CAPITULO XI SABIDURÍA Y AMOR
La
SABIDURÍA y el AMOR son las dos columnas torales de toda verdadera
civilización.
En un
platillo de la balanza de la justicia debemos poner la SABIDURÍA, en el otro
platillo debemos poner el AMOR.
La
Sabiduría y el Amor deben equilibrarse mutuamente. La Sabiduría sin Amor es un
elemento destructivo. El Amor sin Sabiduría puede conducirnos al error:
"AMOR ES LEY, PERO AMOR CONSCIENTE".
Es
necesario estudiar mucho y adquirir conocimientos, pero es también URGENTE
desarrollar en nosotros el SER ESPIRITUAL.
El
conocimiento sin el SER ESPIRITUAL bien desarrollado en forma armoniosa dentro
de nosotros, viene a ser la causa de eso que se llama BRIBONISMO.
El SER
bien desarrollado dentro de nosotros pero sin conocimientos intelectuales de
ninguna especie, da origen a Santos estúpidos.
Un
Santo estúpido posee el SER ESPIRITUAL muy desarrollado, pero como no tiene
conocimientos intelectuales, no puede hacer nada porque no sabe como hacer.
EL
SANTO estúpido tiene el poder de Hacer pero no puede hacer porque no sabe como
hacer.
El
conocimiento intelectual sin el SER ESPIRITUAL bien desarrollado produce
confusión intelectual, perversidad, orgullo, etc., etc.
Durante
la Segunda Guerra Mundial millares de científicos desprovistos de todo elemento
Espiritual en nombre de la ciencia y de la humanidad, cometieron crímenes
espantosos con el propósito de hacer experimentos científicos.
Necesitamos
formarnos una poderosa cultura intelectual pero equilibrada tremendamente con
la verdadera Espiritualidad consciente.
Necesitamos
una ÉTICA REVOLUCIONARIA y una PSICOLOGÍA REVOLUCIONARIA si es que de verdad
queremos disolver el YO para desarrollar el SER legítimamente Espiritual en
nosotros.
Es
lamentable que por falta de AMOR las gentes utilicen el INTELECTO en forma
destructiva.
Los
alumnos y alumnas necesitan estudiar ciencias, historia, matemáticas, etc.,
etc.
Se
necesita adquirir los conocimientos vocacionales, con el propósito de ser
útiles al prójimo.
Estudiar
es necesario. Acumular conocimientos básicos es indispensable, pero el miedo no
es indispensable.
Muchas
gentes acumulan conocimientos por miedo; tienen Miedo a la vida, a la muerte,
al hambre, a la miseria, al qué dirán, etc., y por ese motivo estudian.
Se debe
estudiar por Amor a nuestros semejantes con el anhelo de servirles mejor, pero
jamás se debe estudiar por miedo.
En la
vida práctica hemos podido comprobar que todos aquellos estudiantes que
estudian por miedo, tarde o temprano se convierten en bribones.
Necesitamos
sincerarnos con nosotros mismos para auto-observarnos y descubrir en nosotros
mismos todos los procesos del miedo.
No
debemos olvidar jamás en la vida que el miedo tiene muchas fases. A veces el
miedo se confunde con el valor. Los soldados en el campo de batalla parecen muy
valerosos pero en realidad se mueven y pelean debido al miedo. El suicida
también parece a simple vista muy valeroso pero en realidad es un cobarde que
le tiene miedo a la vida.
Todo
bribón en la vida aparenta ser muy valeroso pero en el fondo es un cobarde.
Los
bribones suelen utilizar la profesión y el poder en forma destructiva cuando
tienen miedo. Ejemplo; Castro Ruz; en Cuba.
Nosotros
jamás nos pronunciamos contra la experiencia de la vida práctica ni contra el
cultivo del intelecto, pero condenamos la falta de AMOR.
El
conocimiento y las experiencias de la vida resultan destructivos cuando falta
el AMOR.
EL EGO
suele atrapar las experiencias y los conocimientos intelectuales cuando existe
ausencia de eso que se llanta AMOR.
EL EGO
abusa de las experiencias y del intelecto cuando los utiliza para robustecerse.
Desintegrando
el EGO, YO, MI MISMO, las experiencias y el Intelecto quedan en manos del SER
INTIMO y todo abuso se hace entonces imposible.
Todo
estudiante debe orientarse por el camino vocacional y estudiar muy a fondo
todas las teorías que se relacionen con su vocación.
El
estudio, el intelecto, no perjudican a nadie mas no debemos abusar del
intelecto.
Necesitamos
estudiar para no abusar de la mente. Abusa de la mente quien quiere estudiar
las teorías de distintas vocaciones, quien quiere dañar a otros con el
intelecto, quien ejerce violencia sobre la mente ajena, etc., etc., etc.
Es
necesario estudiar las materias profesionales y las materias espirituales para
tener une mente equilibrada.
Es
URGENTE llegar a la SÍNTESIS intelectual y a la síntesis Espiritual si es que
de verdad queremos una mente equilibrada.
Los
Maestros y Maestras de Escuelas, colegios, Universidades, etc., deben estudiar
a fondo nuestra Psicología Revolucionaria si es que de verdad quieren conducir
a sus estudiantes por el camino de la REVOLUCIÓN FUNDAMENTAL.
Es
necesario que los estudiantes adquieran el SER ESPIRITUAL, desarrollen en sí
mismos el SER VERDADERO, para que salgan de la Escuela convertidos en
individuos responsables y no en estúpidos BRIBONES.
De nada
sirve la Sabiduría sin Amor. El Intelecto sin Amor sólo produce Bribones.
La
Sabiduría en sí misma es Sustancia Atómica, capital Atómico que sólo debe ser
administrado por individuos llenos de verdadero Amor.
CAPITULO XII
GENEROSIDAD
Es
necesario amar y ser amado, pero para desgracia del mundo las gentes ni aman ni
son amadas.
Eso que
se llama amor es algo desconocido para las gentes y lo confunden fácilmente con
la pasión y con el temor.
Si las
gentes pudieran amar y ser amadas, las guerras serían completamente imposibles
sobre la faz de la tierra.
Muchos
matrimonios que podrían verdaderamente ser felices, desgraciadamente no lo son
debido a los viejos resentimientos acumulados en la memoria.
Si los
cónyuges tuvieran generosidad, olvidarían el pasado doloroso y vivirían en
plenitud, llenos de verdadera felicidad.
La
mente mata al amor, lo destruye. Las experiencias, los viejos disgustos, los
antiguos celos, todo esto acumulado en la memoria, destruye el amor.
Muchas
esposas resentidas podrían ser felices si tuvieran generosidad suficiente como
para olvidar el pasado y vivir en el presente adorando al esposo.
Muchos
maridos podrían ser verdaderamente felices con sus esposas si tuvieran
generosidad suficiente, como para perdonar viejos errores y echar al olvido
rencillas y sinsabores acumulados en la memoria.
Es
necesario, es urgente que los matrimonios comprendan la honda significación del
momento.
Esposos
y esposas deben sentirse siempre como recién casados, olvidando lo pasado y
viviendo alegremente en el presente.
El amor
y los resentimientos son sustancias atómicas incompatibles. En el amor no puede
existir resentimientos de ninguna especie. El amor es eterno perdón.
Existe
amor en aquellos que sienten angustia verdadera por los sufrimientos de sus
amigos y enemigos. Existe amor verdadero en aquel que de todo corazón trabaja
por el bienestar de los humildes, de los pobres, de los necesitados.
Existe
amor en aquel que de manera espontánea y natural siente simpatía por el
campesino que riega el surco con su sudor, por el aldeano que sufre, por el
mendigo que pide una moneda y por el humilde perro angustiado y enfermo que
fallece de hambre a la vera del camino.
Cuando
de todo corazón ayudamos a alguien, cuando en forma natural y espontánea
cuidamos el árbol y regamos las flores del jardín sin que nadie nos lo exija,
hay auténtica generosidad, verdadera simpatía, verdadero amor.
Desafortunadamente
para el mundo, las gentes no tienen verdadera generosidad.
Las
gentes sólo se preocupan por sus propios logros egoístas, anhelos, éxitos,
conocimientos, experiencias, sufrimientos, placeres, etc. etc.
En el
mundo existen muchas personas, que sólo poseen falsa generosidad. Existe falsa
generosidad en el político astuto, en el zorro electoral que derrocha dineros
con el propósito egoísta de conseguir poder, prestigio, posición, riquezas,
etc., etc. No debemos confundir gato con liebre.
La
verdadera generosidad es absolutamente desinteresada, pero fácilmente se puede
confundir con la falsa generosidad egoísta de los zorros de la política, de los
pillos capitalistas, de los sátiros que codician una mujer, etc. etc.
Debemos
ser generosos de corazón. La generosidad verdadera no es de la Mente, la
generosidad auténtica es el perfume del corazón.
Si las
gentes tuvieran generosidad olvidarían todos los resentimientos acumulados en
la memoria, todas las experiencias dolorosas de los muchos ayeres, y
aprenderían a vivir de momento en momento, siempre felices, siempre generosos,
llenos de verdadera sinceridad.
Desgraciadamente
el YO es memoria y vive en el pasado, quiere siempre volver al pasado. El
pasado acaba con las gentes, destruye la felicidad, mata el amor.
La
mente embotellada en el pasado jamás puede comprender en forma íntegra la honda
significación del momento en que vivimos.
Son
muchas las gentes que nos escriben buscando consuelo, pidiendo un bálsamo
precioso para sanar su adolorido corazón, más son pocos aquellos que se
preocupan por consolar al afligido.
Son
muchas las personas que nos escriben para relatarnos el estado miserable en que
viven, pero son raros aquellos que parten el único pan que les ha de alimentar
para compartirlo con los otros necesitados.
No
quieren las gentes entender que detrás de todo efecto existe una causa y que
sólo alterando la causa modificamos el efecto.
El YO,
nuestro querido YO, es energía que ha vivido en nuestros antecesores y que ha
originado ciertas causas pretéritas cuyos efectos presentes condicionan nuestra
existencia.
Necesitamos
GENEROSIDAD para modificar causas y transformar efectos. Necesitamos
generosidad para dirigir sabiamente el barco de nuestra existencia.
Necesitamos
generosidad para transformar radicalmente nuestra propia vida.
La
legítima generosidad efectiva no es de la mente. La auténtica simpatía y el
verdadero afecto sincero, jamás pueden ser el resultado del miedo.
Es
necesario comprender que el miedo destruye la simpatía, acaba con la
generosidad del corazón y aniquila en nosotros el perfume delicioso del AMOR.
El
miedo es la raíz de toda corrupción, el origen secreto de toda guerra, el
veneno mortal que degenera y mata.
Los
maestros y maestras de escuelas, colegios y universidades deben comprender la
necesidad de encaminar a sus alumnos y alumnas por la senda de la generosidad
verdadera, el valor, y la sinceridad del corazón.
Las
gentes rancias y torpes de la pasada generación, en vez de comprender lo que es
ese veneno del miedo, lo cultivaron como flor fatal de invernadero. El
resultado de semejante proceder fue la corrupción, el caos y la anarquía.
Los
maestros y maestras deben comprender la hora en que vivimos, el estado crítico
en que nos encontramos y la necesidad de levantar las nuevas generaciones sobre
las bases de una ética revolucionaria que esté a tono con la era atómica que en
estos instantes de angustia y de dolor se está iniciando entre el augusto
tronar del pensamiento.
LA
EDUCACIÓN FUNDAMENTAL se basa en una Psicología revolucionaria y en una ética
revolucionaria, acordes con el nuevo ritmo vibratorio de la nueva era.
El
sentido de cooperación habrá de desplazar totalmente al horrible batallar de la
competencia egoísta. Se hace imposible saber cooperar cuando excluimos el
principio de generosidad efectiva y revolucionaria.
Es
urgente comprender en forma íntegra, no sólo en el nivel intelectual, sino
también en los distintos recovecos inconscientes de la mente inconsciente y
subconsciente lo que es la falta de generosidad y el horror del egoísmo. Sólo
haciendo conciencia de lo que es en nosotros el egoísmo y la falta de
generosidad brota en nuestro corazón la fragancia deliciosa del VERDADERO AMOR
y de la EFECTIVA GENEROSIDAD que no es de la mente.
V.M. SAMAEL AUN WEOR.
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