Con tiempo
By: ZARAKIÉL
Hermosa es la
impetuosidad juvenil, más es incomprensible cuando horrorizada teme la llegada
de la madurez y sobre todo de la vejez;
creemos que su duración es eterna
que con ella el mundo nos lo comeremos de un bocado, cuanta impaciencia
e ignorancia en esa impetuosidad, que desdeña la madurez y se apanica de la
vejez como si nunca les llegara ese tiempo a sus vidas. Resulta irónico como
cuando se tiene juventud, en estos tiempos faltan el respeto a los ancianos; mi
Madre dice un dicho que se aplica perfectamente aquí y este dice así:
"COMO TE VES ME VI Y COMO ME VES TE VERAS"; ASI QUE PARA QUE TANTA
FALTA DE RESPETO, es aquí donde aplicamos eso de "no hagas a otros lo que
no quieras te hagan" ó simplemente “para que escupir para arriba si el
escupitajo nos cae encima”; las leyes del altísimo son realmente bellas y
resulta claro su mensaje cuando somos capaces de distinguirlas entre líneas,
¿verdad?
cuanta impetuosidad en sus vidas donde afanosamente
buscan lo que ellos conocen como éxito y por sus vidas licenciosas van
perdiendo su energía sagrada, solo obtienen el más profundo de los fracasos,
obtendrán un éxito material, obtendrán una vida de comodidades; mas el más
grande de los tesoros inconscientemente lo despilfarran y pierden absolutamente
todo; jamás aceptaran que su éxito en este mundo material es su fracaso en su
aletargado y retrasado avance espiritual; cuanta tristeza es vivir engañados de
esta forma, la ignorancia es en grado sumo, ¿acaso puede existir peor engaño
que mentirse uno mismo? ¿Es válido conformarse cuando su vida se agote en ser
solo pasto para gusanos? ¿Y después de eso qué? ¿Tendrán esperanza de otra
materia? ¿Para qué? ¿Para venir a este mundo a perder el tiempo miserablemente,
donde solo por terquedad necesitaran nuevamente colmarse de bienes y riqueza?
¿Para continuar ignorando y haciendo oídos sordos a aquella sagrada voz
que nos llama a iniciar nuestro
re-ligare con nuestro ser y con el Dios del altísimo?
lo cierto es que por la ignorancia, el miedo, por
nuestra omisión en la búsqueda de la sabia luz preferimos continuar mal
viviendo, hundidos en nuestros abismales y soterrados infiernos psicológicos,
muy fácil es echar culpa a otros de nuestro errores y omisiones, eso es cierto,
y aún hay una omisión que nos “encanta”, pues es gracias a ella que pretextar
nuestro estado es cómodo para nosotros y nos engañamos para sentirnos
magníficamente bien, bueno eso es lo que falsamente creemos; me refiero al ego, como sabemos esa
legión de entidades dañinas y perjudiciales son aquello que nos mantiene
varados en este mundo egoicamente materialista y retrasa nuestra reunión con
Nuestro Padre, me explico; es muy fácil echarle la culpa ahora al ego de
nuestro estado y hay demasiada razón en hacerlo, lo que no tomamos en cuenta es
que de nosotros depende que hacer y qué no hacer, de seguir o no lo que nos
encandila el ego.
el ego nos entusiasma con sus golosinas pero de cada
quien depende hacer lo que dice que hagamos, entonces siguiendo el mismo orden
de ideas, si el ego es culpable también nosotros lo somos, por falta de voluntad,
por falta de valentía para enfrentarlo, de miedo en exceso para redescubrir
nuestro tesoro de los tesoros, ese miedo a lo ha llegado a ser desconocido para nosotros nos mantiene
pasmados y por consiguiente nos impide re encontrar nuestra propia luz interna,
nuestra propia sabiduría, nuestra propia Divinidad interior que permanece
latente, esperando germinar por nuestra voluntad, acciones y labor en la magia
del eroar sagrado.
Sin duda alguna el ego es culpable y cada quien lo es
igual, dirán que el humano, aquel que solo tiene humo en las manos es
completamente ego. ¿Y ese 3% de conciencia que tenemos acaso no nos ayuda para
decidir qué hacer y qué no hacer?
¿Acaso ese porcentaje no nos ayuda para con voluntad
enfrentarlo?, por ello es que menciono
que si el ego es culpable también cada quien lo es, por ser tan cobardes y no enfrentarlo, así que cuando
digamos que nos encontramos en esta situación caótica por causa del ego
pensemos que también nosotros tenemos grande culpa, y dejémonos de pretextar,
pues los pretextos solo sirven para falsamente
sentirnos libres y limpios de toda culpa.
no existe duda que cuando se es joven buscamos por
todas partes nuestra llamada libertad, mejor dijéramos que en esa época vivimos
buscando lo que nuestros mal informados sentidos, por lo que nuestros falsos
preconceptos creemos es la libertad; y esa mal comprendida y mal entendida
libertad en conjunción con nuestra energía sagrada mal guiada en nuestra
desenfrenada juventud nos lleva a derramar nuestras aguas genesiacas; esa energía
maravillosa; esa energía es como aquella fuente maravillosa donde el agua
emana, brota milagrosa por designios de nuestros Dios y que tonta e inútilmente
es derramada por nuestra ignorancia, esa energía se derrama por que el orgullo vanidoso,
herido y miedoso que prefiere que la
avariciosa gula de sus deseos y fornicaciones
continúe antes que perder sus golosinas y comodidades ante la sagrada
castidad, y esto pasa reiteradamente
porque ignoramos como hacer luz de
nuestro fuego interior; y es precisamente con esas golosinas y con la
equivocada forma de utilizar nuestro fuego donde la materia
"PECO"(PECO por P=pereza, e=envidia, C=codicia y o=orgullo) y peco por "GIL"(GIL; g=gula,
i=ira, l=lujuria; ); y por el deseo de un falso placer fugaz que aportan las
golosinas de este mundo caduco y sojuzgado por el amo y señor de sus materias irredentas, las
golosinas como tales solo duran unos instantes o como dice el dicho "duran
lo que al triste la alegría", es decir nada.
Es obvio que enceguecidos por sus propios errores y por
una vitalidad descontrolada que no les importa la pérdida de su energía, sucede así porque ignora su realidad interna,
desconoce su estado caótico en el que "SU MENTE" se encuentra, creo
es mejor decir la mente, porque si fuera "su mente" entonces esta ya
se encontraría sometida por su voluntad y realizando los designios de su Ser y
no continuar cristalizando las ordenes de su demonio mental.
Tristemente cumplen la orden de su amo, aunque
desconozcan que tienen un amo; es así en
la gran mayoría de los casos, pues se encuentran dominados por los tres
traidores de su Kristo interno, ayudados por un cuarto llamado barrabas y esto
pasa durante toda su existencia, no solo
en la juventud.
muchas materias jóvenes con el pretexto, según ellos
del derecho a divertirse se hunden en antros, cantinas bares de mala muerte o
hasta en bares o lugares según ellos de categoría o de gente vip, donde dan
rienda suelta a su libertinaje atiborrando sus materias de alcohol, drogas, lujuria
y sodomía; según para darse gusto o porque defienden que es su derecho a
divertirse y además según ellos se lo merecen;
lo triste es que ignoran el daño psíquico y anímico que se infringen y
lo peor es que ignoran que a quienes dan gusto con esas ingestas de alcohol y demás
es al llamado demonio algol, a su “adorada” lujuria vestida de tinieblas, de escarlata
y sicodelia que deseosa e impaciente los aguarda y espera perezosa y modorra en el sacrílego
lecho de todas las abominaciones y a su orgullo revestido de falsa hombría,
engañosa valentía y supuesta supremacía, todos creen tontamente ser el alfa de
la manada.
Más algo bueno existe en aquella juventud y en todas
aquellas materias que buscan lo justo, todo parto es difícil y doloroso; cuando
se busca el sendero hacia la luz llega
el dolor y sufrimiento, pues duele el alma al darnos cuenta en lo que nos hemos
convertido, en lo que somos gracias a nuestra falta de voluntad y al ego;
resulta harto difícil abandonar la oscuridad de nuestras vidas y de nuestras
costumbres arraigadas al servicio inconsciente de las tinieblas.
ES de extrema urgencia nos demos cuenta, por los
tiempos que vivimos, que el tiempo nos ha alcanzado, es decir que sagradas y
antiquísimas profecías que hablan del fin están por cumplirse o algunas otras
ya se están cumpliendo como inicio a lo que depara a esta raza, la terquedad,
el gusto por las golosinas dispuestas por el hoy tristemente amo de este mundo,
por nuestra falta de voluntad y valentía, asi como nuestro exceso de ignorancia
interna producto de muchos errores cometidos en todos nuestros ayeres en
omisión o comisión de nuestras acciones es que el mundo como ente viviente
habrá de pagar su karma y obviamente nosotros como raza perjudicial igual lo
haremos y el triste destino de esta raza intelectualoide será el olvido y la autodestrucción.
El más rotundo de los fracasos, es lo que se espera,
pues como humanos no hemos sido capaces de auto realizarnos, de reencontrarnos
con nuestra Divinidad Interior, mas “hay remedios y remedios”, a pesar del
tiempo corto que queda aún podemos
lograr y obtener el objetivo real y divino
por el cual fuimos creados por Dios del Altísimo, dejémonos ya de
vacilaciones y de indecisiones, retomemos nuestra voluntad y con ella, con
valentía en la realización de nuestras obras encaminadas a eliminar de nuestra
psiquis y de nosotros mismos aquellos indeseables inquilinos que cargamos y
cuyo peso nos ha obligado a ahogarnos en las procelosas aguas de la mar que es
la vida; que nos ha obligado a mantenernos al margen de las grandes dadivas del
Dios Eterno.
Debemos entender y comprender que nuestro estado actual
no es nuestro estado original, debemos entender y aceptar que nuestro verdadero
y autentico estado original es de origen Divino y Celestial; debemos tener la
capacidad de observar, meditar y eliminar el ego que astutamente se oculta en
los recovecos de nuestra mente, mediante la lumínica y mágica practica en la
novena esfera, con el sagrado eroar sin olvidar jamás pedir ayuda a nuestra
divina madre interna para que nos asista en tales prácticas y claro, siendo de
capital importancia que también debemos suplicar, implorar y rogar por la ayuda
y asistencia de nuestro Thunupa interior, para que sea él quien haga la guerra
y elimine a ese ego, a esos egos que nos impiden llegar a ser nuevamente
auténticos hijos de Dios.
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