domingo, 17 de abril de 2022

LA TRANSFORMACION DE LAS IMPRESIONES


“La enseñanza aquí contenida, no es una pasajera teoría psicológica ni se fundamenta en meras hipótesis o en simples juegos de retórica convencional. Todo lo expresado por el Maestro Samael Aun Weor debe tomarse, porque así es, como experiencia auténtica, vivida, real. La autenticidad y tremendo realismo de esta Psicología Experimental, puede ser constatada por cualquier investigador serio y libre de prejuicios. Es claro que el origen de la Gnosis se pierde en la noche profunda de todas las edades, pero ha sido adaptada a las necesidades físicas, psicológicas y espirituales de nuestra convulsionada vida moderna.

Todo lo que vemos (externo), es interior. Luego, si no trabajamos sobre lo interior, vamos por el camino del error, porque no modificaríamos entonces nuestra vida, Si queremos ser distintos, necesitamos transformarnos íntegramente, y si queremos transformarnos, debemos empezar por transformar las impresiones. Ahí está la clave para la transformación radical del individuo”
Samael Aun Weor


La Gnosis está destinada a aquellos aspirantes sinceros que verdaderamente quieran trabajar sobre si mismos y cambiar.




EL OBJETIVO DE ESTA ENSEÑANZA
Este tipo de trabajo no es externo, sino interno, y quienes piensen que cualquier manual de urbanidad o sistema ético (externo y superficial) los puede llevar hacia el éxito, están de hecho profundamente equivocados.
El hecho concreto y definitivo de que el TRABAJO INTIMO empieza con la ATENCIÓN CONCENTRADA, con la OBSERVACIÓN PLENA de sí mismo, es motivo más que suficiente como para demostrar que esto exige un esfuerzo personal (muy particular) de cada uno de nosotros.
Hablando francamente y sin ambages, aseveramos en forma enfática lo siguiente: ningún otro SER humano podría hacer este trabajo por nosotros.
No es posible cambio alguno en nuestra psiquis, sin la OBSERVACIÓN DIRECTA de todo ese conjunto de factores subjetivos que llevamos dentro. Dar por aceptada la multiplicidad de YOES, descartando la necesidad del estudio y observación directa de los mismos, significa (de hecho) una evasiva o escapatoria, una huida de sí mismo, una forma de auto – engañó. Solo a través del esfuerzo riguroso que implica la OBSERVACIÓN DIRECTA de sí mismos (sin escapatorias de ninguna especia), podemos evidenciar, realmente, que no somos UNO, sino MUCHOS.
Mientras un hombre sustente la ilusión de que es siempre UNA MISMA PERSONA, no puede cambiar, y la finalidad de este trabajo es (precisamente) el de lograr un cambio gradual en nuestra vida interior.
“ Tratado de Psicología Revolucionaria.” SAMAEL AUN WEOR


“Lo importante, para cualquier ser humano, es su vida. Necesitamos con urgencia máxima, inaplazable, impostergable, trabajar cada uno de nos sobres la propia vida, si es que en realidad anhelamos un cambio radical”. “Aquellos que aplazan el trabajo sobre si mismos para mañana, nunca trabajarán realmente. Porque siempre será mañana”.


UNAS PALABRAS DE LOS EDITORES


Según la Gnosis, el “animal intelectual” (equivocadamente llamado “hombre”) es creado como una máquina capaz de auto-desarrollarse. Pero al principio ya todo esta hecho, vale decir, con un número incalculable de “Fabricas interiores”,de química interior. Todas las múltiples transformaciones que se suceden en el “cuerpo planetario”, o cuerpo físico, son realizadas mecánicamente para nosotros por dichas “fabricas interiores” que procesan el aire y los alimentos, siempre de acuerdo con la “LEY DE LAS OCTAVAS” o “LEY DEL SIETE”, y lo cual hace posible la existencia. De modo, pues, que todos empezamos con los materiales dados por la OCTAVA DE TRANSFORMACIÓN, llamada también LA OCTAVA DEL ALIMENTO.
Pero el Trabajo Esotérico-Gnóstico, o trabajo sobre sí mismo, se refiere a lo que no nos es dado; se refiere a la fabricación de nuevos materiales (denominados “HIDRÓGENOS” en Gnosticismo), lo que sólo es posible cuando nos salimos de la mecanicidad y provocamos eso que se llama “PRIMER CHOQUE CONSCIENTE”.
El “PRIMER CHOQUE” (del que habla el Maestro Samael Aun Weor en esta conferencia), tiene como objetivo transformar las reacciones mecánicas, de modo que las IMPRESIONES sean atrapadas por la Conciencia. Esto de hecho, implica alimentarse con HIDRÓGENOS SUPERIORES, más refinados, más sutiles.
Desde un punto de vista meramente físico, cuando uno se da el CHOQUE del “RECUERDO DE SÍ” produce realmente un cambio milagroso en todo el trabajo del cuerpo, de modo que las células reciben un alimento diferente. Y miradas las cosas desde un punto de vista psicológico, el CHOQUE del “RECUERDO DE SÍ” permite que nuestros pensamientos, sentimientos y acciones se tornen más conscientes, evitando que ya no seamos fáciles víctimas de las circunstancias y de la maldad del prójimo.
Pero, ¿Qué es la AUTO-OBSEVACIÓN, y que es el “RECUERDO DE SÍ”? La auto-observación es un estado de Conciencia mediante el cual la ATENCIÓN es concentrada, dirigida hacia todos los procesos psíquicos que ocurren en nuestro propio micro-cosmos; es una toma de conciencia de lo que ocurre dentro de nosotros mismos, en los cinco cilindros de nuestra máquina orgánica: Intelecto, Emoción, movimiento, instinto y sexo. Pero, sin embargo, todo proceso de auto-observación debe realizarse en un tercer estado de conciencia, denominado “RECUERDO DE SÍ”, o “ÍNTIMA RECORDACIÓN DE SÍ MISMO”.
Algunos suponen que la AUTO-OBSERVACIÓN es una cuestión mental, relacionada con los pensamientos que sobre nosotros mismos tenemos, pero ese es un concepto equivocado, La AUTO-OBSERVACIÓN exige un esfuerzo auto consciente, y es un acto en el que la atención está dividida en dos partes. La primera de éllas es el SUJETO COGNOSCENTE (el OBSERVADOR), es la ESENCIA libre de “Yoes”, el elemento conscientivo que entra en acción. La Segunda es el OBJETO que se OBSERVA (lo OBSERVADO), que puede estar en cualquier dimensión del Espacio
Secuencialmente, cuando la AUOT-OBSERVACIÓN se procesa de manera simultánea con el “RECUERDO DE SÍ”, evidenciamos el tremendo realismo de nuestra propia psicología, podemos entonces transformar las impresiones.
Es necesario entender que del mundo exterior, y a cada momento, estamos recibiendo IMPRESIONES. Estas IMPRESIONES provocan, en la mente, determinadas reacciones que pueden ser modificadas cuando nos AUTO-OBSERVAMOS y permanecemos en el tercer estado de Conciencia, o “RECUERDO DE SÍ”.
Cuando uno se olvida de sí mismo, puede observar cada uno de los ESTADOS DE CONCIENCIA que se suceden, de instante en instante, con relación a los EVENTOS EXTERIORES.
La vida, en realidad, es una SUCESIÓN DE IMPRESIONES, íntimamente relacionados con los acontecimientos exteriores. Tales IMPRESIONES llegan a nosotros a través de las ventanas de los cinco sentidos (que pertenecen al centro instintivo de nuestra máquina orgánica). Lamentablemente, el punto de recepción de las mismas suele ser la FALSA PERSONALIDAD de cada uno de nos, y élla coloca las IMPRESIONES en lugares equivocados, en los centros que no les corresponden.
La Naturaleza nos ha dado los órganos necesarios para transformar el aire y los alimentos, pero no nos ha proporcionado el vehículo apropiado para transformar las IMPRESIONES. Por lo tanto, ellas penetran sin ser transformadas o “digeridas”, y esto (lógicamente) causa graves daños en nuestra psiquis. ¡Así lo ha dicho el Maestro y así es!
Nosotros, mediante el trabajo esotérico y gnóstico, debemos crear un “APARATO TRANSFORMADOR” en el punto de entrada de las IMPRESIONES, a fin de que ellas sean atrapadas por la Conciencia, y no por la FALSA PERSONALIDAD, huelga decir que cuando las IMPRESIONES son transformadas correctamente, nuestra manera de vivir es también diferente: dejamos de ser simples máquinas que sólo funcionan de acuerdo con ciertas y limitadas ideas, con los estrechos conceptos u opiniones establecidos en la falsa personalidad.
Aquí en este segundo cuaderno Gnóstico, con pleno conocimiento de causa, El Maestro Samael Aun Weor expone el interesantísimo tema de la TRANSFORMACIÓN DE LAS IMPRESIONES, punto de partida del trabajo que conduce hacia la transformación radical, y cuya finalidad es la de evitar la formación de nuevos “agregados psicológicos” o “Yoes-defectos” (ira, codicia, envidia, lujuria, pereza, gula, miedo, celos, dogmas, etc.), Así como también el de no robustecer a los “elementos indeseables” que ya habitan en nuestro espacio interior
Diremos, finalmente, que en la medida de estos “CUADERNOS” sirvan de ayuda al estudiantado Gnóstico, habremos logrado nuestro propósito.
La Humanidad está tan enfrascada en el mundo de los cinco sentidos, que no acierta a comprender como podría independizarse de ellos; cree, firmemente, que sus sentidos le muestran la realidad. Así nuestra vida interior, la vida de pensamientos y sentimientos, sigue siendo confusa para nuestra para nuestras cuestiones razonativas-intelectivas. No obstante, al mismo tiempo, sabemos muy bien dónde vivimos realmente: en nuestro mundo de pensamientos y sentimientos, y esto es algo que nadie puede negar. Necesitamos aprender a transformar nuestras propias impresiones; empero, no es posible transformar cosa alguna en nosotros, si seguimos apegados al mundo de los cinco sentidos.


LA TRANSFORMACIÓN DE LAS IMPRESIONES
Nuestro tema de hoy está relacionado con la cuestión de la transformación de uno mismo.
En nuestras pasadas pláticas, mucho dijimos sobre la importancia que tiene la vida en si misma; dijimos, también, que un hombre es lo que es su vida y que ésta es como una película que al desencarnar, nos la llevamos para revivirla (en forma retrospectiva) en el Mundo Astral, y que al retornar, la traemos para otra vez sobre el tapete del mundo físico. Es claro que la ley de Recurrencia existe y que todos los acontecimientos se repiten, que todo vuelve realmente a ocurrir tal como sucedió, más las consecuencias buenas o malas; eso es obvio.
Ahora bien, lo importante es conseguir la transformación de la vida, y esto es posible si uno se lo propone, profundamente...
Existen transformaciones muy conocidas de la materia; nadie podría negar; por ejemplo, que la azúcar se transforma en alcohol, y que el alcohol (a su vez) se convierte en vinagre por la acción de los fermentos (esta es la transformación de una substancia molecular en otra substancia molecular). Uno sabe, por la nueva Química de los Átomos y elementos, que el Radio, por ejemplo, se transforma lentamente en plomo.
Los Alquimistas de la Edad Media hablaban de la “Transmutación del plomo en oro”. Sin embargo, no siempre aludían a la cuestión metálica, meramente física. Normalmente querían indicar, con tales palabras, la transmutación del “plomo” (éste de la personalidad) en el “oro del espíritu”. Así, pues, conviene que reflexionemos en todas estas cosas.
En los Evangelios, la idea del “HOMBRE TERRENAL” (comparado este a una semilla capaz de crecimiento), tiene la misma significación, como la tiene también la idea del “RE-NACIMIENTO”, de un hombre que “NACE OTRA VEZ”. Sin embargo, es obvio que si el grano no muere, la planta no nace; en toda transformación existe MUERTE, o MUERTE Y RESURRECCIÓN.
Ya uno sabe en la Gnosis. Consideramos al hombre como una fábrica de tres pisos que absorbe, normalmente, tres alimentos. El alimento común , normalmente le corresponde al piso inferior de la fábrica (a la cuestión esta del estomago); el aire, naturalmente, ésta en el segundo piso, pues se haya relacionado con los pulmones, y las Impresiones, indubitablemente están íntimamente asociadas al cerebro, o tercer piso (esto es cuestión de OBSERVACIÓN, ¿verdad hermanos?).
El alimento que comemos, sufre sucesivas transformaciones (esto es incuestionable). El proceso de la vida en sí misma, por sí misma, es la transformación. Cada criatura del Universo, mis estimables hermanos, vive mediante la transformación de una substancia en otra. Un vegetal, por ejemplo, transforma el aire, el agua y las sales de la tierra, en nuevas substancias vitales, en elementos útiles para nosotros, como son (por ejemplo) las nueces, las frutas, las papas, o los limones, las judías, los guisantes, etc. Así, pues, todo es TRANS-FOR-MA-CIÓN.
Por la acción de la luz solar, obtenemos los variados fermentos de la naturaleza. Es incuestionable que la sensible película de vida, que normalmente se extiende sobre la faz de la Tierra, conduce toda la FUERZA UNIVERSAL hacia el interior mismo del mundo planetario en que vivimos. Pero cada planta, cada insecto, cada criatura (el mismo ” animal intelectual” equivocadamente llamado “hombre”), absorbe, asimila determinadas fuerzas cósmicas y luego las transforma y retransmite (inconscientemente) a las capas inferiores del organismo planetario. Tales fuerzas, transformadas, se hayan íntimamente relacionadas con la economía de este organismo planetario en que vivimos. Cada criatura, según su especie, transforma determinadas fuerzas que luego retransmite al interior de la Tierra, para la economía del mundo. También las demás criaturas, las distintas especies (las plantas, etc.), cumplen la misma función.
Sí, en todo existe transformación. Así, pues, la epidermis de la Tierra es un órgano de transformación... Cuando comemos alimento, tan necesario para nuestra subsistencia, éste es transformado, (claro está, etapa tras etapa) en todos esos elementos vitales, tan indispensables para nuestra misma existencia. ¿Quién realiza, dentro de nosotros, ese proceso de transformación de las substancias? ¡El Centro instintivo! ¡Cuan sabio es tal centro! ¡Realmente nos sombramos de la sabiduría de dicho centro!
La digestión en sí misma, mis estimables hermanos, es transformación. Todos pueden ver que el alimento tomado por el estómago(es decir, la parte inferior de esta fábrica de tres pisos, que es el estomago humano) se transforma. Si un alimento, por ejemplo, pasara por el estómago y no se transformara, el organismo no podría asimilar sus principios (sus vitaminas, sus proteínas); eso sería, sencillamente, una indigestión. Así, pues, conforme nosotros vamos reflexionando en esta cuestión, llegamos a comprender la necesidad de pasar por una transformación.
Claro está que los alimentos físicos se transforman; más hay algo que nos invita a la reflexión: no existe una transformación (por ejemplo) adecuada de las impresiones. Para tal propósito de la naturaleza, propiamente dicha, no hay necesidad alguna de que el “animal intelectual” equivocadamente llamado “hombre”, transforme realmente las impresiones. Pero un hombre puede transformar sus impresiones, por sí mismo, si posee (naturalmente) el conocimiento de fondo, esotérico, y comprende el porque de esa necesidad (¡resultaría magnífico transformar las impresiones!)
La mayoría de las gentes, en el terreno de la vida práctica, creen que este mundo físico les va dar, exactamente, lo que anhelan y buscan, y he ahí, mis estimables hermanos, una tremenda equivocación. La vida, en sí misma, entra en nosotros, en nuestro organismo, en forma de meras impresiones.
Lo `rimero que realmente debemos comprender, es el significado de esta trabajo esotérico, relacionado íntimamente con las cuestión de las impresiones, ¿Que necesitamos transformar la vida? ¡Es verdad! Y uno no pudría realmente transformar su vida, si no transforma las impresiones que le llegan a la mente. Es urgente, pues, que los que escuchen esta cátedra, reflexionen en lo que aquí estamos diciendo...
No existe, realmente, tal cosa como la “vida externa” (y vean ustedes que estamos hablando de algo muy revolucionario, pues todo el mundo cree que lo físico es lo real; pero si vamos un poquito más al fondo, lo que realmente estamos recibiendo, a cada instante, a cada momento, son meramente impresiones). Vemos a una persona que nos agrade o que nos desagrade, y lo primero que obtenemos son impresiones de esa naturaleza. ¿verdad? Esto no lo podemos negar.
La vida es, dijéramos, una SUCESIÓN DE IMPRESIONES (y no como creen muchos “ignorantes ilustrados”: una cosa sólida, física, de tipo exclusivamente material); la realidad de la vida son sus impresiones. Claro está que la idea que estamos emitiendo a través de esta grabación, resulta ciertamente muy difícil de capturar, de aprehender; constituye un trabajoso punto de intersección. Es posible que ustedes, que me están escuchando, tengan la certeza de que la vida que tienen existe como tal, y no como sus impresiones. Están tan sugestionados ustedes por el mundo físico, que obviamente así piensan.
La persona que vemos sentada, por ejemplo, en una silla (allá, con tal o cual traje de color), aquel que nos sonríe más allá, aquel que va tan serio, etc., es para nosotros cosa real, ¿verdad? Pero si meditamos (profundamente) en todo lo que vemos, llegamos a la conclusión de que lo real son las impresiones. Estas, como ya dije, llegan a la mente, a través (claro esta) de las ventanas de los cinco sentidos. Si no tuviéramos, por ejemplo, ojos para ver, ni oídos para oír, ni tacto para tocar, ni olfato para oler, o ni siquiera gusto para gustar los alimentos que entran en nuestro organismo, ¿existiría acaso, Para nosotros, esto que se llama “mundo físico”? ¡Claro que no, absolutamente no!
Así, pues, la vida nos llega en forma de impresiones, y es ahí, precisamente ahí, donde existe la posibilidad de trabajar sobre nosotros mismos. Ante todo (si eso queremos hacer), pues hay que comprender el trabajo que debemos hacer. Sí no hiciéramos ese trabajo en forma correcta, ¿Cómo podríamos lograr una transformación psicológica, en si mismos?. Es obvio que el trabajo que vamos a realizar sobre sí mismos, debe ser sobre las impresiones que estamos recibiendo a cada instante, a cada momento, Y a menos que lo aprehenda, o capture, etc., nunca nadie comprendería el significado de lo que en el trabajo es llamado el “PRIMER CHOQUE”.
El “CHOQUE” se relaciona con esas impresiones que son todo cuanto conocemos del mundo exterior, que estamos recibiendo, que tomamos como si fueran las verdaderas cosas, las verdaderas personas.
Necesitamos, pues, transformar nuestra vida, y ésta es INTERNA. Al querer transformar, pues, estos aspectos psicológicos de nuestra vida, obviamente necesitamos trabajar sobre las impresiones (que entran en nosotros, claro, está)...
¿Porqué llamamos nosotros, al trabajo sobre la transformación de las impresiones, el “PRIMER CHOQUE CONSCIENTE”? Por un motivo, mis queridos hermanos gnósticos, por un sólo motivo; porque, sencillamente, es algo que en modo alguno podríamos efectuar en forma meramente mecánica. Esto no sucede jamás mecánicamente, se necesita de un esfuerzo auto-consiente.
Es claro que un aspirante gnóstico que comience a comprender esta clase de trabajo, obviamente (por tal motivo) comienza también a dejar de ser un hombre mecánico que sirve, exclusivamente, a los intereses de la Naturaleza; una criatura absolutamente dormida, que sencillamente nos es más que una “empleada” de la Naturaleza, para los fines económicos de la misma, los cuales no sirven, en modo alguno, a los intereses de nuestra propia auto-realización ÍNTIMA.
Si ustedes comienzan ahora a comprender el significado de todo cuanto en este “cassette” estamos enseñando; si piensan ahora en el significado de todo cuanto se les enseña a hacer, por la vía (dijéramos) del esfuerzo propio (empezando con la OBSERVACIÓN DE SÍ MISMOS), verán sin duda, mis queridos hermanos gnósticos, que en el lado práctico del trabajo esotérico, todo se relaciona con la transformación de las impresiones y lo que resulta (naturalmente) de las mismas.
El trabajo, por ejemplo, sobre las emociones negativas, sobre los estados de ánimo enojosos, sobre la cuestión ésta de la IDENTIFICACIÓN, sobre la auto-consideración, sobre los “YOES SUCESIVOS”, sobre la auto-justificación, sobre la disculpa y sobre los estados inconscientes en que nos encontramos, se relaciona (en todo) con la transformación de las impresiones y lo que resulta de ello.
Así convendrá, mis queridos hermanos gnósticos, que en cierto modo el trabajo sobre sí mismos se compare a la disección, en el sentido de que es una transformación. Quiero que ustedes reflexionen profundamente en esto, que comprendan, pues, lo que es el “PRIMER CHOQUE CONSCIENTE”. Es preciso formar un instrumento de CAMBIO en el lugar de entrada de las impresiones (¡No lo olviden!).
Si mediante la comprensión del trabajo ustedes pueden aceptar la VIDA COMO TRABAJO (realmente esotérico),entonces estarán en un estado constante de RECUERDO DE SÍ MISMOS. Este estado de conciencia de SÍ MISMOS los llevará a ustedes (naturalmente) al terreno viviente de la transformación de lasa impresiones, y así normalmente (o supra-normalmente, mejor dijéramos), al de una vida distinta, en lo que a ustedes naturalmente respecta. Es decir, que ya la vida no obrará más sobre todos ustedes, mis queridos hermanos, con la hacía antes; comenzarán ustedes a pensar y a comprender de una manera nueva, y éste es el comienzo, naturalmente, de su propia transformación. Porque mientras ustedes sigan pensando de la misma manera, tomando la vida de la misma manera. Es claro que no habrá ningún cambio en ustedes.
Transformar las impresiones de la vida, es transformarse uno mismo, mis queridos hermanos gnósticos, y sólo una manera de pensar enteramente nueva, puede efectuarlo. Todo este trabajo, pues, se dirige hacia una forma radical de transformación. Si uno no se transforma, nada logra.
Comprenderán ustedes que la vida nos exige (continuamente) reaccionar. Todas esas reacciones forman nuestra vida, nuestra vida personal. Cambiar la vida de uno, no es cambiar las circunstancias meramente externas, es cambiar realmente las propias reacciones. Pero si no vemos que la vida exterior nos llega como meras impresiones que nos obligan incesantemente a reaccionar (en una forma, dijéramos, más o menos estereotipada), no veremos dónde empieza el punto que realmente posibilite el cambio, y donde es posible trabajar.
Las reacciones, que forman nuestra vida personal, son casi todas de tipo negativo. Entonces también nuestra vida será negativa, no será más que una serie sucesiva de reacciones negativas, que se dan como respuesta incesante a las impresiones que llegan a la mente. Luego nuestra tarea consiste en transformar las impresiones de la vida, de modo que provoquen ese tipo de reacciones negativas a que estamos tan acostumbrados. Pero para lograrlo, es necesario estarnos AUTO-OBSERVÁNDONOS de instante en instante, de momento en momento. Así las impresiones no llegan de un modo mecánico; eso equivale a empezar a vivir más conscientemente.
Un individuo puede permitir, darse el lujo de que las impresiones le lleguen mecánicamente, pero si uno comete semejante error, si transforma sus impresiones, entonces comienza a vivir conscientemente. Por eso se dice que este es el “PRIMER CHOQUE CONSCIENTE. El PRIMER CHOQUE CONSCIENTE, radica, precisamente, en la transformación de las impresiones que llegan a la mente. Si uno consigue transformar las impresiones que llegan a la mente, en el momento mismo de su entrada, siempre se puede trabajar en el resultado de las mismas. Claro está que, al transformarlas, evitamos que produzcan sus efectos mecánicos, que siempre suelen ser desastroso en el interior de nuestra psiquis.
Esto exige un sentimiento definido, una vibración definida del trabajo, una valorización de la Enseñanza, lo que significa que este trabajo esotérico debe ser llevado hasta el punto, por así decirlo, donde entran las impresiones, y desde donde son distribuidas (mecánicamente) a su lugar acostumbrado (por la Personalidad), para evocar las antiguas reacciones.
Quiero que ustedes vayan entendiendo un poquito más. Voy a tratar, dijéramos, de simplificar, a fin de que ustedes puedan entender. Pondré un ejemplo: Sí arrojamos una piedra a un lago cristalino, en el lago vemos que se producen impresiones, y es la respuesta a las impresiones dadas por las piedras (son las reacciones). Estas se manifiestan en ondas que van desde el centro hasta la periferia, ¿verdad? Bueno, ahora lleven ustedes, mis queridos hermanos gnósticos, este ejemplo a la mente. Imagínensela, por un momento, como un lago. De pronto, aparece la imagen de una persona. Esa imagen, dijéramos, es como la piedra de nuestro ejemplo: llega al lago de la mente, y entonces la mente reacciona (las impresiones son las que producen la imagen que llega a la mente; las reacciones son la respuesta a tales impresiones). Si ustedes tiran una pelota contra un muro, el muro recibe la impresión y viene la reacción, que consiste en que (inconscientemente) regresa la pelota a quién la mando. Bueno, puede que no llegue directamente, pero de todas maneras rebota la pelota y eso es reacción. ¿verdad?.
Bien, hay impresiones que no son muy agradables. Por ejemplo, las palabras de un insultador no son, por cierto, bastante buenas que se diga, No Claro que podríamos, dijera, transformar esas palabras del insultador. Pero si las palabras son como son, ¿entonces que podríamos hacer? ¿transformar las impresiones que tales palabras nos producen? Sí, eso es posible, y la Enseñanza Gnóstica nos enseña a cristalizar la SEGUNDA FUERZA (es decir, al CRISTO en nosotros) , mediante un postulado que dice: “HAY QUE RECBIR CON AGRADO LAS MANIFESTACIONES DESAGRADABLES” DE NUESTROS SEMEJANTES”. He ahí, pues, el modo de transformar las impresiones que producen, en nosotros, las palabras de un insultador: RECIBIR CON AGRADO LAS MANIFESTACIONES DESAGRADABLES DE NUESTROS SEMEJANTES. Este postulado nos llevará, naturalmente, a la cristalización de la SEGUNDA FUERZA (es decir,. El Cristo en nosotros). Hará que el Cristo venga a tomar forma en nosotros. Es un postulado sublime. Esotérico en un ciento por ciento...
Ahora bien, si del mundo físico no conocemos si no las impresiones, entonces(propiamente) el mundo físico no es tan externo como creen las gentes. Con justa razón dijo Don Enmanuel Kant: “lo exterior es lo interior”. Así, pues, si lo interior es lo que cuenta, pues debemos transformar lo interior (las impresiones son interiores).
Así, pues, todos los objetos, todas las cosas, todo lo que vemos, existe en nuestro interior en forma de impresiones. Si, por ejemplo, nosotros no transformamos las impresiones, nada cambia en nosotros. La Lujuria, la codicia, el odio, el orgullo, etc., existen en forma de impresiones (dentro de nuestra psiquis) y vibran incesantemente. El resultado mecánico de tales impresiones, han sido todos esos “elemento inhumanos” que llevamos dentro, y que normalmente los hemos llamado “yoes” (los “yoes” que en su conjunto constituyen el “mi mismo”, el “si mismo”, ¿verdad?).
Supongamos que un individuo, por ejemplo, ve a una mujer provocativa y no transforma sus impresiones. El resultado será que las mismas (de tipo naturalmente lujurioso), exigen en él, pues, un deseo de poseerla. Tal deseo viene a ser el resultado mecánico de la impresión recibida, y se plasma, viene a cristalizar, a tomar forma en nuestra psiquis, se convierte en un “agregado” mas, es decir, en un “elemento inhumano” , un nuevo “yo” de tipo lujurioso que viene agregarse a la suma (existente ya) de “elementos inhumanos” que, en su totalidad, constituyen el EGO, el “mi mismo”, el “si mismo”.
Pero vamos a seguir reflexionando... En Nosotros existe ira, codicia, lujuria, envidia, orgullo, pereza y gula. IRA, ¿Porqué? Por que muchas impresiones llegaron a nosotros, a nuestro interior, y nunca las transformamos. El resultado mecánico de tales impresiones, pues la ira, fueron los “yoes” que aún existen, viven en nuestra psiquis, y que constantemente, pues, nos hacen sentir coraje.
CODICIA. Indudablemente, muchas cosas despertaron en nosotros la codicia: el dinero, las joyas, las cosas materiales de todo tipo etc. Esos objetos llegaron a nosotros en forma de impresiones. Nosotros el error de no haber transformado esas impresiones, por ejemplo en otra cosa diferente: en una admiración por la belleza, o en altruismo, o en alegría por el dueño de tales o cuales cosas, en fin... ¿Y qué? Pues que talles impresiones no transformadas, naturalmente se convirtieron en “yoes” de codicia que ahora cargamos en nuestro interior.
En cuanto a la LUJURIA, ya dije que distintas formas de lujuria llegaron a nosotros en forma de impresiones, y surgieron (en el interior de nuestra mente) imágenes, dijéramos, de tipo erótico, cuya reacción fue la lujuria. Como quiera que nosotros no transformamos entonces esas ondas lujuriosas, esas vibraciones lujuriosas, esas impresiones, ese SENTIR LUJURIOSO, ese EROTISMO MALSANO, no bien entendido (porque bien entendido,, ya dije que el erotismo es sano), naturalmente que el resultado no se hizo esperar: fue completamente mecánico, nacieron nuevos “yoes” dentro de nuestra psiquis (de tipo, claro está, morboso).
Así, pues, hoy en día nos toca trabajar sobre las impresiones que tenemos en nuestro interior y sobre sus resultados mecánicos. Dentro, tenemos impresiones de ira, lujuria, de envidia, de orgullo, de pereza, de gula, etc., etc., etc., (y “otras tantas hierbas”). También tenemos, dentro, los resultados mecánicos de tales impresiones: manojo de “yoes” pendencieros y gritones que ahora necesitamos comprender y E-L-I-M-I-N-A-R.
Todo el trabajo sobre nuestra vida,, versa pues en saber transformar las impresiones y también es saber eliminar, dijéramos, los resultados mecánicos de las impresiones no-transformadas en el pasado...
El mundo exterior, propiamente no existe; lo que existe es lo interno. Las impresiones son interiores, y las reacciones( con tales impresiones) son de tipo completamente interior. ¿Quién podría decir que está viendo a un árbol en sí mismo? No, estará viendo la imagen del árbol, pero no al árbol. La “cosa en sí”, como decía Don Enmanuel Kant, nadie la ve; se ve la IMAGEN de la cosa, es decir, surgen en nosotros las impresiones sobre un árbol, sobre una cosa. Estas son INTERNAS, son de adentro, son de la mente. Si uno, por ejemplo, no hace una modificación de sus propias impresiones internas, el resultado mecánico no se deja esperar: es el NACIMIENTO DE NUEVOS “YOES” que vienen a esclavizar, aún más, a nuestra Esencia, a nuestra Conciencia; que vienen a intensificar el sueño en que vivimos.
Cuando uno comprende que, realmente, todo lo que existe dentro de uno mismo(con relación al mundo físico), no son más que impresiones, comprende también la necesidad de transformar esas impresiones, y al hacerlo, se produce una transformación total de uno mismo.
No hay cosa que más duela, por ejemplo: que la calumnia, o las palabras de un insultador; pero si uno es capaz de transformar las impresiones que le producen a uno tales palabras, esas quedan entonces como cheque sin fondo.
Ciertamente, las palabras de un insultador no tienen el valor que el que les de el insultado. Si el insultado no le da valor a tales palabras, las mismas quedan sin valor (repito, aunque me haga cansón: quedan como un cheque sin fondo). Cuando un comprende esto, transforma entonces las impresiones de tales palabras, por ejemplo en algo distinto: en amor, en compasión por el insultador, y eso (naturalmente) significa TRANS-FOR-MA-CIÓN...
Así pues, necesitamos estar transformando(incesantemente) las impresiones, no sólo las presentes, sino las pasadas. Dentro de nosotros existen muchas impresiones (que cometimos el error, en el pasado, de no haber transformado) y muchos resultados mecánicos de las mismas que son los tales “yoes” que ahora hay que desintegrar, aniquilar, a fin de que la conciencia quede libre y despierta.
Quiero que ustedes reflexionen (profundamente) en lo que estoy diciendo: las cosas, las personas, no son más que impresiones dentro de ustedes, dentro de su mente. Si transforman esas impresiones, se transforma la vida de ustedes.
Cuando hay (por ejemplo) ORGULLO, eso tiene por basamento la ignorancia. ¿De qué puede sentirse orgullosa, por ejemplo, una persona? ¿De su posición social, de su dinero, de qué? Pero si esa persona, por ejemplo, piensa que su posición social es una cuestión meramente mental, es una serie de impresiones que han llegado a su mente (impresiones sobre su estado social, o su dinero); cuando piensa que tal estado no es más que una cuestión mental, o cuando analiza, pues, la cuestión del dinero y se da cuenta que eso sólo existe (en la mente) en forma de impresiones (las impresiones que produce el dinero, claro ésta); si analiza esto a fondo, si comprende (realmente) que el dinero y la posición social (y demás) no son más que impresiones internas de la mente, por el sólo hecho de comprender que sólo son impresiones de la mente, hay transformación de las mismas; entonces el orgullo por sí mismo cae, se desploma, y nace en una forma natural, en nosotros, la humildad.
Continuando así con esos procesos de transformación de las impresiones, diré algo más. Por ejemplo: una imagen de una mujer lujuriosa llega a la mente, o surge en la mente. Tal imagen es una impresión, obviamente, Nosotros podríamos transformar esa impresión lujuriosa, mediante la comprensión. Bastaría con que pensáramos en que la citada es perecedera, en que esa belleza es (por lo tanto) ilusoria. Si recordáramos, por unos instantes, que esa mujer ha de morir y que su cuerpo se va a volver polvo en el panteón; sí con la imaginación viésemos su cuerpo en estado de desintegración, dentro de la sepultura, sería esto más que suficiente como para transformar esa impresión lujuriosa en CASTIDAD. Así, transformándola, no surgirían (en la psiquis) más “yoes” de lujuria. Así, pues, conviene que mediante la comprensión, transformemos las impresiones que surgen en la mente.
Creo que los estimables hermanos van comprendiendo que el mundo exterior no es tan exterior como normalmente se cree. Es interior, pues todo lo que nos llega del mundo , no son más que impresiones internas. Nadie podría meter un árbol dentro de su mente, o una silla, o una casa, o un palacio, o una piedra. Allí todo, en nuestra mente, no son sino impresiones (eso es todo), impresiones de un mundo que llamamos “exterior”, pero que realmente no es tan exterior como se piensa.
Conviene, pues, que todos nosotros vayamos transformando las impresiones mediante la comprensión. Si uno nos alaba, por ejemplo, ¿Cómo transformaríamos nosotros la vanidad, que tal adulador podría provocar en nosotros? Obviamente, las alabanzas, las adulaciones, no son más que impresiones que llegan a la mente, y ésta reacciona en forma de vanidad. Pero si se transforman tales impresiones, la vanidad se hace imposible.
¿Cómo se transformaría, pues, las palabras de un adulador, esas impresiones de alabanza, en qué forma? ¡Mediante la comprensión! Cuando uno realmente comprende que no es más que un infinitesimal criatura en un rincón del Universo, de hecho transforma, pues, tales impresiones de alabanza, o de lisonja, en algo distinto; convierte tales impresiones, dijéramos, en lo que son: polvo, polvareda cósmica, porque comprende su propia posición.
Ya sabemos que nuestro planeta tierra es un grano de arena en el espacio. Pensemos en la Galaxia en que vivimos, compuesta por miles y millones de mundos... ¿Qué es al tierra? Es una mísera partícula de polvo en ese infinito. ¿Y qué nosotros? Organismos (dijéramos) así micro-organismos, dentro de esa partícula... ¿Entonces que? ¿Qué conseguiríamos nosotros con esta reflexiones? CAMBIAR (es claro) y esto, obviamente, produciría una transformación de las impresiones que se relacionan con la lisonja, la adulación, la alabanza, y no reaccionaríamos (como resultado) en forma de orgullo, ¿verdad?.
Tanto más reflexionemos en esto, vemos más y más la necesidad de una transformación completa de las impresiones...
Todo lo que vemos (externo), es interior. Luego, si no trabajamos sobre lo interior, vamos por el camino del error, porque no modificaríamos entonces nuestra vida. Si queremos ser distintos, necesitamos transformarnos íntegramente, y si queremos transformarnos, debemos empezar por transformar las impresiones. Ahí esta la clave para la transformación radical del individuo.
En la misma transmutación sexual, hay transformación de las impresiones. Transformando las impresiones animales, bestiales, en elementos de la devoción, entonces surge (en nosotros) la transformación sexual: LA TRANSMUTACIÓN.
Creo que ustedes me han comprendido y por hoy llegaremos hasta esta parte, pues de nuestro discurso. Espero que los que escucharon esta cinta, tengan la amabilidad de analizarla, de comprenderla...
Existen momentos de la vida demasiado complicados, en los que uno tiene marcada tendencia a IDENTIFICARSE fácilmente con los sucesos y a OLVIDARSE COMPLETAMENTE DE SI MISMOS. En esos instantes, hace uno tonterías que a nada conducen. Si se estuviera ALERTA, si en esos mismos momentos, en vez de “perder la cabeza” se ACORDASE DE SI MISMO, descubriría (con asombro) ciertos “yoes” de los cuales tuvo ni la más mínima sospecha de su posible existencia.
EL CENTRO EMOCIONAL Y LAS IMPRESIONES NEGATIVAS
Impresión que no sea digerida. O transformada, se convierte en un “agregado psicológico” más y el “agregado psicológico” que n o se vaya comprendiendo y eliminando, viene a añadirse a la suma ya existente de “elementos inhumanos” o “yoes”, dando como resultado, una frustración o un “complejo”.
En la inter-relación, en la convivencia diaria con los otros seres humanos, cada vez que tengamos una situación difícil, aprendamos a colocar la Esencia o Conciencia entre la mente y la impresión, o sea que debemos poner la Conciencia frente a las impresiones, antes de que estas lleguen a la mente, antes de que la mente realice su acostumbrado PROCESAMIENTO DE DATOS.
Ciertamente, jamás resulta tarea fácil luchar (por ejemplo) contra las emociones negativas que provocan las impresiones no-transformadas; jamás resulta tarea fácil perder toda IDENTIFICACIÓN con nuestro propio tren de vida: problemas de toda índole, negocios, deudas, pagos de letras, hipotecas, teléfono, agua, luz, etc. Pero cuando uno se acuerda de SI MISMO, cuando trabaja sobre sí mismo, cuando no se identifica con todo los problemas y penas de la vida, de hecho transforma as impresiones y evita que sea afectado su centro emocional inferior.
Notas tomadas de “Psicología Revolucionaria” y de la “Revolución de la Dialéctica” de Samael Aun Weor
¿Qué diremos nosotros, mis caros discípulos, sobre los TRES ALIMENTOS? Ya expliqué, la vez pasada, cómo es que uno se alimenta con el primer alimento, el alimento del cuerpo físico(no pienso añadir nada de eso). Luego hablamos también sobre el segundo alimento, que es la respiración, más importante que aquel que va al estómago. Pero hay un tercer alimento, del que les dije a ustedes que es el de las impresiones. Nadie puede vivir sin las impresiones, ni siquiera un minuto.
Desgraciadamente, el ser humano no sabe seleccionar sus impresiones; abre las puertas a todas las IMPRESIONES NEGATIVAS.
¿Qué dirían ustedes(por ejemplo), ahora que estamos aquí, en este salón, si le abriéramos la puerta a unos ladrones para que entraran? Pregunto as estos hermanos que nos acompañan aquí, en esta plática: ¿A ustedes la parecería correcto que se la abriera la puerta, por ejemplo al vandalaje? Obviamente cometeríamos un absurdo y ustedes lo demandarían. Sin embargo, no hacemos lo mismo con las impresiones: le abrimos las puertas a todas las impresiones negativas del mundo. Estas penetran en nuestra psiquis y hacen destrozos allá adentro, se transforman en “agregados psíquicos” y desarrollan en nosotros el centro emocional negativo. En conclusión: nos llenan de lodo, pero se las abrimos…
¿Será correcto eso?¿Será correcto que una persona que viene, por ejemplo, llena de impresiones negativas (que emanan de su centro emocional negativo) Sea acogida por nosotros, que abramos las puertas a todas las EMOCIONES NEGATIVAS de esa persona?
Parece que no sabemos seleccionar las impresiones y eso es muy grave. Nosotros debemos aprender a abrir y cerrar las puertas de nuestra psiquis a las impresiones: abrir las puertas a las impresiones nobles (limpias), cerrarlas a las impresiones negativas y absurdas. O sea, las impresiones negativas causan daño, desarrollan el centro emocional negativo en nosotros, nos perjudican.
¿Porqué hemos de abrir las puertas a las impresiones negativas? Vean ustedes lo que uno hace estando en grupo, en multitudes. YO les aseguro que ninguno de ustedes, por ejemplo ahorita, se atrevería a salir a la calle a lanzar piedras contra nadie, ¿verdad? Sin embargo, en grupos quién sabe. Puede que alguien se meta dentro de una gran manifestación pública y ya esté enardecido por el entusiasmo, y las multitudes lanzan piedras, él también resulta lanzando piedras, aunque después diga a si mismo: “¿ Y porqué las lance, porqué hice eso?”
Recuerdo una de esas manifestaciones, hace unos cuantos años, cuando los maestros de Escuela se levantaron en muchas huelgas, protestas y manifestaciones. Entonces vimos cosas insólitas (aquí, en pleno distrito federal, hace unos 10 o 15 años ). ¿Qué vimos? A profesores muy decentes, muy cultos, muy dignos, que ya en multitud, agarraban piedras y las lanzaban (con fuerza) contra vidrios, contra las gentes, contra quienes podían. Esos profesores de Escuela nunca lo hubieran hecho a solas, pero en multitud, en grupos, el ser humano se comporta muy distinto, hace cosas que nunca haría a solas. ¿A qué se debe eso? Pues a las impresiones negativas, a que él le abre sus puertas a las impresiones negativas, y resulta haciendo lo que nunca haría a solas. Por eso es necesario que nosotros aprendamos a seleccionar nuestras impresiones.
Cuando uno abre las puertas a las impresiones negativas, no solamente altera el centro emocional (que esta en el corazón), si no que lo torna negativo. Si abre uno sus puertas, por ejemplo, a la emoción negativa de una persona que viene llena de ira, porque alguien le ocasionó algún daño, entonces termina uno , pues, aliado con esa persona y en contra de aquella que ocasionó el daño. Termina uno lleno de ira, sin siquiera tener parte tampoco en el asunto.
Supongamos que uno le abre las puertas a las impresiones negativas de un borracho, al que encontramos durante una “pachanga”. Entonces termina uno aceptándole una copita al borracho, y luego dos , tres, diez. Conclusión: borracho también.
Supongamos que uno le abre las puertas a las impresiones negativas, por ejemplo, de una persona del sexo opuesto. Termina uno también fornicando, cometiendo toda clase de delitos. Y si le abrimos las puertas a las impresiones negativas de un drogadicto, resultamos también fumando marihuana (¡Y con semilla y todo!). Conclusión ¡Fracaso!
Así es como los seres humanos se contagian unos a otros. Dentro de ambientes negativos, los borrachos contagian a los borrachos, los ladrones vuelven ladrones a los otros, los ladrones-homicidas contagian a otros, los drogadictos se contagian entre sí, y se multiplican los drogadictos, se multiplican los asesinos, se multiplican los ladrones, se multiplican los usureros. ¿Porqué? Porque cometemos siempre el error de abrirle las puertas a las emociones negativas, y eso no esta correcto.
¡Seleccionemos las impresiones! Si alguien nos trae emociones positivas de luz, de armonía, de belleza, de sabiduría, de amor, de poesía, de perfección, abrámosle las puertas de nuestro corazón. Pero sí alguien nos trae emociones negativas de odio, de violencia, de celos, de drogas, de alcohol, de fornicación, de adulterio, ¿Porqué tenemos que abrirle las puertas de nuestro corazón? ¡Cerrémosla, cerremos las puertas a las impresiones negativas!
Cuando uno reflexiona en todo esto, puede perfectamente modificarse, hacer de su vida algo mejor.


Ningún ocultista debe ignorar que la transformación de las substancias dentro del organismo, se procesa de acuerdo con la ley de las octavas.
LOS HIDROGENOS, EL ALIMENTO DE LAS IMPRESIONES
El microcosmos hombre es un Sistema Solar en miniatura, una máquina maravillosa con varias redes distribuidoras de energías, en distintos grados de tensión. Se nos ha dicho que el organismo humano obtiene sus alimentos del aire que respiramos, de la comida que comemos y de las impresiones que recibimos. Los micro-laboratorios glandulares deben transformar las energías vitales de esos alimentos, y ésta es una labor sorprendente y maravillosa.
Cada glándula debe transformar la energía vital de los alimentos, al grado de tensión requerida por su propio sistema y función. El organismo humano posee SIETE GLÁNDULAS superiores y TRES CONTROLES NERVIOSOS. LA LEY DEL SIETE y la LEY DEL TRES, trabajan intensamente dentro de la máquina humana.
Tenemos plena razón para afirmar, sin temor a equivocarnos, que los tres controles nerviosos(cerebro espinal, simpático y para-simpático) representan a la LEY DEL TRES, a las tres fuerzas primarias dentro de la máquina humana, así como las SIETE GLÁNDULAS ENDÓCRINAS y sus productos, representan a la LEY DEL SIETE con todas sus octavas musicales.
Así, pues, no sólo de pan y aire vive el hombre, sino también de diversos factores psicológicos. Esto se explica porqué cuando uno mismo se da el primer choque del RECUERDO DE SÍ, se produce un cambio milagroso en todo el trabajo del cuerpo físico, de modo que las células reciben un nuevo alimento.
Es obvio que las impresiones transformadas, revitalizan las glándulas de secreción interna y ayudan en el despertar de la conciencia
Mensaje de Navidad 1964, Tratado de Psicología Revolucionaria y Educación Fundamental


El término de Hidrógeno tiene, en gnosticismo, un significado muy extenso. Cualquier elemento simple es realmente un hidrógeno de cierta densidad. Es urgente saber que en el universo existen doce hidrógenos básicos, fundamentales. Los doce hidrógenos básicos están escalonados con las doce categorías de materia; Las doce categorías de materia existen en todo lo creado. Recordemos a las doce sales del Zodiaco y a las doce esferas de vibración cósmica, dentro de las cuales debe desenvolverse una humanidad solar.
De los doce hidrógenos básicos, se derivan todos los hidrógenos secundarios, cuyas variadas densidades van desde el 6 hasta el 12,283.
El hidrógeno 384 se encuentra en el agua, el 192 en el aire, y el 96 está depositado en el magnetismo animal, las emociones del cuerpo humano, hormonas, vitaminas, etc. Este interesantísimo tema de los hidrógenos, pertenece al ramo de la QUÍMICA OCULTA o QUIMICA GNOSTICA, y como quiera que es demasiado difícil, para bien de nuestros estudiantes preferimos estudiarla poco a poco en cada uno de nuestros MENSAJES DE NAVIDAD.
Pasemos ahora a estudiar el famoso HIDRÓGENO SEXUAL SI-12, el maravilloso HIDRÓGENO CREADOR que sabiamente se elabora en la fábrica del organismo humano.
La comida pasiva del plato, dentro del organismo humano pasa por muchas transformaciones, refinamientos y sutilizaciones que se procesan dentro de las escala musical: DO RE MI FA SOL LA SI.
La comida pasiva del plato, comienza con la nota DO; el quimo, resultante de la primera etapa de la transformación, sigue con el RE; el alimento muy refinado, que pasa osmóticamente a la corriente sanguínea, continua con el MI. Y así sucesivamente, siguen los procesos hasta quedar elaborado lo mejor de todo el organismo: el maravilloso ELIXIR, el LICOR SEMINAL con su hidrógeno 12, en la nota SI.
La primera octava musical: do re mi fa sol la si, corresponde exactamente ala fabricación del HIDRÓGENO SEXUAL SI-12 dentro del organismo humano. Ahora bien, si observamos científicamente esta cuestión de las impresiones y el modo de transformarlas, veremos lo siguiente:
1.- Las impresiones que llegan a nosotros, corresponden al HIDRÓGENO 48, que es el hidrógeno que sostiene o alimenta al cuerpo físico.
2.- toda impresión corresponde al HIDRÓGENO 48, pero puede ser transformado en HIDRÓGENO 24, que corresponde al cuerpo astral.
3.- EL HIDRÓGENO 24 puede ser transformado en HIDRÓGENO 12, que corresponde al mental, y luego éste puede ser transformado en HIDRÓGENO 6, que corresponde al causal o “MANAS SUPERIOR”.
Es claro que la transformación del HIDRÓGENO 48 en 24, o en 12, o en 6, sólo es posible mediante un AGENTE SECRETO quiero referirme, en forma enfática, al HIDRÑOGENO SEXUAL SI-12. es claro que si uno es CASTO, si uno aprende a transformar el esperma sagrado en energía creadora, la transformación de tal hidrógeno 48 en 24, en 12, y en 6, resulta factible.
Ahora bien, si pensamos en el cuerpo físico, tendremos que decir que así como hay grados en el aspecto psicológico (ESTADOS Y ESTADOS), así también los hay en el cuerpo físico. Que una carne se parezca a otra, nada tiene de raro, pero hay diferencias entre las distintas carnes. Una cosa es la carne de un maestro del CIRCULO CONCSCINETE DE LA HUMANIDAD SOLAR, y orea la de un simple “chela” o discípulo; una la de un profano, común y corriente, y la otra la de un MAGO NEGRO, terriblemente perverso. Así, pues, hay diferencias en cada una de ellas.
Nosotros podemos volver más sutil al cuerpo físico, más refinado, si conseguimos alimentarlo con HIDROGENOS SUPERIORES. Es claro que si transformamos el HIDRÓGENO 48 (que corresponde a las impresiones) en 24, 12, 6, nuestro cuerpo físico se nutrirá, de hecho, con HIDRÓGENOS SUPERIORES, y por ende adquirirá un mayor estado de refinamiento espiritual, se volverá así mismo, dijéramos, un cuerpo más apto para el alma ¡(muy distinto al de nuestros semejantes), más receptivo, más psíquico.
Este es, entre otras cosas, uno de los motivos básicos por el cual debemos comprender la necesidad de transformar las impresiones…
La conciencia duerme en nuestra laringe, somos inconscientes de la palabra. Necesitamos hacernos plenamente conscientes de la palabra
Hay veces que hablar es un delito, hay veces que callar es otro delito.
Dicen que “el silencio es oro”. Nosotros decimos que hay silencios criminosos. Es tan malo hablar cuando se debe callar , como callar cuando se debe hablar.
Semejantes a una flor, llena de coloridos pero falta de aroma, son las palabras hermosas (pero estériles) de quién no obra de acuerdo con lo que dice.
Semejantes a una flor bella, llena de colorido y de aroma, son las palabras hermosas y fecundas de quién obra de acuerdo con lo que dice.
Es urgente terminar con la mecanicidad de la palabra, es necesario hablar con precisión, en consciente y oportuna; necesitamos hacernos concientes del verbo.
Hay responsabilidad en las palabras, y jugar con el verbo es un sacrilegio. Nadie tiene derecho a juzgar a nadie, es absurdo calumniar al prójimo, es estúpido murmurar de la vida ajena.
Las palabras injuriosas caen sobre nosotros, tarde o temprano, como un rayo de venganza. Las palabras calumniosas, infames, siempre retornan sobre quién las pronunció, convertidas en piedras que hieren.
Tratado Esotérico de Astrología Hermética
Los eventos exteriores jamás serían tan importantes como el modo de reaccionar frente a los mismos.
¿Permanecisteis sereno frente al insultador? ¿Recibisteis con agrado las manifestaciones desagradables de vuestros semejantes?¿De qué manera reaccionasteis ante la infidelidad del ser amado?¿Te dejaste llevar por el veneno de lo celos?¿Mataste, estáis en la cárcel? Los hospitales, los cementerios o panteones y las cárceles, están llenos de equivocados sinceros que reaccionan en forma absurda frente a los eventos exteriores.
LA mejor arma que un hombre puede usar en la vida, es un estado psicológico correcto. Uno puede desarmar fieras y desenmascarar traidores, mediante estados de conciencia apropiados.
Los estados interiores equivocados, nos convierten en víctimas indefensas de la perversidad humana.
Aprended a enfrentaros, a los sucesos más desagradables de la vida práctica, con una actitud interior apropiada. No os identifiquéis con ningún acontecimiento, recordad que todo pasa. Aprended a ver la vida como una película y recibiréis los beneficios.. No olvidéis que acontecimientos sin ningún valor podrían llevaros a la desgracia si no elimináis, de vuestra psiquis, los estados interiores equivocados. Cada evento exterior, necesita, incuestionablemente, del billete apropiado, es decir, del estado psicológico preciso.
La palabra debe salir del corazón, no de los distintos “agregados psíquicos” que poseemos.
Con profundo dolor me doy cuenta de que cuando alguien habla, la palabra sale(desgraciadamente), no de las profundidades del SER, sino del fondo de cualquier “agregado psíquico inhumano”
La palabra brotada exclusivamente de la Esencia, no habría nada que objetarle: sería pura, perfecta, pero las gentes tienen distintos “agregados psíquicos”, muy desarrollados. Así es que, cuando algunos utilizan la tribuna de la elocuencia, lo hacen casi siempre con el propósito de lanzar una ironía contra alguien, de humillar a alguien, de insultar a alguien, etc. Es decir, no nace la palabra de la Esencia pura, no brota del SER, sino que deviene del fondo de algún “YO”, y por ello no es espontánea, no es pura, no produce un efecto creador.
Por lo común, la palabra de las gentes tiene su origen entre las entrañas de tal o cual “agregado psíquico ” , ya sea éste de envidia, ya sea de ira, ya sea de amor propio, ya sea de orgullo , de egoísmo, de auto-suficiencia, de auto-importancia, de engreimiento, de ambición, etc. Con dolor veo que nunca la palabra brota de las entrañas del SER, y esto es lamentable
Cuando la palabra surge de entre las profundidades del SER, está llena de plenitud y de belleza interior. Más cuando la palabra surge de las entrañas de tal o cual “agregado psíquico”, esta condicionada por el mismo, no tiene elasticidad, no tiene ductibilidad, no goza de plenitud, no es íntegra, y produce en el ambiente discordias y problemas de toa especie…
Los devotos concurren a sus sitios de reunión, para recibir un bálsamo, un consuelo para su adolorido corazón. ¿Pero qué alivio podrían tener? ¿Cómo haríamos para que progresará cualquier institución, sí proseguimos con esa conducta? Esa tendencia que tienen unos a reaccionar, me parece horripilante, absurda; no son dueños de sus propios procesos psicológicos: sí se la puya, reaccionan, siempre reaccionan ante todo.
No olviden ustedes que del mundo físico vivimos y que hay tres clases alimentos para cada uno. El primer alimento ya lo conocen ustedes: la comida, que es el menos importante (parece mentira pero así es). Prueba de que es el menos importante, es que podemos vivir sin comer, muchas veces hasta un mes (El Mahatma Gandhi duraba hasta tres meses sin comer). Este alimento entra por la boca y va al estomago.
La segunda clase de alimento es el Aire, es la respiración, que se relaciona con las fosas nasales y los pulmones. Difícilmente podríamos vivir, ni siquiera tres o cuatro minutos, sin respirar. La gente dura, normalmente, un minuto sin respirar y luego viene un sincope . Gracias a un entrenamiento, podríamos llegar a dos o tres minutos (o cuatro, ya que sería el máximo de los máximos), pero son pocos o raros los que llegan a vivir sin respirar durante cierto tiempo. Esto nos está indicando que el segundo alimento es todavía más importante que el primero.
Por último viene el tercer alimento, que es aún más importante. Quiero referirme, en forma enfática, a las impresiones. Si la comida no lograra impresionar al organismo humano, no funcionaría el lóbulo intestinal ni el estomago, y en general moriríamos. Si el Aire no lograra impresionar a los pulmones y a la sangre, pues de nada serviría el Aire. Sí, mis queridos hermanos, este tercer alimento es el más importante, porque nadie podría existir, ni siquiera un solo segundo, sin el ALIMENTO DE LAS IMPRESIONES.
Ahora bien, todo alimento necesita pasar por una transformación. El alimento relacionado con el estomago, necesita pasar por una transformación; ésta es factible gracias al sistema digestivo. El alimento relacionado con la respiración, tiene como vehiculo de transformación a los pulmones, para el tercer alimento, no hay pulmones que valgan: ¡HAY QUE CREAR ESE TERCER ORGANO!
Todo lo que nos llega a la mente, tiene forma de impresión. Ustedes me están escuchando (aquí), ven a un hombre que les está hablando a través de un micrófono, y todo esto es un conjunto de impresiones que les llegan a la mente. Todas las emociones y pasiones, todo lo que nos rodea, llega a nosotros en forma de impresiones…
El Aire se transforma mediante los pulmones, la comida se transforma mediante el estomago, y aire y comida se convierten en principios vitales para el organismo; pero, desgraciadamente, las impresiones no se transforman, llegan a la mente sin ser “digeridas”. Las impresiones sin “digerir” se convierten en nuevos “agregados psíquicos”, es decir, en nuevos “yoes”, y eso es gravísimo. Hay que “digerir” las impresiones. ¿Cómo? Mediante la CONSCIENCIA SUPERLATIVA DEL SER.
Normalmente, las impresiones llegan a lamente y ésta reacciona. Sí alguien nos insulta, reaccionamos con ganas de vengarnos; sí alguien nos ofrece un acopa de vino, reaccionamos con ganas de beber; sí una persona del sexo opuesto nos tienta, sentimos ganas de fornicar. Siempre reaccionamos ante los impactos del mundo exterior, y eso es grave.
En las ASAMBLEAS he visto como las personas se hieren unas a otras. Una dice una palabra y el que se siente aludido reacciona violentamente, diciendo una peor, A veces lo que dicen no es demasiado grosero, sino sutil, decente, y acompañado de una sonrisa, pero en el fondo lleva el veneno espantoso de la reacción violenta.
NO HAY AMOR ENTRE LAS GENTES, se han olvidado de su propio SER y sólo viven en el mundo del ego, en el mundo de la reacción. Cuando se olvida de su propio SER, reacciona violentamente. Si uno se olvida de su propio SER en presencia de una botella de vino, resulta borracho; sí uno se olvida de su propio SER en presencia de una persona del sexo opuesto, resulta fornicando; sí uno se olvida de su propio SER INTERIOR PROFUNDO en presencia de un insultador, termina insultando. La más grave en la vida, es olvidarse de si mismo.
Así que, es necesario transformar las impresiones, y esto es posible INTERPONIENDO AL SER, entre las diversas vibraciones del mundo exterior y la mente. Cuando uno interpone, entre las impresiones y la mente, eso que se llama la conciencia. Es obvio que las impresiones se transforman en fuerzas y poderes de orden superior.
Normalmente, las impresiones están constituidas por un hidrógeno muy pesado: el hidrógeno-48. Cuando uno interpone (entre las impresiones y la mente) a la conciencia, el Hidrógeno-48 se transforma en hidrógeno-24, que sirve de alimento al cuerpo astral. A su vez, el excedente del Hidrógeno-24 se transforma en Hidrógeno-12. que sirve de alimenta para el cuerpo mental: y por último, el excedente del Hidrógeno-12 se transforma en Hidrógeno-6, que sirve de alimento para el cuerpo causal. Pero si uno no transforma las impresiones, éstas se convierten en nuevos “agregados psíquicos”, en nuevos “yoes”.
Así , pues, debemos transformar las impresiones mediante la conciencia (es muy fácil interponer la conciencia entre las impresiones y al mente). Para recibir las impresiones con la Conciencia, y no con la mente, solo se necesita NO OLVIDARNOS DE NOSOTROS MISMOS en un instante dado. Sí alguien, en cualquier momento, nos dice algo que nos hiere el amor propio, el orgullo, el engreimiento, etc., en esos instantes sólo el SER debe estar en nosotros; debemos estar concentrados en el SER, para que sea el SER, la CONCIENCIA SUPERLATIVA DEL SER, la que reciba las impresiones y las “digiera” correctamente. Así se evitan las horripilantes reacciones que todos, unos y otros, tienen ante de los impactos provenientes del mundo exterior; así se transforma completamente las impresiones, y transformadas, nos desarrollan maravillosamente.
Amigos, repito: no vuelvan a cometer el error de reaccionar violentamente contra el prójimo; desistan, de una vez por todas, de esa horrible tendencia que tienen a reaccionar. Sí alguien dice algo, que lo diga; pero ¿Porqué tiene que reaccionar su vecino? Cada cual es libre de decir lo que quiera. Y en cuanto a mi atañe, afirmo lo que tengo que decir, y si alguien me refuta, sí dice lo contrario de una plática que he dado sobre un problema que tenemos, me limito a guardar silencia. Ya dije, y eso es todo…
¿Porqué quieren imponer su criterio a la fuerza? ¡eso es absurdo! Eso de imponer nuestra opinión “a la brava”, no es sino el resultado de las reacciones, es la reacción misma del Ego, de la mente. Resulta abominable ese proceder que ha formado terribles problemas en todas las instituciones del mundo.




¡hasta aquí mis palabras.!
SAMAEL AUN WEOR

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