Y Jeú El Kristo dijo a sus Discípulos: “He venido de aquel Primer Misterio, el cual es el Último, siendo el Veinticuatroavo”, y sus Discípulos no habían sabido comprender que existiera algo más dentro de aquel Misterio, que es el Origen del Universo y de toda la existencia, pensando que fuese el único componente de todos los Elementos, puesto que Jeú El Kristo les había dicho concerniente a aquel Misterio que circunda al Primer Mandato, que existen las Cinco Impresiones de la Gran Luz, a manifestarse posteriormente en Cinco Dignidades que portarán todo el Tesoro de la Luz.
Jeú El Kristo confirma a sus
Discípulos que proviene del Cosmos Inmanifestado, que es el Principio y el Fin
de todas las cosas, siendo a la vez el Misterio Vigésimo Cuarto, únicamente
comprensible con la develación de las hieráticas representaciones zoomorfas de
los Alados Seres que a derecha e izquierda de Wirakocha, constituyen los
enigmas del Tao encubiertos en la monumental Puerta del Sol erigida en la
Megalítica Metrópoli de Taowanaku, que se encuentra en la actua República de
Bolivia.
A los Discípulos se les hacía difícil entender que dentro del Primer Misterio coexistiesen armoniosamente concentrados los Elementos componentes, además de las Energías consideradas únicas del Krhistus y del Padre, y en igualdad de condiciones y potencialidades, la Divina Esencialidad Femenina, puesto que al referirse Jeú Mikael a la posterior encarnación de las Cinco Dignidades cuya impresión en la materia sería la manifestación portadora ante los Hombres del caudal pleno de los Tesoros de la Luz, no entrevieron la directa participación de la Bendita Madre en su condición de Eva o Venus regenerada, (El Padre en forma de Blanca Paloma o Espíritu Sacro) esta vez presente como la Gloriosa Afrodita, para bendecir con los dones del Amor Regenerador a toda la Humanidad.
A.Z.F., V.M.K. EL TAWA MANU
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