sábado, 22 de agosto de 2015

LA GRAN REBELIÓN cap xv y cap xvi

CAPÍTULO XV      LA KUNDALINI

Hemos llegado a un punto muy espinoso, quiero referirme a la cuestión esta de la Kundalini, la serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes, citada en muchos textos de la sabiduría oriental.

Indubitablemente la Kundalini tiene mucha documentación y es algo que bien vale la pena investigar.

En los textos de Alquimia Medieval, la Kundalini es la signatura astral del esperma sagrado, STELLA MARIS, la VIRGEN DEL MAR, quien guía sabiamente a los trabajadores de la Gran Obra.

Entre los aztecas ella es TONANTZIN, entre los griegos la CASTA DIANA, y en Egipto es ISIS, la MADRE DIVINA a quien ningún mortal ha levantado el velo.


No hay duda alguna de que el Cristianismo Esotérico jamás dejó de adorar a la Divina Madre Kundalini; obviamente es MARAH, o mejor dijéramos RAM-IO, MARIA.

Lo que no especificaron las religiones ortodoxas, por lo menos en lo que atañe al círculo exotérico o público, es el aspecto de ISIS en su forma individual humana.

Ostensiblemente, sólo en secreto se enseñó a los iniciados que esa Divina Madre existe individualmente dentro de cada ser humano.

No está de más aclarar en forma enfática que Dios-Madre, REA, CIBELES, ADONÍA o como queramos llamarle, es una variante de nuestro propio Ser individual aquí y ahora.

Concretando diremos que cada uno de nos tiene su propia Madre Divina particular, individual.

Hay tantas Madres en el cielo cuantas criaturas existentes sobre la faz de la tierra.

La Kundalini es la energía misteriosa que hace existir al mundo, un aspecto de BRAHMA.

En su aspecto psicológico manifiesto en la anatomía oculta del ser humano, la KUNDALINI se halla enroscada tres veces y media dentro de cierto centro magnético ubicado en el hueso coxígeo.

Allí descansa entumecida como cualquier serpiente la Divina Princesa.

En el centro de aquel Chakra o estancia existe un triángulo hembra o YONI donde está establecido un LINGAM macho.

En este LINGAM atómico o mágico que representa el poder creador sexual de BRAHMA, se enrosca la sublime serpiente KUNDALINI.

La reina ígnea en su figura de serpiente, despierta con el secretum secretorum de cierto artificio alquimista que he enseñado claramente en mi obra titulada: «El Misterio del Áureo Florecer».

Incuestionablemente, cuando esta divina fuerza despierta, asciende victoriosa por el canal medular espinal para desarrollar en nosotros los poderes que divinizan.

En su aspecto trascendental divinal subliminal, la serpiente sagrada trascendiendo a lo meramente fisiológico, anatómico, en su estado étnico, es como ya dije nuestro propio Ser, pero derivado.

No es mi propósito enseñar en este tratado la técnica para el despertar de la serpiente sagrada.

Sólo quiero poner cierto énfasis al crudo realismo del Ego y a la urgencia interior relacionada con la disolución de sus diversos elementos inhumanos.

La mente por sí misma no puede alterar radicalmente ningún defecto psicológico.

La mente puede rotular cualquier defecto, pasarlo de un nivel a otro, esconderlo de sí misma o de los demás, disculparlo mas nunca eliminarlo absolutamente.

Comprensión es una parte fundamental, pero no lo es todo, se necesita eliminar.

Defecto observado debe ser analizado y comprendido en forma íntegra antes de proceder a su eliminación.

Necesitamos de un poder superior a la mente, de un poder capaz de desintegrar atómicamente cualquier yo-defecto que previamente hayamos descubierto y enjuiciado profundamente.

Afortunadamente tal poder subyace profundamente más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente, aunque tenga sus exponentes concretos en el hueso del centro coxígeo, como ya lo explicamos en párrafos anteriores del presente capítulo.

Después de haber comprendido íntegramente cualquier yo-defecto, debemos sumergirnos en meditación profunda, suplicando, orando, pidiendo a nuestra Divina Madre particular individual desintegre el yo-defecto previamente comprendido.

Esta es la técnica precisa que se requiere para la eliminación de los elementos indeseables que en nuestro interior cargamos.

La Divina Madre Kundalini tiene poder para reducir a cenizas cualquier agregado psíquico subjetivo, inhumano.

Sin esta didáctica, sin este procedimiento, todo esfuerzo para la disolución del Ego resulta infructuoso, inútil, absurdo.


CAPÍTULO XVI     NORMAS INTELECTUALES

En el terreno de la vida práctica cada persona tiene su criterio, su forma más o menos rancia de pensar, y nunca se abre a lo nuevo; esto es irrefutable, irrebatible, incontrovertible.

La mente del humanoide intelectual está degenerada, deteriorada, en franco estado de involución.

Realmente el entendimiento de la humanidad actual es similar a una vieja estructura mecánica inerte y absurda, incapaz por sí misma de cualquier fenómeno de elasticidad auténtica.

Falta ductibilidad en la mente, se encuentra enfrascada en múltiples normas rígidas y extemporáneas.

Cada cual tiene su criterio y determinadas normas rígidas dentro de las cuales acciona y reacciona incesantemente.

Lo más grave de toda esta cuestión es que las millonadas de criterios equivalen a millonadas de normas putrefactas y absurdas.

En todo caso las gentes nunca se sienten equivocadas, cada cabeza es un mundo y no hay duda que entre tantos recovecos mentales existen muchos sofismas de distracción y estupideces insoportables.

Mas el criterio estrecho de las multitudes ni remotamente sospecha el embotellamiento intelectivo en que se encuentra.

Estas gentes modernas con cerebro de cucaracha piensan de sí mismas lo mejor, presumen de liberales, de súper-genios, creen que tienen muy amplio criterio.

Los ignorantes ilustrados resultan ser los más difíciles, pues en realidad, hablando esta vez en sentido socrático diremos: "no solamente no saben, sino que, además, ignoran que no saben".

Los bribones del intelecto aferrados a esas normas anticuadas del pasado se procesan violentamente en virtud de su propio embotellamiento y se niegan en forma enfática a aceptar algo que en modo alguno puede encajar dentro de sus normas de acero.

Piensan los sabihondos ilustrados que todo aquello que por una o otra causa se salga del camino rígido de sus procedimientos oxidados es absurdo en un ciento por ciento. Así de este modo esas pobres gentes de criterio tan difícil se auto-engañan miserablemente.

Presumen de geniales los seudo-sapientes de esta época, ven con desdén a quienes tienen valor de apartarse de sus normas carcomidas por el tiempo, lo peor de todo es que ni remotamente sospechan la cruda realidad de su propia torpeza.

La mezquindad intelectual de las mentes rancias es tal que hasta se da el lujo de exigir demostraciones sobre eso que es lo real, sobre eso que no es de la mente.

No quieren entender las gentes del entendimiento raquítico e intolerante que la experiencia de lo real sólo adviene en ausencia del ego.

Incuestionablemente en modo alguno sería posible reconocer directamente los misterios de la vida y de la muerte en tanto no se haya abierto dentro de nosotros mismos la mente interior.

No está de más repetir en este capítulo que sólo la conciencia superlativa del Ser puede conocer la verdad.

La mente interior sólo puede funcionar con los datos que aporta la conciencia Cósmica del SER.

El intelecto subjetivo, con su dialéctica razonativa, nada puede saber sobre eso que escapa a su jurisdicción.

Ya sabemos que los conceptos de contenido de la dialéctica razonativa se elaboran con los datos aportados por los sentidos de percepción externa.

Quienes se encuentran embotellados dentro de sus procedimientos intelectuales y normas fijas, presentan siempre resistencia a estas ideas revolucionarias.

Sólo disolviendo el EGO en forma radical y definitiva es posible despertar la conciencia y abrir realmente la mente interior.

Sin embargo, como quiera que estas declaraciones revolucionarias no caben dentro de la lógica formal, ni tampoco dentro de la lógica dialéctica, la reacción subjetiva de las mentes involucionantes opone resistencia violenta.

Quieren esas pobres gentes del intelecto meter el océano dentro de un vaso de cristal, suponen que la universidad puede controlar toda la sabiduría del universo y que todas las leyes del Cosmos están obligadas a someterse a sus viejas normas académicas.

Ni lejanamente sospechan esos intonsos, dechados de sabiduría, el estado degenerativo en que se encuentran.

A veces resaltan tales gentes por un momento cuando vienen al mundo Esoterista, mas pronto se apagan como fuegos fatuos, desaparecen del panorama de las inquietudes espirituales, se los traga el intelecto y desaparecen de escena para siempre.

La superficialidad del intelecto nunca puede penetrar en el fondo legítimo del SER, empero los procesos subjetivos del racionalismo pueden llevar a los necios a cualquier clase de conclusiones muy brillantes pero absurdas.

El poder formulativo de conceptos lógicos en modo alguno implica la experiencia de lo real.

El juego convincente de la dialéctica razonativa, auto-fascina al razonador haciéndole confundir siempre gato con liebre.

La brillante procesión de ideas ofusca al bribón del intelecto y le da cierta auto-suficiencia tan absurda como para rechazar a todo eso que no huela a polvo de bibliotecas y tinta de universidad.

El "delirium tremens" de los borrachos alcohólicos tienen síntomas inconfundibles, pero el de los ebrios de las teorías se confunde fácilmente con la genialidad.

Al llegar a esta parte de nuestro capítulo, diremos que ciertamente resulta muy difícil saber donde termina el intelectualismo de los bribones y donde comienza la locura.

En tanto continuemos embotellados dentro de las normas podridas y rancias del intelecto, será algo más que imposible la experiencia de eso que no es de la mente, de eso que no es del tiempo, de eso que es lo real.

 V.M. SAMAEL AUN WEOR.

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