CAPITULO XLIV
ENIGMAS
Tieh Shan
escribe: "Conocí el Budismo desde que tenía trece años. A los dieciocho
ingresé al sacerdocio. Después, un día leí una tesis traída por un monje de
Hsueh Yen, llamada "Meditaciones Avanzadas".
"Esto
me hizo comprender que yo todavía no había llegado a este punto.
Entonces
fuí a ver a Hsueh Yen y seguí sus instrucciones sobre el modo de meditar sobre
la
palabra
Wu".
"En
la cuarta noche, el sudor surgió de todo mi cuerpo, y me sentí cómodo y
liviano".
"Permanecí
en la Sala de Meditación, concentrado, sin dirigir a nadie la palabra".
"Después
vi a Miao Kao Feng, quien me dijo que continuara meditando sobre la palabra Wu
sin cesar, día y noche".
"Cuando
me levanté, antes del alba, el Hua Tou (el significado de la palabra, la esencia
de la sentencia) inmediatamente se presentó ante mí".
"En
cuanto tuve un poco de sueño dejé el asiento y descendí. El Hua Tou (es decir
la palabra Wu) me acompañó mientras caminaba, me preparaba la cama o la comida,
cuando tomaba la cuchara o cuando dejaba de lado los palillos. Estaba conmigo
todo el tiempo, en todas mis actividades, día y noche".
"Si
uno logra fundir su mente en un todo continuo y homogéneo, la iluminación está asegurada".
"Como
resultado de este consejo, me convencí completamente de que había alcanzado
este estado. El veinte de marzo el Maestro Yen se dirigió a la
congregación".
"Sentaos
erguidos, refrescad vuestras mentes como si estuvierais al borde de un
precipicio de diez mil pies y concentraros en vuestro Hua Tou" (La palabra
mágica Wu).
"Si
trabajáis de este modo durante siete días (Sin descansar ni un solo segundo),
sin duda llegaréis a la realización. Yo realicé un esfuerzo semejante hace
cuarenta años".
"Empecé
a mejorar en cuanto seguí estas instrucciones. Al tercer día sentí que mi
cuerpo flotaba en el aire; al cuarto día me volví completamente inconsciente de
todo lo que sucedía en este mundo. Aquella noche permanecí un rato apoyado
contra una baranda. Mi mente estaba tan serena como si no estuviera consciente.
Mantenía constantemente ante mí el Hua Tou (la palabra Wu) y después volvía a
mi asiento".
"En
el momento en que iba a sentarme, súbitamente tuve la sensación de que todo mi
cuerpo, desde la coronilla hasta la punta de los pies, estaba dividido".
"Tuve
la sensación de que me rompían el cráneo o de que me levantaban hasta los
cielos desde un pozo de una profundidad de diez mil pies".
"Entonces
conté al Maestro Yen este éxtasis indescriptible y la alegría desprendida que
acababa de experimentar". "Pero el Maestro Yen dijo: No, no es esto.
Debes seguir trabajando tu meditación".
"A mi
pedido, citó entonces unas palabras del Dharma, cuyos últimos versos eran:
"Para
propagar y
glorificar las nobles hazañas de los Buddhas y los Patriarcas te hace falta
recibir un buen martillazo en la nuca".
"Yo
me preguntaba: ¿Por qué necesito un martillazo en la nuca? Evidentemente,
todavía había en mi mente una ligera duda, algo de lo cual no estaba
seguro".
"Así
seguí meditando un largo rato todos los días, durante medio año. Después, en una
ocasión en que me preparaba un cocimiento de hierbas para un dolor de cabeza,
recordé un KOAN (frase enigmática) en el cual Nariz Roja hacía una pregunta a
Naja: "Si devuelves tus huesos a tu padre y tu carne a tu madre ¿dónde,
entonces, estarás tú?".
"Recordé
entonces que, cuando el monje que me recibió me hizo por primera vez esta
pregunta, yo no supe contestarle, pero ahora, súbitamente, mi duda había
desaparecido".
"Después,
fuí a ver a Meng Sham. El Maestro Meng Sham me preguntó: ¿Cuándo y dónde
podemos
considerar que ha terminado nuestro trabajo Zen?".
"Nuevamente
no supe contestar. El Maestro Meng Sham insistió en que debía trabajar con
mayor
ahinco en la meditación (Dhyana) y que debía dejar de lado los pensamientos
humanos habituales".
"Cada
vez que entraba a su habitación y daba una respuesta a su pregunta, él decía
que no había entendido la cosa".
"Un
día medité desde la tarde hasta la mañana siguiente, usando el poder de Dhyana
para mantenerme y avanzar, hasta que alcancé directamente el estadio de
profunda sutileza".
"Dejando
el Dhyana me dirigí a donde estaba el Maestro y le conté mi experiencia. El
preguntó
¿cuál es
tu rostro original?".
"Cuando
iba a contestar, el Maestro me echó fuera y cerró la puerta. A partir de ese
momento, logré cada día un mejoramiento sutil".
"Más
tarde comprendí que toda la dificultad había surgido porque yo no había
permanecido bastante tiempo con el Maestro Hsued Yen trabajando en los aspectos
delicados y sutiles de la tarea".
"¡Pero
cuán afortunado fuí al encontrar un Maestro Zen tan excelente! Sólo gracias a
él pude llegar a este estadio".
"No
había comprendido que si uno se ejercita de manera incesante e insistente,
siempre habrá de lograr algo de vez en cuando y su ignorancia disminuirá a cada
paso del camino".
"El
Maestro Meng Sham me dijo: esto es lo mismo que pulir una perla. Cuanto más la
pules, más brillante, clara y pura se vuelve".
"Un
pulimento de esta clase es superior a todo un trabajo de encarnación. Sin
embargo, cuando quería contestar a la pregunta de mi Maestro, él me decía que
me faltaba algo".
"Un
día en medio de la meditación la palabra "faltar" se presentó en mi
mente y de repente sentí que mi cuerpo y mi mente se abrían de par en par desde
la médula de mis huesos, en forma completa".
"El sentimiento
fue como si una antigua montaña de arena se disolviera de repente bajo el sol ardiente,
surgido después de muchos días obscuros y cubiertos".
"No
pude evitarlo y me eché a reír a carcajadas. Salté de mi asiento, agarré el
brazo del Maestro Meng Sham y le dije: Dime: ¿Qué me hace falta? ¿Qué me hace
falta?".
"El
Maestro me abofeteó tres veces y yo me prosterné tres veces ante él. El dijo:
"Oh, Tieh
Sham, has
tardado muchos años en llegar a este punto".
CAPITULO XLV
LA ILUMINACIÓN FINAL
La verdad
debe ser comprendida por medio de una iluminación instantánea, pero el hecho,
la completa AUTO-REALIZACION INTIMA DEL SER debe ser trabajada intensivamente
en forma gradual.
El Mantram
"Wu" se refiere, principalmente, al despertar de la experiencia mística
en su sentido inmediato y el SAMYASAMBODHI (CHUE en la China), denota la
iluminación permanente y completa.
Si
mediante un ejercicio retrospectivo volvemos al punto de partida original y
teóricamente devolvemos los huesos a nuestro padre y la carne a nuestra madre:
¿Dónde entonces estaremos?
Es obvio
que en la semilla, en el semen...
Esto nos
induce a pensar que sin el SAHAJA MAITHUNA, jamás podríamos comprender la esencia
de la sentencia del famoso Hua Tou, "Wu"...
Obsérvese
las verticales de la "W", estúdiese el conjunto; la forma gráfica de
las combinaciones que enfatiza claramente la idea básica de sucesivas
exaltaciones precedidas siempre por tremendas humillaciones.
Quien
quiera subir debe primero bajar, esa es la Ley, la Iniciación es muerte y matrimonio
a la vez.
Para mayor
comprensión del Hua Tou, "Wu", no está de más repetir lo siguiente:
"El descenso a la novena esfera (el sexo), fue desde los antiguos tiempos
la prueba máxima para la suprema dignidad del Hierofante. Jesús, Buddha,
Hermes, Dante, Zoroastro, etc., tuvieron que pasar por esa difícil
prueba".
"Allí
baja Marte para retemplar la espada y conquistar el corazón de Venus, Hércules
para limpiar los establos de Augias, y Perseo para cortar la cabeza de la
Medusa con su espada flamígera".
Empero,
para bien de la gran causa, conviene recordar que junto a la "W"
resplandece en el
ZEN la
"U" radical, símbolo viviente de aquel "Gran vientre dentro del
cual se gestan los mundos".
En
gramática cósmica la "RUNA UR" es ciertamente la Divina Madre-Espacio;
la Sacra matriz donde se gestan bestias, hombres y dioses. Es incuestionable
que sin el poder esotérico de DEVI KUNDALINI, sería imposible trabajar en la
FRAGUA ENCENDIDA DE VULCANO (El sexo).
El
Magisterio del fuego debe realizarse en siete días o períodos: Recordemos
nuestra fórmula astrológica: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter,
Saturno (El cielo estrellado de Urano y el Empíreo clásico, son para aquellos
que ya llegaron a la anhelada meta).
Yo gané el
derecho a ingresar al cielo Lunar, después de una previa humillación. Esta es
ley para todos los mundos. Nadie podría internarse definitivamente en los
cielos de Mercurio,
Venus,
etc., sin antes haber trabajado esotéricamente en sus correspondientes
infiernos planetarios.
Las
experiencias "Wu" son una y muchas; una porque son idénticas en
esencia, muchas porque difieren en profundidad, claridad y eficacia. Esto da
una ligera idea del sentido y la naturaleza del "Wu".
"¿Cuál
es tu rostro original?" ¡Pregunta terrible del Maestro Meng Sham! El
Génesis Hebraico dice: "El hombre abandonará padre y madre para unirse a
su esposa y ser ambos dos en una carne".
¡Qué
hablen los dioses de la aurora! ¡Qué me inspiren las musas! ¡Qué ruja el
huracán!
Escrito
está con carbones encendidos en el libro de todos los misterios, que todos los Avataras
de Ishvara
presenten siempre el requerimiento del Omnimisericordioso espíritu universal de
vida:
Restaurar sobre la faz de la tierra "el rostro original", el estado
pristino, paradisíaco, de ADAM-KADMON, el ente andrógino que encarna al par
hombre y mujer.
Este
precioso restablecimiento del Ser cósmico dentro de cada uno de nosotros, se
realiza precisamente en los deliciosos instantes de aquel éxtasis supremo del
amor en que dos seres, uno masculino, otro femenino, en pleno coito, ceden
conscientemente su individualidad diferencial para fundirse en uno.
Y puesto
que esta unidad no sólo es física, sino también de especie ANIMICO-ESPIRITUAL las
Doctrinas que rechazan la MAGIA SEXUAL de Eros resultan antihumanas y
antidivinas.
Se halla
en el ambiente cultural-espiritual de la época actual y sobre todo en los
círculos esotéricos más refinados, el reconocimiento del hombre como imagen y
semejanza del cosmos viviente y por ende el sentido cósmico de su potencia
sexual.
Los
teólogos y naturalistas medievales conocían ya algo sobre la conexión entre la
energía sexual y las fuerzas prodigiosas que atravesaban el inalterable
infinito...
Así, San
Alberto Magno se hallaba imbuido en profunda creencia sobre el poder de los astros
que ejercen decisiva influencia sobre la potencia sexual del individuo.
Opinando
San Alberto que las estrellas eran bipolares, o sea de naturaleza Angélica
animal, llegó a la secuencia lógica de que podría darse en el matrimonio una
unión doble, espiritual y animal.
San
Agustín el Patriarca Gnóstico, enfatiza la idea de que la libido sexual abarca
no sólo todo el cuerpo, sino al ser íntimo que en la agitación carnal se enlaza
con lo anímico, de manera que se forma una sensación de placer que no tiene igual
ya entre los sensuales; así en el instante en que alcanza su punto culminante,
es desconectada toda conciencia y toda fuerza de entendimiento.
Esta
desconectación entre conciencia e intelecto es precisamente la que puede
transfigurar el delicioso coito en sobrenatural, en espiritual, en algo
terriblemente Divino.
Es la meta
última de las prácticas místicas, como por ejemplo la del Zen, o la del
quietismo cristiano de Fray Miguel de Molinos; la de llevarnos a la quietud y
al silencio de la mente.
Cuando la
mente está quieta, cuando la mente está en silencio, adviene lo nuevo.
En esos
instantes de indiscutibles delicias la conciencia se escapa de entre la
mortificante mente para experimentar lo real...
El segundo
Patriarca del Zen preguntó al BODHI-DHARMA: ¿Cómo es posible alcanzar el
TAO?
El
BODHI-DHARMA respondió: "Exteriormente, toda actividad cesa;
interiormente, la mente deja de agitarse. Cuando la mente se ha convertido en
un muro,entonces puedes ingresar al TAO".
Lo
budistas CHAN en China rara vez hablan del SAMBODHI, la iluminación final (el
famoso Chueb).
Como el
"Wu" es fundamentalmente la experiencia mística del despertar a la
verdad (Prajna), la persona que logra la vivencia "Wu" puede no ser
capaz de dominarla, profundizarla y madurarla.
Se necesita
mucho trabajo en la "Novena esfera" antes de llegar a la perfección,
con el fin de apartar los pensamientos dualistas, egoístas y profundamente
arraigados que surgen de las pasiones.
El
evangelio del TAO ha dicho: "Purifica tu corazón, limpia tus pensamientos,
ataja tus apetitos y conserva el semen".
El autor
de EL-KTAB, escrito maravilloso apreciado por los árabes, no se cansa de
glorificar al coito; éste es para él con justa razón, el himno de alabanza más
magnífico y sagrado, el anhelo más noble del hombre y su compañera tras la
unidad primitiva y las delicias paradisíacas.
El amor es
el FIAT LUX del libro de Moisés, el mandato Divino, la ley para todos los continentes,
mares, mundos y espacios.
Cuando
empuñamos valerosamente aquella lanza de Eros con el evidente propósito de
reducir a polvo a todos y cada uno de los elementos subjetivos que llevamos
dentro, brota la luz.
Dentro de
cada entidad subconsciente existe esencia enfrascada, luz en estado potencial.
Así como
el átomo al ser fraccionado libera energía, así también la destrucción total de
cualquiera de nuestros elementos infernales libera luz.
Necesitamos
hacer la luz en cada uno de nosotros. "Luz más Luz" dijo Goethe al
morir.
La Magia
sexual es el fundamento eterno del FIAT luminoso y espermático del primer
instante.
La muerte
radical del Ego y demás elementos infrahumanos que llevamos dentro nos conduce
a la Iluminación final (SAMYASAMBODDHI).
Así la
iluminación ZEN, o "Wu", varía mucho, desde el atisbo superficial de
los principiantes sobre la esencia mental, hasta el Buddhismo total, como fue
realizado por BUDDHA.
SAMEL AUN WEOR
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