Resulta
muy interesante que todas las esculturas de Copán tengan la barra, el cetro, en el centro. En México, las
esculturas, cuando tienen el cetro, es a los lados o no lo tienen. En Copán se
hacen notables las esculturas porque el cetro está en el centro, lo que indica
claramente donde reside el poder.
En la estela E la barra
está un poquito destruida en su parte inferior. En la parte superior de la
barra notamos un entrecruzamiento de líneas en forma superpuesta, en forma de
equis, lo cual es profundamente significativo en la alquimia. En los antiguos
misterios, tanto mayas como aztecas, se conocía el cruzamiento del mercurio y
del azufre para realizar la Gran Obra .
El mercurio se prepara
mediante la transmutación, o sea, mediante la ciencia transmutatoria de Jesod,
para que esté listo para recibir al azufre. El azufre es el fuego. De modo,
pues, que cuando el azufre y el mercurio se fusionan, se integran totalmente,
ascienden por el canal medular del adepto.
Como consecuencia, el
azufre y el mercurio, en su ascenso por el canal medular, van abriendo los
distintos centros o poderes que divinizan al ser humano. El entrecruzamiento de
la barra en la parte superior nos indica precisamente eso.
Es obvio que en los
antiguos misterios quien llegaba a desarrollar la parte superior del cetro es
porque había cumplido con el trabajo y era un Maestro. A los lados del cetro
vemos las fuerzas positiva y negativa muy bien simbolizadas.
Mitra, muy alta.
Luego se ven dos
figurillas que no tienen un rostro muy humano que se diga, sus trazos son
raros, extraños, pero no son más que los dos testigos de los que habla el
Apocalipsis de San Juan.
Nos indica la estela E
el dominio del azufre y el mercurio para poder llegar a poseer la piedra
filosofal, la cual nos permitirá usar. la mitra sacerdotal.
La estela E explica
claramente el trabajo alquimista.
SAMAEL AUN WEOR
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