¿Será posible tener mente íntegra,
unitotal, no dividida por el proceso de la opción, no dividida por el proceso
de la elección conceptual, una mente incondicionada, una mente libre de
preconceptos, prejuicios y temores? ¡Sí es posible!, más en verdad habrá que
aniquilar los elementos psíquicos o indeseables que cargamos en nuestro
interior.
¿Tiene la Gnosis un sistema para
aniquilar esos elementos? ¡Sí lo tiene! ¿Cuál? Habríamos de empezar por la
autoobservación psicológica. ¿Aceptan ustedes, acaso, que tienen una psiquis y
una psicología? ¿O creen ustedes que únicamente tienen el cuerpo físico, sin
ningún principio psíquico? Esto sería imposible que así fuera, pues la
Parapsicología ha demostrado los procesos psicológicos existentes en el fondo
de cualquier organismo y tiene métodos experimentales de demostración. A las órdenes
de la Parapsicología está la teoría de los cuantas, está la Hipnología, las
percepciones intencionales o extrasensoriales, los procesos razonativos
extracerebrales, etc. Con evidencias manifiestas (pues obviamente tiene
laboratorios de experimentación) la Parapsicología está revolucionando al
mundo. En la misma Rusia soviética, donde la dialéctica materialista ha servido
de base para todos los procesos razonativos intelectivos de los ciudadanos de
la U.R.S.S., en estos precisos momentos (según las estadísticas) ha llegado al más
alto índice de producción de didáctica parapsicológica, motivo por el cual la
dialéctica materialista está quedando ya arrinconada por anticuada y
extemporánea.
Nosotros mismos, en Occidente,
hemos entrado en la época de la Psicología y de la electrónica, en la época de
la energía y de su estudio en todas sus manifestaciones; hemos salido de la
cuestión meramente materialista para ingresar en los estudios de la energía.
Así que, en realidad, hay métodos
que nos permiten integrar la mente, hacerla unitotal. Por eso digo que la
psicotrónica tiene un futuro maravilloso.
Mediante la autoobservación
psicológica podemos descubrir nuestros defectos (no está de más decir que cada
uno de ellos se encuentra representado por algún agregado psíquico). Cuando uno
vive alerta y vigilante, como el vigía en época de guerra; cuando uno se
autoobserva psicológicamente, de instante en instante, puede autodescubrirse.
Es indubitable que en la interrelación los defectos escondidos afloran
espontáneamente, y si estamos alertas, entonces los vemos. Defecto descubierto
debe ser enjuiciado analíticamente, si es que queremos desintegrarlo
atómicamente. Ahí es donde, precisamente, entra en juego el Análisis
Transaccional y el Análisis Estructural.
Al descubrir en sí mismos algún
defecto psicológico, tenemos que analizarlo estructuralmente, usando,
obviamente, el bisturí de la autocrítica. Se hace necesario el análisis de las
estructuras psicológicas o parapsicológicas. ¿Cuál es, por ejemplo, la
estructura psicológica de un agregado cualquiera, ya sea éste de ira, de
codicia, de lujuria, de envidia, de orgullo, de pereza o de gula? Habrá que
observarlo: ¿cómo se comporta en el Centro Intelectual, cuáles son sus
razonamientos? ¿De qué manera procede en el centro del corazón, es decir, en el
Centro Emocional? ¿Cuáles serían sus sentimientos o emociones? ¿Cómo se
caracteriza en el Centro Motor‑Instintivo‑Sexual?
El Análisis Estructural nos permitirá conocer,
perfectamente, las estructuras de cualquier agregado psíquico descubierto en
acción. Una vez que estas estructuras han sido debidamente comprendidas,
entonces pasaremos al Análisis Transaccional.
Así como existen las transacciones
bancarias, comerciales etc., así también existen las transacciones
psicológicas. ¿Cómo se comportaría este o aquel agregado ya descubierto en
relación con los otros que poseemos en el interior de nuestra psiquis? Por
ejemplo, si es un agregado de ira, ¿cómo actuaría este agregado?, ¿cuál sería
su modo de comportarse en relación con los otros agregados que poseemos dentro:
codicia, lujuria, pereza, envidia, orgullo, gula, etc.? ¿Con qué otros
agregados se asociaría? ¿Con la codicia tal vez? En este caso tendríamos un
envidioso iracundo manifestándose. ¿O con la envidia tal vez? En este otro caso
tendríamos un envidioso iracundo. ¿Y si es con la lujuria? Entonces sería un Yo
colérico‑sexual.
El Análisis Transaccional es
insoslayable cuando se quiere comprender cualquier agregado.
Incuestionablemente, los análisis estructural y transaccional nos permiten
comprender íntegramente cualquier agregado.
Una vez comprendido tal o cual
agregado, tenemos que apelar a ese Fohat trascendente y trascendental citado
por los yoguis indostanes (me refiero, en forma enfática, a la Kundalini
Shakti). Los alquimistas medievales denominaron (a tal fohático poder) con el
místico nombre de Stella Maris; también se le alegorizó, en las religiones del
pasado, como la Isis morena (en el viejo Egipto de los Faraones), "a quien
ningún mortal ha levantado el velo", o como la Tonantzin en nuestra tierra
mexicana, o como la casta Diana entre los griegos, o como Rea en el norte de La
Meca, o como Cibeles en la Isla de Creta, o como María o Marah (el eterno
femenino) entre los gnósticos del cristianismo primitivo.
No ignoró, el pueblo Nahuatl, la
existencia de ese Fohat. Recordemos que las civilizaciones de la América
precolombina fueron serpentinas y que ese Fohat es, precisamente, la serpiente
ígnea de nuestros mágicos poderes, que se encuentra latente en toda materia
orgánica e inorgánica. Si nosotros nos concentramos en ese Fohat suplicando una
respuesta, implorando acción, pueden ustedes estar seguros que esta no
demoraría, y Kundalini Shakti (como le dicen los yoguis) destruiría el agregado
psíquico en cuestión, lo reduciría a polvareda cósmica.
Empero, no está de más afirmar que
se hace necesario, primero, segregar (o separar) cualquier agregado, antes de
su disolución total. Si procedemos así, correctamente, podremos entonces
desintegrar en forma didáctica y dialéctica todo ese conjunto de elementos
indeseables dentro de los cuales se halla enfrascada la mente. Quebrantando
tales elementos y subelementos, podremos liberar la mente. Así es como, en
realidad, llegaremos a poseer una mente íntegra, unitotal, individual.
Quien posee una mente así
(unitotal), de hecho es un mutante. En la mente hay una reserva de inteligencia
natural, cósmica, que nosotros debemos utilizar. Los valores de la inteligencia
se hallan depositados en la mente, más debemos hacer una plena diferenciación
entre lo que es la mente y lo que es la inteligencia.
En realidad de verdad, no sería
posible liberar la mente si no estudiamos y comprendemos, previamente, los
diversos mecanismos de la misma. Los fenómenos parapsicológicos
extraordinarios, se logran cuando se tiene mente de tipo integral. La mente
dispersa jamás podrá producir fenómenos extraordinarios de tipo
parapsicológico.
Al hablar de Parapsicología,
conviene primero que todo hablar sobre la mente. Muchos creen que poseen mente
libre, que son dueños de su propia mente, y se equivocan. Absurdo es suponer
que se tiene mente libre cuando ésta, en sí misma y por sí misma, está
enfrascada entre la multiplicidad de agregados psíquicos que poseemos.
Necesitamos liberarla y esto solamente es posible quebrantando los agregados
psíquicos.
En la mente (ya dije está la reserva cósmica de la inteligencia, más no
es posible utilizar tal reserva cuando la mente está dispersa. Urge, primero
que todo, integrarla. Si alguien consigue la integración de la mente, logra
(por lo mismo) usar sabiamente los valores inteligentes contenidos en la misma.
Así que, en realidad de verdad, la inteligencia es un principio universal que
se encuentra depositado en cualquier funcionalismo mecánico. Sería inconcebible
la mecánica universal sin valores inteligentes o principios inteligentes.
Decía en otra plática, y ahora lo
repito, que existen tres aspectos psicológicos definidos: identidad, valores e
imagen. Cada uno de nosotros tiene esos tres aspectos. Existe la identidad,
valores e imagen en forma positiva, e identidad, valores e imagen en forma
negativa. La identidad, los valores y la imagen, lo vemos en un mutante. Los
valores de un mutante son reales, los valores de quienes todavía tienen la
mente enfrascada entre los diversos agregados psíquicos, resultan mediocres.
Hay, pues, dos clases de gentes: quienes tienen la mente dispersa y quienes
tienen mente concentrada (eso es ostensible).
Obviamente, quienes ya
desintegraron los agregados psíquicos, poseen valores cósmicos estrictamente
divinales (esos son los mutantes), pero quienes no han desintegrado los
agregados psíquicos, tienen la mente enfrascada, condicionada, y sus valores
son negativos. Por eso bien vale la pena desintegrar los elementos psíquicos
indeseables para liberar la mente. Si se logra esto, la reserva de inteligencia
se expresará a través de nosotros y pensaremos como verdaderos mutantes.
En nombre de la verdad, conviene
decir, claramente, que la mente es un instrumento maravilloso cuando está integrado.
Por estos tiempos se ha hablado mucho sobre Dinámica Mental; hay quienes
suponen la mente en sus actuales condiciones, y activándola, nos convierte en
superhombres. Ciertamente, quienes eso afirman, ignoran que la mente está
enfrascada en la multiplicidad de agregados psíquicos inhumanos que en nuestro
interior cargamos. ¿Cómo podría existir Dinámica Mental verdadera cuando la
mente está enfrascada? La Dinámica Mental es posible, pero sólo para una mente
emancipada, integrada, individualizada, perfecta.
Los diversos sistemas de pedagogía
existentes en el mundo, resultan ya extemporáneos. Se necesita ahora un nuevo
sistema pedagógico que nos permita actualizar o hacernos conscientes de los
conocimientos que están depositados en la mente. Ya dije que en la mente hay
una reserva de inteligencia; no está de más aclarar que poseemos muchos
conocimientos que ignoramos y que están latentes en esa reserva de
inteligencia. Los sistemas pedagógicos del futuro deberían encaminarse a
hacernos conscientes de ciertos conocimientos que tenemos latentes en la mente.
SAMAEL AUN WEOR
No hay comentarios:
Publicar un comentario