CAPITULO VII LA AMBICIÓN
La
AMBICIÓN tiene varias causas y una de ellas es eso que se llama MIEDO.
El
humilde muchacho que en los parques de las lujosas ciudades limpia el calzado
de los orgullosos caballeros, podría convertirse en ladrón si llegase a sentir
miedo a la pobreza, miedo a sí mismo, miedo a su futuro.
La
humilde modistilla que trabaja en el fastuoso almacén del potentado, podría
convertirse en ladrona o prostituta de la noche a la mañana, si llegase a
sentirle miedo al futuro, miedo a la vida, miedo a la vejez, miedo a sí misma,
etc.
El
elegante mesero del restaurante de lujo o del gran hotel, podría convertirse en
un GÁNSTER, en un asaltante de bancos, o en un ladrón muy fino, si por
desgracia llegase a sentir miedo de sí mismo, de su humilde posición de mesero,
de su propio porvenir, etc.
El
insignificante insecto ambiciona ser elegante. El pobre empleado de mostrador
que atiende a la clientela y que con paciencia nos muestra la corbata, la
camisa, los zapatos, haciendo muchas reverencias y sonriendo con fingida mansedumbre,
ambiciona algo mas porque tiene miedo, mucho miedo, miedo a la miseria, miedo a
su futuro sombrío, miedo a la vejez, etc.
La
AMBICIÓN es polifacética. La AMBICIÓN tiene cara de santo y cara de diablo,
cara de hombre y cara de mujer, cada de interés y cara de desinterés, cara de
virtuoso y cara de pecador.
Existe
AMBICIÓN en aquel que quiere casarse y en aquel VIEJO SOLTERÓN empedernido que
aborrece el matrimonio.
Existe
AMBICIÓN en el que desea con locura infinita "SER ALGUIEN",
"FIGURAR", "TREPAR" y existe AMBICIÓN en aquel que se hace
ANACORETA, que no desea nada de este mundo, porque su única AMBICIÓN es
alcanzar el CIELO, LIBERARSE, etc.
Existen
AMBICIONES TERRENALES y AMBICIONES ESPIRITUALES. A veces la AMBICIÓN usa la
máscara del DESINTERÉS y del SACRIFICIO.
Quien
no AMBICIONA este mundo ruin y MISERABLE, AMBICIONA el otro y quien no
AMBICIONA dinero, AMBICIONA PODERES PSÍQUICOS.
Al YO,
al MÍ MISMO, al SÍ MISMO, le encanta esconder la AMBICIÓN, meterla en los
recovecos más secretos de la mente y dice luego: "YO NO AMBICIONO
NADA", "YO AMO A MIS SEMEJANTES", "YO TRABAJO
DESINTERESADAMENTE POR EL BIEN DE TODOS LOS SERES HUMANOS".
EL
POLÍTICO ZORRO y que se las sabe todas, asombra a veces a las multitudes con
sus obras aparentemente desinteresadas, más cuando abandona el empleo, es
apenas normal que salga de su país con unos cuantos millones de dólares.
La
AMBICIÓN disfrazada con la MASCARA DEL DESINTERÉS, suele engañar a las gentes
más astutas.
Existen
en el mundo muchas gentes que sólo AMBICIONAN no ser AMBICIOSAS.
Son
muchas las gentes que renuncian a todas las pompas y vanidades del mundo porque
sólo AMBICIONAN su propio AUTO PERFECCIÓN INTIMA.
El
penitente que camina de rodillas basta el templo y que se flagela lleno de fe,
no ambiciona aparentemente nada y hasta se da el lujo de dar sin quitar nada a
nadie, pero es claro que AMBICIONA el MILAGRO, la curación, la salud para sí
mismo o para algún familiar, o bien, la salvación eterna.
Nosotros
admiramos a los hombres y mujeres verdaderamente religiosos, pero lamentamos
que no amen a su religión con todo DESINTERÉS.
Las
santas religiones, las sublimes sectas, ordenes, sociedades espirituales, etc.
merecen nuestro AMOR DESINTERESADO.
Es muy
raro encontrar en este mundo alguna persona que ame su religión, su escuela, su
secta, etc. desinteresadamente. Eso es lamentable.
Todo el
mundo está lleno de ambiciones. Hitler se lanzó a la guerra por ambición.
Todas
las guerras tienen su origen en el miedo y la AMBICIÓN. Todos los problemas más
graves de la vida tienen su origen en la AMBICIÓN.
Todo el
mundo vive en lucha contra todo el mundo debido a la ambición, unos contra
otros y todos contra todos.
Toda
persona en la vida AMBICIONA SER ALGO y la gente de cierta edad, maestros,
padres de familia, tutores, etc., estimulan a los niños, a las niñas, a las
señoritas, a los jóvenes, etc. a seguir por el camino horrendo de la AMBICIÓN.
Los
mayores les dicen a los alumnos y alumnas, tienes que ser algo en la vida,
volverte rico, casarte con gente millonaria, ser poderoso, etc. etc.
Las
generaciones viejas, horribles, feas, anticuadas, quieren que las nuevas
generaciones sean también ambiciosas, feas, y horribles como ellos.
Lo más
grave de todo esto, es que la gente nueva se deja "MAREAR" y también
se deja conducir por ese camino horrible de la AMBICIÓN.
Los
maestros y maestras deben enseñarle a los ALUMNOS y ALUMNAS que ningún trabajo
honrado merece desprecio, es absurdo mirar con desprecio al chofer del taxi, al
empleado de mostrador, al campesino, al limpiador de calzado, etc.
Todo
trabajo humilde es bello. Todo trabajo humilde es necesario en la vida social.
No
todos nacimos para ingenieros, gobernadores, presidentes, doctores, abogados,
etc.
En el
conglomerado social se necesitan todos los trabajos, todos los oficios, ningún
trabajo honrado puede jamás ser despreciable.
En la
vida práctica cada ser humano sirve para algo y lo importante es saber para que
sirve cada cual.
Es
deber de los MAESTROS y MAESTRAS descubrir la VOCACIÓN de cada estudiante y
orientarle en ese sentido.
Aquel
que trabare en la vida de acuerdo con su VOCACIÓN, trabajará con AMOR VERDADERO
y sin AMBICIÓN.
EL AMOR
debe reemplazar a la AMBICIÓN. La VOCACIÓN es aquello que realmente nos gusta,
aquella profesión que con alegría desempeñamos porque es lo que nos agrada, lo
que AMAMOS.
En la
vida moderna por desgracia las gentes trabajan a disgusto y por ambición porque
ejercen trabajos que no coinciden con su vocación.
Cuando
uno trabaja en lo que le gusta, en su vocación verdadera, lo hace con AMOR
porque AMA su vocación, porque sus ACTITUDES para la vida son precisamente las
de su vocación.
Ese
precisamente es el trabajo de los maestros. Saber orientar a sus alumnos y
alumnas, descubrir sus aptitudes, orientarles por el camino de su autentica
vocación.
CAPITULO VIII
EL AMOR
Desde
los mismos bancos de la escuela los alumnos y alumnas deben comprender en forma
ÍNTEGRA eso que se llama AMOR.
EL
MIEDO y la DEPENDENCIA suelen confundirse con el AMOR más no son AMOR.
Los
alumnos y alumnas dependen de sus padres y maestros y es claro que les respetan
y temen a la vez.
Los
niños y niñas, los jóvenes y señoritas dependen de sus padres para aquello del
vestido, la comida, el dinero, el albergue, etc. y a todas luces resulta claro
que se sienten protegidos, saben que dependen de sus padres y por ello les
respetan y hasta les temen, pero eso no es AMOR.
Para
muestra de lo que estamos diciendo podemos verificar con entera exactitud que
todo niño o niña, joven o señorita, le tiene más confianza a sus amiguitos o
amiguitas de la escuela, que a sus mismos padres.
Realmente
los niños, niñas, jóvenes y señoritas hablan con sus compañeritos y
compañeritas, cosas intimas que jamás en la vida hablarían con sus mismos
padres.
Eso nos
está demostrando que no hay confianza verdadera entre hijos y padres, que no
hay verdadero AMOR.
Se hace
URGENTE comprender que existe una diferencia radical entre el AMOR y eso que es
respeto, temor, dependencia, miedo.
Es
URGENTE saber respetar a nuestros padres y maestros, pero no confundir el
respeto con el AMOR.
EL
RESPETO y el AMOR deben estar ÍNTIMAMENTE UNIDOS, más no debemos confundir al
uno con el otro.
Los
padres temen por sus hijos, desean para ellos lo mejor: una buena profesión, un
buen matrimonio, protección, etc. y confunden a ese temor con el verdadero
AMOR.
Se hace
necesario comprender que sin AMOR VERDADERO es imposible que los padres y
maestros puedan guiar a las nuevas generaciones sabiamente aun cuando haya muy
buenas intenciones.
El
camino que conduce al ABISMO está empedrado con MUY BUENAS INTENCIONES.
Vemos
el caso mundialmente conocido de "LOS REBELDES SIN CAUSA". Esta es
una epidemia mental que se ha propagado por el mundo entero. Multitud de
"NIÑOS BIEN", dizque muy amados por sus padres, muy mimados, muy
queridos, asaltan transeúntes indefensos, golpean y violan mujeres, roban,
apedrean, andan en pandilla causando daño por todas partes, le faltan al
respeto a los maestros y padres de familia, etc. etc. etc.
Los
"REBELDES SIN CAUSA" son el producto de la falta de verdadero AMOR.
Donde
existe verdadero AMOR no pueden existir "REBELDES SIN CAUSA".
Si los
padres de familia AMARAN de verdad a sus hijos sabrían orientarlos
inteligentemente y entonces no existirían los "REBELDES SIN CAUSA".
Los
rebeldes sin causa son el producto de una mala orientación.
Los
padres de familia no han tenido suficiente AMOR como para dedicarse de verdad a
orientar a sus hijos sabiamente.
Los
padres de familia modernos sólo piensan en dinero y darle al hijo más y más, y
coche último modelo, y trajes de última moda, etc. pero no aman de verdad no
saben amar y por ello "los rebeldes sin causa".
La
superficialidad de esta época se debe a la falta de AMOR VERDADERO.
La vida
moderna es semejante a un charco sin hondura, sin profundidad.
En el
lago profundo de la vida, pueden vivir muchas criaturas, muchos peces, pero el
charco situado en la vera del camino, pronto se seca con los ardientes rayos
del sol y entonces lo único que queda es el lodo, la podredumbre, la fealdad.
Es
imposible comprender la belleza de la vida en todo su esplendor, si no hemos
aprendido a AMAR.
Las
gentes confunden al respeto y al temor con eso que se llama AMOR.
Respetamos
a nuestros superiores y les tememos y entonces creemos que les amamos.
Los
niños temen a sus padres y maestros y les respetan y creen entonces que les
aman.
Teme el
niño al látigo, a la férula, a la mala calificación, al regaño en la casa o en
la escuela, etc. y cree entonces que ama a sus padres y maestros pero en
realidad sólo les teme.
Dependemos
del empleo, del patrón, tememos a la miseria, a quedarnos sin trabajo y
entonces creemos que amamos al patrón y hasta velamos por sus intereses,
cuidamos sus propiedades pero eso no es AMOR, eso es temor.
Muchas
gentes tienen miedo de pensar por sí mismas en los misterios de la vida y de la
muerte, miedo a inquirir, investigar, comprender, estudiar, etc. y entonces
exclaman: ¡YO AMO A DIOS, Y CON ESO ES SUFICIENTE!
Creen
que aman a DIOS pero en realidad no AMAN, temen.
En
tiempos de guerra la esposa siente que adora a su marido más que nunca y anhela
con ansiedad infinita su regreso a casa, pero en realidad no le ama, sólo teme
a quedarse sin marido, sin protección, etc. etc. etc.
La
esclavitud psicológica, la dependencia, el depender de alguien, no es AMOR. Es
únicamente TEMOR y eso es todo.
El niño
en sus estudios depende del MAESTRO o MAESTRA y es claro que le teme a la
EXPULSIÓN, a la mala calificación, al regaño y muchas veces cree que le AMA
pero lo que sucede es que le teme.
Cuando
la esposa está de parto o en peligro de muerte por cualquier enfermedad, el
esposo cree que la ama mucho más, pero en realidad lo que sucede es que teme
perderla, depende de ella en muchas cosas, como son comida, sexo, lavado de
ropa, caricias, etc. y teme perderla. Eso no es AMOR.
Todo el
mundo dice que adora a todo el mundo pero no hay tal: Es muy raro hallar en la
vida alguien que sepa AMAR VERDADERAMENTE.
Si los
padres amaran de verdad a sus hijos, si los hijos amaran de verdad a sus
padres, si los maestros amaran de verdad a sus alumnos y alumnas no podrían
haber guerras. Las guerras serían imposibles en un ciento por ciento.
Lo que
sucede es que la gente no ha comprendido lo que es el amor, y a todo temor y a
toda esclavitud psicológica, y a toda pasión, etc. la confunden con eso que se
llama AMOR.
La
gente no sabe AMAR, si la gente supiera amar, la vida sería de hecho un
paraíso.
Los
ENAMORADOS creen que están amando y muchos hasta serían capaces de jurar con
sangre que están amando. Más sólo están APASIONADOS. Satisfecha la PASIÓN, el
castillo de naipes se viene al suelo.
La
PASIÓN suele engañar la MENTE y el CORAZÓN. Todo APASIONADO cree que está
ENAMORADO.
Es muy
raro hallar en la vida alguna pareja verdaderamente enamorada. Abundan las
parejas de APASIONADOS pero es dificilísimo encontrar una pareja de ENAMORADOS.
Todos
los artistas le cantan al AMOR pero no saben que cosa es el AMOR y confunden a
la PASIÓN con el AMOR.
Si hay
algo muy difícil en esta vida, es NO confundir a la PASIÓN con el AMOR.
LA
PASIÓN es el veneno más delicioso y más sutil que se pueda concebir, siempre
termina triunfando a precio de sangre.
La
PASIÓN es SEXUAL ciento por ciento, la PASIÓN es bestial pero algunas veces es
también muy refinada y sutil. Siempre se confunde con el AMOR.
Los
maestros y maestras deben enseñarle a los alumnos, jóvenes y señoritas, a
diferenciar entre el AMOR y la PASIÓN. Sólo así se evitarán más tarde muchas
tragedias en la vida.
Los
maestros y maestras están obligados a formar la responsabilidad de los alumnos
y alumnas y por ello deben prepararlos debidamente para que no se conviertan en
trágicos en la vida.
Es
necesario comprender eso que es AMOR, eso que no se puede mezclar con los
celos, pasiones, violencias, temor, apegos, dependencia psicológica, etc. etc.
etc.
EL AMOR
desgraciadamente no existe en los seres humanos, pero tampoco es algo que se
puede ADQUIRIR, comprar, cultivar como flor de invernadero, etc.
EL AMOR
debe NACER en nosotros y sólo NACE cuando hemos comprendido a fondo lo que es
el ODIO que llevamos dentro, lo que es el TEMOR, LA PASIÓN SEXUAL, el miedo, la
esclavitud psicológica, la dependencia, etc. etc. etc.
Debemos
comprender lo que son estos defectos PSICOLÓGICOS, debemos comprender como se
procesan en nosotros no sólo en el nivel intelectual de la vida, sino también
en otros niveles ocultos y desconocidos del SUBCONSCIENTE.
Se hace
necesario extraer de los distintos recovecos de la mente todos esos defectos.
Sólo así nace en nosotros en forma espontánea y pura, eso que se llama AMOR.
Es
imposible querer transformar el mundo sin la llamarada del AMOR. Sólo el AMOR
puede de verdad transformar el mundo.
V.M. SAMAEL AUN WEOR.
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