María continuó diciendo al
Salvador: Mi Señor, si la Fe y los Misterios se revelan por sí mismos, y si las
almas vienen al mundo en muchos retornos, y se descuidan en recibir los
Misterios, esperando a que si vuelven al mundo, en un retorno más los recibirán,
¿No estarán en peligro de no lograr recibir los Misterios?
El Salvador respondió diciendo
a sus Discípulos: Predicad por todo el mundo y decid a los hombres: Esforzáos
en recibir los Misterios de la Luz en estos tiempos de aflicción para que
podáis entrar en el Reino de la Luz; no suméis un día a otro ni un retorno a
otro en la esperanza de que lograréis recibir los Misterios cuando volváis al
mundo en otro retorno.
Es en este Capítulo donde con
mayor claridad, y ante el requerimiento de María, que Jeú Mikael se refiere
categóricamente a la sucesiva toma de cuerpos en la materia que efectúa el Alma
Humana en calidad de mecánicos retornos, mismos que los desinformados confunden
como si se tratara de la misma Reencarnación, siendo ésta un proceso voluntario
mediante el cual un Ser elevado toma cuerpo humano para cumplir una determinada
Misión Cósmica que le asignan las Alturas.
Ante la inquietud de María, el
Adorable responde que se debe predicar a los Hombres la urgencia de esforzarse
de una vez recibiendo los Misterios de la Luz inmediatamente, aprovechando el
escenario ideal para la compulsa psicológica que significan los trágicos como
exigentes momentos que se experimentan por doquier, evitando postergar para
nuevos retornos la realización de la Magna Hazaña Iniciática.
Porque no sabéis cuándo estará
completo el número de las Almas perfectas, porque cuando el número de las Almas
perfectas esté completo, IO cerraré las Puertas de la Luz, y nadie, desde esa
hora en adelante, podrá entrar ni nadie podrá salir, porque el número de las
Almas Perfectas estará completo, y el Misterio del Primer Misterio estará
completo, por cuya causa el Universo se ha levantado, es decir, ¡IO Soy ese
Misterio!
Y no se debe postergar la Obra
Iniciática en el entendido que pueden haber aún pendientes muchos otros
retornos en la materia existencial, pues el humano ignora cuándo estará
completo el número clave correspondiente a la cifra de Almas Perfectas que
deben calificar los Misterios, a partir de lo cual, el Inefable cerrará las
Puertas de la Luz, sin que nadie pueda franquear sus límites ni para salir,
menos para entrar, pues al haberse completado con el número correspondiente el
retorno a la Luz de las Almas perfeccionadas en el Magnus Opus, a cuya causa el
Misterio del Primer Misterio estará finalmente resuelto, la Luz de Luces se
habrá enseñoreado de todos los Universos mediante sus Tres Luminosas
Vestiduras, pues el Espíritu Real de tan Glorioso Misterio, es el propio Señor
Inefable.
Del tiempo de la consumación
Y de esta hora en adelante,
nadie podrá entrar en la Luz ni nadie podrá salir; porque a la consumación del
tiempo del número de las Almas Perfectas, antes de que IO ponga Fuego al mundo
para purificar los eones y los Velos del Firmamento y a toda la Tierra y a toda
la materia que hay en ella, la humanidad estará existiendo todavía.
Desde el momento en que el
Señor Inefable cierra las Puertas de la Luz, nadie podrá entrar al Pleroma ni
salir de él, pues será llegada la consumación del tiempo, cuando rescatadas a
las Alturas el número de Almas Perfectas, el Rector del Ayocosmos, esto es el
Ser del Manka Pacha que habrá previamente recogido en su Glorioso Seno a todos
los Seres de Luz, prenderá Fuego con sus Misterios a todo el inconmensurable
Macrocosmos con la finalidad de purificar los eones de los respectivos
cinturones zodiacales, restableciendo la pureza en los Velos del Arte Erótico
con los que se afianza en una octava superior toda la materia existente, y
puedan ser salvas en una nueva ronda evolutiva las humanidades que aún
permanezcan en las esferas rezagadas, siempre que practiquen dignamente el Arte
Regio de Eroar.
Aquéllos que dilatan serán
excluidos de la Luz
Y ese será el tiempo en que la
Fe se revelará por sí misma todavía más, lo mismo que los Misterios en esos
días. Y muchas almas, a causa de los retornos y los cambios de cuerpos,
regresarán a este mundo, y son aquéllos que en los tiempos presentes me han
escuchado lo que he enseñado, quienes a la consumación del número de las Almas
Perfectas encontrarán los Misterios de la Luz, y los recibirán y vendrán a las
Puertas de la Luz, y encontrarán que el número de las Almas Perfectas está
completo, lo cual es la consumación del Primer Misterio y la Gnosis del
Universo. Y encontrarán que IO he cerrado las Puertas de la Luz y que es
imposible que nadie entre ni que nadie pueda salir desde esa hora.
Actualmente nos encontramos en
los días y tiempos cuando la Fe se revelará por doquier, develándose
diáfanamente el Espíritu de los más intrincados Misterios de las Alturas. No es
casualidad ninguna que precisamente este Majestuoso Libro de Pistis Sophía, a
pesar de la fatalidad limitante para quien ose publicar su Gloriosa Sabiduría,
esté siendo resuelto en sus Misterios y expuesto a la consideración de un
nutrido grupo de aspirantes al Sendero que se hallan congregados en diversidad
de Parroquias Iniciáticas, diseminadas a nivel mundial.
Jeú Mikael profetiza que para
estos tiempos de la consumación del número de Almas Perfectas, reaparecerán en
el escenario de la existencia física muchas almas que anteriormente ya habían
escuchado su Luminosa Enseñanza cuando Él encarnó en Palestina, dos mil años
atrás, siendo corporalmente Jeshuá Ben Pandirá o Jesús El Kristo, y toda vez
que en esa época como ahora desperdician el tiempo considerando que aún les
faltan muchos retornos a la materia, encontrarán nuevamente los Misterios de la
Luz, aunque tardíamente, pues el número de las Almas Perfectas ya habrá sido
completado con la consumación del Primer Misterio en la Gnosis de los
Universos; por lo tanto, el Inefable habrá cerrado las Puertas de la Luz,
siendo imposible que nadie entre o pueda salir desde ese trascendental instante
que está justamente ocurriendo por esta era presente.
Las súplicas ante las Puertas
de la Luz
Aquellas almas tocarán a las
Puertas de la Luz, diciendo: ¡Señor, abridnos! Y IO les responderé: No os
conozco, ni sé quiénes sois; Y ellas me dirán: ¡Hemos recibido los Misterios y
hemos realizado vuestras enseñanzas, y nos habéis instruido en los más altos
Senderos! Y IO les responderé: No os conozco ni sé quiénes sois, vosotros
inicuos y malvados hasta ahora; por tanto, id a las tinieblas exteriores. Y
desde esa hora penetrarán en las tinieblas exteriores, donde será el aullar y
el crujir de dientes.
Y cuando aquellas almas acudan
a los Portales de Luz solicitando ingreso a los Divinos Recintos, el Señor las
rechazará diciendo: "No os conozco" (No se hallan en sus Vestiduras)
"No sé quienes sois" (No contienen el Signo Inmortal del Ser); aunque
persistan en su empeño alegando haber recibido los Misterios y realizado las
Enseñanzas concernientes a las más elevadas Doctrinas, el Inefable les
responderá que las desconoce por haberse mantenido inicuas y malvadas
indefinidamente no obstante los continuos retornos, pero agotados éstos en
ciento ocho oportunidades, serán arrojadas a las tinieblas exteriores, donde
perecerán entre el aullar y el crujir de dientes (Hambre y sed eternamente
insatisfechas, así como la pavorosa gelidez de una insoportable indiferencia)
Por esta causa predicad a todo
el mundo diciéndoles: Esforzáos en renunciar al mundo y a toda la materia que
hay en él, para que podáis recibir los Misterios de la Luz antes de que el
número de las Almas Perfectas esté completo y no seáis detenidos ante las
Puertas de la Luz, y luego conducidos a las tinieblas exteriores; por tanto,
¡Quien tenga oídos, que oiga!
Y el Adorable Salvador recalca
a los Discípulos no se cansen de predicar arengando a los Iniciados que reciban
los Misterios de la Luz, como feliz consecuencia de renunciar al mundo y sus
banales placeres, antes de que ocurra la consumación de los Misterios, pues
desde entonces todo aspirante será detenido en la Región Sacra, y cuanto
esfuerzo despliegue será inútil, pues corresponderá únicamente ser conducido a
las tétricas regiones de los abismos. Y como lo dice Jeú Mikael, reitero:
¡Quien tenga oídos, que oiga!
María interpreta lo mismo
Cuando el Salvador dijo esto,
María avanzó y dijo: Mi Señor, no sólo tiene oídos mi Íntimo, sino que también
mi Alma ha escuchado y ha entendido todas las palabras que dijisteis antes:
Predicad a los Hombres del mundo, diciéndoles: Esforzáos en recibir los
Misterios de la Luz en estos tiempos de tribulaciones, para que podáis heredar
el Reino de Luz.
No sólo el Íntimo, sino
también el Alma Humana debe saber escuchar, entender y practicar la insinuación
que formula el Adorable Redentor de aprovechar los tiempos de tribulación que
se viven, esforzándose al máximo para poder recibir los Misterios de la Luz,
llegando a heredar su correspondiente Reino.
Final del Quinto Libro
A.Z.F, V,M,K EL TAWA
MANU
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