en la vida.

Las Guerras jamás han resuelto ningún problema. Con bombardear ciudades indefensas y asesinar a millones de personas no se resuelve nada.

La Guerra es algo demasiado rudo, tosco, monstruoso, abominable. Millones de maquinas humanas dormidas, inconscientes, estúpidas, se lanzan a la guerra con el propósito de destruir a otros tantos millones de máquinas humanas inconscientes.

Muchas veces basta una catástrofe planetaria en el cosmos, o una pésima posición de los astros en el cielo, para que millones de hombres se lancen a la guerra.

Las máquinas humanas no tienen conciencia de nada, se mueven en forma destructiva cuando cierto tipo de ondas cósmicas las hiere secretamente.

Si las gentes despertaran la conciencia, si desde los mismos bancos de la Escuela se educara sabiamente a los alumnos y alumnas llevándoles a la comprensión consciente de lo que es la enemistad y la guerra, otro gallo les cantara, nadie se lanzaría a la guerra y las ondas catastróficas del cosmos serian entonces utilizadas en forma diferente.

La Guerra huele a Canibalismo, a vida de cavernas, a bestialidad del peor tipo, a arco, a flecha, a lanza, a orgía de sangre, es a todas luces incompatible con la civilización.

Todos los hombres en la guerra son cobardes, miedosos y los héroes cargados de medallas son precisamente los más cobardes, los más miedosos.

El suicida parece también muy valeroso pero es un cobarde porque le tuvo miedo a la vida.

El héroe en el fondo es un suicida que en un instante de supremo terror cometió la locura del suicida.

La locura del suicida se confunde fácilmente con el valor del héroe.

Si observamos cuidadosamente la conducta del soldado durante la guerra, sus maneras, su mirada, sus palabras, sus pasos en la batalla, podemos evidenciar su cobardía total.

Los Maestros y Maestras de Escuelas, Colegios, Universidades, deben enseñar a sus alumnos y alumnas la verdad sobre la guerra. Deben llevar a sus alumnos y alumnas a experimentar conscientemente esa Verdad.

Si las gentes tuvieran plena conciencia de lo que es esta tremenda Verdad de la guerra, si los Maestros y Maestras supieran educar sabiamente a sus discípulos y discípulas, ningún ciudadano se dejaría llevar al matadero.

La Educación Fundamental debe impartirse ahora mismo en todas las Escuelas, Colegios y Universidades, porque es precisamente desde los bancos de la Escuela, donde se debe trabajar para la PAZ.

Es urgente que las nuevas Generaciones se hagan plenamente conscientes de lo que es la barbarie y de lo que es la guerra.

En las Escuelas, Colegios, Universidades, debe ser comprendida a fondo la enemistad y la guerra en todos sus aspectos.

Las nuevas Generaciones deben comprender que los viejos con sus ideas rancias y torpes, sacrifican siempre a los jóvenes y los llevan como bueyes al matadero.

Los jóvenes no deben dejarse convencer por la propaganda belicista, ni por las razones de los viejos, porque a una razón se le opone otra razón y a una opinión se le opone otra, pero ni los razonamientos ni las opiniones son la Verdad sobre la Guerra.

Los viejos tienen millares de razones para justificar la guerra y llevar a los jóvenes al matadero.

Lo importante no son los razonamientos sobre la guerra sino experimentar la Verdad de lo que es la guerra.

Nosotros no nos pronunciamos contra la Razón ni contra el análisis, sólo queremos decir que debemos primero experimentar la verdad sobre la guerra y luego así podemos darnos el lujo de razonar y analizar.

Es imposible experimentar la verdad del NO MATAR, si excluimos la meditación íntima profunda.

Sólo la Meditación muy profunda puede llevamos a experimentar la Verdad sobré la Guerra.

Los Maestros y Maestras no sólo deben darle información intelectual a sus alumnos y alumnas. Los maestros deben enseñar a sus estudiantes a manejar la mente, a experimentar la VERDAD.

Esta Raza Caduca y degenerada ya no piensa sino en matar. Esto de matar y matar, sólo es propio de cualquier raza humana degenerada.

A través de la televisión y del cine, los agentes del delito propagan sus ideas criminosas.

Los niños y niñas de la nueva generación reciben diariamente a través de la pantalla de la televisión y de los cuentecitos infantiles y del cine, revista etc., una buena dosis venenosa de asesinatos, balaceras, crímenes espantosos, etc.

Ya no se puede poner a funcionar la televisión sin encontrarse uno con las palabras llenas de odio, los balazos, la perversidad.

Nada están haciendo los gobiernos de la tierra contra la propagación del delito. Las mentes de los niños y de los jóvenes están siendo conducidas por los agentes del delito, por el camino del crimen.

Ya está tan propagada la idea de matar, ya está tan difundida por medio de las películas, cuentos, etc. que se ha vuelto totalmente familiar para todo el mundo. Los rebeldes de la nueva ola han sido educados para el crimen y matan por el gusto de matar, gozan viendo morir a otros. Así lo aprendieron en la televisión de la casa, en el cine, en los cuentos, en las revistas.

Por doquiera reina el delito y nada hacen los gobiernos para corregir el instinto de matar desde sus mismas raíces.

Toca a los Maestros y Maestras de Escuelas, Colegios y Universidades, poner el grito en el cielo y revolver el cielo y tierra para corregir esta epidemia mental.

Es urgente que los Maestros y Maestras de Escuelas, Colegios y Universidades, den el grito de alarma y pidan a todos los gobiernos de la tierra la censura para el cine, la televisión, etc.

El crimen se está multiplicando terriblemente debido a todos esos espectáculos de sangre y al paso que vamos llegará el día en que ya nadie podrá circular por las calles libremente sin el temor de ser asesinado.

La Radio, el Cine, la Televisión, las Revistas de sangre, le han dado tal propagación al delito de matar, lo han hecho tan agradable a las mentes débiles y degeneradas, que ya nadie se tienta el corazón para meterle un balazo o una puñalada a otra persona.

A fuerza de tanta propagación del delito de matar, las mentes débiles se han familiarizado demasiado con el crimen y ahora hasta se dan el lujo de matar por imitar lo que vieron en el cine o en la televisión.

Los Maestros y Maestras que son los educadores del pueblo están obligados en cumplimiento de su deber a luchar por las nuevas generaciones pidiendo a los Gobiernos de la tierra la prohibición de los espectáculos de sangre, en fin, la cancelación de toda clase de películas sobre asesinatos, ladrones, etc.

La lucha de los Maestros y Maestras debe extenderse también hasta el toreo y el boxeo.

El tipo del torero es el tipo más cobarde y criminoso. El torero quiere todas las ventajas para él y mata para divertir al público.

El tipo del boxeador es el del monstruo del asesinato, en su forma sádica que hiere y mata para divertir al público.

Esta clase de espectáculos de sangre son bárbaros en un ciento por ciento y estimulan a las mentes encaminándolas por el camino del crimen. Si queremos de verdad luchar por la Paz del Mundo, debemos iniciar una campaña de fondo contra los espectáculos de sangre.

Mientras dentro de la mente humana existan los factores destructivos habrá guerras inevitablemente.

Dentro de la mente humana existen los factores que producen guerra, esos factores son el odio, la violencia en todos sus aspectos, el egoísmo, la ira, el miedo, los instintos criminales, las ideas belicistas propagadas por la televisión, la radio, el cine, etc.

La propaganda por la PAZ, los premios NÓBEL DE PAZ, resultan absurdos mientras existan dentro del hombre los factores Psicológicos que producen guerra.

Actualmente muchos asesinos tienen el premio NÓBEL DE PAZ.

V.M. SAMAEL AUN WEOR.

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