sábado, 29 de agosto de 2015

LA GRAN REBELIÓN cap xvii y cap xviii


CAPÍTULO XVII  EL CUCHILLO DE LA CONCIENCIA
Algunos psicólogos simbolizan a la conciencia como un cuchillo muy capaz de separarnos de lo que está pegado a nosotros y nos extrae la fuerza.

Creen tales psicólogos que la única manera de escapar al poder de tal o cual YO es observarlo cada vez con más claridad con el propósito de comprenderlo para volvernos conscientes del mismo.

Piensan esas gentes que así uno se separa eventualmente de este o aquel Yo, aunque sea por el grosor del filo de un cuchillo.

De esta manera, dicen, el Yo separado por la conciencia, parece como una planta cortada.

Hacerse consciente de cualquier Yo, según ellos, significa separarlo de nuestra Psiquis y condenarlo a muerte.

Incuestionablemente tal concepto, aparentemente muy convincente, falla en la práctica.

El Yo que mediante el cuchillo de la conciencia ha sido cortado de nuestra personalidad, arrojado de casa como oveja negra, continúa en el espacio psicológico, se convierte en demonio tentador, insiste en regresar a casa, no se resigna tan fácilmente, de ninguna manera quiere comer el pan amargo del destierro, busca una oportunidad y al menor descuido de la guardia se acomoda nuevamente dentro de nuestra psiquis.

Lo más grave es que dentro del Yo desterrado se encuentra siempre embotellada cierto porcentaje de esencia, de conciencia.

Todos esos psicólogos que así piensan, jamás han logrado disolver ninguno de sus Yoes, en realidad han fracasado.

Por mucho que se intente evadir la cuestión esa del KUNDALINI, el problema es muy grave.

En realidad el "Hijo Ingrato" no progresa jamás en el trabajo esotérico sobre sí mismo.

Obviamente "Hijo Ingrato" es todo aquél que desprecia a "ISIS", nuestra Divina Madre Cósmica, particular, individual.

ISIS es una de las partes autónomas de nuestro propio Ser, pero derivado, la Serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes, el KUNDALINI.

Ostensiblemente sólo "ISIS" tiene poder absoluto para desintegrar a cualquier Yo; esto es irrefutable, irrebatible, incontrovertible.

KUNDALINI es una palabra compuesta: "KUNDA viene a recordarnos al Abominable órgano KUNDARTIGUADOR", "LINI es un término Atlante que significa Fin".

"KUNDALINI" quiere decir: "Fin del abominable órgano KUNDARTIGUADOR". Es pues urgente no confundir al "KUNDALINI" con el "KUNDARTIGUADOR".

Ya dijimos en un pasado capítulo que la Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes se encuentra enroscada tres veces y media dentro de cierto Centro Magnético ubicado en el hueso Coxígeo, base de la espina dorsal.

Cuando la Serpiente sube, es el KUNDALINI, cuando baja, es el abominable órgano KUNDARTIGUADOR.

Mediante el "TANTRISMO BLANCO" la serpiente asciende victoriosa por el canal medular espinal, despertando los poderes que divinizan.

Mediante el "TANTRISMO NEGRO" la serpiente se precipita desde el coxis hacia los infiernos atómicos del hombre. Así es como muchos se convierten en Demonios terriblemente perversos.

Quienes cometen el error de atribuirle a la serpiente ascendente todas las características izquierdas y tenebrosas de la serpiente descendente, fracasan definitivamente en el trabajo sobre sí mismos.

Las malas consecuencias del "ABOMINABLE ÓRGANO KUNDARTIGUADOR", sólo pueden ser aniquiladas con el "KUNDALINI".

No está de más aclarar que tales malas consecuencias están cristalizadas en el YO PLURALIZADO de la Psicología revolucionaria.

El poder Hipnótico de la Serpiente descendente tiene a la humanidad sumergida en la inconsciencia.

Sólo la Serpiente ascendente, por oposición, puede despertarnos; esta verdad es un axioma de la Sabiduría Hermética. Ahora comprenderemos mejor la honda significación de la palabra sagrada "KUNDALINI".

La Voluntad consciente está siempre representada por la mujer sagrada, María, ISIS, que aplasta la cabeza de la Serpiente descendente.

Declaro aquí francamente y sin ambages que la doble corriente de luz, el fuego vivo y astral de la tierra, ha sido figurado por la serpiente con cabeza de toro, de macho cabrío o de perro en los Antiguos Misterios.

Es la doble Serpiente del Caduceo de Mercurio; es la Serpiente tentadora del Edén; pero es también sin la menor duda, la Serpiente de Cobre de Moisés entrelazada en el "TAU", es decir, en el "LINGAM Generador".

Es el "Macho Cabrío" del Sabbat y el Baphometo de los Templarios Gnósticos; el HYLE del Gnosticismo Universal; la doble cola de serpiente que forma las patas del Gallo Solar de los ABRAXAS.

En el "LINGAM NEGRO" embutido en el "YONI" metálico, símbolos del Dios SHIVA, la Divinidad Hindú, está la clave secreta para despertar y desarrollar la Serpiente ascendente o KUNDALINI, a condición de no derramar jamás en la vida el "Vaso de Hermes Trimegisto", el Tres veces grande Dios "IBIS DE THOTH".

Hemos hablado entre líneas para quienes sepan entender. Quien tenga entendimiento que entienda porque aquí hay sabiduría.

Los TÁNTRICOS negros son diferentes, ellos despiertan y desarrollan el Abominable órgano KUNDARTIGUADOR, la Serpiente tentadora del Edén, cuando cometen en sus ritos el crimen imperdonable de derramar el "Vino Sagrado".


CAPÍTULO XVIII    EL PAÍS PSICOLÓGICO
Incuestionablemente, así como existe el País Exterior en el cual vivimos, así también en nuestra intimidad existe el país psicológico.

Las gentes no ignoran jamás la ciudad o la comarca donde viven, desafortunadamente sucede que desconocen en el lugar psicológico donde se hallan ubicadas.

En un instante dado, cualquiera sabe en qué barrio o colonia se encuentra, mas en el terreno psicológico no sucede lo mismo, normalmente las gentes ni remotamente sospechan en un momento dado el lugar de su país psicológico en donde se han metido.

Así como en el mundo físico existen colonias de gentes decentes y cultas, así también sucede en la comarca psicológica de cada uno de nosotros; no hay duda de que existen colonias muy elegantes y hermosas.

Así como en el mundo físico hay colonias o barrios con callejuelas peligrosísimas, llenas de asaltantes, así también sucede lo mismo en la comarca psicológica de nuestro interior.

Todo depende de la clase de gente que nos acompañe; si tenemos amigos borrachos iremos a parar a la cantina, y si estos últimos son calaveras, indubitablemente nuestro destino estará en los prostíbulos.

Dentro de nuestro país psicológico cada cual tiene sus acompañantes, sus YOES, éstos lo llevarán a uno a donde deben llevarlo de acuerdo con sus características psicológicas.

Una dama virtuosa y honorable, magnífica esposa, de conducta ejemplar, viviendo en una hermosa mansión en el mundo físico, debido a sus YOES lujuriosos podría estar ubicada en antros de prostitución dentro de su país psicológico.

Un caballero honorable, de honradez intachable, magnífico ciudadano, podría dentro de su comarca psicológica encontrarse ubicado en una cueva de ladrones, debido a sus pésimos acompañantes, YOES del robo, muy sumergidos dentro del inconsciente.

Un anacoreta y penitente, posiblemente un monje así viviendo austero dentro de su celda, en algún monasterio, podría psicológicamente encontrarse ubicado en una colonia de asesinos, pistoleros, atracadores, drogadictos, debido precisamente a YOES infraconscientes o inconscientes, sumergidos profundamente dentro de los recovecos más difíciles de su psiquis.

Por algo se nos ha dicho que hay mucha virtud en los malvados y que hay mucha maldad en los virtuosos.

Muchos santos canonizados aún viven todavía dentro de los antros psicológicos del robo o en casas de prostitución.

Esto que estamos afirmando en forma enfática podría escandalizar a los mojigatos, a los pietistas, a los ignorantes ilustrados, a los dechados de sabiduría, pero jamás a los verdaderos psicólogos.

Aunque parezca increíble, entre el incienso de la oración también se esconde el delito, entre las cadencias del verso también se esconde el delito, bajo la cúpula sagrada de los santuarios más divinos el delito se reviste con la túnica de la santidad y la palabra sublime.

Entre los fondos profundos de los santos más venerables, viven los YOES del prostíbulo, del robo, del homicidio, etc.

Acompañantes infrahumanos escondidos entre las insondables profundidades del inconsciente.

Mucho sufrieron por tal motivo los diversos santos de la historia; recordemos las tentaciones de San Antonio, todas aquellas abominaciones contra las que tuvo que luchar nuestro hermano Francisco de Asís.

Sin embargo, no todo lo dijeron esos santos, y la mayor parte de los anacoretas callaron.

Uno se asombra al pensar que algunos anacoretas penitentes y santísimos vivan en las colonias psicológicas de la prostitución y del robo.

Empero son santos, y si todavía no han descubierto esas cosas espantosas de su psiquis, cuando las descubran usarán cilicios sobre su carne, ayunarán, posiblemente se azotarán, y rogarán a su divina madre KUNDALINI elimine de su psiquis esos malos acompañantes que en esos antros tenebrosos de su propio país psicológico los tiene metidos.

Mucho han dicho las distintas religiones sobre la vida después de la muerte y el más allá.

Que no se devanen más los sesos las pobres gentes sobre lo que hay allá del otro lado, más allá del sepulcro.

Incuestionablemente después de la muerte cada cual continúa viviendo en la colonia psicológica de siempre.

El ladrón en los antros de los ladrones continuará; el lujurioso en las casas de cita proseguirá como fantasma de mal agüero; el iracundo, el furioso seguirá viviendo en las callejuelas peligrosas del vicio y de la ira, allí también donde brilla el puñal y suenan los tiros de las pistolas.

La esencia en sí misma es muy hermosa, vino de arriba, de las estrellas y desgraciadamente está metida dentro de todos estos yoes que llevamos dentro.

Por oposición la esencia puede desandar el camino, regresar al punto de partida original, volver a las estrellas, mas debe libertarse primero de sus malos acompañantes que la tienen metida en los suburbios de la perdición.

Cuando Francisco de Asís y Antonio de Padua, insignes maestros Cristificados, descubrieron dentro de su interior los yoes de la perdición, sufrieron lo indecible y no hay duda de que a base de trabajos conscientes y padecimientos voluntarios lograron reducir a polvareda cósmica a todo ese conjunto de elementos inhumanos que en su interior vivían. Incuestionablemente esos Santos se Cristificaron y regresaron al punto de partida original después de haber sufrido mucho.

Ante todo es necesario, es urgente, inaplazable, que el centro magnético que en forma anormal tenemos establecido en nuestra falsa personalidad, sea transferido a la Esencia, así podrá iniciar el hombre completo su viaje desde la personalidad hasta las estrellas, ascendiendo en forma didáctica progresiva, de grado en grado por la montaña del SER.

En tanto continúe el centro magnético establecido en nuestra personalidad ilusoria viviremos en los antros psicológicos más abominables, aunque en la vida práctica seamos magníficos ciudadanos.

Cada cual tiene un centro magnético que le caracteriza; el comerciante tiene el centro magnético del comercio y por ello se desenvuelve en los mercados y atrae lo que le es afín, compradores y mercaderes.

El hombre de ciencia tiene en su personalidad el centro magnético de la ciencia y por ello atrae hacia sí todas las cosas de la ciencia, libros, laboratorios, etc.

El Esoterista tiene en sí mismo el centro magnético del esoterismo, y como quiera que esta clase de centro se torna diferente a las cuestiones de la personalidad, indubitablemente se sucede por tal motivo la transferencia.

Cuando el centro magnético se establece en la conciencia, es decir, en la esencia, entonces se inicia el regreso del hombre total a las estrellas.

 V.M. SAMAEL AUN WEOR

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