CAPITULO
XXXVII LA CONFESIÓN EGIPCIA
Después de
haber creado el "TO SOMA HELIAKON" en la "FORJA DE LOS CICLOPES",
-el sexo-, hube entonces de pasar por un tiempo de profundas reflexiones.
Cabe
oportunamente aclarar que dentro del "cuerpo de oro del hombre
solar", como en vaso santo se encuentran contenidas la emoción superior,
la mente del asceta Gnóstico y la voluntad consciente.
No está de
más enfatizar el hecho trascendental del "nacimiento segundo" después
de haberme vestido con el traje de bodas del alma en el noveno círculo
Dantesco.
En la
residencia del amor encontré a otros hermanos y hermanas que también habían
trabajado intensamente en "la fragua encendida de Vulcano" (el sexo).
Todos ellos resplandecían gloriosamente entre los Divinales encantos
indescriptibles del Viernes Santo.
A todas
luces resalta con entera claridad meridiana que estoy parlando místicamente
sobre el templo de los "Dos veces Nacidos".
¡Humanidad
Divina, gentes extraordinarias de varias naciones, pueblos y lenguas!
En aquella
"Aula Lucis" vine a comprender en forma íntegra la idea
transcendental de que el Hombre debe ser también carnalmente uno con Dios.
Es
incuestionable que la humana criatura sólo puede AUTO-REALIZARSE íntimamente entregándole
su cuerpo a Dios.
Aunque paradójico
parezca, es ostensible, que no todos los "dos veces nacidos" han
disuelto el Yo.
Después
del segundo nacimiento fui instruido intensivamente en el templo; entonces
comprendí que necesitaba morir de momento en momento si es que no quería
convertirme en un Hanasmussen con doble centro de gravedad.
Ya en mis
pasados libros expliqué que los HANASMUSSEN son fracasos cósmicos; abortos de la
Madre Divina Kundalini; casos perdidos.
Es
indispensable, es urgente, morir radicalmente en nuestra propia persona, en la
carne, en el Yo, con el propósito firme de encarnar la potencia de Dios en
nosotros.
Necesitamos
reconciliarnos con el sumo Hacedor de manera que Él pueda reconocer en la carne
a su propia criatura.
La luz y
el polvo deben celebrar sus esponsales y cielo y tierra liberarse juntos en el
amor.
Un nuevo
cielo está ya dispuesto y así también debe crearse una nueva tierra igual a él
en belleza y magnificencia.
Lo
exterior es tan sólo la proyección de lo interior. Quien está ya bien muerto y
tiene a Dios adentro, proyecta un paraíso.
Hondas
reflexiones conmovieron mi alma... comprendí a fondo y en forma íntegra cada
uno de mis propios errores psicológicos.
¡OH
MAHALAKSHMI, MAHA SARASWATI, ISIS, ADONIA, INSOBERTA, TONANTZIN, DIVINA MADRE
KUNDALINI! OM... SANTI... SANTI...
¡Sin tí,
Divina Madre mía, no hubiera podido eliminar jamás a los Demonios rojos de
Seth, esas entidades de las tinieblas que personifican nuestros defectos!
Un día
cualquiera, no importa la fecha, ni el día, ni la hora, me visitó el KETER de
la
KABALA
HEBRAICA; el "ANCIANO DE DE LOS DIAS"; "MI PADRE QUE ESTA EN
SECRETO";
"lo oculto de lo oculto", "la bondad de las bondades",
"la misericordia de las misericordias".
El Señor
se sentó en su trono y dijo: "Así como estáis trabajando vais muy bien,
debes continuar con tu trabajo...".
Pasaba el
tiempo y yo moría de instante en instante... comprender y eliminar fue mi
tarea.
Escrito
está con carbones encendidos en el gran libro de los esplendores, que aquellos
que han muerto en sí mismos sean recibidos en el mundo de los difuntos...
Mi caso no
fue una excepción a la regla funeraria. Vestido con esas ropas fúnebres que
siempre acostumbro a usar después de cada desencarnación viví entonces dichoso
en la morada oculta.
Quiero
terminar el presente capítulo transcribiendo y hasta comentando brevemente cada
versículo de la confesión Egipcia. Papiro NEBSENI:
1.-"¡Oh
tú, Espíritu, que marchas a grandes zancadas y que surges en Heliópolis,
escuchadme!
Yo no he
cometido acciones perversas". (Es obvio que aquél que fuera en verdad
capaz de hechos malintencionados dejó de existir. Sólo el Ego comete tales
actos. El Ser del difunto aún con el cuerpo vivo, nunca realizaría nada
maligno).
2.-"¡Oh
tú, Espíritu, que te manifiestas en Ker-ahá y cuyos brazos están rodeados de un
fuego que arde! Yo no he obrado con violencia". (A todas luces resalta con
entera claridad meridiana que la violencia es multifacética. El Ego quebranta
leyes, vulnera honras, profana, fuerza mentes ajenas, rompe, aja, desluce,
intimida al prójimo, etc. El Ser respeta el libre albedrío de nuestros
semejantes; es siempre sereno y apacible).
3.-"¡Oh
tú, Espíritu, que te manifiestas en Hermópolis y que respiras el aliento
Divino! Mi corazón detesta la brutalidad". (El Ego ciertamente es grosero,
torpe, incapaz, amigo de la liviandad, bestial por naturaleza y por instinto
animal). (El Ser es distinto, refinado, sabio, capaz, Divinal, dulce, severo,
etc.).
4.-"¡Oh
tú, Espíritu, que te manifiestas en las fuentes del Nilo y que te alimentas
sobre las sombras de los muertos! Yo no he robado". (Al Ego le agrada el
hurto, la rapiña, el saqueo, el pillaje, el rapto, el secuestro, el fraude, la
estafa, quitar, pedir prestado y no devolver, abusar de la confianza de otros y
retener lo ajeno, explotar al prójimo, dedicarse al peculado, etc. El Ser goza
dando y hasta renunciando a los frutos de la acción, es servicial,
desinteresado, caritativo, filántropo, altruista, etc., etc., etc.).
5.-"¡Oh
tú, Espíritu, que te manifiestas en RE-STAU y cuyos miembros se pudren y
apestan!
Yo no he
matado a mis semejantes". (El asesinato es fuera de toda duda el acto de
corrupción más grande que existe en el mundo. No solamente se extingue o apaga
la vida ajena con revólveres, gases, cuchillos, venenos, piedras, palos, horcas,
etc., etc., etc., sino que también se aniquila la vida de nuestros semejantes,
con palabras duras, miradas violentas, actos de ingratitud, infidelidad,
traición, carcajadas, etc. Muchos padres y madres de familia aún vivirían si
sus hijos no les hubieran quitado la existencia mediante malas acciones.
Multitud de esposas o esposos todavía respirarían bajo la luz del sol si el
cónyuge o la cónyuge se lo hubiese permitido. Recordemos que el ser humano mata
lo que más quiere. Cualquier sufrimiento moral, puede enfermarnos y llevarnos
al sepulcro. Toda enfermedad tiene causas Psíquicas).
6.-"¡Oh
tú, Espíritu, que te manifiestas en el cielo bajo la doble forma del león! Yo
no he disminuído el celemín de trigo". (El Ego altera arbitrariamente el
peso de los víveres).
7.-"¡Oh
tú, Espíritu, que te manifiestas en Letópolis y cuyos dos ojos hieren como
puñales! Yo no he cometido fraude". (El Ser jamás cometería tal delito).
8.-"¡Oh
tú, Espíritu, de la deslumbrante máscara que andas lentamente y hacia atrás! Yo
no he substraído lo que pertenecía a los dioses". (Al Ego le agrada
saquear los sepulcros de los
Grandes
Iniciados; profanar las sagradas tumbas; robarse las reliquias veneradas; sacar
a las momias de sus moradas; buscar entre las entrañas de la tierra las cosas
santas para profanarlas).
9.-"¡Oh
tú, Espíritu, que te manifiestas en Herakleópolis y que aplastas y torturas los
huesos!
Yo no he
mentido". (Al Ego le agrada el embuste, el engaño, la falsedad, la
patraña, el trampolín, la vanidad, el error, la ficción, lo aparente, etc. El
Ser es diferente; jamás miente, siempre dice la verdad cueste lo que cueste).
10.-¡Oh
tú, Espíritu, que te manifiestas en Menfis y que haces surgir y crecer las
llamas! Yo no he substraido el alimento de mis semejantes". (Al Ego le place
separar la comida de sus semejantes, negociar ilícitamente con el alimento
ajeno, restar, extraer aunque sea parte de lo que no le pertenece, hambrear a
los pueblos o a los grupos de gentes, acaparar víveres, encarecerlos, sacar de
ellos absurdas plusvalías, quitar, robar, hurtar, negarle un pan al hambriento,
etc., etc., etc.).
11.-"¡Oh
tú, Espíritu, que te manifiestas en el Amenti, Divinidad de las dos fuentes del
Nilo!
Yo no he
difamado". (Al Ego le place la calumnia, la impostura, la murmuración, la maledicencia;
desacreditar a otros, denigrar, injuriar, etc. El Ser prefiere callar antes que
profanar el Verbo).
12.-"¡Oh
tú, Espíritu, que te manifiestas en la región de los lagos y cuyos dientes
brillan como el sol! Yo no he sido agresivo". (El Ego es por naturaleza
provocador, caústico, irónico, mordaz, insultante, punzante, le gusta el
ataque, el asalto, la acometida; hiere con la sonrisa sutil de Sócrates y mata
con la carcajada estruendosa de Aristófanes. En el Ser, siempre sereno, se
equilibran sabiamente la dulzura y la severidad).
13.-"¡Oh
tú, Espíritu, que surges junto al cadalso y que voraz, te precipitas sobre la
sangre de las víctimas! Sábelo: Yo no he dado muerte a los animales de los
templos". (Los animales consagrados a la Divinidad; empero el Ego hiere y
asesina a las criaturas dedicadas al Eterno.
El Ser
sólo sabe bendecir y amar y hacer todas las cosas perfectas).
14.-"¡Oh
tú, Espíritu, que te manifiestas en la vasta sala de los treinta jueces y que
te nutres de entrañas de pecadores! Yo no he defraudado". (Al Ego le place
usurpar, quitar, malversar, robar, frustrar, turbar, desbaratar, etc.).
15.-"¡Oh
tú, Señor del orden Universal que te manifiestas en la Sala de la
Verdad-Justicia, aprende! Yo no he acaparado jamás los campos de cultivo".
(La tierra es de quien la trabaja; el obrero labora, labra, suda. Empero los
poderosos, los terratenientes, retienen, absorben los terrenos cultivables. Así
es el Ego.).
16.-"¡Oh
tú, Espíritu, que te manifiestas en Bubastis y que marchas retrocediendo, aprende!
Yo no he escuchado tras las puertas". (El Ego es curioso y perverso por
naturaleza y por instinto.
Dicen que
las bardas, muros o paredes tienen oídos y es ostensible que las puertas
también. Al Ego le encanta entrometerse en las cosas íntimas del prójimo;
Mefistófeles o Satán es siempre intruso, cominero, refitolero).
17.-"¡Oh
tú, Espíritu, Asti, que apareces en Heliópolis! Yo no he pecado jamás por
exceso de palabra". (El Yo suele ser Charlatán, conversador, hablador,
parlanchín, chicharra, gárrulo, locuaz, garlador, lenguaz, boquiblando, etc. El
Ser parla estrictamente lo indispensable; jamás juega con la palabra).
18.-"¡Oh
tú, Espíritu, Tatuf, que apareces en Ati! Yo no he pronunciado jamás
maldiciones cuando se me ha causado algún daño". (Al Ego le gusta
maldecir, denigrar, abominar, detrachar, etc. El Ser sólo sabe bendecir, amar,
perdonar).
19.-"¡Oh
tú, Espíritu Uamenti, que apareces en las cuevas de tortura! Yo no he cometido
jamás adulterio". (El Ego es mixtificado, corrompido, viciado, falso, goza
justificando el adulterio, sublimándolo, dándole tintes inefables, sutiles, se
da el lujo de encubrirlo, ocultarlo de sí mismo y de los demás; decorarlo,
adornarlo, con normas legítimas y cartas de divorcio; legalizarlo con nuevas
ceremonias nupciales. Aquél que codicia la mujer ajena es de hecho adúltero aún
cuando jamás copule con ella; en verdad os digo que el adulterio en los
transfondos subconscientes de las gentes más castas, suele tener múltiples
facetas).
20.-¡Oh
tú, Espíritu, que te manifiestas en el templo de Ansú y que miras con cuidado
las ofrendas que te llevan! Sabe: que no he cesado jamás en la sociedad de ser
casto". (La castidad absoluta sólo es posible cuando el Ego está bien
muerto. Muchos anacoretas que aquí en el mundo físico alcanzaron la pureza, la
virginidad del alma, la honestidad, el candor, etc., cuando se les sometió a
pruebas en los mundos suprasensibles, fracasaron, delinquieron, cayeron como Amfortas
el Rey del Grial entre los impúdicos brazos de Kundry, Gundrigia, aquella rubia
borrascosa que llamaban Herodías).
21.-"¡Oh
tú, Espíritu, que apareces en Hehatú, tú jefe de los antiguos Dioses! Yo no he atemorizado
jamás a la gente". (Al Ego le gusta horrorizar, horripilar, espantar,
intimidar a otros, amenazar, derribar moralmente al prójimo, postrarlo,
abatirlo, asustarlo, etc. Las casas comerciales suelen enviar a sus clientes
morosos recordatorios a veces muy finos, pero siempre amenazantes).
22.-"¡Oh
tú, Espíritu destructor que te manifiestas en Kauil! Yo jamás he violado la
ordenación de los tiempos". (El Ego arbitrariamente cambia los horarios y
altera el calendario. Es útil recordar el auténtico orden de los siete días de
la semana, Lunes, Miércoles, Viernes, Domingo, Martes, Jueves, Sábado. Los
pseudo-sapientes alteraron este orden).
23.-"¡Oh
tú, Espíritu que apareces en Urit, y de quien escucho la voz de salmodia! Yo
jamás me he entregado a la cólera". (El Ego está siempre dispuesto a
dejarse llevar de la ira, el coraje, el enojo, enfado, irritación, furia,
exasperación, zafia, etc.).
24.-"¡Oh
tú, Espíritu, que apareces en la región del lago Hekat bajo la forma de un
niño! Yo
jamás fui
sordo a las palabras de la Justicia". (El Ser ama siempre la equidad, el
derecho, es
imparcial,
recto, justo. Quiere la legalidad, lo que es legítimo, cultiva la virtud y la
santidad; es exacto en todas sus cosas, cabal, completo; anhela la precisión,
la puntualidad. Por contraste el Ego trata siempre de justificar y disculpar
sus propios delitos, jamás es puntual, desea el soborno, es dado a cohechar y
corromper los tribunales de la justicia humana).
25.-"¡Oh
tú, Espíritu, que apareces en Unes y cuya voz es tan penetrante! Yo jamás he promovido
querellas". (Al Ego le agrada la queja, la discordia, la disputa, la
pendencia, la reyerta, la riña, es amigo de peloteras, contiendas, rencillas,
pleitos, litigios, discusiones, demandas, guerras, etc. Por antítesis diremos
que el Ser es distinto: Ama la paz, la serenidad, es enemigo de las palabras
duras; aborrece los altercados, las trifulcas. Dice lo que tiene que decir y
luego guarda silencio, dejando a sus interlocutores plena libertad para pensar,
aceptar o rechazar; después se retira).
26.-"¡Oh
tú, Espíritu Basti, que apareces en los Misterios! Yo no he hecho jamás
derramar lágrimas a mis semejantes". (El llanto de los oprimidos cae sobre
los poderosos como un rayo de venganza. El Ego promueve lamentos y
deploraciones por doquier. El Iniciado bien muerto, aunque todavía tenga su
cuerpo vivo, por donde quiera que pase deja centellas de luz y de alegría).
27.-"¡Oh
tú, Espíritu, cuyo rostro está en la parte posterior de la cabeza y que sales
de tu morada oculta! Yo jamás he pecado contra natura con los hombres".
(Los infrasexuales de
LILITH,
homosexuales, pederastas, Lesbianas, afeminados, etc., son semillas
degeneradas, casos perdidos, sujetos que de ninguna manera pueden
AUTO-REALIZARSE. Para esos serán las tinieblas exteriores donde sólo se oye el
llanto y el crujir de dientes).
28.-¡Oh
tú, Espíritu con la pierna envuelta en fuego y que sales de Akhekhú! Yo jamás
he pecado de impaciencia". (La intranquilidad, el desasosiego, la falta de
paciencia y de serenidad son óbice, obstáculo, impedimento, para el trabajo
esotérico y la AUTO-REALIZACION INTIMA del SER. El Yo es por naturaleza
impaciente, intranquilo, tiene siempre la tendencia a alterarse, enfadarse,
rabiar, trinar, arder, enojarse. No sabe esperar y es incuestionable que fracasa).
29.-"¡Oh
tú, Espíritu que sales de Kenemet y cuyo nombre es Kenemti! Yo no he injuriado jamás
a nadie". (Es obvio que el Iniciado bien muerto porque disolvió el Yo,
sólo tiene dentro de sí mismo al Ser y es ostensible que éste es de naturaleza
Divinal y por ende sería incapaz de injuriar al prójimo. El Ser no ofende a
nadie, es perfecto en pensamiento, palabra y obra. El Ego hiere, maltrata,
daña, insulta, ultraja, agravia, etc.).
30.-¡Oh
tú, Espíritu que sales de Sais y que llevas en tus manos tu ofrenda! Yo no he
sido nunca querellador". (Al Ego le agradan las broncas, alborotos,
grescas, chamusquinas, zipizapes, jaranas, zaragatas, trapetiestas, querellas,
etc.).
31.-"¡Oh
tú, Espíritu que apareces en la ciudad de Djefit y cuyas caras son múltiples!
Yo no he obrado jamás con precipitación". (El Yo tiene siempre la marcada
tendencia a despeñarse; es arrebatado, inconsiderado, atolondrado, imprudente,
temerario, irreflexivo, desea correr, andar deprisa, no tiene precaución. El
Ser es muy diferente, profundo, reflexivo, prudente, paciente, sereno, etc.).
32.-"¡Oh
tú, Espíritu que apareces en Unth y que estáis lleno de astucia! Yo no he
faltado jamás al respeto a los Dioses".
Durante
este presente ciclo tenebroso del KALI YUGA las gentes se burlan de los Dioses
Santos,
Prajapatis o Elohim Bíblicos; las multitudes de la futura sexta gran raza
volverán a
venerar a
los inefables.
33.-"¡Oh
tú, Espíritu, adornado de cuernos y que sales de Santiú! En mis discursos nunca
he usado palabras excesivas". Obsérvese a los charlatanes de las distintas
emisoras de radio, así es el Yo; siempre parlanchín.
34.-"¡Oh
tú, Nefer-Tum que sales de Menfis! Yo no he defraudado jamás ni obrado con perversidad".
El fraude tiene muchos coloridos de tipo psicológico. Se sienten defraudadas
las novias engañadas, los maridos traicionados, los padres y madres abandonados
o heridos moralmente por sus hijos, el trabajador despedido injustamente de su
trabajo, el niño que no recibió el premio prometido, el grupo esotérico
abandonado por su guía, etc., etc., etc. Al Yo le gusta defraudar, pervertir,
corromper, inficcionar todo cuanto toca.
35.-"¡Oh
tú, TUM SEP que sales de Djedú! Yo no he maldecido jamás del Rey". Los
jefes de los Estados son los vehículos del Karma; por ello no debemos
maldecirlos.
36.-"¡Oh
tú, Espíritu, cuyo corazón es activo y que sales del Debti! Yo jamás he
ensuciado las aguas". Sería el colmo del absurdo el que un Iniciado con el
Ego bien muerto cometiera el crimen de echar basuras o porquerías en los lagos
o en los ríos. Empero es obvio que al Yo le encantan tales crímenes, goza
haciendo el mal, no siente compasión por las criaturas; no quiere entender que
al infectar el líquido elemento perjudica de hecho a todo aquello que tenga
vida.
37.-"¡Oh
tú, Hi que apareces en el cielo! Sábelo: Mis palabras jamás han sido
altaneras". El Ego es por naturaleza altivo, soberbio, orgulloso, arrogante,
imperioso, despreciativo, desdeñoso.
Suele sin
embargo, esconder su orgullo bajo la túnica de Arístipo -vestidura llena de
agujeros y remiendos- y hasta se da el lujo de parlar con fingidas mansedumbres
y poses pietistas, pero a través de los huecos de su ropaje se ve su vanidad.
38.-"¡Oh
tú, Espíritu, que dais las órdenes a los Iniciados! Yo no he maldecido jamás de
los
Dioses".
Las gentes perversas abominan y denigran a los Dioses, Angeles o Devas.
39.-"¡Oh
tú, NEHEB-NEFERT que sales del lago! Yo no he sido jamás impertinente ni insolente".
La impertinencia y la insolencia se fundamentan en la falta de humildad y de paciencia.
El Ego suele ser pesado, irreverente, inoportuno, disparatado, grosero,
precipitado, torpe.
40.-"¡Oh
tú, NEHEB-KAU, que sales de la ciudad! Yo no he intrigado jamás ni me he hecho valer".
El Ego quiere subir, trepar al tope de la escalera, hacerse sentir, ser alguien
en la vida, etc. El Yo es farsante, embrollón, enredador, maquinador,
tramoyista, amigo de la trama, del complot; peliagudo, obscuro, peligroso.
41.-"¡Oh
tú, Espíritu, cuya cabeza está santificada y que de pronto sales de tu
escondite!
Sábelo: Yo
no me he enriquecido de un modo ilícito". El Ego vive en función del
"más"; el proceso acumulativo del Yo es ciertamente horripilante: Más
dinero, no importa los medios, aunque sea estafando, engañando, defraudando,
timando, trampeando; Mefistófeles es petardista, perverso, malvado, así ha sido
siempre Satán, el MI MISMO.
42.-"¡Oh
tú, Espíritu que sales del mundo inferior y llevas ante tí tu brazo cortado! Yo
jamás he desdeñado a los Dioses de mi ciudad". Esos Deidusos inefables,
ángeles protectores de las poblaciones, Espíritus familiares, etc., merecen
nuestra admiración y respeto. Ellos son los Dioses Penates de los antiguos tiempos.
Cada ciudadela, pueblo, metrópoli o aldea, tiene su rector espiritual, su
Prajapati. No existe familia que no tenga su propio regente espiritual. El Ego
desprecia a tales pastores del alma.
SAMAEL AUN WEOR
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