CAPÍTULO XXIII
EL MUNDO DE
RELACIONES
El mundo de relaciones tiene tres aspectos muy diferentes
que en forma precisa necesitamos aclarar.
Primero: Estamos relacionados con el cuerpo planetario. Es
decir con el cuerpo físico.
Segundo: Vivimos en el planeta Tierra y por secuencia lógica
estamos relacionados con el mundo exterior y con las cuestiones que atañen a
nosotros, familiares, negocios, dineros, cuestiones del oficio, profesión,
política, etc., etc., etc.
Tercero: La relación del hombre consigo mismo. Para la
mayoría de las gentes este tipo de relación no tiene la menor importancia.
Desafortunadamente a las gentes sólo les interesan los dos
primeros tipos de relaciones, mirando con la más absoluta indiferencia el
tercer tipo.
Alimento, salud, dinero, negocios, constituyen realmente las
principales preocupaciones del "Animal Intelectual" equivocadamente
llamado "hombre".
Ahora bien: Resulta evidente que tanto el cuerpo físico como
los asuntos del mundo son exteriores a nosotros mismos.
El Cuerpo Planetario (cuerpo físico), a veces se encuentra
enfermo, a veces sano y así sucesivamente.
Creemos siempre tener algún conocimiento de nuestro cuerpo
físico, más en realidad ni los mejores científicos del mundo saben mucho sobre
el cuerpo de carne y hueso.
No hay duda de que el cuerpo físico dada su tremenda y
complicada organización, está ciertamente mucho más allá de nuestra
comprensión.
En lo que respecta al segundo tipo de relaciones, somos
siempre víctimas de las circunstancias; es lamentable que todavía no hayamos
aprendido a originar conscientemente las circunstancias.
Son muchas las gentes incapaces de adaptarse a nada o a
nadie o tener éxito verdadero en la vida.
Al pensar en sí mismos desde el ángulo del trabajo esotérico
Gnóstico, se hace urgente averiguar con cual de estos tres tipos de relaciones
estamos en falta.
Puede suceder el caso concreto de que estemos
equivocadamente relacionados con el cuerpo físico y a consecuencia de ello
estemos enfermos.
Puede suceder que estemos mal relacionados con el mundo
exterior y como resultado tengamos conflictos, problemas económicos y sociales,
etc., etc., etc.
Puede que estemos mal relacionados consigo mismos y que
Secuencialmente suframos mucho por falta de iluminación interior.
Obviamente si la lámpara de nuestra recámara no se encuentra
conectada a la instalación eléctrica, nuestro aposento estará en tinieblas.
Quienes sufren por falta de iluminación interior, deben
conectar su mente con los Centros Superiores de su Ser.
Incuestionablemente necesitamos establecer correctas
relaciones no solo con nuestro Cuerpo Planetario (cuerpo físico) y con el mundo
exterior, sino también con cada una de las partes de nuestro propio Ser.
Los enfermos pesimistas cansados de tantos médicos y
medicinas, ya no desean curarse y los pacientes optimistas luchan por vivir.
En el Casino de Montecarlo muchos millonarios que perdieron
su fortuna en el juego, se suicidaron. Millones de madres pobres trabajan para
sostener a sus hijos.
Son incontables los aspirantes deprimidos que por falta de
poderes psíquicos y de iluminación intima, han renunciado al trabajo esotérico
sobre sí mismos. Pocos son los que saben aprovechar las adversidades.
En tiempos de rigurosa tentación, abatimiento y desolación,
uno debe apelar a la íntima recordación de sí mismo.
En el fondo de cada uno de nos está la TONANTZIN Azteca, la
STELLA MARIS, la ISIS Egipcia, Dios Madre, aguardándonos para sanar nuestro
adolorido corazón.
Cuando uno mismo se da el choque del "Recuerdo de
Sí", se produce realmente un cambio milagroso en todo él trabajo del
cuerpo, de modo que las células reciben un alimento diferente.
CAPÍTULO XXIV
LA CANCIÓN
PSICOLÓGICA
Ha llegado el momento de reflexionar muy seriamente sobre
eso que se llama "consideración interna".
No cabe la menor duda sobre el aspecto desastroso de la
"auto-consideración íntima"; ésta además de hipnotizar la conciencia,
nos hace perder muchísima energía.
Si uno no cometiera el error de identificarse tanto consigo
mismo, la auto-consideración interior seria algo mas que imposible.
Cuando uno se identifica consigo mismo, se quiere demasiado,
siente piedad por sí mismo, se auto-considera, piensa que siempre se ha portado
muy bien con fulano, con zutano, con la mujer, con los hijos, etc., y que nadie
lo ha sabido apreciar, etc. Total es un santo y todos los demás unos malvados,
unos bribones.
Una de las formas más corrientes de auto-consideración
intima es la preocupación por lo que otros puedan pensar sobre uno mismo; tal
vez supongan que no somos honrados, sinceros, verídicos, valientes, etc.
Lo más curioso de todo esto es que ignoramos lamentablemente
la enorme pérdida de energía que esta clase de preocupaciones nos trae.
Muchas actitudes hostiles hacia ciertas personas que ningún
mal nos han hecho, se debe precisamente a tales preocupaciones nacidas de la
auto-consideración intima.
En estas circunstancias, queriéndose tanto a sí mismo,
auto-considerándose de este modo, es claro que el YO o mejor dijéramos los Yoes
en vez de extinguirse se fortifican entonces espantosamente.
Identificado uno consigo mismo se apiada mucho de su propia
situación y hasta le da por hacer cuentas.
Así es como piensa que fulano, que zutano, que el compadre,
que la comadre, que el vecino, que el patrón, que el amigo, etc., etc., etc.,
no le han pagado como es debido a pesar de todas sus consabidas bondades y
embotellado en esto se vuelve insoportable y aburridor para todo el mundo.
Con un sujeto así, prácticamente no se puede hablar porque
cualquier conversación es seguro que va a parar a su librito de cuentas y a sus
tan cacareados sufrimientos.
Escrito está que en el trabajo esotérico Gnóstico, solo es
posible el crecimiento anímico mediante el perdón a los otros.
Si alguien vive de instante en instante, de momento en
momento, sufriendo por lo que le deben, por lo que le hicieron, por las amarguras
que le causaron, siempre con su misma canción, nada podrá crecer en su
interior.
La Oración del Señor ha dicho: "Perdónanos nuestras
deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores".
El sentimiento de que a uno le deben, el dolor por los males
que otros le causaron, etc., detiene todo progreso interior del alma.
Jesús el Gran KABIR, dijo: "Ponte de acuerdo con tu
adversario pronto, en tanto estás con él en el camino, no sea que el adversario
te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. De
cierto os digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el ultimo
cuadrante". (Mateo, V, 25, 26)
Si nos deben, debemos. Si exigimos que se nos pague hasta el
último denario, debemos pagar antes hasta el último cuadrante.
Esta es la "Ley del Talión", "Ojo por ojo y
diente por diente". "Círculo vicioso", absurdo.
Las disculpas, la cumplida satisfacción y las humillaciones
que a otros exigimos por los males que nos causaron, también a nosotros nos son
exigidas aunque nos consideremos mansas ovejas.
Colocarse uno bajo leyes innecesarias es absurdo, mejor es
ponerse a sí mismo bajo nuevas influencias.
La Ley de la Misericordia es una influencia mas elevada que
la Ley del hombre violento: "Ojo por ojo, diente por diente".
Es urgente, indispensable, inaplazable, colocarnos
inteligentemente bajo las influencias maravillosas del trabajo esotérico
Gnóstico, olvidar que nos deben y eliminar en nuestra psiquis cualquier forma
de auto-consideración.
Jamás debemos admitir dentro de nosotros, sentimientos de
venganza, resentimiento, emociones negativas, ansiedades por los males que nos
causaron, violencia, envidia, incesante recordación de deudas, etc., etc., etc.
La Gnosis está destinada a aquellos aspirantes sinceros que
verdaderamente quieran trabajar y cambiar.
Si observamos a las gentes podemos evidenciar en forma
directa, que cada persona tiene su propia canción.
Cada cual canta su propia canción psicológica; quiero
referirme en forma enfática a la cuestión esa de las cuentas psicológicas;
sentir que a uno le deben, quejarse, auto considerarse, etc.
A veces la gente "canta su canción, así por que
si", sin que se le dé cuerda, sin que se le aliente y en otras ocasiones
después de unas cuantas copas de vino...
Nosotros decimos que nuestra aburridora canción debe ser
eliminada; ésta nos incapacita interiormente, nos roba mucha energía.
En cuestiones de Psicología Revolucionaria, alguien que
canta demasiado bien, —no nos estamos refiriendo a la hermosea voz, ni al canto
físico—, ciertamente no puede ir mas allá de sí mismo; se queda en el pasado...
Una persona impedida por tristes canciones no puede cambiar
su Nivel de Ser; no puede ir más allá de lo que es.
Para pasar a un Nivel Superior del Ser, es preciso dejar de
ser lo que se es; necesitamos no ser lo que somos.
Si continuamos siendo lo que somos, nunca podremos pasar a
un Nivel Superior del Ser.
En el terreno de la vida práctica suceden cosas insólitas.
Muy a menudo una persona cualquiera traba amistad con otra, solo porque le es
fácil cantarle su canción.
Desafortunadamente tal clase de relaciones termina cuando al
cantante se le pide que se calle, que cambie el disco, que hable de otra cosa,
etc.
Entonces el cantante resentido, se va en busca de un nuevo
amigo, de alguien que esté dispuesto a escucharle por tiempo indefinido.
Comprensión exige el cantante, alguien que le comprenda,
como si fuera tan fácil comprender a otra persona.
Para comprender a otra persona es preciso comprenderse a sí
mismo. Desafortunadamente el buen cantante cree que se comprende a sí mismo.
Son muchos los cantantes decepcionados que cantan la canción
de no ser comprendidos y sueñan con un mundo maravilloso donde ellos son las
figuras centrales.
Sin embargo no todos los cantantes son públicos, también los
hay reservados; no cantan su canción directamente, más secretamente la cantan.
Son gente que ha trabajado mucho, que han sufrido demasiado,
se siente defraudada, piensa que la vida les debe todo aquello que nunca fueron
capaces de lograr.
Sienten por lo común una tristeza interior, una sensación de
monotonía y espantoso aburrimiento, cansancio íntimo o frustración a cuyo
alrededor se amontonan los pensamientos.
Incuestionablemente las canciones secretas nos cierran el
paso en el camino de la auto-realización íntima del Ser.
Desgraciadamente tales canciones interiores secretas, pasan
desapercibidas para sí mismos a menos que intencionalmente las observemos.
Obviamente toda observación de sí, deja penetrar la luz en
uno mismo, en sus profundidades íntimas.
Ningún cambio interior podría ocurrir en nuestra psiquis a
menos de ser llevado a la luz de la observación de sí.
Es indispensable observarse a sí mismo estando sólo, del
mismo modo que al estar en relación con la gente.
Cuando uno está sólo, "Yoes" muy diferentes,
pensamientos muy distintos, emociones negativas, etc., se presentan.
No siempre se está bien acompañado cuando se está sólo. Es
apenas normal, es muy natural, estar muy mal acompañado en plena soledad. Los
"Yoes" más negativos y peligrosos se presentan cuando se está solo.
Si queremos transformarnos radicalmente necesitamos
sacrificar nuestros propios sufrimientos.
Muchas veces expresamos nuestros
sufrimientos en canciones articuladas o inarticuladas.
V.M. SAMAEL AUN WEOR.
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