25.2 La venida de Melkisedek
Y cuando llegó el tiempo del
número de Melkisedek, el Gran Receptor de la Luz, fue deseado que viniese en
medio de todos los eones y de todos los regidores quienes están ligados en la
esfera y en el destino, y El retiró la purificación de la Luz de todos los
regidores de los eones y de todos los regidores del destino y de aquéllos de la
esfera, porque El retiró entonces aquello que los llevaba a la agitación, y
puso en acción al apresurador que está sobre ellos, y les hizo girar sus
círculos velozmente, y él les retiró el poder que estaba en ellos y el aliento
de sus bocas y las lágrimas de sus ojos y el dulzor de sus cuerpos.
Develación por V.M.K. EL TAWA
MANÚ: En estos estelares momentos de especiales fastos para la Humanidad, ha
llegado el tiempo preciso para que el Número 999 correspondiente cósmicamente
al Gran Receptor de la Luz, esto es Melkisedek, tomase cuerpo físico en la
Tierra entre la naturaleza de los originales Regidores de los Eones para
ejecutar una portentosa Misión, concentrando en sí por decisión de Jeú todo el
poder que antes ostentaban los transgresores, mientras que a éstos el Salvador
les retiró la Luz que era la causa de su mayor agitación, arrojándolos por
último a encarnar sucesivamente en la materia mediante reducidos círculos de
existencias, merced a la utilización invertida de la energía genética,
provocando con ello la manifestación tridimensional de cuerpos sin Almas,
desprovistos de nobles sentimientos y plagados de enfermedades y deformaciones
físicas.
Y Melkisedek, el receptor de la
luz purificó aquellos poderes y llevó su Luz al Tesoro de la Luz, mientras los
servidores de todos los regidores reunían toda la materia de todos ellos; y los
servidores de todos los regidores del destino y los servidores de la esfera que
está bajo los eones, la tomaban y la moldeaban en almas de hombres y ganado y
reptiles y bestias salvajes y aves, y las enviaban abajo al mundo de la especie
del hombre.
Y más adelante los receptores del
Sol y los receptores de la Luna, si miran arriba y ven las configuraciones de
los caminos de los eones y las configuraciones del destino y aquellos de la
esfera, entonces toman de ellos el Poder-Luz; y los receptores del Sol lo
alistan y lo depositan, hasta que lo pongan en manos de los receptores de Melkisedek,
el Purificador de la Luz. Y el rechazo material lo llevan a la esfera que está
debajo de los eones, y la moldean en hombres, y también en almas de reptiles y
de ganado, y de bestias salvajes y de aves, de acuerdo al círculo de los
regidores de aquella esfera y de acuerdo a todas las configuraciones de su
revolución, y los distribuye en este mundo de la especie humana, y llegan a ser
almas en esta región, justo como IO os he dicho.
Develación por V.M.K. EL TAWA
MANÚ: Melkisedek, como Receptor de la Luz que le otorga el Señor del Pleroma,
purificó mediante sus Rayos Luminosos todas aquellas Energías que corresponden
a los auténticos Iniciados elevándolos al Tesoro de la Luz, mientras que en el
espacio tridimensional de la Tierra, operaban los Devas de la Vida, por un
lado, preparando las materias en que encarnarían los Adeptos a su retorno del
Ayocosmos, y del otro lado, se moldeaban las almas que darían cabida a los
rechazados transgresores, llegando a ser: algunos hombres, la mayoría reptiles
y bestias salvajes, mientras que otros tantos también tomarían cuerpos de aves
y ganados.
V.M.K., A.Z.F. EL TAWA MANU;
DAVID SERRATE PEREZ
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