¡SUPEREMOS LA IGNORANCIA ALDEANA QUE NOS MANTIENE EN
LOS EXTRAMUROS DEL UNIVERSO! ¡ACCEDAMOS A LA LUZ DEL SER!
La Ciudad de El Vaticano, es el estado más pequeño
del mundo territorial y demográficamente hablando, pues cuenta apenas con 0,439
Km2 que equivalen a 44 hectáreas y alberga la insignificancia de 900 habitantes
aproximadamente, no obstante de lo cual su feligresía a nivel mundial se halla
a este año 2013 por la cercanía de los mil quinientos millones, de los cuales,
más de la mitad se encuentran en el continente americano.
Su economía puede considerarse la más próspera y
elevada del mundo, ya que interviene en un sin fin de actividades, no siempre
ligadas a lo religioso, de las cuales obtiene ingentes ganancias, sin tomar en
cuenta las permanentes donaciones, legados y captaciones financieras diversas
que obtiene de casi todas partes.
Para dar una simple idea de los masivos ingresos que
recauda sin cesar el estado Vaticano, sólo de Italia obtiene anualmente por
financiación directa del Estado, sus instituciones locales y por las
excenciones del fisco que llegan a sus arcas, como cuatro mil millones de euros,
no siendo nada despreciable lo que también le ingresa por el turismo y sus
derivaciones, como hotelería y otros, que alcanza por año otra exorbitante suma
que oscila los cuatro mil quinientos millones de euros, amén de los inmensos e
incalculables tesoros en joyas de oro y plata, piedas preciosas, pinturas y
tantos otros bienes fincados no sólo en el Vaticano, si no en los fastuosos
templos a lo largo y ancho de todo el mundo.
Un dato de interés importante es que se estima que el
25% de todo cuanto tiene Roma, pertenece al Vaticano, mientras que sobrepasa el
22% del patrimonio de toda Italia lo que le pertenece a la Iglesia Católica.
El poder teocrático que ostenta la actual Iglesia
Católica que se asienta en Roma, proviene desde la astuta irrupción al interior
de la Primitiva Iglesia de Kristo, operando los tentáculos políticos y
militares la abrumadora presión que devino en el trístemente célebre Concilio
de Nicea, mediante el cual el Imperio Romano tomó desde hace ya 17 siglos la
dirección de la Institucionalidad Religiosa de la Original Doctrina Krística,
deformando y trastocando sus universales principios que propugnan con su
Liturgia y Taumaturgia el Evangelio del Amor, ligado indisolublemente a las
Ciencias del Ultra provistas en la Tierra como Astrología, Kábala, Alkimia y
Teurgia, pues sin su adecuado concurso, se torna impracticable la Esencia misma
del Mensaje del Amado Redentor.
Cabe a estas alturas de lo expuesto, considerar lo
que viene aconteciendo en nuestra atribulada esfera, plagada como se encuentra
de caos y desorganización por doquiera que se mire, y concretándome a lo que
experimenta en marcada descomposición la institución del Papado, tiendo con
Caridad Krística a ofrecer soluciones reales que rectifiquen el indebido
manoseo sufrido por la Sagrada Doctrina, que ya desvirtuada y materializada, se
ha propagado mundialmente.
La catolicidad romana, cuya dirección imperial se
halla inmiscuída en perdición, al dejarse seducir con las tentaciones que
justamente constituyen la forma probatoria más eficaz para definir quiénes
están contra los verdaderos Hijos de Dios, el Auténtico, Vivo y Real, y esos
pecados son definitivamente generados por la lujuria (el deseo de la carne con
todas sus implicaciones ligadas a la insaciable gula) el orgullo (con toda su
aparatosidad de fama y poder, entremezclados con la soberbia), la codicia(el
afán desmedido por apropiarse de lo ajeno, tan fuertemente vinculada con la
envidia) y finalmente la ira (que provoca las constantes guerras que
insólitamente asolan a la humanidad hasta nuestros días, y en cuya ejecución no
son lerdos ni perezosos)
Para que la Iglesia caída en perdición revierta su
estado calamitoso y anticrístico, debe empezar con Fe y Amor, pidiendo al
Altísimo Perdón y Misericordia por sus infernales tropelías de crímenes y
corrupción cometidos en estos largos siglos de turbulencia y oscurantismo, para
poder restaurar humildemente y sin privilegios mundanos la Iglesia del Amor,
abandonando su vana pomposidad y la fatua comodidad que provéen egoístamente
sus imperiales aposentos constituídos en Roma, empezando el Ministerio de
Redención restituido en un peregrinaje itinerante con la entrega del Evangelio
Salvífico, que deberá empezar por América, el continente que desde la corona
española le proveyó de los más fabulosos tesoros con los que Roma impuso
mundialmente sus dominios.
Y en consideración de estar en este continente la
mayoría de su feligresía, considero que debe haber una reivindicación al tan
desprestigiado “sudaca” o latinoamericano, tanto en Europa como en Norte
América, pues al igual que los judíos en tiempo de Jesús, hoy en día, junto a
los de raza oscura, son los despreciados de este mundo, no obstante cargar como
“latinos” con el denominativo que los vincula con la potencia más rica que se
halla en la Tierra.
Al efecto, para subsanar tal desentono de mal gusto e
inaceptable continuidad, extendiendo el beneficio en favor de los mil quinientos
millones de católicos esparcidos en los cinco continentes entre los que se
incluyan los otros vapuleados y denigrados con humillante esclavitud por siglos
como son los hermanos morenos, mal llamados “de color”, deberá otorgarse, con
todos los derechos y obligaciones implícitos al nuevo estatus, la ciudadanía
latina, venciendo los tormentos migratorios que como “judíos errantes” han
tenido que padecer al tratar de emigrar a los países que hasta hace poco
ostentaban solvencia y poderío económico, buscando mitigar el angustiante
hambre y miserias padecidas en sus respectivos países de origen.
Esta Sagrada Doctrina que emite mi Ser, es la tercera
de una serie que se viene entregando en advertencia a quienes, “teniendo oídos,
oigan” y así puedan actuar con sensatez y sabiduría, procediendo en
consecuencia a restaurar por el bien de la Humanidad toda, la orginalidad del
Evangelio de Kristo Redentor, que es de Amor, Perdón. Pureza y Universalidad,
dejando atrás debidamente superadas y trascendidas las ufanas vanidades que
constituyen el poder y bacanales que se dan en la insólita adoración a Baal,
Manmón y Baco, entre tantos otros demonios que por hoy permanecen entronizados
al interior del Vaticano.
De este superior modo, Restaurada la Iglesia de
Kristo con su Evangelio del Amor, los dignos podrán ver con ojos despiertos, la
instauración de la Nueva Jeusalem en la Tierra, que será de Paz y Armonía, no
sólo entre los Hombres Renacidos, si no participando todas las especies en
comunión con la Madre Naturaleza, viva representación de la Divina Madre
Inmortal.
¡DEJEMOS DE HONRAR IMÁGENES Y ADOREMOS AL PADRE
MEDIANTE NUESTRO KRISTO VIVIENTE Y NUESTRA DIVINA MADRE LLENA DE GRACIA!
¡AMEMOS LA CRUZ VIVA COMO SÍMBOLO DE REDENCIÓN SIN
TORMENTOS NI MARTIROLOGIOS!
¡SUPEREMOS LA IGNORANCIA ALDEANA QUE NOS MANTIENE EN
LOS EXTRAMUROS DEL UNIVERSO!
¡VIVAMOS GOZOSOS EN LA VERDAD DEL PADRE, EL AMOR DE
KRISTO Y LA PUREZA DE NUESTRA VIRGEN MADRE!
¡DIOS DEL ALTÍSIMO SEA CON TODOS VOSOTROS!
EL RESTAURADOR DE LA IGLESIA DE KRISTO VIVIENTE CON
LA
EVANGÉLICA DOCTRINA DEL AMOR UNIVERSAL
ARKAOM ZANONI PHIDLUZ, V. M. K. EL TAWA MANÚ .:. en
Cuerpo Humano: DAVID SERRATE PÉREZ
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