la Rueda de los Días
Tonalli (día)
Los nahuas tenían conocimiento
sobre todas las cosas, tanto del espíritu como de la materia y la misma
naturaleza. Eran profundamente respetuosos con todo lo que les rodeaba, tanto
lo visible como lo invisible.
Diseñaron veinte jeroglíficos
para los veinte días de su calendario sagrado. Estos jeroglíficos eran símbolos
y no signos. La diferencia entre uno y otro es que un signo tiene un solo
significado mientras que un símbolo tiene varias interpretaciones.
Por ejemplo, en nuestro
calendario los nombres de los días han perdido su valor simbólico original. El
nombre lunes ha dejado de tener asociaciones con la luna, su regente y las
ceremonias lunares y en consecuencia con los demás días de la semana.
El calendario mexicano ritual
o sagrado constaba de 260 días, llamado Tonalamatl, el cual no corresponde a un
ciclo natural de tiempo, sino a una serie de actitudes humanas y sucesos o
acontecimientos cósmicos, naturales y humanos interrelacionados entre sí.
También se ha sugerido que
este ciclo se relaciona con el período aproximado de gestación humana. Los
códices aztecas muestran el acto de concepción, gestación y nacimiento en
relación con la luna semejando una vasija con agua en forma de útero, donde se
sienta el conejo representando al embrión. (Códice Vaticano, pág. 29) (Códice
Borgia, pág. 71)
A su vez, cada día estaba
regido por una deidad azteca, así como había dioses para los años, los meses,
las semanas y para las horas del día y de la noche, los cuales eran atributos,
virtudes, desdoblamientos de un solo dios único y principal llamado
Ipalnemouani, aquel por quien vivimos, (Deidad invisible).
Dioses Regentes
Un determinado dios de la
mitología precolombina gobernaba cada signo y se conocen sus características
por las leyendas transmitidas.
Cada glifo se relacionaba con
cierta parte del cuerpo, según se representa en los antiguos códices aztecas y
se conserva en el Códice Poscolombino Ríos Vaticano.
Los Veinte Días en el Códice
BorgiaCada uno de los veinte días representa los atributos que el ser humano
debe desarrollar dentro de su interior, tal como lo muestra la figura de
Quetzalcoatl (Serpiente emplumada) y Mictlantecuhtli (Señor del Inframundo),
los Señores de los Días, en el Códice Borgia, o bien en la figura de
Tezcatlipoca (espejo que humea, Dios patrono de príncipes y guerreros),
también, como Señor de los Días, del mismo códice: