CAPÍTULO XVII EL CUCHILLO DE LA CONCIENCIA
Algunos psicólogos
simbolizan a la conciencia como un cuchillo muy capaz de separarnos de lo que
está pegado a nosotros y nos extrae la fuerza.
Creen tales
psicólogos que la única manera de escapar al poder de tal o cual YO es
observarlo cada vez con más claridad con el propósito de comprenderlo para
volvernos conscientes del mismo.
Piensan esas gentes
que así uno se separa eventualmente de este o aquel Yo, aunque sea por el
grosor del filo de un cuchillo.
De esta manera,
dicen, el Yo separado por la conciencia, parece como una planta cortada.
Hacerse consciente
de cualquier Yo, según ellos, significa separarlo de nuestra Psiquis y
condenarlo a muerte.
Incuestionablemente
tal concepto, aparentemente muy convincente, falla en la práctica.
El Yo que mediante
el cuchillo de la conciencia ha sido cortado de nuestra personalidad, arrojado
de casa como oveja negra, continúa en el espacio psicológico, se convierte en
demonio tentador, insiste en regresar a casa, no se resigna tan fácilmente, de
ninguna manera quiere comer el pan amargo del destierro, busca una oportunidad
y al menor descuido de la guardia se acomoda nuevamente dentro de nuestra
psiquis.
Lo más grave es que
dentro del Yo desterrado se encuentra siempre embotellada cierto porcentaje de
esencia, de conciencia.
Todos esos
psicólogos que así piensan, jamás han logrado disolver ninguno de sus Yoes, en
realidad han fracasado.
Por mucho que se
intente evadir la cuestión esa del KUNDALINI, el problema es muy grave.
En realidad el
"Hijo Ingrato" no progresa jamás en el trabajo esotérico sobre sí
mismo.
Obviamente
"Hijo Ingrato" es todo aquél que desprecia a "ISIS",
nuestra Divina Madre Cósmica, particular, individual.
ISIS es una de las
partes autónomas de nuestro propio Ser, pero derivado, la Serpiente ígnea de nuestros
mágicos poderes, el KUNDALINI.
Ostensiblemente
sólo "ISIS" tiene poder absoluto para desintegrar a cualquier Yo;
esto es irrefutable, irrebatible, incontrovertible.
KUNDALINI es una
palabra compuesta: "KUNDA viene a recordarnos al Abominable órgano
KUNDARTIGUADOR", "LINI es un término Atlante que significa Fin".
"KUNDALINI"
quiere decir: "Fin del abominable órgano KUNDARTIGUADOR". Es pues
urgente no confundir al "KUNDALINI" con el
"KUNDARTIGUADOR".
Ya dijimos en un
pasado capítulo que la Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes se encuentra
enroscada tres veces y media dentro de cierto Centro Magnético ubicado en el
hueso Coxígeo, base de la espina dorsal.
Cuando la Serpiente
sube, es el KUNDALINI, cuando baja, es el abominable órgano KUNDARTIGUADOR.
Mediante el
"TANTRISMO BLANCO" la serpiente asciende victoriosa por el canal
medular espinal, despertando los poderes que divinizan.
Mediante el
"TANTRISMO NEGRO" la serpiente se precipita desde el coxis hacia los
infiernos atómicos del hombre. Así es como muchos se convierten en Demonios
terriblemente perversos.
Quienes cometen el
error de atribuirle a la serpiente ascendente todas las características
izquierdas y tenebrosas de la serpiente descendente, fracasan definitivamente
en el trabajo sobre sí mismos.
Las malas
consecuencias del "ABOMINABLE ÓRGANO KUNDARTIGUADOR", sólo pueden ser
aniquiladas con el "KUNDALINI".
No está de más
aclarar que tales malas consecuencias están cristalizadas en el YO PLURALIZADO
de la Psicología revolucionaria.
El poder Hipnótico
de la Serpiente descendente tiene a la humanidad sumergida en la inconsciencia.
Sólo la Serpiente
ascendente, por oposición, puede despertarnos; esta verdad es un axioma de la
Sabiduría Hermética. Ahora comprenderemos mejor la honda significación de la
palabra sagrada "KUNDALINI".
La Voluntad
consciente está siempre representada por la mujer sagrada, María, ISIS, que
aplasta la cabeza de la Serpiente descendente.
Declaro aquí
francamente y sin ambages que la doble corriente de luz, el fuego vivo y astral
de la tierra, ha sido figurado por la serpiente con cabeza de toro, de macho
cabrío o de perro en los Antiguos Misterios.
Es la doble
Serpiente del Caduceo de Mercurio; es la Serpiente tentadora del Edén; pero es
también sin la menor duda, la Serpiente de Cobre de Moisés entrelazada en el
"TAU", es decir, en el "LINGAM Generador".
Es el "Macho
Cabrío" del Sabbat y el Baphometo de los Templarios Gnósticos; el HYLE del
Gnosticismo Universal; la doble cola de serpiente que forma las patas del Gallo
Solar de los ABRAXAS.
En el "LINGAM
NEGRO" embutido en el "YONI" metálico, símbolos del Dios SHIVA,
la Divinidad Hindú, está la clave secreta para despertar y desarrollar la
Serpiente ascendente o KUNDALINI, a condición de no derramar jamás en la vida
el "Vaso de Hermes Trimegisto", el Tres veces grande Dios "IBIS
DE THOTH".
Hemos hablado entre
líneas para quienes sepan entender. Quien tenga entendimiento que entienda
porque aquí hay sabiduría.
Los TÁNTRICOS
negros son diferentes, ellos despiertan y desarrollan el Abominable órgano
KUNDARTIGUADOR, la Serpiente tentadora del Edén, cuando cometen en sus ritos el
crimen imperdonable de derramar el "Vino Sagrado".
CAPÍTULO XVIII EL PAÍS PSICOLÓGICO
Incuestionablemente,
así como existe el País Exterior en el cual vivimos, así también en nuestra
intimidad existe el país psicológico.
Las gentes no ignoran jamás la ciudad o la comarca donde
viven, desafortunadamente sucede que desconocen en el lugar psicológico donde
se hallan ubicadas.
En un instante
dado, cualquiera sabe en qué barrio o colonia se encuentra, mas en el terreno
psicológico no sucede lo mismo, normalmente las gentes ni remotamente sospechan
en un momento dado el lugar de su país psicológico en donde se han metido.
Así como en el
mundo físico existen colonias de gentes decentes y cultas, así también sucede
en la comarca psicológica de cada uno de nosotros; no hay duda de que existen
colonias muy elegantes y hermosas.
Así como en el
mundo físico hay colonias o barrios con callejuelas peligrosísimas, llenas de
asaltantes, así también sucede lo mismo en la comarca psicológica de nuestro
interior.
Todo depende de la
clase de gente que nos acompañe; si tenemos amigos borrachos iremos a parar a
la cantina, y si estos últimos son calaveras, indubitablemente nuestro destino
estará en los prostíbulos.
Dentro de nuestro
país psicológico cada cual tiene sus acompañantes, sus YOES, éstos lo llevarán
a uno a donde deben llevarlo de acuerdo con sus características psicológicas.
Una dama virtuosa y
honorable, magnífica esposa, de conducta ejemplar, viviendo en una hermosa
mansión en el mundo físico, debido a sus YOES lujuriosos podría estar ubicada
en antros de prostitución dentro de su país psicológico.
Un caballero
honorable, de honradez intachable, magnífico ciudadano, podría dentro de su
comarca psicológica encontrarse ubicado en una cueva de ladrones, debido a sus
pésimos acompañantes, YOES del robo, muy sumergidos dentro del inconsciente.
Un anacoreta y
penitente, posiblemente un monje así viviendo austero dentro de su celda, en
algún monasterio, podría psicológicamente encontrarse ubicado en una colonia de
asesinos, pistoleros, atracadores, drogadictos, debido precisamente a YOES
infraconscientes o inconscientes, sumergidos profundamente dentro de los
recovecos más difíciles de su psiquis.
Por algo se nos ha
dicho que hay mucha virtud en los malvados y que hay mucha maldad en los
virtuosos.
Muchos santos
canonizados aún viven todavía dentro de los antros psicológicos del robo o en
casas de prostitución.
Esto que estamos afirmando en forma enfática podría
escandalizar a los mojigatos, a los pietistas, a los ignorantes ilustrados, a
los dechados de sabiduría, pero jamás a los verdaderos psicólogos.
Aunque parezca
increíble, entre el incienso de la oración también se esconde el delito, entre
las cadencias del verso también se esconde el delito, bajo la cúpula sagrada de
los santuarios más divinos el delito se reviste con la túnica de la santidad y
la palabra sublime.
Entre los fondos
profundos de los santos más venerables, viven los YOES del prostíbulo, del
robo, del homicidio, etc.
Acompañantes
infrahumanos escondidos entre las insondables profundidades del inconsciente.
Mucho sufrieron por
tal motivo los diversos santos de la historia; recordemos las tentaciones de
San Antonio, todas aquellas abominaciones contra las que tuvo que luchar
nuestro hermano Francisco de Asís.
Sin embargo, no
todo lo dijeron esos santos, y la mayor parte de los anacoretas callaron.
Uno se asombra al
pensar que algunos anacoretas penitentes y santísimos vivan en las colonias
psicológicas de la prostitución y del robo.
Empero son santos,
y si todavía no han descubierto esas cosas espantosas de su psiquis, cuando las
descubran usarán cilicios sobre su carne, ayunarán, posiblemente se azotarán, y
rogarán a su divina madre KUNDALINI elimine de su psiquis esos malos
acompañantes que en esos antros tenebrosos de su propio país psicológico los
tiene metidos.
Mucho han dicho las
distintas religiones sobre la vida después de la muerte y el más allá.
Que no se devanen
más los sesos las pobres gentes sobre lo que hay allá del otro lado, más allá
del sepulcro.
Incuestionablemente
después de la muerte cada cual continúa viviendo en la colonia psicológica de
siempre.
El ladrón en los
antros de los ladrones continuará; el lujurioso en las casas de cita proseguirá
como fantasma de mal agüero; el iracundo, el furioso seguirá viviendo en las
callejuelas peligrosas del vicio y de la ira, allí también donde brilla el
puñal y suenan los tiros de las pistolas.
La esencia en sí
misma es muy hermosa, vino de arriba, de las estrellas y desgraciadamente está
metida dentro de todos estos yoes que llevamos dentro.
Por oposición la
esencia puede desandar el camino, regresar al punto de partida original, volver
a las estrellas, mas debe libertarse primero de sus malos acompañantes que la
tienen metida en los suburbios de la perdición.
Cuando Francisco de
Asís y Antonio de Padua, insignes maestros Cristificados, descubrieron dentro
de su interior los yoes de la perdición, sufrieron lo indecible y no hay duda
de que a base de trabajos conscientes y padecimientos voluntarios lograron
reducir a polvareda cósmica a todo ese conjunto de elementos inhumanos que en su
interior vivían. Incuestionablemente esos Santos se Cristificaron y regresaron
al punto de partida original después de haber sufrido mucho.
Ante todo es
necesario, es urgente, inaplazable, que el centro magnético que en forma
anormal tenemos establecido en nuestra falsa personalidad, sea transferido a la
Esencia, así podrá iniciar el hombre completo su viaje desde la personalidad
hasta las estrellas, ascendiendo en forma didáctica progresiva, de grado en
grado por la montaña del SER.
En tanto continúe el
centro magnético establecido en nuestra personalidad ilusoria viviremos en los
antros psicológicos más abominables, aunque en la vida práctica seamos
magníficos ciudadanos.
Cada cual tiene un
centro magnético que le caracteriza; el comerciante tiene el centro magnético
del comercio y por ello se desenvuelve en los mercados y atrae lo que le es
afín, compradores y mercaderes.
El hombre de
ciencia tiene en su personalidad el centro magnético de la ciencia y por ello
atrae hacia sí todas las cosas de la ciencia, libros, laboratorios, etc.
El Esoterista tiene
en sí mismo el centro magnético del esoterismo, y como quiera que esta clase de
centro se torna diferente a las cuestiones de la personalidad, indubitablemente
se sucede por tal motivo la transferencia.
Cuando el centro
magnético se establece en la conciencia, es decir, en la esencia, entonces se
inicia el regreso del hombre total a las estrellas.
V.M. SAMAEL AUN WEOR
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