sábado, 22 de julio de 2017

EL MENSAJE DE ACUARIO Cap 1

EL MENSAJE DE ACUARIO
Samael Aun Weor
SEGUNDA EDICIÓN
BOGOTA — COLOMBIA ENERO DE 1969
PREFACIO DEL AUTOR
en nombre de la verdad, nosotros los HERMANOS DEL TEMPLO, damos gracias infinitas al Hermano Manuel S. Sánchez y en general a toda la Hermandad del SANTUARIO de BARQUISIMETO por haber impreso esta obra. Este SANTUARIO se LLAMARA DESDE AHORA, SANTUARIO MAITREYA, por sus servicios prestados al CRISTO CÓSMICO y a LA GRAN HUMANIDAD DOLIENTE, EL SANTUARIO MAITREYA está cumpliendo una gigantesca misión universal.
Damos también gracias al Hermano RAMÓN FLOREZ DERMA por su trabajo técnico bíblico y en general a todos aquellos que en una u otra forma se preocuparon por el triunfo de esta obra.
Llamamos a todas las religiones, escuelas, sectas, órdenes, logias, etc., para formar el Ejército de Salvación Mundial.


Invitamos a todas las personas de buena voluntad a engrosar las filas del A.G.L.A. No estamos contra nadie ni contra la religión o escuela de nadie. Consideramos a todas las religiones, escuelas y sectas, como perlas preciosas engarzadas en el hilo de oro de la DIVINIDAD. NO ATACAMOS A NADIE, NO ODIAMOS A NADIE, NO COMBATIMOS A NADIE.
ACLARAMOS LA DOCTRINA SECRETA DE NUESTRO ADORABLE SALVADOR. Amamos intensamente a la pobre humanidad doliente. Advertimos a la humanidad de la tierra, la hora apocalíptica en que nos hallamos. Descorremos el velo de El Apocalipsis.
Este es un libro terriblemente divino. Con este libro tendrán los seres humanos que definirse por ÁNGELES O DEMONIOS, ÁGUILAS O REPTILES.
Los tiempos del fin han llegado y estamos en ellos. Aquellos que suponen los tiempos del fin para un porvenir remotísimo están equivocadísimos. Los hechos hablan por sí solos. Los pavorosos cataclismos que azotaron a Chile recientemente y que causaron tremendos daños al Japón; los terribles terremotos ocurridos en distintos lugares del mundo; las enfermedades desconocidas que están apareciendo ahora y que la ciencia médica no puede curar; los odios a muerte; Las bombas atómicas, etc., están demostrándonos en forma evidente que los tiempos del fin ya llegaron.
EL MOVIMIENTO GNÓSTICO MUNDIAL, LA ACCIÓN LIBERTADORA AMERICANA DEL SUR, Y EL SIVANANDA ARYAVARTA ASHRAMA, ESTÁN EN PIE, LUCHANDO POR LA NUEVA ERA ACUARIA. EL TRIÁNGULO ALAS, GNOSIS, SIVANANDA ARYAVARTA ASHRAMA, luchan por la nueva era.
La hora tremenda ha llegado y no podemos permanecer indiferentes.
Pronto estallará la guerra atómica y habrá en todos los rincones de la tierra cosas terribles. La hora apocalíptica ha llegado. ¡Ay!, ¡Ay!, ¡Ay!, de los moradores de la tierra.
Agosto 17 de 1960.
CIUDAD DE MÉXICO

INTRODUCCIÓN
Enseñanzas secretas del Divino Rabí de Galilea
El cuatro de febrero del año mil novecientos sesenta y dos, entre las dos y tres de la tarde se iniciará la Nueva Era Acuaria.
Muchas escuelas están esperando la Nueva Era. Este libro es el Mensaje de la Nueva Era Acuaria. Sorprenderá a muchos estudiantes esoteristas el anuncio de cataclismos espantosos para la Era Acuaria.
Ciertamente el yo, el mí mismo, el ego reencarnante quiere comodidades, anhela una era de seguridades, una era que le ofrezca lo que no le estorbe. Una era sensual, cómoda, sin guerras, odios ni problemas.
Es urgente saber que la vida ha iniciado su retorno hacia la Gran Luz. Esto significa catástrofe. La tierra pasará por un proceso de desintegración y reintegración planetaria.
Acuario trae terribles cataclismos.
Todo lo que está escrito en el Apocalipsis es para los tiempos del fin. Tenemos que informar a la humanidad que los tiempos del fin ya llegaron.
El Apocalipsis es el Mensaje de la Nueva Era. Nosotros hemos estudiado los versículos apocalípticos en los mundos superiores.
En este libro declaramos el resultado de nuestras investigaciones.
Mucho se ha hablado y escrito sobre el Apocalipsis. Empero todo lo que se ha hecho es especular intelectualmente y repetir lo que supuestas autoridades han afirmado. Eso es todo.
El presente trabajo es el resultado de tremendas investigaciones esotéricas realizadas pacientemente por nosotros, en los mundos superiores.
Hemos hallado el Apocalipsis dividido en tres partes: La Primera la hemos titulado "EL HIJO DEL HOMBRE"; la Segunda lleva por título "EL LIBRO SELLADO"; y la Tercera ha quedado titulada "LA NUEVA JERUSALÉM".
La primera parte Enseña la senda del filo de la navaja. La segunda versa sobre los tiempos del fin. La tercera nos informa la tierra futura.
Este es un libro de cristificación práctica. Este es un libro de esoterismo trascendental y absolutamente practico.
En este libro no teorizamos. Esta es una obra ciento por ciento práctica. Muchos estudiantes anhelan cristificarse pero no saben por dónde empezar. Desconocen la clave, el secreto.
En este libro le regalamos al estudiante la clave, el secreto, la llave. Aquí la tenéis sedientos amantes de la Verdad. Ahora, practicad.
No estáis solos. Nosotros os amamos profundamente y cuando estéis hollando la senda del filo de la navaja, estaréis asistidos por nosotros los hermanos del templo.
El A.G.L.A (Acción Gnóstica Libertadora de Amerindia), está constituido por el triángulo Alas-Gnosis-Sivananda Aryavarta Ashrama.
Son tres poderosos movimientos unidos que propagan por el mundo entero el esoterismo gnóstico de nuestro Adorable Salvador del mundo.
Todos aquellos que después de leer este libro quieran ingresar al A.G.L.A, deben escribirnos. Ninguna carta quedará sin respuesta.
El A.G.L.A cuenta con millones de personas en el Occidente y el Oriente. El A.G.L.A es el Ejército de Salvación Mundial.
El Jefe Supremo del A.G.L.A es el Cristo Jesús.
Sabed, hermanos gnósticos, que Jesús el Cristo está vivo.
El Cristo-Jesús resucitó al tercer día con su cuerpo de carne y hueso, y todavía vive con ese cuerpo de carne y hueso en el Shambala.
El país secreto del Shambala se halla en el Tibet oriental. Allí el Maestro tiene su Templo. Con él viven muchos otros maestros que también resucitaron y conservan sus cuerpos desde edades antiquísimas.
El Maestro Adorable, JESÚS EL CRISTO, ha estado muy activo y ha trabajado intensamente ayudando a la pobre humanidad doliente, Él es el Jefe del Movimiento Gnóstico. Él es el Supremo Jerarca del A.G.L.A.
Aunque parezca increíble, el Adorable Salvador del mundo, estuvo trabajando como enfermero en los campos de batalla, durante la primera y segunda guerra mundial.
Vamos a transcribir el conmovedor relato de Don Mario Roso de Luna, el insigne escritor teosófico. Este relato lo encontramos en el libro "Qué mata a la muerte", o libro "De los Jinas", obra formidable de Don Mario. Veamos:
"Extrañas narraciones llegaban a nosotros en las trincheras. A lo largo de la línea de trescientas millas que hay desde Suiza hasta el mar, corrían ciertos rumores, cuyo origen y veracidad ignorábamos nosotros. Iban y venían con rapidez, y recuerdo el momento en que mi compañero Jorge Casay, dirigiéndome una mirada extraña con sus ojos azules, me preguntó si yo había visto al amigo de los heridos, y entonces me refirió lo que sabía respecto al particular. Me dijo que, después de muchos violentos combates, se había visto un hombre vestido de blanco inclinándose sobre los heridos. Las balas lo cercaban, las granadas caían a su alrededor, pero nada tenia poder para tocarle. Él era un héroe superior a todos los héroes, o algo más grande todavía. Esté misterioso personaje, a quien los franceses llaman "el camarada vestido de blanco", parecía estar en todas partes a la vez: en Nancy, en la, Argona, en Soissons, en Iprés; en dondequiera, que hubiese hombres hablando de él con voz apagada. Algunos, sin embargo, sonreían diciendo que las trincheras hacían efecto en los nervios de los hombres. Yo, que con frecuencia era descuidado en mi conversación, exclamaba que para creer tenía que ver, y que necesitaba la ayuda de un cuchillo germánico que me hiciera, caer en tierra, herido. Al día siguiente los acontecimientos se sucedieron con gran viveza en este pedazo del frente. Nuestros grandes cañones rugieron desde el amanecer hasta la noche, y comenzaron de nuevo a la mañana. Al medio día recibimos orden de tomar las trincheras de nuestro frente. Estas se hallaban a doscientas yardas de nosotros y no bien habíamos partido, comprendimos que nuestros gruesos cañones habían fallado en la preparación. Se necesitaba un corazón de acero para marchar adelante pero ningún hombre vaciló. Habíamos avanzado ciento cincuenta yardas cuando comprendimos que íbamos mal. Nuestro capitán nos ordenó ponernos a cubierto, entonces precisamente fui herido en ambas piernas. Por misericordia divina caí dentro de un hoyo. Supongo que me desvanecí, porque cuando abrí los ojos me encontré solo. Mi dolor era horrible; pero no me atrevía a moverme porque los alemanes no me viesen, pues estaba a cincuenta yardas de distancia, y no esperaba a que se apiadasen de mí. Sentí alegría cuando comenzó a anochecer. Había junto a mí algunos hombres que se habrían considerado en peligro en la oscuridad, si hubiesen pensado que un camarada estaba vivo todavía. Cayó la noche, y bien pronto oí unas pisadas no furtivas, sino firmes y reposadas, como si ni la oscuridad ni la muerte pudiesen alterar el sosiego de aquellos pies. Tan lejos estaba yo de sospechar quién fuese el que se acercaba, que aunque percibí la claridad de los blancos en la oscuridad, me figuré que era, algún labriego en camisa, y hasta se me ocurrió si sería una mujer demente. Más de improviso, con un ligero estremecimiento, que no sé si fue de alegría o de terror, caí en la cuenta que se trataba del "camarada vestido de blanco", y en aquel mismo instante los fusiles alemanes comenzaron a disparar. Las balas podían apenas errar tal blanco, pues él levantó sus brazos como en súplica, y luego los retrajo, permaneciendo al modo de una de esas cruces que tan frecuentemente se ven en las orillas de los caminos de Francia. Entonces habló; sus palabras parecían familiares; pero todo lo que yo recuerdo fue el principio: "Sí, tú has conocido"... Y el fin: "Pero ahora ellos están ocultos a tus ojos"...
"Entonces se inclinó, me cogió en sus brazos (a, mí que soy el hombre más corpulento de mi Regimiento), y me transportó como a un niño. Supongo que me quedé dormido, porque cuando desperté, este sentimiento se había disipado. Yo era un hombre y deseaba saber lo que podía hacer por mi amigo para ayudarle y servirle. Él estaba mirando hacia el arroyo, y sus manos estaban juntas, como si orase; y entonces vi que él también estaba herido. Creí ver como una herida desgarrada en su mano, y conforme oraba, se formó una gota de sangre que cayó a tierra. Lancé un grito sin poderlo remediar, porque aquella herida me pareció más horrorosa que las que yo había visto en esta amarga guerra.
"Estáis herido también (dije con timidez) Quizá me oyó, quizá lo adivinó en mi semblante; Pero contestó gentilmente: Esa es una antigua herida, pero me ha molestado hace poco". Y entonces noté con pena que la misma cruel marca aparecía en su pie. Os causará admiración el que yo no hubiese caído antes en la cuenta; yo mismo me admiré.
Pero tan sólo cuando yo vi su pie, le conocí: "EL CRISTO VIVO". Yo se lo había oído decir al Capellán unas semanas antes pero ahora comprendí que él había venido hacia mí (hacia mí, que le había distanciado de mi vida en la ardiente fiebre de mi juventud) Yo ansiaba hablarle y darle las gracias; pero me faltaban las palabras. Y entonces él se levantó y me dijo: "Quédate aquí hoy junto al agua; yo vendré por ti mañana; tengo alguna labor para que hagas por mí". En un momento se marchó; y mientras lo espero, escribo esto para no perder la memoria de ello. Me siento débil y solo, y mi dolor aumenta; pero tengo su promesa; yo sé que él ha de venir mañana por mí".
Hasta aquí el relato de un soldado, trascrito por Don Mario Roso de Luna en el libro "Que mata a la muerte". Este hecho concreto está demostrando hasta la saciedad que Jesús vive todavía con el mismo cuerpo físico que usó en la Tierra Santa.
Aquí en este libro hemos entregado la clave de la resurrección.
Hemos rasgado el velo del Santuario. Hemos entregado a la pobre humanidad doliente la doctrina secreta del Adorable, con siete sellos en el Apocalipsis.
El Mensaje de Acuario es un Libro de Poderes terriblemente divinos.
Aquí están todos los secretos, aquí están todas las claves de la cristificación.
Aquí está escrita la Doctrina que el Adorable Enseñó en secreto a sus humildes discípulos.
El Adorable permanecerá con nosotros hasta la consumación de los siglos.
Esta es su Doctrina. Aquí la tenéis. Estudiadla y practicadla.
PAZ INVERENCIAL
SAMAEL AUN WEOR
BUDHA MAITREYA KALKI AVATARA DE LA NUEVA ERA ACUARIA

PRIMERA PARTE
EL HIJO DEL HOMBRE
"NOS AUTEM GLORIARI OPORTET IN CRUCE DOMINI NOSTRI JESU-CHRISTI"
CAPÍTULO I EL HIJO DEL HOMBRE
B
ienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guarda las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca" (Apocalipsis 1:3).
Hijo del Hombre: Revélanos lo oculto. Cada sinfonía deliciosa del cosmos inefable, cada nota, cada melodía escondida tiernamente entre el encanto purísimo de las fragantes rosas exquisitas de los jardines del nirvana, es la viva encarnación de tu palabra.
¡Los tiempos del fin han llegado! "He aquí que viene con las nubes (el Bienamado) y realmente todo ojo le verá y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán sobre él. Así sea. Amén" (Ap. 1: 7).
¡Ya viene el Adorable!, El que tanto ha sangrado por nosotros... ¡Ya se acerca el Bendito!, viene como una madre que angustiada busca a sus hijitos...
Escuchad hombres y dioses: en el misterio de cada onda profunda, se acerca el Adorable... Aquél que nos hace reyes y sacerdotes para Dios y su Padre. La brisa vespertina nos trae orquestaciones a veces tan dulces como el arrullo de una madre. A veces tan severas como el rayo que terrible centellea entre la tempestad catastrófica del furioso océano apocalíptico.
En la profundidad inefable y deliciosa del Santuario, habla el Bienamado con voz de Paraíso, y dice cosas sublimes: "Yo Soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso" (Ap. 1: 8).
Un rayo terrible relampaguea entre el terciopelo azul de la noche estrellada... ¡Es el Hijo del Hombre! Del rayo divino dimana el íntimo. Resuena el coro de los santos, cantan tiernamente las vírgenes del nirvana. Ellas se conmueven cuando el rayo penetra en el alma de algún hombre santo.
El rayo inefable entra en el alma y se transforma en ella. Él se transforma en ella y ella en él. Lo divino se humaniza y lo humano se diviniza. ¡Estas son las nupcias eternas del alma y del cordero pascual!
De estas bodas de Alkimia de esta mezcla de amor y paz, resulta eso que llamamos el Hijo del Hombre. Él es el resplandeciente y luminoso Yo Soy. Nuestro resplandeciente Dragón de Sabiduría. Él es el rico tesoro que nos trajo el Adorable.
Él es el Hombre-Sol, Ormus, Osiris. Vishnú, Chur, El Cordero; el hombre del tiempo y del río cantado por Daniel.
El es Alfa y Omega, el primero y el postrero, que es y que era y que ha de venir. Él es el Amado Eterno. El Anciano de los Días.
El Señor de toda adoración, quiere morar en el fondo de cada alma. Él es el óleo de la mirra y el collado del incienso. Él es el Adorable y el Adorador.
La expresión "yo soy" debe traducirse así: "soy el Ser". Realmente el Bienamado es el Ser de nuestro Ser, que es y que era y que ha de venir. Tenemos un tabernáculo precioso (el cuerpo físico), un alma angustiada y un espíritu (el íntimo). Esta tríada humana emanó de aquel rayo terriblemente divino que hace resonar su campanada, entre el espacio infinito, cuando nosotros venimos al mundo.
Cada hombre tiene su rayo particular que resplandece, con toda la potencia de su gloria, en el mundo de los dioses inefables. Ese Rayo de la Aurora, es el Ser de nuestro Ser. Es el Cristo interno de cada hombre. Es la Corona Sephirotica de los cabalistas, la Corona de la Vida: "Sé fiel hasta la muerte (dice el Bendito), y yo te daré la Corona de la Vida" (Ap. 2: 10).
Al que sabe, la palabra da poder. Nadie la pronunció. Nadie la pronunciará sino aquél que lo tiene Encarnado.
Al banquete del cordero pascual asisten los convidados. En la mesa de los ángeles resplandecen de gloria aquellos que lo tienen encarnado. El rostro del Bienamado es como un relámpago.
Cristo es el Ejército de la Voz. Cristo es el Verbo. En el mundo del Adorable Eterno, no existen ni la personalidad ni la individualidad, ni el yo. En el Señor de Suprema Adoración todos somos uno. Cuando el Bienamado se transforma en el alma, cuando el alma se transforma en el Bienamado, entonces de esta mezcla inefable -divina y humana- nace eso que nosotros llamamos el Hijo del Hombre.
Aquel Gran Señor de la Luz, siendo el Hijo del Dios Vivo, se convierte en el Hijo del Hombre cuando se transforma en el alma humana. El Hombre-Sol es el último resultado de todas nuestras purificaciones y amarguras. El Hombre-Sol es divino y humano. El Hijo del Hombre es el último resultado del hombre; el hijo de nuestros sufrimientos; el solemne Misterio de la sustanciación.
Cristo es el Logos Solar (Unidad Múltiple Perfecta). Cristo es el Gran Aliento Eterno, profundo, insondable, emanado de entre las entrañas inefables del Absoluto.
Cristo es nuestro incesante hálito eterno, para sí mismo profundamente ignoto... Nuestro divino Augoides.
Cristo es aquel rayo purísimo, inefable y terriblemente divino que resplandeció como un relámpago en el rostro de Moisés... allá, entre el solemne Misterio del Monte Nebo.
Cristo no es la Mónada. Cristo no es el septenario teosófico. Cristo no es el Jivan-Atman. Cristo es el rayo que nos une al Absoluto. Cristo es el Sol Central.
En el Oriente Cristo es KwanYin (la Voz Melodiosa), Avalokiteswara, Vishnú.
Entre los egipcios Cristo es Osiris, y todo aquel que lo encarnaba era un Osirificado.
Cristo es el hilo átmico de los indostaníes.
El Hijo del Hombre resplandece con toda la potencia de su gloria, en el solemne banquete del Cordero Pascual.
Samael Aun Weor


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