CAPÍTULO VII
EL ESTADO INTERIOR
Combinar estados interiores con acontecimientos exteriores
en forma correcta, es saber vivir inteligentemente...
Cualquier evento inteligentemente vivenciado exige su
correspondiente estado interior específico...
Empero, desafortunadamente las gentes cuando revisan su
vida, piensan que esta en sí misma está constituida exclusivamente por eventos
exteriores...
¡Pobres gentes! piensan que si tal o cual acontecimiento no
les hubiese sucedido, su vida habría sido mejor...
Suponen que la suerte les salió al encuentro y que perdieron
la oportunidad de ser felices...
Lamentan lo perdido, lloran lo que despreciaron, gimen
recordando los viejos tropiezos y calamidades...
No quieren darse cuenta las gentes que vegetar no es vivir y
que la capacidad para existir conscientemente depende exclusivamente de la
calidad de los estados interiores del Alma...
No importa ciertamente cuan hermosos sean los
acontecimientos externos de la vida, si no nos encontramos en tales momentos en
el estado interior apropiado, los mejores eventos pueden parecernos monótonos,
cansones o simplemente aburridores...
Alguien aguarda con ansiedad la fiesta de bodas, es un
acontecimiento, más podría suceder que se estuviese tan preocupado en el
momento preciso del evento, que realmente no gustase en ello ningún deleite y
que todo aquello se tornase tan árido y frío como un protocolo...
La experiencia nos ha enseñado que no todas las personas que
asisten a un banquete o a un baile, gozan de verdad...
Nunca falta un aburrido en el mejor de los festejos y las
piezas más deliciosas alegran a unos y hacen llorar a otros...
Muy raras son las personas que saben combinar
confidentemente el evento externo con el estado interno apropiado...
Es lamentable que las gentes no sepan vivir conscientemente:
lloran cuando deben reír y ríen cuando deben llorar...
Control es diferente: El sabio puede estar alegre más nunca
jamás lleno de loco frenesí; Triste pero nunca desesperado y abatido... sereno
en medio de la violencia; abstemio en la orgía; casto entre la lujuria, etc.
Las personas melancólicas y pesimistas piensan de la vida lo
peor y francamente no desean vivir...
Todos los días vemos gentes que no solamente son infelices,
sino que además —y lo que es peor—, hacen también amarga la vida de los
demás...
Gentes así no cambiarían ni viviendo diariamente de fiesta
en fiesta; la enfermedad psicológica la llevan en su interior... tales personas
poseen estados íntimos definitivamente perversos...
Sin embargo esos sujetos se auto-califican como justos,
santos, virtuosos, nobles, serviciales, mártires, etc., etc., etc.
Son gentes que se auto-consideran demasiado; personas que se
quieren mucho a sí mismas...
Individuos que se apiadan mucho de sí mismos y que siempre
buscan escapatorias para eludir sus propias responsabilidades...
Personas así están acostumbradas a las emociones inferiores
y es ostensible que por tal motivo crean diariamente elementos psíquicos
infrahumanos.
Los eventos desgraciados, reveses de fortuna, miseria,
deudas, problemas, etc., son exclusividad de aquellas personas que no saben
vivir...
Cualquiera puede formarse una rica cultura intelectual, más
son muy pocas las personas que han aprendido a vivir rectamente...
Cuando uno quiere separar los eventos exteriores de los
estados interiores de la conciencia, demuestra concretamente su incapacidad
para existir dignamente.
Quienes aprenden a combinar conscientemente eventos
exteriores y estados interiores, marchan por el camino del éxito...
CAPITULO VIII
ESTADOS EQUIVOCADOS
Incuestionablemente en la rigurosa observación del Mí Mismo,
resulta siempre impostergable e inaplazable hacer una completa diferenciación
lógica en relación con los acontecimientos exteriores de la vida práctica y los
estados íntimos de la conciencia.
Necesitamos con urgencia saber donde estamos situados en un
momento dado, tanto en relación con el estado íntimo de la conciencia, como en
la naturaleza específica del acontecimiento exterior que nos está sucediendo.
La vida en sí misma es una serie de acontecimientos que se
procesan a través del tiempo y del espacio...
Alguien dijo: "La vida es una cadena, de martirios que
lleva el hombre enredada en el Alma..."
Cada cual es muy libre de pensar como quiera; yo creo que a
los efímeros placeres de un instante fugaz, le suceden siempre el desencanto y
la amargura...
Cada acontecimiento tiene su sabor característico especial y
los estados interiores son así mismos de distinta clase; esto es
incontrovertible, irrefutable...
Ciertamente el trabajo interior sobre si mismo se refiere en
forma enfática a los diversos estados psicológicos de la conciencia...
Nadie podría negar que en nuestro interior cargamos con
muchos errores y que existen estados equivocados...
Si de verdad queremos cambiar realmente, necesitamos con
urgencia máxima e inaplazable, modificar radicalmente esos estados equivocados
de la conciencia...
La modificación absoluta de los estados equivocados, origina
transformaciones completas en el terreno de la vida práctica...
Cuando uno trabaja seriamente sobre los estados equivocados,
obviamente los sucesos desagradables de la vida, ya no pueden herirle tan
fácilmente...
Estamos diciendo algo que sólo es posible comprenderlo
vivenciándolo, sintiéndolo realmente en el terreno mismo de los hechos...
Quien no trabaja sobre sí mismo es siempre victima de las
circunstancias; es como mísero leño entre las aguas tormentosas del océano...
Los acontecimientos cambian incesantemente en sus múltiples
combinaciones; vienen uno tras otro en oleadas, son influencias...
Ciertamente existen buenos y malos acontecimientos; algunos
eventos serán mejores o peores que otros...
Modificar ciertos eventos es posible; Alterar resultados,
modificar situaciones, etc., está ciertamente dentro del número de las
posibilidades.
Empero existen situaciones de hecho que de verdad no pueden
ser alteradas; en estos últimos casos deben aceptarse conscientemente, aunque
algunas resulten muy peligrosas y hasta dolorosas...
Incuestionablemente el dolor desaparece cuando no nos
identificamos con el problema que se ha presentado...
Debemos considerar la vida como una serie sucesiva de
estados interiores; una historia auténtica de nuestra vida en particular está
formada por todos esos estados...
Al revisar la totalidad de nuestra propia existencia,
podemos verificar por si mismos en forma directa, que muchas situaciones
desagradables fueron posibles gracias a estados interiores equivocados...
Alejandro Magno aunque siempre fue temperante por
naturaleza, se entregó por orgullo a los excesos que le produjeron la muerte...
Francisco I murió a causa de un sucio y abominable
adulterio, que muy bien recuerda la historia todavía...
Cuando Marat fue asesinado por una monja perversa, se moría
de soberbia y de envidia, se creía a sí mismo absolutamente justo...
Las damas del Parque de los Siervos incuestionablemente
acabaron totalmente la vitalidad del espantoso fornicario llamado LUIS XV.
Muchas son las gentes que mueren por ambición, ira o celos,
esto lo saben muy bien los Psicólogos...
En cuanto nuestra voluntad se confirma irrevocablemente en
una tendencia absurda, nos convertimos en candidatos para el panteón o cementerio...
Otelo debido a los celos se convirtió en asesino y la cárcel
está llena de equivocados sinceros...
V.M. SAMAEL AUN WEOR.
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