viernes, 1 de noviembre de 2024

PISTIS SOFÍA CAPITULO 130 CUANDO EL TIEMPO DE ALCANZAR LOS MISTERIOS SE COMPLETA

PISTIS SOFÍA REVELADA
A.Z.F., V.M.K. EL TAWA MANÚ
CAPITULO 130
CUANDO EL TIEMPO DE ALCANZAR LOS MISTERIOS SE COMPLETA
130.1 María pide por aquéllos que han descuidado los Misterios Y María continuó diciendo al Salvador: Mi Señor, si un Hombre ha recibido los Misterios de la Luz que están en la primera esfera contando desde afuera, y cuando el tiempo de alcanzar los Misterios se ha completado, y el Hombre continúa recibiendo Misterios de aquéllos que están dentro de los que ya ha recibido, y además ese hombre se ha vuelto negligente, no habiendo orado por medio de la Oración que aleja el mal de los alimentos que se comen y se beben, y a través del mal de esos alimentos puede atraer el destino de los regidores, y a causa de la necesidad de los elementos ha


 pecado de nuevo, después de completado el tiempo para el cual el Misterio alcanza, porque se ha hecho negligente y no ha orado por medio de la Oración que aleja el mal de las Almas y las purifica, y tal hombre sale de su cuerpo antes de haberse arrepentido previamente, con los que podría nuevamente recibir los Misterios de aquéllos que están dentro de los que él ya recibió, aceptándose su arrepentimiento y perdonando sus pecados cuando él salga del cuerpo, pero nos damos cuenta con certidumbre de que ha sido llevado al medio del dragón de las tinieblas exteriores a causa de los pecados cometidos, y ese hombre no tiene quién le ayude ni a nadie en el mundo que pueda compasivo ejecutar el Misterio del Inefable para retirarlo del medio del dragón de las tinieblas exteriores y conducirlo al Reino de Luz, decidnos, mi Señor, ¿Qué ocurrirá con él mientras se salva él mismo de los castigos del dragón de las tinieblas exteriores? Por ningún motivo, Oh Señor, podréis abandonarle, ya que él ha soportado sufrimientos en las persecuciones y en la Divinidad en la que se encuentra.

María prosigue preguntando al Salvador, y ahora es respecto al Iniciado que habiendo recibido los Misterios de la Luz correspondientes a la esfera de la Luna, y que estando a punto de completar su Obra, pues sigue recibiendo los Misterios que le son inherentes, si de pronto se volviese negligente y dejase de orar en el Ara Sacra, a cuyo nefasto efecto en la psiquis depauperada vuelven a tener cabida las golosinas de los nicolaítas, esto es fornicaciones y adulterios, y como fatal contrapartida se revuelve en la necedad karmática de los pecados, quedando a merced de la compulsión de los elementos que gobiernan los rigurosos arcontes del destino, y toda vez que haya agotado los dones con que los Misterios le han protegido, y llegase a desencarnar sin previo arrepentimiento, con el cual habría evitado los castigos que por sus pecados le corresponden en las tinieblas exteriores, y no contando en el mundo de la materia quién pudiera auxiliarlo invocando el Misterio del Inefable, ¿Qué pasará con él para ser librado del terrible dragón negro de las tinieblas exteriores donde se encuentra? Es nuestra Bendita Virgen Madre quien aboga por el hijo que ante semejante situación clama por su Gracia, interviniendo el Kristo íntimo con infinita Misericordia para librar de los castigos al pecador irredento que no obstante, en tiempos de ejecutar su Obra, padeció múltiples sufrimientos para calificarla, y tal mérito no puede ser de ningún modo borrado, aunque lo ideal sería que la contrición llegase estando todavía el alma envuelta en una materia corporal, evitándose dolorosas circunstancias karmáticas, antes y después de la muerte física.

Por consiguiente, Oh Salvador, tened misericordia de Nos, no sea que alguno de nuestros seres queridos se encuentre en esa situación, y tened misericordia con todas las almas que puedan encontrarse en situación parecida; porque Vos sois la Llave que abre las Puertas del Universo, y vuestro Misterio los encierra a Todos. Tened misericordia, Oh Señor, con tales almas, porque ellas han pronunciado el Signo de vuestro Misterio, aunque sea por un sólo día y han tenido verdadera Fe en él sin fingimientos. Dadles, Oh Señor, un premio en vuestra bondad, y dadles un descanso en vuestra misericordia.

María prosigue clamando misericordia ante Jeú Mikael, invocando Su Piedad por cuanta alma se halle en situación parecida a la anteriormente descrita, para que a falta de un ser compasivo en el mundo material que se conduela por sus padecimientos, intervenga decisivo el Glorioso Salvador como Llave que abre todas las Puertas de los Universos, puesto que dichas almas alguna vez conocieron los Misterios, mismos que fueron alcanzados en mérito a que ellas practicaron en vida una inquebrantable como sincera Fe, y a cuya causa han ganado en premio la Misericordia y Bondad del Inefable. 

Cuando María dijo esto, el Señor la llamó la más bendita a causa de las palabras que había pronunciado. Y el Salvador tuvo gran compasión y dijo a María: Para todos los Hombres que se encuentren en la situación de la que habéis hablado, mientras estén en vida, dadles el Misterio de uno de los doce nombres de las mazmorras del dragón de las tinieblas exteriores, aquéllos que os daré cuando termine de explicaros el Universo desde adentro hasta afuera y desde afuera hasta adentro. Jeú Mikael confirma a María como el más bendito Ser entre los Humanos a causa de su inmenso amor y misericordia por los pecadores; atendiendo sus ruegos, el compasivo Salvador promete a María que a cuantas almas se encuentren en la situación que ha descrito, esto es, Iniciados que se hayan apartado de sus Votos de Pureza, cayendo en flagrantes transgresiones y ominosos pecados, y que persistan en sus calamitosos yerros, estando en vida se les puede beneficiar entregándoles el Misterio de uno de los doce nombres que definen a los dragones negros que gobiernan los calabozos de las tinieblas exteriores, mismos que el Adorable dará a conocer cuando concluya de explicar el Universo, entendido que sea desde el Absoluto hacia la materia, así como desde las más densas manifestaciones materiales hasta las más Luminosas Alturas.


A.Z.F., V.M.K. EL TAWA MANÚ