Maestro. ¿Cómo se sacrifica el dolor?
Discípulo. No identificándose uno
con eso, sino tratar de comprender que es un acontecimiento que tiene relación
con el karma, ahí...
M. Está un poco vaga la respuesta...
D. ¡Mmm!...
M. Muy vaga, muy vaga... Generalmente..., voy a decirles a ustedes una gran verdad: el dolor solamente SE SACRIFICA AUTOEXPLORÁNDOLO Y HACIÉNDOLE LA DISECCIÓN. Tengamos un caso concreto: Pongamos que un hombre, de pronto, encuentra a su mujer platicando muy quedito, por ahí en un cuarto, con otro hombre. Realmente, esto puede provocarle ciertos celos, ¿no?...
Ahora, si encuentra a la mujer ya
“demasiado quedito”, en demasiada intimidad con un sujeto X-X, puede haber un
estallido de celos, ¿no? Acompañado de un gran disgusto, ¿no?; tal vez hasta
una riña con el otro hombre, en fin, por celos...
Esto produce un dolor espantoso
al marido, al marido ofendido, ¿no? Que hasta puede dar origen a un divorcio,
¿no?; un dolor moral horripilante...
Sin embargo, aunque platicaba muy
quedito, no estaba haciendo nada malo; pero la mente puede hacer muchas
conjeturas y aunque la mujer niegue, niegue, la mente tiene muchos ardides, muchos
recovecos, en los que se forman, realmente, muchas conjeturas...
¿Qué hacer para salvarse de ese
dolor, cómo aprovecharlo? ¿Cómo renunciar al dolor que le ha producido eso? Hay
una forma de resolverlo y de sacrificar ese dolor. ¿Cuál? La AUTORREFLEXIÓN EVIDENTE
DEL SER, la AUTOEXPLORACIÓN DE SÍ MISMO.
¿Están seguros ustedes, por
ejemplo, de que ustedes nunca han tenido relación con otra mujer? ¿Se está
seguro de que jamás se ha acostado uno a dormir con otra fémina? ¿Se está
seguro de que jamás uno ha sido adúltero, ni esta ni en pasadas
reencarnaciones? Claro está que no, ¿no?
Porque todos, en el pasado,
fuimos adúlteros y fornicarios, eso es obvio.
Si uno llega a la conclusión,
pues, de que uno también fue fornicario y adúltero, entonces ¿con qué autoridad
está juzgando a la mujer? ¿Por qué lo hace? Al juzgarla, lo hace sin autoridad.
Y ya Jesús, el Cristo, en la
parábola de la mujer adúltera (aquélla mujer de los Evangelios Crísticos),
exclamó: “¡El que se sienta libre de pecado, que arroje la primera piedra!”
Nadie la arrojó, ni el mismo Jesús se atrevió a arrojarla... Le dijo: “¿Mujer,
donde están los que te acusaban? Ni yo mismo te acuso; vete y no peques más”...
Ni él mismo, que era tan perfecto, se atrevió... ...ahora,
¿nosotros con que autoridad lo
haríamos?
Entonces, ¿quién es el que nos
está provocando el sufrimiento, el supremo dolor? ¿No es acaso el DEMONIO DE
LOS CELOS? ¡Obviamente! ¿Qué otro demonio? El Yo del AMOR PROPIO, que ha sido
herido mortalmente, ¿no? El Yo del Amor propio es egoísta en un ciento por
ciento... ¿Y qué otro? El Yo, dijéramos, de la AUTOIMPORTANCIA (se siente muy
importante; se dirá: “Yo, señor don fulano del tal, ¿y que esta mujer venga
aquí, con esa clase de conducta?”) ¡Vean qué orgullo tan terrible el del señor
de la AUTOIMPORTANCIA!, ¿no? O aquél otro de la INTOLERANCIA que dice: “¡Fuera,
adúltera; te condeno, malvada; yo soy virtuoso, intachable!” He ahí pues el
delito dentro de uno mismo; ese tipo de Yoes son los que vienen a producir el
dolor...
Cuando uno ha llegado a la
conclusión de que son esos Yoes los que le han producido el dolor, entonces se
concentra en la Madre Divina Kundalini y ella desintegra esos Yoes; al quedar desintegrados
ya, el dolor termina. Al terminar el dolor, queda la Conciencia... ...libre; entonces, mediante el SACRIFICIO
DEL DOLOR se ha aumentado la Conciencia, y se ha adquirido fortaleza...,
mediante el sacrificio del
dolor...
Ahora, supongamos que no fueron
simples celos, sino que fue más lejos, que sí hubo adulterio de verdad, verdad;
entonces tendrá que venir el divorcio, porque eso lo autoriza la Ley Divina, ¿no?
En ese caso, también puede
decirse con absoluta seguridad, que se puede sacrificar también ese dolor y
decir: “Bueno, ya adulteró; ¿yo estoy seguro de no haber adulterado jamás?
Claro está que no. Entonces, ¿por qué condeno? No tengo derecho a condenar a
nadie, porque el que se sienta libre de pecado, que arroje la primera piedra...
Entonces, ¿quién es el que me está proporcionando el dolor? Los Yoes de la
intolerancia, de la autoimportancia, de los celos, del amor propio, etc.”...
Entonces, si llegó a la
conclusión de que son esos los que le están ocasionando el dolor,
entonces, a trabajar para
desintegrarlos y el dolor desaparece, queda eliminado. ¿Por qué? Porque se ha
sacrificado y eso trae un aumento de Conciencia, porque aquellas energías que
estaban involucradas en el dolor, quedan liberadas; trae no solamente la paz
del corazón tranquilo, sino que además trae un aumento de Conciencia, un
acrecentamiento de la Conciencia; eso se llama “SACRIFICAR EL DOLOR”.
Pero la gente es capaz de todo,
menos de sacrificar sus dolores, QUIERE MUCHO SUS DOLORES; y resulta que los
máximos dolores son los que brindan a uno las mejores oportunidades para el
despertar, para el despertar de la Conciencia... Pero hay que aprender a
sacrificar el dolor.
Y hay muchas clases de dolores:
Por ejemplo, un insultador, ¿no? ¿Qué provoca un insultador?
Pues el deseo de venganza
inmediata, muy inmediatamente. ¿Por qué? Por las palabras dichas.
Pero si uno NO SE IDENTIFICA con
los Yoes de la venganza, es claro que no contestaríamos al insulto con el
insulto; Pero si uno se identifica con los Yoes de la venganza, éstos lo
relacionan a uno a su vez con otros Yoes más perversos, y termina uno en manos
de Yoes terriblemente perversos haciendo disparate y medio.
Porque así como existe fuera de
nosotros una ciudad (por ejemplo, la ciudad de México, o cualquier ciudad del
mundo donde uno viva), así también, dentro de uno mismo hay una CIUDAD PSICOLÓGICA;
eso es claro.
Así como en la ciudad ésta de la
vida urbana, común y corriente, hay gentes de toda clase: Colonias de gentes
buenas, colonias de gentes malas, así también sucede con la Ciudad Interior, con
la Ciudad Psicológica; en esa Ciudad Psicológica viven muchas gentes, muchas
gentes (nuestros propios Yoes son esas gentes que viven allí) y hay colonias de
gentes decididamente perversas; y hay colonias de gentes medias y hay colonias
de gentes más o menos selectas (nuestra propia Ciudad Psicológica es eso).
Si uno se identifica, por
ejemplo, con un Yo de venganza, éste a su vez lo relaciona a uno con otros Yoes
de barrios muy bajos, donde viven asesinos, ladrones, etc., y al relacionarse
con esos, ellos a su vez llegan y lo controlan a uno, le controlan el cerebro y
resultan haciendo barbaridad y media, y va uno a parar, por último, a la
cárcel...
Pero, ¿cómo evitar, entonces,
caer uno en semejantes absurdos? Pues, NO IDENTIFICÁNDOSE CON EL INSULTADOR, no
identificándose...
Hay Yoes dentro de uno mismo que
le dictan lo que debe hacer y le dicen: “Contesta, véngate, sácate el clavo,
desquítate!”... Si uno se identifica con ellos, termina haciéndolo:
Contestando, pues, ¿al insultador; termina uno vengándose, desquitándose, etc.
Pero si uno no se identifica con el Yo que le está dictando que haga semejante
tontería, pues, entonces no hace eso.
En todo caso, el Insultador deja,
dijéramos, en el fondo del insultado, o del ofendido, deja el dolor. Lo
interesante sería que el ofendido pudiera sacrificar ese dolor; y puede
SACRIFICARLO A TRAVÉS DE LA MEDITACIÓN.
COMPRENDER que el insultador es
una máquina que está controlada por determinado Yo insultante, y que lo ha
insultado un Yo. Comprender también que uno es una máquina y que dentro tiene
Yoes de insulto. Entonces, si uno compara y dice: “Aquél me insulta, pero yo
dentro de mí también tengo muchos Yoes del insulto; pues no tengo yo por qué
condenar aquél, puesto que yo cargo lo mismo que aquél; Y si yo cargo dentro de
mí también Yoes del insulto, pues no tengo por qué condenarlo... Además, ¿qué
es lo que se ha herido en mí? Posiblemente el amor propio, posiblemente el orgullo.
Pero antes tengo que descubrir si fue el amor propio, o si fue el orgullo, o
qué”...
Cuando uno ha descubierto quién
fue el que se hirió, pues si fue el orgullo, pues a DESINTEGRAR el orgullo; si
fue el amor propio, pues a desintegrar el amor propio. Esto da como resultado, que
al desintegra eso, queda libre del dolor, ha sacrificado el dolor y en su
reemplazo HA NACIDO UNA VIRTUD: La de la Serenidad (ha despertado aún más)...
Hay que tener en cuenta entonces
esto y aprender a sacrificar el dolor. La gente es capaz de sacrificarlo todo,
menos el dolor: Quieren mucho sus propios sufrimientos, los idolatran; he ahí
el error.
Aprender a sacrificar uno sus
mismos dolores, es lo interesante para PODER DESPERTAR CONCIENCIA. Claro, no es
cosa fácil, el trabajo es duro; ir contra uno mismo es algo muy duro, no es muy
dulce. Pero sí vale la pena irse uno contra sí mismo, por el resultado que se
va a obtener: El despertar... De manera que, ¿van entendiendo ustedes?...
Discípulo. Ahora, de pronto sería
ridículo preguntarle algo que me viene ahorita mismo a la Mente: Como yo me doy
cuento que nadie, o casi nadie tiene esa capacidad de análisis con la que usted
cuenta... ...a trabajos tan profundos,
¿no? Pero, ¿qué es lo que le ha dado a usted esa capacidad de análisis?
Maestro. Les voy a ser sincero a
ustedes: En principio la capacidad de análisis (aunque yo pensaba que era
extraordinaria), resulta, con respecto a la actual capacidad que tengo, algo
incipiente.
LA CAPACIDAD ACTUAL que tengo SE
DESARROLLÓ, pues, DE UNA CAPACIDAD INCIPIENTE.
Esa capacidad de análisis actual
no deviene ya de otra cosa sino a la disolución del Ego.
Resulta que cuando un tiene Ego
es muy torpe, pero CUANDO UNO DESINTEGRA EL EGO, LA ESENCIA QUEDARÁ LIBRE; y la
Esencia libre le confiere a uno INTELIGENCIA.
Pero el que tiene Ego cree que es
inteligente. No lo es, pero el cree que lo es y no lo es. Podrá ser
intelectual, pero una cosa es ser intelectual y otra cosa es ser inteligente.
Hay que hacer una plena diferenciación entre el intelectual y el inteligente.
Cuando uno aniquila el Ego,
aflora entonces la inteligencia, pero en una forma natural,
espontánea. Cuando uno no tiene
Ego es inteligente. Pero cuando sí tiene Ego (aunque se crea muy inteligente
por el hecho de haber leído o de pertenecer a tal o cual Escuela, o ser un
magnífico intelectual) no loes, no es inteligente. Ésa es la realidad de los
hechos...
Yo cuando tenía Ego, pensaba que
tenía una gran capacidad de análisis. Después de destruir el Ego, he venido a
comprender que en aquella época mi capacidad de análisis era incipiente; hasta yo
creía que era gigantesca por el hecho de haber leído. Sólo el tiempo me vino a
demostrar que no era tan grande como yo pensaba.
Así que lo importante en la vida
es tener esa capacidad de la AUTORREFLEXIÓN EVIDENTE DEL SER. Pero ésta aflora
con la aniquilación del Ego, así puede uno ver las cosas más clara.
Por eso es que hay NUEVE CLASES
DE RAZÓN. Ante todo me refiero a la RAZÓN OBJETIVA, no a la RAZÓN SUBJETIVA,
sino a la otra. La Razón Subjetiva es distinta a la Objetiva, porque la Razón
Objetiva se fundamenta en la Conciencia; la Conciencia, dijéramos, aporta los
datos a la Mente Interior para que esta puede razonar.
Y esa capacidad de razonamiento
de la Mente Interior es maravilloso, es formidable, porque solamente funciona
con los resortes de la Conciencia. Porque la Mente Interior tiene Nueve Grados de
desarrollo.
¿Cómo podría saberse, o conocerse
el grado de desarrollo de la Razón Objetiva o Mente Interior de las personas?
Se conoce, exclusivamente, en los CUERNOS...
D. ¿En los qué?
M. En los Cuernos...
D. También le dicen “cachos”...
M. Bueno eso es por allá, aquí
estamos en México. De manera que si en los Cuernos aparece, por ejemplo, un
solo TRIDENTE, indica que es un Liberado de Razón Objetiva (hasta ahora) de Primer
Grado; pero si aparecen dos Tridentes, esa persona estaría en el Segundo Grado
de la Razón Objetiva; si aparecen tres Tridentes: En el Tercer Grado de la
Razón Objetiva; si aparecen cuatro Tridentes: En el Cuarto Grado de la Razón
Objetiva; si aparecen cinco Tridentes: Ya es Venerabilísimo en todo el
Megalocosmos; pero si aparecen seis Tridentes: ¡Oh!, ha alcanzado el grado,
como dice Gurdjieff, de Anklad; ha alcanzado el SAGRADO ANKLAD.
Seis Tridentes los tienen
únicamente los que han hecho la Gran Obra, nada más. Pero ahí no se queda eso,
porque del Sexto Grado de desarrollo de la Razón Objetiva a donde se debe
llegar, que es al Eterno Padre Cósmico Común, hay todavía tres grados más.
Quien llegue al Noveno Grado de
desarrollo en la Mente Interior, incuestionablemente ya está perfectísimo en
toda su plenitud, ya puede sumergirse entre el seno del Eterno Padre Cósmico Común.
Se conoce, en todo caso, el grado
de desarrollo de la Razón Objetiva por los Tridentes de los Cuernos. Bueno.
Pero podría decirse que los cuernos los tienen solamente los demonios, no, en todo
hay su pro y su contra. Si bien es cierto, por ejemplo, que la electricidad
puede servir para los usos industriales, también sirve para matar...
Hoy en día está convertido en
DIABLO, la gente lo tiene convertido en Diablo. Visto interiormente, con el
sentido de la autoobservación psicológica desarrollado, se puede ver un
verdadero Diablo. Así lo tiene la pobre gente...
Pero cuando uno comienza a
desintegrar el Ego, él comienza a blanquearse. Cuando uno sabe sacrificar sus
propios sufrimientos, él comienza a blanquear. Cuando uno a desintegrado
completamente al Ego, él resplandece gloriosamente, y al integrarse con el
Iniciado lo transforma en ARCÁNGEL, porque él mismo viene a convertirse en
Arcángel.
Y conservará siempre sus Cuernos.
Pero en los Cuernos están los Tridentes, y el número de Tridentes significa el
grado de desarrollo alcanzado en la Razón Objetiva del Ser.
De manera que llegar uno a poder,
dijéramos, comprender, analizar o, dijéramos, discernir con la Razón Objetiva
las verdades más trascendentales del Espíritu, del Ser, es algo grandioso, ¿no?
Pero eso no se consigue de la noche a la mañana, sino mediante el desarrollo de
la Razón Objetiva. Y la Razón Objetiva no puede desarrollarse sino mediante los
sucesivos despertares de la Conciencia.
Conforme la Conciencia va
despertando más y más, conforme se va haciendo más y más objetiva, conforme se
va desarrollando y acrecentando en cada uno de nosotros, así también y de la misma
manera, su vehículo, la Mente Interior, se va desarrollando. Es decir, los
funcionalismos de la Razón Objetiva, obviamente se van desarrollando.
Pero distingamos entre Razón
Objetiva y Razón Subjetiva. La gente tiene la Razón Subjetiva desarrollada,
pero no tiene la Razón Objetiva del Ser, porque hay TRES MENTES.
La MENTE SENSUAL elabora sus
conceptos de contenido, con los datos aportados por los sentidos; ella no puede
saber nada de la Verdad, ni de Dios, ni del Universo; ahí está la Razón de tipo,
perfectamente, Subjetivo.
LA MENTE INTERMEDIA, donde están
depositadas las creencias, tampoco puede saber nada sobre lo Real Por último la
MENTE INTERIOR, ésta es el vehículo de la Conciencia. Conforme la Conciencia va
despertando, la Mente Interior va desarrollándose en sus procesos analíticos
objetivos en forma extraordinaria.
De manera que quien llega a
tener, por ejemplo, el desarrollo total del Noveno Grado, y llega a tener los
Nueve Tridentes en los Cuernos de su LUCIFER particular, individual,
indubitablemente se ha hecho absolutamente consciente de lo Real, de la Verdad,
pues hasta puede procesar análisis sobre la misma; es un Dios...
D. ¿Un Paramartha-satya?
M. Podría decirse,
PARAMARTHA-SATYA. Pero no se alcanza semejantes estaturas sino mediante los
sucesivos despertares de la Conciencia y no se puede llegar a esos sucesivos
despertares de la Conciencia, sino sacrificando el dolor, aprendiendo a
sacrificar los propios sufrimientos. Porque, en realidad de verdad, cada vez
que uno sacrifica un sufrimiento, se acrecienta la Conciencia y se adquiere más
fortaleza psicológica.
Eso está perfectamente,
dijéramos, evidenciado. SACRIFICAR EL DOLOR: Ésa es la clave más extraordinaria
que hay para ir procesando el despertar de la Conciencia. Estos diversos
despertares, a su vez van, dijéramos, acrecentando o intensificando el
desarrollo de la Razón Objetiva, que pertenece, como ya dije, a la MENTE
INTERIOR PROFUNDA.
Por este camino se libera: Hay
que ir acrecentando la Conciencia y conforme uno va acrecentando la Conciencia,
VA “MATANDO” KARMA, ¡y lo “mata” uno!: Si alguien, por ejemplo, se hace consciente
del dolor que le produjo un negocio mal hecho (supongamos por ejemplo),
descubre que el Yo del egoísmo estaba activo; entonces lo desintegra y “mata”
karma; o descubre que el Yo de la ambición estaba activo, “mata” karma al
desintegrarlo.
Y si las gentes aprovecharan
hasta el más ínfimo dolor de su vida para sacrificarlo, a la hora de la muerte
desencarnarían sin karma, con Conciencia completamente lúcida, despierta y sin
karma...
Ahora, en la práctica hemos
podido evidenciar que, realmente, los demás no son los que nos producen a
nosotros los dolores, los sufrimientos; los sufrimientos los producimos nosotros
mismos.
Por ejemplo, supongamos que a uno
de ustedes le roba un ladrón su cartera, bueno, “se la vuela”. Entonces dicen
ustedes: “¡Me acaban de robar, he perdido mi dinero!” Luego viene la angustia:
“¡Quedé sin dinero”. El espantoso
sufrimiento: “¡Quedé sin dinero, ¿y ahora qué hago?”...
Pero vamos a ver: ¿El ladrón nos
produjo el dolor, o quién? Y claro, ustedes dirían: “El
ladrón”... Pero si se ustedes
autoexploran a sí mismos, descubrirán que dentro de ustedes está el Yo del
apego al dinero, o de apego a la cartera; detrás también puede estar el Yo del
temor que exclama: “Y ahora ¿qué haré sin dinero?”...
De manera que está el Yo del
apego y el Yo del temor; esos Yoes producen angustia. Pero si uno a través de
la Meditación sacrifica el dolor, pues comprende uno que el dinero es pasajero,
que las cosas materiales son vanas e ilusorias; si se hace consciente de esa
verdad, si esa verdad no queda simplemente en el intelecto sino que se queda en
la Conciencia; si llega uno a comprender que estaba apegado a su cartera y a su
dinero; si llega uno a comprender que tiene temor de verse sin dinero ante a
los problemas de la vida, entonces se propone, naturalmente, acabar con esos
dos Yoes: El del temor y el del apego, ¿no?
Dice: “Voy a sacrificar el dolor,
porque éste es vano e ilusorio”, y le hace la disección a ese dolor y llega a
comprender que es vano e ilusorio (porque la cartera, el dinero, todas ésas son
cosas perecederas), pues, termina desintegrando el Yo del apego al dinero y al
Yo del temor. Y en esa forma se sacrifica su dolor y desaparece el dolor.
Pero, realmente, al llegar a esas
alturas, digo yo, viene uno a darse cuenta quién era en
verdad el que le estaba
produciendo el dolor: No fue el ladrón el que le produjo el dolor, sino el Yo del
apego a las cosas materiales y el Yo del temor.
Y lo viene a comprobar uno
después que sacrifica el dolor, después que desintegra los Yoes del temor y del
apego; y viene a comprender porque el dolor desaparece absolutamente... ...las causas del dolor las
lleva uno dentro de sí mismo, no fuera de sí mismo, sino dentro.
Si uno no sacrifica al dolor, no
será feliz jamás. Y las causas del dolor no están fuera de uno mismo sino
dentro de uno mismo... Yo he llegado a esas reflexiones.
D. Es que este tipo de
reflexiones son necesarísimas para los estudiantes de... ...porque usted sienta bases, digamos, en sus
libros, o en (bueno, más que nada en sus libros, ¿no?). Pero en este aspecto de
la Tercera Cámara (el psicológico), es de una ayuda espantosa para los
estudiantes ahora, claro, porque allí encuentran ellos, digamos, un apoyo hacia
lo que son, digamos, los análisis de muchos aspectos del Ego que no puede uno
penetrar en ellos por falta de capacidad. Yo creo que es de bastante
importancia el aspecto psicológico en la Tercera Cámara...
M. A mí me hubiera gustado
desarrollar el aspecto psicológico, pero como hubo un matrimonio, mi Ser,
orientó todo hacia la Alquimia. Pero EL ASPECTO PSICOLÓGICO ES FUNDAMENTAL, es
fundamental...
Pero lo que más lo perjudica a
uno es identificarse. Por que si un Yo, por ejemplo, le dice a uno: “Véngate de
aquél que te ha causado un dolor”, y le sugiere a uno la idea de vengarse, y
uno se identifica con ése que está ahí sugiriendo esas ideas, pues termina, al
fin y al cabo, vengándose.
Ahora, ¿cómo se relacionan los
Yoes unos con otros? Piensen ustedes en una ciudad: la
CIUDAD PSICOLÓGICA; tiene,
dijéramos, colonias donde vive gente “sana” y colonias donde vive gente
perversa; colonias donde vive gente “sana” y perversa y de todo un poco;
suburbios más o menos malos y suburbios regulares, etc., llenos de mucha
gente...
Todas esas personas que viven esa
Ciudad Psicológica que nosotros cargamos en nuestro interior, son nuestros
propios Yoes, son personas, personas...
Y esas personas, pues, aprovechan
cualquier oportunidad para manifestarse a través de nosotros.
Por ejemplo: Si uno le pone mucho
cuidado a un Yo de venganza, entonces se identifica con él, se pierde en él,
vive en él y termina uno haciendo lo que él quiere: comete uno errores
gravísimos que lo llevan a la cárcel.
Esto se me parecería en el Mundo
Físico, por ejemplo, al caso de una persona... En el Mundo Físico hay muchas
personas; supongamos que una persona cualquiera pudiera perderse en uno, por un... ...entonces resultaría uno haciendo las
barbaridades que esa persona tiene en su Mente, ¿no? Pues, esto es algo
semejante.
Esas personas que viven en la
Ciudad Psicológica, pues, son los Yoes. Y si uno le pone mucho cuidado a un Yo
perverso, ése lo relaciona a uno con habitantes de los barrios más perversos de
la Ciudad Psicológica; y esos otros lo relaciona con otros perversos peores que
viven en las distintas calles de la Ciudad Psicológica; conclusión: Termina uno
haciendo barbaridades.
De manera que lo más grave que
hay es identificarse con esos Yoes. ¿Qué diríamos (sería el colmo de los
colmos), ¿no? Que un ciudadano que va pasando por la calle pudiera perderse en uno?
Sería horrible, ¿no? Es lo mismo que sucede con los Yoes: los “ciudadanos” que
viven entre la Ciudad Psicológica procuran perderse en uno para hacer
barbaridades.
D. Se establecen...
M. Se establecen en uno; uno en
ellos y ellos en uno, y resulta uno haciendo cosas incongruentes, haciendo; y
diciendo y haciendo cosas incongruentes...
Y, dijéramos, los trucos que
ellos tienen para meterse dentro uno y para perderse en uno, es precisamente la
identificación. Lo más grave es identificarse con esa “gente” que vive en la
Ciudad Psicológica, es lo más grave...
Bueno, vamos a acostarnos. Ahí
quedó grabado todo en esa cinta para los que la escuchen.
[Aquí cortan la grabación para
reanudarla poco después en otra parte de la casa].
...En aprender a sacrificar nuestros propios
sufrimientos...
D. Ésa es la clave, ¿no?
M. Claro, provocar despertares
por millares; sacrificar los propios sufrimientos...
D. Sacrificar los propios
sufrimientos...
M. Bueno eso..., y la gente no
está dispuesta a sacrificarlos, los quieren demasiado. Pero si uno los
sacrifica logra el despertar; y vienen los despertares siguientes.
D. ...A través del dolor, ¿no?, ¿el dolor
psicológico?
M. Sí, se produce dolor de
sacrificar el dolor. Pero el resultado es el despertar. Total: Con ese trabajo
queda libre. Por eso es que vale la pena vivir, ¿no? Porque tiene la oportunidad,
precisamente, de sacrificarse.
D. Es que esa oportunidad está
cada día en nosotros, Maestro...
M. Y a cada instante.
D. Y a cada instante...
M. Hay mucha gente que nos rodea
y nos proporciona sufrimientos, diría yo. Pero ¿quién nos proporciona los
sufrimientos... ...La
realidad es que los sufrimientos se los proporcionan a uno los Yoes que carga
en su interior. Las causas del dolor no está fuera de uno, sino dentro de uno;
ésa es la realidad...
[Vuelven a detener la grabación
que le están haciendo al Maestro para continuar después, al parecer por el
ruido ambiental].
...El Sagrado Anklad, es decir, ha hecho la
Gran Obra. Sin embargo, de ahí, al seno del
Eterno Padre Cósmico Común (que
es el Absoluto, el Omnimisericordioso), hay que pasar por tres grados más de
perfeccionamiento de la Razón Objetiva. Lo que significa que hay que hacerse
consciente, totalmente, de todas las Grandes Verdades Trascendentales del Ser.
De manera que quien se sumerge
ya, dentro del seno del Eterno Padre Cósmico Común llego su Razonamiento
Objetivo a la Perfección absoluta. Se ha hecho consciente, totalmente, de la
Divinidad y puede verbalizarla totalmente.
Tiene una capacidad de
Omnisciencia única, ¿no? Porque una cosa es la Verdad in abstracto, y otra cosa
es la Verdad ya, perfecta... ...y hasta
verbalizada a través de la Razón Objetiva. He ahí la diferencia.
Una diferencia semejante, podría
decirse (por ejemplo, una paralela exacta para ser más claros), hay entre el
oro en bruto y una preciosa joya...
...pulida. Una cosa es la Verdad in abstracto y otra cosa es la Verdad
ya expresada en forma objetiva a través de la Razón Objetiva perfeccionada...
D. Está pulida la joya...
M. Claro, eso hay que saberlo,
pues, entender. Los Tridentes indican el grado de perfeccionamiento de la Razón
Objetiva; eso es obvio.
En todo caso, pues, la base del
perfeccionamiento de la Razón Objetiva estriba en que se esté más o menos
“muerto”.
Ahora, sólo el Lucifer con sus
Tridentes puede indicarnos con exactitud el Camino. ¿Por qué?
Porque, sencillamente (ésa es una
gran verdad), él es el que da el impulso y el material para la Gran Obra.
El Christus-Lucifer desciende
hasta nuestros propios Infiernos Atómicos para servirnos de escalera y para
subir; he ahí lo grande del Christus-Lucifer.
Es rebelde el Christus-Lucifer, y
es claro que los pietistas, mojigatos, mentecatos, se asustan con las
determinaciones del Christus-Lucifer Nahua, por su revolución y su
Sabiduría... ...Resulta interesante
Lucifer, el Señor Lucifer. En todo caso es el mejor de los mortales...
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