Todos los seres humanos en el fondo somos narcisistas
enamorados de sí mismos; observad a un cantante en el escenario del teatro;
está locamente enamorado de sí mismo, se adora, se idolatra y cuando le llueven
los aplausos, llega al clímax de su auto-adoración pues eso es precisamente lo
que él quiere, lo que anhela, lo que aguarda con sed infinita.
Mucho se habla sobre la vanidad femenina. Realmente la
vanidad es la viva manifestación del amor propio. La mujer ante el espejo es un
narciso completo adorándose a sí misma, idolatrándose con locura.
La mujer se adorna lo mejor que puede, se pinta, se
encrespa el cabello con el único fin de que los demás digan: Eres hermosa, eres
bella, divina, etc. El yo siempre goza cuando la gente lo admira, el yo se
adorna para que otros le adoren.
El yo se cree bello, puro, inefable, santo, virtuoso,
etc., nadie se cree malo, todas las gentes se auto-consideran buenas y justas.
El amor propio es algo terrible. Los fanáticos del
materialismo no aceptan las dimensiones superiores del espacio por amor propio.
Se quieren mucho a sí mismos y como es natural exigen que las dimensiones
superiores del espacio, y todo el cosmos, y toda villa ultrasensible, etc., se
les someta a sus caprichos personales, no son capaces de ir más allá de sí
mismos, más allá de su querido ego, más allá de su estrecho criterio, y de sus
teorías, supuestos mentales, preceptos, etc.
Observemos los niños durante sus primeros tres o
cuatro años de vida; todos son bellos... adorables... hermosos porque aún no se
ha manifestado en ellos el asqueante yo. En ellos sólo se manifiesta la esencia
anímica con toda su bondad.
Cuando el ego comienza a controlar la personalidad del
niño, la belleza espontánea desaparece, entonces comienza la sobre-estimación
del querido ego y el niño sueña con dominar el mundo y llegar a ser el más
poderoso de la tierra.
La muerte no resuelve el problema fatal del ego, éste
continúa en nuestros descendientes.
“Todo va, todo vuelve; la rueda de la existencia gira
eternalmente, todo muere, todo vuelve a florecer; eternamente corren los años
de la existencia”.
“Todo se destruye, todo se reconstruye de nuevo,
eternalmente construye la misma casa de la existencia”. “Todo se separa, todo
se encuentra de nuevo; el anillo de la existencia permanece fiel a sí mismo”.
“La existencia principia a cada hora”; alrededor de cada “Aquí” gira la esfera
del “Allá” el centro está en todas partes, tortuoso es el camino de la
eternidad”. (Nietzche)
Sólo la muerte del yo puede resolver el problema del
dolor humano pero el yo se ama a sí mismo y no quiere morir de ninguna manera,
mientras el yo exista girará la rueda de Samsara, la rueda fatal de la tragedia
humana.
Cuando realmente estamos enamorados renunciamos al yo,
pero es muy raro hallar en la vida a alguien verdaderamente enamorado, todos
están apasionados y eso no es amor. Las gentes se apasionan cuando se
encuentran con alguien que les guste, cuando descubren en otra persona sus
mismos errores, cualidades y defectos; entonces el ser amado les sirve de
espejo donde pueden contemplarse totalmente, realmente no están enamorados del
ser amado, sólo están enamorados de sí mismos y gozan viéndose en el espejo del
ser amado, ahí se han encontrado y suponen entonces que están enamorados. El yo
goza ante el espejo de cristal o se siente feliz mirándose a sí mismo en la
persona que tiene sus mismas cualidades, virtudes y defectos.
Mucho es lo que hablan los predicadores sobre la
verdad, pero ¿es acaso posible conocer la verdad cuando existe en nosotros amor
propio?.
Sólo acabando con el amor propio, sólo con la mente
libre de supuestos podemos experimentar en ausencia del yo, eso, eso que es la
verdad.
Conocimos a un hombre que estuvo en carne y hueso en
el planeta Venus por varios días, ese hombre no es un erudito, es tan sólo un
humilde mecánico.
Nosotros leímos su maravilloso libro titulado: “Yo
estuve en el planeta Venus”.
Todo lo que este hombre privilegiado cuenta, es
formidable, extraordinario.
La civilización venusta es puro Socialismo Cristiano llevado a la práctica. La técnica venusina, la
ciencia, las artes, la religiosidad realmente nos llevan millones de años adelante.
¡Cuán lejos estamos nosotros de llegar a semejantes alturas!.
El hombre narró simple y llanamente todo lo que le
sucedió, todo lo que vio. Empero, como siempre, los seudo-sapientes se rieron
de él por el delito de no coincidir los relatos, con los supuestos mentales y
complicadas teorías, que éstos tienen en su memoria.
No fueron los eruditos capaces de escuchar con mente
espontánea, libre de supuestos mentales, teorías, preconceptos, etc. No fueron
capaces de abrirse a lo nuevo con mente íntegra, con mente no dividida por el
batallar de las antítesis.
Los eruditos sólo escucharon para comparar lo que
escuchaban con sus supuestos almacenados en la memoria. Los eruditos escucharon
para traducir de acuerdo con su lenguaje de prejuicios y preconceptos y llegar
a la conclusión de que lo que el hombre narraba era fantasía. Así son siempre
los eruditos, sus mentes están ya tan degeneradas que nos son capaces de
descubrir lo nuevo.
Realmente este hombre estuvo en Venus, nosotros lo
visitamos en su casa y platicamos durante tres horas con él. Lo que narra es
maravilloso.
Viajando rumbo al norte de México conduciendo un
automóvil con pasajeros norteamericanos tuvo que vivir las peripecias más
extraordinarias que hombre alguno ha vivido en esta raza aria.
Se dañó la máquina en el camino y los pasajeros se
fueron en busca de una grúa para transportarla. En la soledad sucedió lo
maravilloso, fue el hombre visitado por dos venusinos de mediana estatura que
después de prepararlo con una plática deliciosa lo condujeron por entre la
montaña al lugar secreto donde estaba su nave cósmica. El hombre de nuestro
relato entró en la nave y fue llevado al planeta Venus donde estuvo viviendo
varios días.
Este hombre ha relatado simple y llanamente lo que le
sucedió, no es científico y por eso no habla como científico; algunos sabios
tomaron muestras de tierra y de plantas en el lugar donde él dice haber
encontrado la nave, y con asombro descubrieron un extraño desorden molecular
fuera de lo normal en dichas plantas y tierra, los exámenes de laboratorio
comprobaron hasta la saciedad la realidad de una máquina fuera de lo normal que
estuvo en dicho paraje, empero los necios a pesar de todo se ríen porque el
relato no coincide con los prejuicios y teorías de su querido ego.
El yo en su soberbia quiere que todo coincida con sus
teorías y supuestos mentales, el yo quiere que todos sus caprichos se cumplan y
que el cosmos en su totalidad se someta a sus experimentos de laboratorio.
El ego aborrece mortalmente a todo aquél que le hiera
el amor propio.
El ego adora sus teorías y preconceptos.
Muchas veces aborrecemos a alguien sin motivo alguno;
¿Porqué?, Sencillamente os lo diré querido lector, porque ese alguien
personifica algunos errores que nosotros cargamos bien escondidos, y no nos
puede gustar que otro los exhiba, realmente los errores que a otros endilgamos
los llevamos nosotros muy adentro.
Nadie es perfecto en este mundo, todos nosotros
estamos cortados con la misma tijera, cada uno de nosotros es un mal caracol
entre el seno de la Gran Realidad.
Quien no tiene un defecto en determinada dirección, lo
tiene en otra dirección, algunos no codician dinero pero codician amores, fama,
honores, cariño, etc., otros no adulteran con la mujer ajena pero gozan
adulterando doctrinas, mezclando credos en nombre de la fraternidad universal.
Algunos no celan la mujer propia, pero celan
amistades, credos, sectas, cosas, etc., etc., etc., así somos los seres
humanos, cortaditos siempre con la misma tijera.
No hay ser humano que no se adore a sí mismo, nosotros
hemos escuchado a individuos que gozan horas y horas enteras hablando de sí
mismos, de sus maravillas, de su talento, de sus virtudes, etc., etc., etc.
El ego se quiere tanto a sí mismo, que llega a
envidiar el bien ajeno, las mujeres se engalanan con muchas cosas en parte por
vanidad femenina y en parte por despertar la envidia de las demás mujeres,
todas envidian a todas, todas envidian el vestido ajeno, el bonito collar, la
hermosa pulsera, etc., todas se adoran a sí mismas y no quieren verse por debajo
de las demás, son narcisistas cien por cien.
Algunos seudo esoteristas o seudo ocultistas, o
hermanos de muchas sectas se adoran tanto a sí mismos, que han llegado a
creerse pozos de humildad y santidad, se sienten orgullosos de su propia humildad;
son terriblemente orgullosos.
No hay hermanito o hermanita seudo ocultista,
espiritualista, o seudo Esoterista que en el fondo no presuma de santidad,
esplendor y belleza espiritual.
Ningún hermanito o hermanita espiritualista se cree
malo o perverso, todos presumen de santos y perfectos, aún cuando realmente
sean no solamente malos, sino además perversos.
El querido ego (yo), se adora demasiado a sí mismo y
presume aun cuando no lo diga, de bueno y perfecto.
CAPITULO
XXII EL PROBLEMA DE LAS
CÁRCELES
El sistema carcelario ha fracasado totalmente, la
cárcel no reforma a nadie.
A veces un infeliz que no tiene profesión y anda de
vago por las calles, tal vez desgraciado padre de familia que no tiene pan para
alimentar a sus hijos se mete de ladrón novato, toma un pedazo de pan para
alimentar a su familia, y es luego llevado a la cárcel, allí el delincuente se
hace más perverso, los veteranos del delito instruyen al novato, y aquel que se
robó un pan, al salir de la cárcel se robará una caja fuerte, quien se robó un
dólar se robará después muchos millones de dólares.
El problema sexual de las cárceles es espantoso, los
hombres separados de las mujeres se vuelven homosexuales. Algunos se degeneran
con el vicio de la masturbación, otros se envenenan con la imaginación erótica
y las palabras morbosas convirtiéndose después, y por tal motivo, en seductores
irredentos, violadores, raptores de mujeres, etc., etc.
La cárcel es un verdadero infierno donde nadie se
regenera y donde se degeneran, la cárcel es inoperante y absurda.
Se hace necesaria una reforma penal, las cárceles
deben transformares en reformatorios ultramodernos.
En los reformatorios ultramodernos habría clínicas,
hospitales, universidades, escuelas de enseñanza primaria y secundaria,
institutos politécnicos, grandes talleres industriales, grandes campos de agricultura,
pequeñas casas campesinas donde los delincuentes pudieran vivir con sus mujeres
y sus hijos a fin de resolver el problema sexual, etc., etc.
Todo el dinero que los estados gastan en la
construcción inútil de penitenciarias o panópticos y cárceles de menor cuantía,
deberían gastarse en reformatorios ultramodernos.
La cárcel es de hecho centro de delito y vagancia, la
cárcel es el paraíso de los ociosos totalmente corrompidos y degenerados, la
cárcel consume pero no produce.
Los reformatorios ultramodernos serían productores de
víveres, industrias, artes, etc., etc.
En la cárcel se descubre que la causa del delito es a
veces la ignorancia; en los reformatorios ultramodernos la ignorancia
desaparecería totalmente, allí habrían psicólogos especiales para estudiar las
aptitudes de los delincuentes, muchos ladrones lo son porque no tienen
profesión; no saben trabajar, allí serían orientados de acuerdo con su vocación
verdadera. Los reformatorios ultramodernos se convertirían en productores de
Médicos, abogados, ingenieros, militares, sacerdotes, técnicos, carpinteros,
ebanistas, latoneros, mecánicos, dentistas, policías, comerciantes, agricultores,
etc., etc., etc.
Considerando también los estados psicológicos de cada
individuo, sería necesario tener psiquiatras especiales para estudiar los
estados mentales de los delincuentes, éstos se encargarían de resolver los problemas
clínicos de las mentes enfermas.
La cárcel no transforma, en los reformatorios
ultramodernos, todo sería transformación.
El buen cine educativo, la buena música, las
conferencias, los deportes sanos, la técnica, la ciencia, etc., amen de las
enseñanzas religiosas sin exclusividad sectaria, lograrían transformar a los
delincuentes.
Es urgente aprender a pensar con mentalidad de la
nueva era. Actualmente en esta época de energía atómica y cohetes
teledirigidos, las gentes todavía están pensando con mentalidad medieval.
Realmente sólo quienes tienen mentalidad anticuada pueden defender con
fanatismo el sistema carcelario todavía en boga.
Dicho sistema anticuado se basa en la revancha y el
odio. Eso de hecho es absurdo para la nueva era que se está iniciando ahora
entre el augusto tronar del pensamiento.
La ley del talión ojo por ojo y diente por diente no
transforma a nadie ni sirve para nada.
Es urgente acabar con el criterio de venganza y
crueldad que caracteriza a las mentes anticuadas y luchar por la transformación
total de los delincuentes. La cárcel se fundamente en la sicología de odio y de
revancha. Este tipo de idiosincrasia psicológica es totalmente medieval, la
sociedad debe luchar por la transformación de los delincuentes si realmente
quiere protegerse.
La cárcel no protege a la sociedad, la cárcel
robustece el delito y produce monstruos abominables.
Es urgente acabar con las cárceles y establecer
reformatorios ultramodernos para transformar a los delincuentes y proteger
verdaderamente a la sociedad.
Las autoridades deben ya trascender su sentido
retardatario y convencerse hasta la saciedad de que las cárceles no sirven para
nada.
Cuando acabemos con la crueldad y el egoísmo que
tenemos dentro, comprenderemos que el sistema carcelario ha fracasado
totalmente. El Movimiento Gnóstico
Cristiano Universal, y todas las escuelas asociadas al Movimiento Gnóstico deben luchar con
intensidad ante el mundo y la sociedad para acabar con las cárceles y
establecer sobre la faz de la tierra, ultramodernos reformatorios dignos de la
nueva era que se está iniciando en estos instantes de la tragedia y de dolor
mundial.
Es necesario utilizar la prensa, la radio, la
televisión, y en general todos los sistemas de propaganda modernas para luchar
intensamente por la gran reforma penal.
Es urgente hacerle comprender al mundo que la cárcel
es un peligro par la sociedad, es necesario hacerle entender a la gente que la
cárcel es tan sólo el resultado de la crueldad, el odio y la venganza de la
sociedad, es indispensable hacerle ver a la gente la necesidad de realizar el Cristo Social sobre la faz de la
tierra.
El delito no desaparece en el encierro, dentro de la
cárcel cada penado continúa siendo un delincuente que sólo aguarda la libertar
para continuar en sus andanzas.
Sólo la comprensión con sus herramientas de trabajo,
cultura y civilización consciente, pueden realmente transformar a los delincuentes.
Las causas del delito, la cárcel y la abominación se
encuentran dentro de la mente de cada individuo, es urgente comprender que cada
ciudadano es un delincuente en estado potencial, la cárcel existirá con todas
sus abominaciones mientras exista la crueldad dentro de cada individuo.
Cuando comprendemos que la crueldad es absurda, cuando
comprendamos que la venganza es inútil, entonces estamos preparados para luchar
contra el sistema carcelario. Realmente los reformatorios ultramodernos son el
resultado de la comprensión.
Los reformatorios ultramodernos crearían inmensas
fuentes de riqueza y producción nacional que enriquecería a todos los países de
la tierra.
La cárcel empobrece y no produce nada. Lo único que
produce la cárcel es especialistas en el delito, y monstruos abominables, eso
es todo.
En los reformatorios ultramodernos, cada bandido, cada
ladrón, cada asesino, se convertiría en un médico, un ingeniero, en un abogado,
en un comerciante, en un científico, en un agricultor, en un zapatero, etc.,
etc.
El reformatorio es la única esperanza para la
transformación social de los delincuentes, luchemos por la reforma penal.
Los delincuentes deberían tener sus casas particulares
dentro de los mismos reformatorios y estos últimos deberían estar situados en
el campo, en forma tal, que cada delincuente cultivaría por obligación una
parcela de tierra. En esta forma los delincuentes se convertirían en
productores agrícolas, industriales, etc., etc.
Los delincuentes necesitan aire vital, sol, vida,
trabajo, reforma. Es absurdo el sistema carcelario total de esta época en que
vivimos.
Necesitamos la reforma de los delincuentes. Esa es la
única forma de proteger a la sociedad.
LOS MALOS IMPUESTOS
Todo gobierno necesita sostenerse con los impuestos.
Los pueblos tienen que cooperar con el impuesto para sostener al gobierno.
Ningún gobierno podría sostenerse sin los impuestos,
sería imposible hacer obras públicas sin los impuestos.
Los gobiernos necesitan de la cooperación de todos los
ciudadanos para poder realizar todos sus programas de acción, empero tenemos
que reconocer que hay impuestos justos y también impuestos injustos.
Resulta injusto sacar el dinero de las pobres bolsas
de los trabajadores para sostener el zanganismo Burócrata que favorece a los
ricos.
Los ricos de todos los países de la América Latina en
una u otra forma están relacionados con los monopolios de las Grandes Potencias
extranjeras.
Estas potencias dominan totalmente la Minería, el
Algodón, el Café, Maderas, Azúcar, Frutas, Petróleo, etc., etc.
Es también sabido, que los ricos suelen dominar
indirectamente por medio de inversiones, empréstitos, créditos, compra de
valores y certificados de participación, industria de transformación, transportes
terrestres, aéreos, marítimos, sociedades de seguros, etc.
Los millonarios extranjeros obtienen beneficios
extraordinarios de las empresas de los estados que gobiernan a los países
subdesarrollados.
El capital de los gobiernos en cuestión de intereses
siempre garantiza enormes intereses de los préstamos, pagos de certificados de
participación o bonos que expiden esas empresas del Estado, a favor de los
poderosos millonarios extranjeros.
Las grandes potencias controlan totalmente toda la
vida económica de los países Subdesarrollados.
Los ricos esclavizan a los pobres trabajadores y los
explotan miserablemente con apoyo total de los gobiernos vendidos a las
potencias extranjeras.
Los ricos nacionales y los ricos extranjeros apoyan
mutuamente y saben muy bien qué es lo que hay que hacer en cada caso.
Detrás de los verdaderos y legítimos Gobiernos
Nominales, están los amos nacionales y extranjeros, las grandes sociedades
anónimas, los poderosos del petróleo, etc., etc.
Ciertas potencias extranjeras eligen en secreto el
candidato a la presidencia que mejor les conviene, en cada uno de los países
Subdesarrollados, y los pobres pueblos van a las urnas inocentemente, engañados
por los líderes asalariados de la Política local.
Los ricos apoyan al estado porque les conviene el
estado, ellos saben muy bien que sin el apoyo del estado no podrían explotar a
los infelices trabajadores.
Los ricos han metido dentro del aparato burocrático o
mejor dijéramos, dentro de la colmena burocrática, ciertos zánganos que no
producen y sí consumen y perjudican.
Lo más grave es que dichos zánganos son alimentados y
sostenidos en sus puestos con el dinero de los pobres trabajadores.
Resulta injusto saquear las bolsas de los pobres
trabajadores para sostener el zanganismo burocrático. Si los ricos necesitan de
tales zánganos, que ellos mismos los paguen con su dinero.
Los trabajadores no tienen porque sostener con el
dinero de su trabajo a dichos zánganos que en nada los benefician y en mucho
los perjudican.
Sacar impuestos de entre las bolsas de los infelices,
para sostener zánganos inútiles, es realmente un delito.
IMPUESTOS INDIRECTOS
Estos se aplican a todo lo que tienen que comprar o
pagar los trabajadores: cerillos, limonadas, pasajes, telas, zapatos, verduras,
frutas, leche, medicinas, alquiler de la casa, luz, agua, teléfono, etc., etc.,
etc.
Un gran porcentaje de los ingresos del gobierno
proviene de estos injustos impuestos, este hecho es el mismo en todos los
países de la América latina.
Estos son los impuestos “al comercio y a la
industria”, “o a los derechos, productos o aprovechamiento”. Los pobres
trabajadores son los que tienen que pagar dichos impuestos para sostener a los
zánganos de la colmena burocrática.
IMPUESTOS DIRECTOS
El crimen más espantoso contra los pobres trabajadores
es gravarles sus salarios, sueldos, honorarios, etc., en porcentajes que van
elevándose cada año y que reducen el nivel de vida de los obreros del músculo y
de la inteligencia.
El dinero que sale de las bolsas de los pobres
trabajadores, sirve para malos fines, para sostener a los zánganos del aparato
burocrático.
Los pobres trabajadores, los hombres del arado, los
que trabajan en las vías públicas, los infelices que barren las calles, etc.,
etc., etc., no pueden mandar sus hijos a las universidades porque hasta las becas
son para los hijos de los poderosos.
En cambio si se les quita, se les gravan sus salarios,
se les grava todo, para sostener a los zánganos de la colmena burocrática, que
no sólo perjudican al pueblo, sino que además desacreditan a toda la colmena
burocrática.
No podemos negar que los pueblos necesitan cooperar
con sus impuestos, contribuir económicamente para el bien de la nación, pero
que se establezcan justos impuestos, que se graven las diversiones, los vicios,
los grandes capitales, etc.
Es absurdo explotar a los infelices para sostener a
los ricos.
EL TRUCO DE ALZAS
DE SALARIOS
El alza de salarios alegra de inmediato a muchos
trabajadores inexpertos.
El alza de salarios es un truco más del capitalismo,
un truco para engañar a los pobres trabajadores.
Toda
persona con experiencia sabe muy bien que cuando los salarios suben la vida se
encarece; sube la leche, sube la carne, sube el pan, suben los sistemas de
transportes, etc., etc., etc.
Realmente de nada sirve el alza de salarios si la vida
se encarece, empero los trabajadores ingenuos se alegran, el inocente es
inocente y sólo deja de ser inocente cuando se siente defraudado.
Lo más grave de este truco del alza de salarios es
perjudicial para el pueblo en general, porque aquellos trabajadores que
trabajan al servicio de empresas particulares, o los pequeños comerciantes independientes,
así como en general todas las personas que no son trabajadores al servicio del
estado, tienen que sufrir las consecuencias de la carestía de la vida.
Por lo común el alza de salarios sólo es para el
aparato burocrático; es claro que la colmena parasitaria se alegra mientras el
pueblo en general tiene que soportar la carestía de la vida, rara es la vez que
se mejora el salario mínimo, y lo peor es que muchísimas empresas ni siquiera
aceptan el salario mínimo y por lo común pagan al hambriento y necesitado
trabajador lo que les viene en gana.
Si los gobiernos quieren mejorar la vida de los
trabajadores, que se mejore el salario mínimo. Que se le pague mejor a todos
los trabajadores y no únicamente a los del aparato burocrático.
Es urgente mejorar los salarios de todos los
trabajadores que viven en todos los países libres, pero controlar los precios
de los mercados para impedir el encarecimiento de la vida.
Se hace necesario acabar con el truco del alza de
salarios, si realmente se le quiere mejorar la vida a los trabajadores que se
les pague mejor de verdad pero que no se le engañe, es injusto engañar a los
trabajadores, ellos no merecen que se les engañe.
Se hace necesaria la Junta de Control de Precios, es
urgente que dicha junta tenga poderes totales y fuerza política suficiente, si
es que realmente queremos que sirva para algo.
De nada sirve una junta de control de precios si no
tiene poderes totales y fuerza de policía para controlar los precios del
mercado, de nada sirve una junta de control de precios que traicione al pueblo
vendiéndose a los poderosos, toda junta de control de precios debe a su vez
estar controlada para acabar con la posibilidad del soborno.
Hay que acabar con los acaparadores que encarecen la
vida. Realmente los acaparadores están cometiendo horribles crímenes contra el
pueblo, ellos son los hambreadores de las multitudes.
Hambrear las multitudes es un acto de genocidio; Los
gobiernos deben establecer severas leyes contra los acaparadores.
Los humildes agricultores son los que menos se
benefician de su trabajo, ellos debido a la pésima organización social que
ahora tenemos, venden sus productos a las sociedades anónimas que hambrean a
las multitudes o a los acaparadores particulares.
El delito de acaparamiento debe también aplicársele a
las sociedades anónimas que hambrean a las multitudes.
Desgraciadamente actualmente las poderosas sociedades
anónimas que hambrean a los pueblos constituyen tumores cancerosos dentro de
los organismos gubernamentales. Los gobernantes actuales son miembros activos
de las grandes sociedades anónimas. Este mal horrible podemos descubrirlo en
todos los países del mundo libre.
Cuando el pueblo gime, cuando todo el mundo codicia
dinero y más dinero, cuando las demandas por la mejora del salario suben al
cielo como un clamor de las masas trabajadores, entonces viene el truco dañino
del alza de salario con el consiguiente encarecimiento de la vida, así es como
los poderosos engañan siempre a los pobres pueblos sufridos y explotados
miserablemente.
Es necesario que los gobiernos comprendan que con esta
clase de trucos dañinos lo único que se consigue es preparar el terreno social
para que en él germine la flor venenosa del comunismo.
V.M. SAMAEL AUN WEOR.
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