sábado, 1 de julio de 2017

EL PARSIFAL DEVELADO Cap 44 y Cap 45

CAPITULO XLIV  ENIGMAS
Tieh Shan escribe: "Conocí el Budismo desde que tenía trece años. A los dieciocho ingresé al sacerdocio. Después, un día leí una tesis traída por un monje de Hsueh Yen, llamada "Meditaciones Avanzadas".
"Esto me hizo comprender que yo todavía no había llegado a este punto.
Entonces fuí a ver a Hsueh Yen y seguí sus instrucciones sobre el modo de meditar sobre la
palabra Wu".
"En la cuarta noche, el sudor surgió de todo mi cuerpo, y me sentí cómodo y liviano".
"Permanecí en la Sala de Meditación, concentrado, sin dirigir a nadie la palabra".
"Después vi a Miao Kao Feng, quien me dijo que continuara meditando sobre la palabra Wu sin cesar, día y noche".
"Cuando me levanté, antes del alba, el Hua Tou (el significado de la palabra, la esencia de la sentencia) inmediatamente se presentó ante mí".


"En cuanto tuve un poco de sueño dejé el asiento y descendí. El Hua Tou (es decir la palabra Wu) me acompañó mientras caminaba, me preparaba la cama o la comida, cuando tomaba la cuchara o cuando dejaba de lado los palillos. Estaba conmigo todo el tiempo, en todas mis actividades, día y noche".
"Si uno logra fundir su mente en un todo continuo y homogéneo, la iluminación está asegurada".
"Como resultado de este consejo, me convencí completamente de que había alcanzado este estado. El veinte de marzo el Maestro Yen se dirigió a la congregación".
"Sentaos erguidos, refrescad vuestras mentes como si estuvierais al borde de un precipicio de diez mil pies y concentraros en vuestro Hua Tou" (La palabra mágica Wu).
"Si trabajáis de este modo durante siete días (Sin descansar ni un solo segundo), sin duda llegaréis a la realización. Yo realicé un esfuerzo semejante hace cuarenta años".
"Empecé a mejorar en cuanto seguí estas instrucciones. Al tercer día sentí que mi cuerpo flotaba en el aire; al cuarto día me volví completamente inconsciente de todo lo que sucedía en este mundo. Aquella noche permanecí un rato apoyado contra una baranda. Mi mente estaba tan serena como si no estuviera consciente. Mantenía constantemente ante mí el Hua Tou (la palabra Wu) y después volvía a mi asiento".
"En el momento en que iba a sentarme, súbitamente tuve la sensación de que todo mi cuerpo, desde la coronilla hasta la punta de los pies, estaba dividido".
"Tuve la sensación de que me rompían el cráneo o de que me levantaban hasta los cielos desde un pozo de una profundidad de diez mil pies".
"Entonces conté al Maestro Yen este éxtasis indescriptible y la alegría desprendida que acababa de experimentar". "Pero el Maestro Yen dijo: No, no es esto. Debes seguir trabajando tu meditación".
"A mi pedido, citó entonces unas palabras del Dharma, cuyos últimos versos eran: "Para
propagar y glorificar las nobles hazañas de los Buddhas y los Patriarcas te hace falta recibir un buen martillazo en la nuca".
"Yo me preguntaba: ¿Por qué necesito un martillazo en la nuca? Evidentemente, todavía había en mi mente una ligera duda, algo de lo cual no estaba seguro".
"Así seguí meditando un largo rato todos los días, durante medio año. Después, en una ocasión en que me preparaba un cocimiento de hierbas para un dolor de cabeza, recordé un KOAN (frase enigmática) en el cual Nariz Roja hacía una pregunta a Naja: "Si devuelves tus huesos a tu padre y tu carne a tu madre ¿dónde, entonces, estarás tú?".
"Recordé entonces que, cuando el monje que me recibió me hizo por primera vez esta pregunta, yo no supe contestarle, pero ahora, súbitamente, mi duda había desaparecido".
"Después, fuí a ver a Meng Sham. El Maestro Meng Sham me preguntó: ¿Cuándo y dónde
podemos considerar que ha terminado nuestro trabajo Zen?".
"Nuevamente no supe contestar. El Maestro Meng Sham insistió en que debía trabajar con
mayor ahinco en la meditación (Dhyana) y que debía dejar de lado los pensamientos humanos habituales".
"Cada vez que entraba a su habitación y daba una respuesta a su pregunta, él decía que no había entendido la cosa".
"Un día medité desde la tarde hasta la mañana siguiente, usando el poder de Dhyana para mantenerme y avanzar, hasta que alcancé directamente el estadio de profunda sutileza".
"Dejando el Dhyana me dirigí a donde estaba el Maestro y le conté mi experiencia. El preguntó
¿cuál es tu rostro original?".
"Cuando iba a contestar, el Maestro me echó fuera y cerró la puerta. A partir de ese momento, logré cada día un mejoramiento sutil".
"Más tarde comprendí que toda la dificultad había surgido porque yo no había permanecido bastante tiempo con el Maestro Hsued Yen trabajando en los aspectos delicados y sutiles de la tarea".
"¡Pero cuán afortunado fuí al encontrar un Maestro Zen tan excelente! Sólo gracias a él pude llegar a este estadio".
"No había comprendido que si uno se ejercita de manera incesante e insistente, siempre habrá de lograr algo de vez en cuando y su ignorancia disminuirá a cada paso del camino".
"El Maestro Meng Sham me dijo: esto es lo mismo que pulir una perla. Cuanto más la pules, más brillante, clara y pura se vuelve".
"Un pulimento de esta clase es superior a todo un trabajo de encarnación. Sin embargo, cuando quería contestar a la pregunta de mi Maestro, él me decía que me faltaba algo".
"Un día en medio de la meditación la palabra "faltar" se presentó en mi mente y de repente sentí que mi cuerpo y mi mente se abrían de par en par desde la médula de mis huesos, en forma completa".
"El sentimiento fue como si una antigua montaña de arena se disolviera de repente bajo el sol ardiente, surgido después de muchos días obscuros y cubiertos".
"No pude evitarlo y me eché a reír a carcajadas. Salté de mi asiento, agarré el brazo del Maestro Meng Sham y le dije: Dime: ¿Qué me hace falta? ¿Qué me hace falta?".
"El Maestro me abofeteó tres veces y yo me prosterné tres veces ante él. El dijo: "Oh, Tieh
Sham, has tardado muchos años en llegar a este punto".

CAPITULO XLV  LA ILUMINACIÓN FINAL
La verdad debe ser comprendida por medio de una iluminación instantánea, pero el hecho, la completa AUTO-REALIZACION INTIMA DEL SER debe ser trabajada intensivamente en forma gradual.
El Mantram "Wu" se refiere, principalmente, al despertar de la experiencia mística en su sentido inmediato y el SAMYASAMBODHI (CHUE en la China), denota la iluminación permanente y completa.
Si mediante un ejercicio retrospectivo volvemos al punto de partida original y teóricamente devolvemos los huesos a nuestro padre y la carne a nuestra madre: ¿Dónde entonces estaremos?
Es obvio que en la semilla, en el semen...
Esto nos induce a pensar que sin el SAHAJA MAITHUNA, jamás podríamos comprender la esencia de la sentencia del famoso Hua Tou, "Wu"...
Obsérvese las verticales de la "W", estúdiese el conjunto; la forma gráfica de las combinaciones que enfatiza claramente la idea básica de sucesivas exaltaciones precedidas siempre por tremendas humillaciones.
Quien quiera subir debe primero bajar, esa es la Ley, la Iniciación es muerte y matrimonio a la vez.
Para mayor comprensión del Hua Tou, "Wu", no está de más repetir lo siguiente: "El descenso a la novena esfera (el sexo), fue desde los antiguos tiempos la prueba máxima para la suprema dignidad del Hierofante. Jesús, Buddha, Hermes, Dante, Zoroastro, etc., tuvieron que pasar por esa difícil prueba".
"Allí baja Marte para retemplar la espada y conquistar el corazón de Venus, Hércules para limpiar los establos de Augias, y Perseo para cortar la cabeza de la Medusa con su espada flamígera".
Empero, para bien de la gran causa, conviene recordar que junto a la "W" resplandece en el
ZEN la "U" radical, símbolo viviente de aquel "Gran vientre dentro del cual se gestan los mundos".
En gramática cósmica la "RUNA UR" es ciertamente la Divina Madre-Espacio; la Sacra matriz donde se gestan bestias, hombres y dioses. Es incuestionable que sin el poder esotérico de DEVI KUNDALINI, sería imposible trabajar en la FRAGUA ENCENDIDA DE VULCANO (El sexo).
El Magisterio del fuego debe realizarse en siete días o períodos: Recordemos nuestra fórmula astrológica: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno (El cielo estrellado de Urano y el Empíreo clásico, son para aquellos que ya llegaron a la anhelada meta).
Yo gané el derecho a ingresar al cielo Lunar, después de una previa humillación. Esta es ley para todos los mundos. Nadie podría internarse definitivamente en los cielos de Mercurio,
Venus, etc., sin antes haber trabajado esotéricamente en sus correspondientes infiernos planetarios.
Las experiencias "Wu" son una y muchas; una porque son idénticas en esencia, muchas porque difieren en profundidad, claridad y eficacia. Esto da una ligera idea del sentido y la naturaleza del "Wu".
"¿Cuál es tu rostro original?" ¡Pregunta terrible del Maestro Meng Sham! El Génesis Hebraico dice: "El hombre abandonará padre y madre para unirse a su esposa y ser ambos dos en una carne".
¡Qué hablen los dioses de la aurora! ¡Qué me inspiren las musas! ¡Qué ruja el huracán!
Escrito está con carbones encendidos en el libro de todos los misterios, que todos los Avataras
de Ishvara presenten siempre el requerimiento del Omnimisericordioso espíritu universal de
vida: Restaurar sobre la faz de la tierra "el rostro original", el estado pristino, paradisíaco, de ADAM-KADMON, el ente andrógino que encarna al par hombre y mujer.
Este precioso restablecimiento del Ser cósmico dentro de cada uno de nosotros, se realiza precisamente en los deliciosos instantes de aquel éxtasis supremo del amor en que dos seres, uno masculino, otro femenino, en pleno coito, ceden conscientemente su individualidad diferencial para fundirse en uno.
Y puesto que esta unidad no sólo es física, sino también de especie ANIMICO-ESPIRITUAL las Doctrinas que rechazan la MAGIA SEXUAL de Eros resultan antihumanas y antidivinas.
Se halla en el ambiente cultural-espiritual de la época actual y sobre todo en los círculos esotéricos más refinados, el reconocimiento del hombre como imagen y semejanza del cosmos viviente y por ende el sentido cósmico de su potencia sexual.
Los teólogos y naturalistas medievales conocían ya algo sobre la conexión entre la energía sexual y las fuerzas prodigiosas que atravesaban el inalterable infinito...
Así, San Alberto Magno se hallaba imbuido en profunda creencia sobre el poder de los astros que ejercen decisiva influencia sobre la potencia sexual del individuo.
Opinando San Alberto que las estrellas eran bipolares, o sea de naturaleza Angélica animal, llegó a la secuencia lógica de que podría darse en el matrimonio una unión doble, espiritual y animal.
San Agustín el Patriarca Gnóstico, enfatiza la idea de que la libido sexual abarca no sólo todo el cuerpo, sino al ser íntimo que en la agitación carnal se enlaza con lo anímico, de manera que se forma una sensación de placer que no tiene igual ya entre los sensuales; así en el instante en que alcanza su punto culminante, es desconectada toda conciencia y toda fuerza de entendimiento.
Esta desconectación entre conciencia e intelecto es precisamente la que puede transfigurar el delicioso coito en sobrenatural, en espiritual, en algo terriblemente Divino.
Es la meta última de las prácticas místicas, como por ejemplo la del Zen, o la del quietismo cristiano de Fray Miguel de Molinos; la de llevarnos a la quietud y al silencio de la mente.
Cuando la mente está quieta, cuando la mente está en silencio, adviene lo nuevo.
En esos instantes de indiscutibles delicias la conciencia se escapa de entre la mortificante mente para experimentar lo real...
El segundo Patriarca del Zen preguntó al BODHI-DHARMA: ¿Cómo es posible alcanzar el
TAO?
El BODHI-DHARMA respondió: "Exteriormente, toda actividad cesa; interiormente, la mente deja de agitarse. Cuando la mente se ha convertido en un muro,entonces puedes ingresar al TAO".
Lo budistas CHAN en China rara vez hablan del SAMBODHI, la iluminación final (el famoso Chueb).
Como el "Wu" es fundamentalmente la experiencia mística del despertar a la verdad (Prajna), la persona que logra la vivencia "Wu" puede no ser capaz de dominarla, profundizarla y madurarla.
Se necesita mucho trabajo en la "Novena esfera" antes de llegar a la perfección, con el fin de apartar los pensamientos dualistas, egoístas y profundamente arraigados que surgen de las pasiones.
El evangelio del TAO ha dicho: "Purifica tu corazón, limpia tus pensamientos, ataja tus apetitos y conserva el semen".
El autor de EL-KTAB, escrito maravilloso apreciado por los árabes, no se cansa de glorificar al coito; éste es para él con justa razón, el himno de alabanza más magnífico y sagrado, el anhelo más noble del hombre y su compañera tras la unidad primitiva y las delicias paradisíacas.
El amor es el FIAT LUX del libro de Moisés, el mandato Divino, la ley para todos los continentes, mares, mundos y espacios.
Cuando empuñamos valerosamente aquella lanza de Eros con el evidente propósito de reducir a polvo a todos y cada uno de los elementos subjetivos que llevamos dentro, brota la luz.
Dentro de cada entidad subconsciente existe esencia enfrascada, luz en estado potencial.
Así como el átomo al ser fraccionado libera energía, así también la destrucción total de cualquiera de nuestros elementos infernales libera luz.
Necesitamos hacer la luz en cada uno de nosotros. "Luz más Luz" dijo Goethe al morir.
La Magia sexual es el fundamento eterno del FIAT luminoso y espermático del primer instante.
La muerte radical del Ego y demás elementos infrahumanos que llevamos dentro nos conduce a la Iluminación final (SAMYASAMBODDHI).
Así la iluminación ZEN, o "Wu", varía mucho, desde el atisbo superficial de los principiantes sobre la esencia mental, hasta el Buddhismo total, como fue realizado por BUDDHA.

SAMEL AUN WEOR

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