La técnica de la meditación nos permite llegar hasta las alturas de la Iluminación y
de la Revolución de la Dialéctica.
Debemos distinguir entre una mente que está quieta y una
mente que está aquietada a la fuerza.
Cuando la mente
está aquietada a la fuerza, realmente
no está
quieta,
está amordazada
por la
violencia y
en los niveles más profundos del
entendimiento hay toda una
tempestad.
Cuando la mente está silenciada violentamente, realmente no
está en silencio y
en el fondo clama,
grita y
se desespera.
Es necesario acabar con las modificaciones del
principio pensante durante la meditación. Cuando el principio pensante queda bajo nuestro control, la iluminación adviene a nosotros espontáneamente.
El control mental nos permite destruir los grillos creados por el pensamiento. Para lograr la quietud y el silencio de la mente es necesario saber vivir de instante en instante, saber aprovechar cada momento,
no
dosificar el momento.
Tomad todo de cada momento, porque cada momento es
hijo de la Gnosis, cada momento es
absoluto, vivo y
significante. La momentaneidad es característica especial de los gnósticos. Nosotros amamos la filosofía de la momentaneidad.
El Maestro Ummom dijo a sus discípulos: "Si caminan, caminen; si se sientan, siéntense, pero no vacilen".
Un primer estudio en la técnica de la meditación es la antesala de esa paz divina que supera todo conocimiento. La forma más elevada de pensar es no pensar. Cuando se logra la quietud y el silencio de
la mente, el Yo, con todas
sus pasiones, deseos, apetencias, temores, afectos, etc., se ausenta.
Sólo en ausencia del Yo, en ausencia de la mente, el
Buddhata puede despertar para unirse al
Intimo y llevarnos
al
éxtasis.
Es falso, como pretende la escuela de magia negra del Subub, que la Mónada o la gran realidad penetre
dentro de aquél que todavía no posee los cuerpos existenciales superiores del Ser. Lo que entra dentro
de los fanáticos tenebrosos
del
Subub, son las entidades tenebrosas
que se expresan e n ellos con gestos, acciones, palabras
bestiales y absurdas. Esas gentes son poseídas
por
tenebrosos.
La quietud y el silencio de la mente tienen un solo objetivo: liberar a la Esencia
de la mente, para que fusionada con la
Mónada o Intimo pueda experimentar eso que nosotros llamamos la Verdad.
Durante el
éxtasis y en ausencia del
Yo, la Esencia puede vivir libremente en el Mundo de la Niebla de Fuego experimentando la
Verdad.
Cuando la mente se halla en estado pasivo y
receptivo,
absolutamente quieta y
en silencio, se libera de la mente la Esencia
o Buddhata y adviene el éxtasis.
La Esencia se halla siempre
embotellada
entre
el
batallar de los opuestos, mas cuando la batalla termina y el silencio es absoluto, la
Esencia queda libre y la botella vuelta pedazos.
Cuando practicamos la meditación, nuestra mente es asaltada por
muchos
recuerdos,
deseos, pasiones, preocupaciones, etc.
Debemos
evitar el conflicto entre la atención y la distracción. Existe conflicto entre la distracción y la
atención cuando combatimos contra esos asaltantes de la mente. El
Yo es el
proyector de dichos
asaltantes mentales. Donde hay conflicto no existe quietud ni silencio.
Debemos anular el
proyector mediante la auto observación y la comprensión. Examinad cada imagen, cada recuerdo, cada pensamiento que llegue a la mente. Recordad que todo pensamiento tiene dos polos: positivo y negativo.
Entrar y salir son los aspectos de una misma cosa. El comedor y el baño, lo alto y lo bajo, lo agradable y
lo desagradable, etc., son siempre los
dos polos de una misma cosa.
Examinad los dos polos de cada forma mental
que
llegue a la mente. Recordad que sólo mediante el
estudio de las
polaridades
se llega a la síntesis.
Toda forma mental puede ser eliminada mediante la síntesis.
Ejemplo: Nos asalta el recuerdo de una novia. ¿Es bella? Pensemos que la belleza es el opuesto de la
fealdad y que si en su juventud es bella, en su vejez será fea. Síntesis: No vale la pena pensar en ella, es
una
ilusión, una flor que se marchita inevitablemente.
En la India, esta auto observación y estudio de nuestra Psiquis
es
llamada propiamente, Pratyahara.
Los pájaros pensamientos deben pasar por el espacio de nuestra propia mente en sucesivo desfile, pero sin dejar rastro alguno.
La infinita procesión de pensamientos proyectados por el Yo, al fin se agota y entonces la mente queda
quieta y en silencio.
Un gran Maestro autorrealizado dijo: "Solamente cuando el proyector, es decir, el Yo, está ausente por
completo, entonces, sobreviene el silencio que no es producto de la mente. Este silencio es inagotable,
no
es del tiempo, es lo inconmensurable, sólo entonces adviene Aquello que es".
Toda esta técnica se resume en dos
principios:
a) Profunda reflexión.
b) Tremenda serenidad.
Esta técnica de la meditación, con su no pensamiento,
pone a trabajar la parte más central de la mente, la que produce el éxtasis.
Recordad que la parte central de la mente es eso que se
llama Buddhata, la Esencia, la Conciencia.
Cuando el Buddhata despierta, quedamos iluminados.
Necesitamos
el despertar del Buddhata, la Conciencia.
El estudiante
gnóstico
puede practicar
la meditación
sentado al estilo occidental o al estilo oriental.
Es aconsejable practicar con los ojos
cerrados
para evitar las
distracciones del mundo exterior. Conviene relajar el cuerpo evitando cuidadosamente el que algún músculo quede en tensión.
El Buddhata, la Esencia, es el material psíquico, el
principio budhístico interior, el material anímico o
materia prima con el que damos forma al alma. El Buddhata es lo mejor que tenemos dentro y despierta
con la meditación interior profunda. El Buddhata es realmente el único elemento que posee el
pobre animal intelectual para llegar a experimentar eso que llamamos Verdad.
El animal intelectual, no
pudiendo encarnar al
Ser,
debido
a
que todavía
no posee los cuerpos existenciales superiores, lo único que puede hacer es practicar la meditación para auto despertar el
Buddhata y conocer la Verdad.
** Samael Aun Weor. La Revolución de
la
Dialéctica ***
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