111.5 El ego
Después de esto, el ego inventa y siente todos los
pecados que los regidores del gran Destino han designado para el alma, y el ego
los realiza.
Patentizada en la materia corporal la naturaleza de los
componentes esenciales referidos, el ego aventura las circunstancias oportunas,
seleccionando los escenarios apropiados para que el alma humana sea tentada, y
si ésta es incauta y desprevenida, llega a cometer los pecados de cuyas trampas
no haya sido capaz de liberarse.
El Íntimo impulsa al alma a buscar la región de la Luz y
la Divinidad; y el ego la impulsa en el sentido contrario y la compele
continuamente a cometer hechos contra la Ley, ocasionando todos los daños y
cometiendo todos sus pecados, y así persistentemente está contra el alma y le
es hostil, haciéndole cometer todos sus errores y todos sus pecados.
Así explicado tan claramente por el Salvador Jeú Mikael,
queda establecido -con enunciados y fórmulas precisas - que el Ser Íntimo
impulsa a su materia corporal mediante el Alma Humana a procurar su Iniciación
en la Luz hasta encontrar la plena Realización en la propia Divinización que se
halla disponible a la sola condición de ejercer su buena Voluntad en forma
ordenada y estricta disciplina; en cambio, el ego impele al humano a infringir
permanentemente la Ley, ocasionando toda clase de daños a su propia naturaleza,
y en su obstinación, hostiliza al alma con persistencia para que incurra en
toda clase de errores y pecados.
E incita a los servidores retributivos para que
presencien todos los pecados que le hará cometer. Además, durante el descanso
del día o de la noche, le induce sueños y deseos del mundo, y la hace codiciar
todas las cosas del mundo. En una palabra, empuja al alma a hacer todas las
cosas que los regidores han designado para ella, y hostiliza al alma
obligándola a hacer lo que no quiere.
Además, el ego incita a los Servidores Retributivos para
que comprueben todos los pecados que cometerá el humano bajo su hipnótico
influjo, no sólo en el ámbito de la materia tridimensional, si no que también,
merced al ensueño sobreviniente por el apego a las cuestiones propias del
mundo, le empuja a realizar sus errores de vidas pasadas en forma recurrente e
inexorable, aunque aquél intente resistirse, salvo que cuente con el apoyo y
recaudos de una auténtica Revolución Consciencial.
Este es de hecho, María, el enemigo del alma que la
empuja hasta hacerla cometer todos los pecados.
Por consiguiente, debe quedar muy bien aclarado, que ya
desde los orígenes mismos de la ortodoxia doctrinal que sintetizó el Adorable
Salvador, se definió al ego como el verdadero enemigo del Alma,
contraponiéndose al Ser, que es la Divina Naturaleza inherente a cada Chispa de
la Creación.
111.6 El estado del alma pecadora después de la muerte
Si el tiempo de ese hombre se ha completado, primero sale
el destino y lo conduce a la muerte por medio de los lazos que lo atan al
destino.
La situación de un humano en la tridimensionalidad
espacial, después de haber desaprovechado toda una existencia sin buscar la
Luz, y como consecuencia de agotarse el tiempo que le corresponde al alma
manifestarse corporalmente, la fuerza del destino conduce al fracasado a su
consiguiente desencarnación, arrastrado por sus lazos karmáticos a los cuales
se halla inevitablemente atado.
Después vienen los recibidores distributivos y sacan el
alma del cuerpo. Luego éstos emplean tres días circulando con esa alma por
todas las regiones y la despachan a todos los eones del mundo. Y el ego y el
destino siguen detrás del alma, y el poder retorna a la Virgen de Luz.
Los Recibidores distributivos que liberan el alma del
cuerpo, son en realidad quienes determinan con su accionar la desencarnación de
las personas, y ya con el alma fuera de la prisión material, pasean a ésta
durante tres días recorriendo las regiones por todos los eones, mientras que el
ego y el destino le acompañan por detrás hasta agotar sus influjos, que es el
momento en el cual el Poder que tenían atrapado, queda liberado y retorna a su
origen emanante, esto es, a la Virgen de Luz.
Y después de tres días los recibidores retributivos bajan
el alma al Amenti del caos; y cuando la han llevado al caos, se la entregan a
quienes han de castigarla.
Y los servidores retributivos regresan a sus propias
regiones de acuerdo a la economía de los trabajos de los regidores, relacionado
con la salida de las almas.
Transcurridos los tres días asignados al efecto, durante
los cuales el alma debe recorrer los eones reviviendo aceleradamente los
aspectos descollantes de su última existencia, los Recibidores retributivos la
llevan hasta los infiernos del caos, donde debe padecer los castigos que
correspondan a sus faltas y omisiones culposas.
Entregada el alma a purgar su respectivo karma, los
Servidores retributivos retornan a sus Regiones correspondientes, acumulando en
sus haberes cósmicos el caudal o economía que por tal obra en la rendición de
cuentas por las almas ante la Gran Ley, le retribuirán los Regidores del
Destino.
Y el ego se convierte en el recibidor del alma, siendo
asignado a transferirla de acuerdo a los castigos por los pecados que él mismo
le ha hecho cometer, manteniéndose en gran enemistad con el alma.
Es así como el ego se convierte en el recibidor del alma,
fiscalizando que ésta deambule por las pestilentes mazmorras en las que debe
pagar sus errores que el
mismo defecto le indujo a realizar, debido a lo cual se
genera una poderosa enemistad entre ambos.
Y cuando el alma ha terminado de recibir sus castigos en
el caos, de acuerdo con los pecados que ha cometido, el ego la saca del caos y
la transfiere a cada una de las regiones de acuerdo con los pecados que haya
cometido, para luego ser conducida por los Recibidores retributivos ante los Regidores
del Medio. Y cuando ha llegado ante éstos, le hacen preguntas sobre los
Misterios del Destino; y si el alma no los ha encontrado, le preguntan al
Destino. Y los regidores castigan a esa alma de acuerdo con los pecados de los
cuales sea culpable. IO os explicaré lo que son esos castigos a la expansión
del Universo.
Cuando el alma ha terminado de recibir los castigos
purificatorios al interior de sus particulares infiernos, los mismos que se
escenifican en el caos, concordantes a sus pecados cometidos, y a cuyo efecto
la imantación de cada uno de los egos recrea ante la visión del desencarnado la
dolorosa crudeza de su accionar y efectos, finalmente es conducida por los
Recibidores retributivos ante sus Testigos Íntimos, quienes tienen la potestad
de auscultar el Libro de la Vida (La Columna Vertebral unida al Cerebelo) cuyas
páginas integran los Archivos Cósmicos del alma, para que se verifique la
existencia de los Misterios, y en caso negativo, inquirir a los Señores del
Destino cuáles fueron las causales de tal fracaso, sin que pueda alegarse
ninguna contemporización o escapatoria excusa, debiendo el pecador recibir los
castigos que en justicia le correspondan. El Adorable Jeú Mikael hablará al
final con claridad respecto a la reacción punible de la Gran Ley. ¡Ojo! que ya
está ocurriendo este hecho con la expansión del Universo.
111.7 De cómo un alma pecadora vuelve a nacer
Cuando el tiempo de los castigos a esa alma en los
juicios de los Regidores del medio se ha completado, el Ser saca su alma de
todas esas regiones y la atrae hacia la Luz del Sol, de acuerdo con el Mandato
del Primer Hombre, Jeú, y la conduce ante su Juez, la Virgen de Luz. Y ella
examina esa alma y si encuentra que es pecadora, imprime sobre ella su Rayo de
Poder para que se mantenga erguida en su forma corporal y con su sentido común;
el significado de esto, os lo diré a la expansión del Universo. Y la Virgen de
Luz sella esa alma y se la entrega a uno de los recibidores, quien le asignará
un cuerpo de acuerdo con los pecados que haya cometido.
Luego de transcurrido el tiempo durante el cual el alma
humana ha recibido los castigos que ha merecido purgar, de conformidad a los
juicios que, al tenor de la gravedad de los egos que hubiese desarrollado y
alimentado en la más reciente existencia, previamente le han sustanciado sus
propios Testigos Íntimos, y luego al encontrarse ya purificada, recibe el
auxilio directo del Ser, quien libra a Pistis Sofía de esas regiones,
atrayéndola hacia sí de acuerdo a lo establecido en Mandato Supremo por el
Misericordioso Jeú Mikael, para enseguida ser llevada ante la Virgen de Luz,
constituida en Juez en virtud a calificar a las almas mediante el grado de
pureza y gracia obtenidas en el tránsito por la materia.
Examinada que ha sido el alma, y encontrándosela
pecadora, con infinita Piedad, la Madre Bendita particular le otorga su Rayo de
Poder a fin de sostenerla en el presente ciclo humano, teniendo la oportunidad
de erguirse triunfal hacia el Ser, como consecuencia de purificarse con la
bendita Renunciación. A continuación, la Virgen de Luz sella esa Alma con su
Glorioso Signo, a fin de que los Recibidores retributivos le asignen un cuerpo
físico acorde con su correspondiente karma.
Y en verdad os digo: No redimirán esa alma de sus cambios
de cuerpos hasta que haya terminado su último circuito, de acuerdo a sus
méritos. De todo ello os hablaré y os diré el significado de los cuerpos en los
que será depositada, de acuerdo con los pecados de cada alma. Todo esto os lo
explicaré cuando os haya develado la expansión del Universo.
Y sentencia el Salvador que esa Alma no será librada de
retornos a la materia mientras no cumpla todos sus ciclos existenciales, con la
finalidad de favorecerla para que experimente la mayor cantidad de
oportunidades acumulando méritos, para finalmente obtener la ansiada Redención.
Sobre esta cuestión que aparenta ser paradojal e inexplicable para la razón
humana, el Salvador se refiere con amplitud, cuando al final de la presente
obra, explica sobre la expansión del Universo.
V.M.K. A.Z.F. EL
TAWA MANU
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