Aquí, en el
Desierto de los Leones, tuve la buena suerte de ponerme en contacto directo con
un grupo de extraterrestres. Ellos descendieron de su nave, en el bosque. Se me
ocurrió acercarme a ese lugar (un claro del bosque). Se abrió una portezuela,
descendió el Capitán de su nave, y tras de él, pues, un grupo de gentes
extraterrestres. El era un hombre delgado, de mediana estatura, piel cobriza,
ojos azules, amplia frente, nariz recta, boca delgada, manos muy alargadas y
finas, muy inteligente (genial, genial, un genio que más que hombre, es un
superhombre). El resto de la tripulación descendió tras de él. Le pedí el favor
que me llevara a Marte. "¿Marte? -me dijo-, eso está allí, nada más".
Es decir, para él, ir a Marte es como ir de aquí a la esquina, o como ir a la
tienda y volver en un minuto, o cosas así por el estilo. No pude menos que
quedar bastante impresionado. comprendí, intuitivamente, que esa nave en la que
ellos habían descendido, venía del vientre de una nave nodriza que había
quedado en órbita alrededor de la Tierra. Así lo entendí. Después, rogué un
poco que me llevaran a otros mundos habitados (estaba dispuesto a irme). El
capitán guardó silencio... Se sentaron todos los tripulantes alrededor de mí,
en unos troncos que habían en el suelo (ahí se sentaron). Habían dos damas
entre ellos, muy ancianas. La una, que parecía ser la de más edad, de una edad
indescifrable, se puso de pie y habló en nombre de toda la tripulación. Dijo:
"Si colocamos una planta que no es aromática junto a otra que sí lo es, es
claro que la que no es aromática se cargará con el aroma de la que sí lo es,
¿verdad?". Entonces respondí: "¡Así es!" Prosiguió: "Lo
mismo sucede con los mundos habitados del espacio infinito; mundos que en el
pasado andaban mal, se fueron impregnando poco a poco con las radiaciones de
los mundos vecinos y ahora andan muy bien, pero vemos que aquí, en el Planeta
Tierra, no sucede lo mismo. ¿Qué es lo que está pasando?" (fue la pregunta
que me hicieron).
Quedaron alarmados. Ellos están
acostumbrados a viajar a través del infinito y nunca habían visto ese fenómeno,
pues se encontraron con una humanidad perversa y completamente confundida; se
encontraron con un fenómeno muy raro y me preguntaron, extrañados, qué estaba
pasando en este planeta, en el cual ellos acababan de desembarcar. ¿Qué era lo
que sucedía? Yo tuve que reflexionar un poco, y luego respondí: "Este no
es más que el resultado de la equivocación de los Dioses; la Tierra esta no es
más que un resultado de la equivocación de los Dioses". Pero luego
redondié un poquito mejor mi concepto. Concluí diciéndoles: "Así es el
Karma de los Mundos"... Cuando concluí, aquélla dama asintió con la
cabeza, sin pronunciar palabra. La otra, hizo una venia respetuosa, sin
pronunciar palabra. Todos, a su vez, asintieron con una gran venia de
aceptación.
Hasta allí llegó la reunión; se
pusieron de pie, se despidieron de mí cordialmente, y en momentos en que me
despedía del capitán, volví a reiterar mi petición, pidiendo, pues, que se me
llevara a otras galaxias, a otros mundos habitados. Les dije a ellos: "Yo
soy un hombre; dentro de mí está el Kalki Avatara que está enseñando el mensaje
para la humanidad terrestre, a la humanidad de este Planeta Tierra, y la
petición no la hago por mí, sino por la humanidad, para traerles aquí, a los
terrícolas, pruebas de la vida de otros planetas, noticias sobre otras culturas,
etc." Bueno, las razones que yo expuse son de peso, puesto que dije:
"No se trata de mí, sino de la humanidad"...
P.- Luego entonces, esos Dioses no
pueden hacer nada, nada por esta humanidad.
R.- Pues no platiqué sobre eso, sino
que te cuento lo que vi.
P.- Maestro: ¿esa experiencia
ocurrió hace poco tiempo?
R.- Sí, en carne y hueso,
físicamente, en el Desierto de los Leones. Fue una entrevista personal, de
persona a persona.
P.- ¿Hace cuánto tiempo, Maestro?
R.- Hace ya, le calculo, unos
cuatro años... En todo caso, después de todo, al capitán le reiteré mi
petición. El capitán habla poco y en lo poco, dice mucho. Me respondió en la
siguiente forma: "En el camino iremos viendo"... "Está bien,
capitán muchas gracias", y le di la mano, agradecido.
¿Ustedes saben a qué Camino se
refiere?
P.- Al Camino Iniciático.
R.- Al camino secreto, al camino
esotérico. Esto significa que después de la resurrección esotérica, por la cual
he de pasar, o ha de pasar éste que está aquí adentro, entonces ganaré ese
derecho de ingresar a una tripulación intergaláctica, y por un tiempo
permaneceré en el cosmos.
P.- Venerable Maestro: la
resurrección mística por la cual usted ha de pasar, ¿se sucederá en el mundo
físico?
R.- En todos los mundos, en todas
las regiones del universo.
P.- Me refiero, concretamente, a la
resurrección que conocemos, a la resurrección de nuestro señor El Cristo.
R.- Esa resurrección se repite en
todo Iniciado, cada vez que se ha pasado por los procesos del Vía Crucis. De
manera que, entonces, es de orden general, no es para un solo individuo. En la
Edad Media, varios individuos sagrados lo lograron.
P.- Nos tocará, pues, presenciar la
suya en el mundo físico.
R.- Pues la resurrección es algo
más bien íntimo, es decir, esotérico. No es algo meramente espectacular,
físico, sino que es algo íntimo y esotérico. Y en todo caso, pues, todos los
seres humanos deben llegar a la resurrección, aquí y ahora.
P.- Maestro: ¿eso le costó mucho
trabajo?
R.- Eso, después de muchos años de
trabajo, nos estamos acercando; nos estamos acercando ya al momento cumbre de
la resurrección mística, crística, que es tan indispensable, pues, para la Gran
Obra.
P.- ¿Qué se entiende, exactamente,
por la "Resurrección Mística"?
R.- Pues el Cristo Intimo tiene que
encarnar en el corazón del hombre; debe desarrollarse en el corazón del hombre,
debe desenvolverse en el corazón del hombre, debe crecer en nosotros, y una vez
que ha logrado esto, debe predicar la palabra, para bien de la humanidad. Más,
es claro que siempre que él viene al mundo, le odian tres clases de gentes: los
ancianos, los sacerdotes y los escribas. Los ancianos, las personas muy
juiciosas, llenas de experiencia (muy serias), le aborrecen porque no encaja
dentro de sus costumbres y entre su forma se ser. Le aborrecen también los
escribas, o sea los intelectuales, porque no encaja dentro de sus férulas,
dentro de sus dogmatismo, dentro de sus teorías. Y lo rechazan, lo aborrecen,
lo odian también los sacerdotes de los templos, los miembros de todas las
religiones, las gentes muy religiosas, los sacerdotes de todos los cultos,
porque viene a hablar siempre, a decir siempre cosas revolucionarias que van
contra los intereses creados de las religiones; viene a desmoronar, a destruir
dogmas, y eso no lo pueden aceptar los sacerdotes de todos los cultos.
Le toca vivir al Señor, dentro del
corazón del hombre, todo el Drama Cósmico, tal como está escrito en los cuatro
evangelios. Las multitudes piden su crucifixión. No se trata de multitudes
meramente externas, sino de multitudes internas, y cada uno de nosotros tiene
esas multitudes dentro de sí mismo (me refiero a los agregados psíquicos, a los
Yoes que piden su crucifixión). Hay tres traidores que se prestan para llevarlo
a la crucifixión, que son: Judas, el demonio del deseo; Pilato, el demonio de
la mente, y Caifás, el demonio de la mala voluntad. Esos son los tres
traidores, esos hacen sufrir mucho al Señor.
De manera que, el Señor tiene que
vivir, dentro del Alma Humana, todo el Drama Cósmico.
Por último, el Señor es crucificado y
después depositado en su santo sepulcro interior, en su sepulcro de cristal. Es
necesario que el Señor resucite dentro de sepulcro, y él resucita al tercer
día, es decir, después de la tercera purificación por el hierro y por el fuego.
Después de que el hombre ha pasado por las tres purificaciones, a base de
hierro y fuego, entonces el Señor resucita, nuestro Rey se levanta de su
sepulcro de cristal, se reviste con el To Soma Heliakon, el Cuerpo de Oro del Hombre
Solar, y adviene al mundo físico sensorial, penetra profundamente en nuestra
naturaleza orgánica para poder hablar a las multitudes, para poder trabajar,
para poder convertirse, dijéramos, en el siervo de todos.
Obviamente, es fundamental encarnar
al Cristo Intimo, y es posible encarnarlo, a condición de recibir la Iniciación
Venusta. Es pues, en la Iniciación Venusta, cuando el Cristo Cósmico nace en el
corazón del hombre.
Cuando él adviene, ciertamente el
Iniciado lo único que posee para recibirlo, son los nuevos Cuerpos
Existenciales Superiores del Ser...
Ese "Belén" de que se
habla en el Evangelio, está dentro de nosotros mismos, porque en la época en la
que el Hierofante Jeshua Ben Pandira enseñara la doctrina del Cristo, Belén no
existía, la aldea de Belén no existía. "Belén" viene de un término
caldeo "Bel" que nos recuerda a la "Torre de Bel", a la
"Torre del Fuego", y todo hombre tiene que, primero, poseer la
"Torre de Bel" dentro de sí mismo, es decir, tiene que haber
desarrollado el fuego dentro de sí mismo, haber elevado el fuego a la
"torre", a la parte superior de la cabeza, para poder recibir al
Señor.
El nace (se dice también) en un
"establo", porque cuando el Maestro adviene, todavía nosotros no
hemos destruido el Ego, los agregados psíquicos terribles, pero el Señor
trabaja, ayudándonos. El tiene que hacerse cargo de nuestros procesos del
pensar, del sentir y del obrar, y siendo él verdaderamente perfecto, tiene que
revestirse con la imperfección; siendo él una criatura absolutamente santa,
tiene que revestirse con la criatura del pecado y hacerse dueño de nuestros
procesos del pensar, del sentir y del obrar; él tiene que destruir a los
agregados o elementos inhumanos que en nuestro interior cargamos, y conforme
los va eliminando, va creciendo, se va desarrollando. Así que, cuando ya llega
a hombre y puede predicar la palabra, lo ha hecho a base de grandes
sacrificios. Y por último, él tiene que vivir (dentro del corazón del hombre)
todo el Drama Cósmico, tal como está escrito en los cuatro evangelios, y tiene
que ser muerto, porque con su muerte mata a la muerte, y tiene que resucitar en
nosotros y ya resurrecto, nos da la inmortalidad; ya resurrecto en nosotros, se
convierte (en verdad) en un Maestro de Resurrecciones.
P.- Cuando el Cristo nace, ¿en qué
nos convertirnos?
R.- En un verdadero Buddha:
trabajador eficiente de esta gigantesca Gran Obra.
P.- Es entonces, cuando se le llama
el "Cristo Cósmico"?
R.- El Cristo Cósmico es Cristo
Cósmico siempre. El Cristo no es, propiamente, un individuo, ni humano. El
Cristo, en sí mismo, es una fuerza, una fuerza cósmica, universal, que bulle y
palpita en todo electrón, en todo ion, y se encuentra latente en todo lo que
es, ha sido y será, pero puede manifestarse a través de cualquier hombre que
esté debidamente preparado.
Así pues, si pensamos en Jesús de
Nazaret como la única expresión del Crestos, estamos muy equivocados. Así como
el Cristo en aquélla época se expresó a través de Jeshua Ben Pandira, así
también se expresó (en aquélla época) a través de Juan El Bautista, y es el
mismo que se expresó a través de Moisés (que resplandeció en su rostro, en el
Monte Nebo) y es el mismo que enseñó la sabiduría hermética con el nombre de
Hermes Trismegisto, y es el mismo Señor Quetzalcóatl.
Así pues, el Crestos es la fuerza
que se expresa a través de cualquier hombre que esté debidamente preparado, y
al decir hombre, incluyo también al elemento femenino, pues puede expresarse a
través de cualquier mujer que esté debidamente preparada.
P.- Y el Segundo Logos, ¿es otra
cosa?
R.- Estoy hablando del Cristo, que
es el Segundo Logos. Ya se entiende que el Primer Logos es el Padre, se
entiende que el Segundo Logos es el Hijo y se entiende que el Tercer Logos es
el Espíritu Santo.
P.- Venerable Maestro: yo he
entendido que el único modo de autorrealizarse es a través de los tres factores
de la Revolución de la Conciencia, aplicados aquí y ahora, en el mundo físico.
Sin embargo, hemos oído decir que puede practicarse el Maithuna en el Mundo
Astral, con una Dakini. ¿Nos podría dar una enseñanza concreta, a ese respecto?
R.- Bueno, en el Tíbet se habla
mucho de las Dakinis, y algunos monjes que en el mundo físico no tienen esposa
sacerdotisa, se han desposado con Dakinis: señoras que andan por las nubes,
invisibles (extrañas señoras, por cierto), que vuelan por las nubes. Esas son
las Dakinis, esas son criaturas muy especiales.
P.- ¿Ellas viven en el Astral?
R.- Bueno, en el Astral, en el
Mental, en el Causal y en todas partes. Obviamente, aquellos monjes se han
desposado con ellas y han realizado todo su trabajo esotérico con ellas, han
trabajado en la Novena Esfera con ellas. A su vez, mujeres de cierta categoría
han podido desposarse con Devas y trabajar en la Novena Esfera con Devas, sin
necesidad de tener un hombre de carne y hueso. De manera que todo eso es
posible, pero es posible para aquéllas gentes que realmente es muy poco el Ego
que tienen ya. Para que una mujer tenga el alto honor de desposarse con un
Deva, pues obviamente tiene que poseer un grado de pureza tremendo, debe haber
destruido mucho el Ego; sólo así podría recibir a un Deva como marido. Y para
que un hombre pueda recibir por sacerdotisa a una Dakini, pues tiene que
haberse purificado mucho, haber eliminado muchísimos agregados psíquicos.
P.- ¿Ese es el caso de San
Francisco de Asís?
R.- ¿Francisco? Es posible que... Bueno, él ya
había trabajado en existencias anteriores, y en su nueva existencia tuvo que
haber trabajado con alguna Dakini; eso es obvio.
Esos son casos extraños que no son
comunes, no son comunes...
P.- Maestro: entre vivir el Drama Cósmico
en los mundos internos y vivirlo en forma física o públicamente, tal como lo
vivió el Maestro Jesús, ¿en cuál de los dos casos hay mayor mérito?
R.- Pues voy a decirte: Gautama (el
Buddha) Sakyamuni, enseñó la doctrina del Buddha Intimo de todos los seres
humanos; la doctrina del Buddha Intimo que cada cual tiene (Gautama la expuso
públicamente). Jesús de Nazaret enseñó la doctrina del Cristo Intimo, tal como
la han vivido los Iniciados de Lemuria, de la Atlántida y de todas las edades.
Ese Drama Cósmico, vivido por Jesús, siempre se ha vivido secretamente. Lo
vivieron todos los Iniciados antes de Jesús y lo siguen viviendo todos los
Iniciados después de Jesús. Ese drama del Maestro Jeshua Ben Pandira, es el
mismo del Quetzalcóatl, dijéramos, de allá arriba (del Quetzalcóatl en el Mundo
Causal) y lo vivió, lo personificó en el mundo físico. Para vivir ese drama
tuvo que preparar a sus discípulos y enseñarle a cada uno su papel, y cada cual
lo representó realmente. El expuso un drama, lo enseñó públicamente, para que
sirviera de guía a la humanidad en un futuro, para que le sirviera de poste de
indicación, pero el drama no es propiedad de él, ni propiedad mía, ni propiedad
de nadie. Ese drama es absolutamente cósmico.
P.- Entonces, entre todos los
discípulos, ¿es Judas Iscariote uno de los mas grandes iniciados?
R.- Judas Iscariote, realmente, no
quería el papel de Judas; él quería el papel de Pedro, pero Jesús preparó a
Judas para el drama interior que tenía que representar, y Judas lo representó a
la maravilla. Pero Judas Iscariote jamás traicionó a Jesús. El tuvo que
aprenderse de memoria todo lo que corresponde al Evangelio de Judas. Para poder
comprender el Evangelio de Judas, tienen que estudiar a Sacarías. Ahí se
mencionan las treinta monedas de plata (con que fue justipreciado, etc., etc.,
etc.), el dinero que se utilizó para comprar un terreno para los difuntos, etc.
Todo eso (el tipo de moneda y todo eso) está escrito por Sacarías. De manera
que Judas tuvo que aprenderse todo eso, revisar las sagradas escrituras y hacer
bien su papel. Pero que él tenga algo de traidor, ¡nada! Un papel que le enseñó
Jesús y que él no quería, además... De manera que, el Maestro Judas tiene un
evangelio: la disolución del Ego. Renunció, él mismo, a toda felicidad y vive
actualmente en los mundos infiernos, trabajando por los perdidos, por los que
no tienen remedio. De manera que es el único que no ha recibido honores, que ha
sido odiado, insultado, y que sin embargo ama a la humanidad, puesto que se
sacrificó por la humanidad y entregó hasta su misma vida y felicidad por la
humanidad. Después de Jesús, el hombre más grande que hay se llama Judas
Iscariote. El es el más odiado de todos y nadie ha comprendido su sacrificio,
porque hasta para Jesús de Nazaret hay agradecimiento y gratitud, pero para
aquél que entregó su vida por toda la humanidad y que nos enseñó el camino de
la disolución del Ego, no ha habido una palabra de alabanza; nadie se conduele
de aquél que cumplió con su drama en la época de Jesús.
P.- Maestro: ¿por qué a Juan se le
considera como el "discípulo amado?
R.- Sí lo es, es el Verbo, la
Palabra, y al fin y al cabo cada cual tiene su Juan, y cada cual tiene su
Judas, y cada cual tiene su Santiago, y cada cual tiene su Pedro y su Pablo...
¿Por qué les digo esto? Voy a decirles: porque dentro de cada ser viviente, o
dentro de cada persona, está el Ser (muy allá, adentro) y el Ser tiene muchas
partes. El Ser tiene las doce potestades, que entran en el vientre de la Madre
Divina y vienen a la existencia. Esas doce potestades son los doce apóstoles.
De manera que, en cada cual, sí hay un Pedro oficial, también cada cual
tiene su propio Pedro allá adentro. Sí
hay un Juan (de la Palabra, del Verbo), cada cual también tiene su Juan. Y sí
hay también un Tomás (escéptico, incrédulo), cada cual tiene el suyo. Y sí hay
un Santiago (el Bendito Patrón de la Gran Obra), cada cual tiene el suyo. Por
cierto que, yo les digo una cosa: de todos esos apóstoles, el que yo aprecio
más es a Santiago. Santiago es el mercurio de los sabios (nada menos), aquél
que nos enseña la Gran Obra, el regente de la Gran Obra que tenemos que
realizar dentro de nosotros mismos, aquí y ahora; el Bendito Patrón de la Gran
Obra. Así que, les digo a ustedes en nombre de la verdad, que a Santiago vale
la pena tenerlo en cuenta, porque gracias a él podemos ser instruidos en la
Gran Obra. Nuestro Padre que está en secreto, el Viejo de los Siglos, nos
enseña los grandes Misterios de la Gran Obra a través de Santiago.
P.- ¿Como podríamos comunicarnos, o
podríamos pedirle a Santiago, por ejemplo? ¿En qué forma se le puede pedir?
R.- Pues a Santiago se le puede
pedir cuando uno está trabajando en la Gran Obra de los sabios; se le puede
pedir que lo oriente a uno en la Gran Obra.
Sobre Alquimia, por ejemplo, se ha
escrito mucho, pero nadie puede dar una indicación juiciosa sobre la Gran Obra,
porque no está viviendo la Gran Obra. Para poder entender la Gran Obra se
necesita recibir el Donum Dei, o sea, haber recibido ese don del Viejo de los
Siglos, que le permite a uno entender los Misterios de la Gran Obra.
En todo caso, quiero decirles lo
siguiente: esos doce están dentro de nosotros; las doce potestades, que son
doce partes autónomas y autoconscientes de nuestro propio Ser.
P.- ¿Está fraccionado el Ser?
R.- No está fraccionado. No,
durante la manifestación se expresa como una pluralidad. Las doce facultades o
doce potestades, penetran en el vientre de la Divina Madre Kundalini para venir
a la existencia en el mundo de la forma, y personifican exactamente a los doce
(y eso es bastante interesante), pues nos interesa mucho apelar a Felipe, para
las salidas astrales. ¿A cuál Felipe, al Felipe histórico? No, al Felipe íntimo
(para los Estados de Jinas, para las salidas en astral).
Se necesita apelar a Santiago para
conocer los Misterios de la Gran Obra; se necesita apelar a Pedro, para que nos
indique (textualmente) el Camino de Vulcano; se necesita apelar a Juan, que nos
enseña la Ciencia del Hombre, el valor de la palabra, etc. Creo que ustedes van
entendiendo...
¿Y el Cristo? Está adentro y hay
que buscarlo, y el que no lo encuentre dentro de sí mismo, no lo encuentra en
ningún rincón del mundo.
En cuanto al Padre, cada cual tiene
su Padre. Hay tantos Padres en el Cielo como hombres en la Tierra (dice la
Blavatsky, y es verdad: cada cual tiene su propio Padre que está en secreto, el
Viejo de los siglos). Y en cuanto al Espíritu Santo, se expresa como el alma
metálica del esperma; es el mercurio de la filosofía secreta, es quien hace de
nosotros el gentil hombre, sabio y verdaderamente digno.
Quien quiera verdaderamente llegar
a donde debe llegar, tiene que cristalizar las tres fuerzas dentro de sí mismo.
Hay tres fuerzas: el Santo Afirmar, el Santo Negar y el Santo Conciliar. El
Sagrado Sol Absoluto quiere hacer cristalizar, dentro de nosotros, las tres
fuerzas primarias de la naturaleza y del cosmos.
P.- ¿Para eso hay que eliminar el
Ego?
R.- Si no se elimina el Ego, no se
pueden cristalizar las tres fuerzas. ¿Cómo se cristalizaría la tercera fuerza,
el Espíritu Santo? Pues trabajando intensivamente en la transmutación del
azogue en bruto, cambiándolo (mediante la transmutación) en el alma metálica
del esperma. Esa "alma" es el mercurio de los sabios. Cada alma
metálica debe cristalizar, indubitablemente, o debe tomar forma en el Cuerpo
Astral, en el Mental y en el Causal, a fin de recibir los principios anímicos y
convertirse uno en un hombre. Así viene a cristalizar el mercurio de los sabios
en uno mismo.
¿Cómo podría uno hacer al Cristo,
llegar a cristalizar al Cristo en uno, que cristalice en uno? No se trata
simplemente de encarnarlo, sino de lograr la cristalización del Crestos Cósmico
en uno. ¿Cómo? Solamente sería posible (eso) negándose a sí mismo (y no es tan
fácil negarse a sí mismo en todo), destruyendo el Ego, quebrantándolo,
volviéndolo polvo.
¿Y cómo haría uno cristalizar, en
sí mismo, al Viejo de los Siglos? Haciendo su voluntad, tanto en los mundos
superiores como en el mundo físico.
Así, haciendo cristalizar, o
cristalizando en nosotros las tres fuerzas primarias de la naturaleza y del
cosmos, nos convertiremos en hombres solares y eso es lo importante. Porque una
cosa es hacerse uno hombre y otra cosa es convertirse en hombre solar. Uno se
hace hombre cuando fabrica los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser y
cuando recibe sus principios anímicos, y otra cosa es hacerse superhombre u
hombre solar, que es lo mismo. Esto solamente sería posible cristalizando la
totalidad de las tres fuerzas dentro de uno mismo, aquí y ahora.
P.- ¿Por qué se llama, al Maestro
Jesús, el "Hijo del Hombre"?
R.- Al Maestro Jesús hay que
encontrarlo dentro de sí mismos, y cada uno de nosotros (en su interior) debe
encarnar al Maestro Jesús; porque eso de que el Maestro Jesús es un Señor que
existió hace 1.976 años, eso está un poco equivocado. Porque resulta que
"Jesús" viene de la palabra "Jeshua" (en hebreo) y Jeshua,
en hebreo, es "Salvador". Cuando el Crestos resuelve venir a la
manifestación cósmica, en cualquier hombre (sea en ti, o en mí, o en Pedro, o
en Pablo, etc.), pues tiene que descender, desde su elevadísima esfera
crística, al mundo del Alma Humana. Incuestionablemente, tendrá que nacer como
un salvador y su nombre será siempre "Jeshua" (Jesús-Cristo, o
Cristo-Jesús), porque siempre será el salvador dentro de uno. Así es como se
debe entender, porque Jeshua Ben Pandira, que enseñó esta doctrina, no la sacó
de su propia cosecha; esta doctrina es cósmica, es universal, existe en toda
criatura que vive; lo que hay es que hay encontrarla dentro de uno mismo. Pero
Jeshua tiene la ventaja de haberla enseñado en forma alegórica o simbólica en
el mundo físico, para que la gente la entienda; pero es una doctrina que
existió antes del Gran Kabir y que seguirá existiendo después del Gran Kabir.
P.- Maestro: ¿y por qué le pusieron
"Emmanuel"? Se cuenta que cuando iba a nacer, a la Virgen María le
dijeron: "lo llamarás Emmanuel".
R.- Bueno. "Emmanuel" es
"Dios", y la Virgen María está dentro de ti, y dentro de mí, dentro
de Pedro, y dentro de Pablo y de Juan: es la Kundalini, la serpiente ígnea de
nuestros mágicos poderes.
Cuando el Crestos quiere venir a la
manifestación, desciende de su elevadísima región y penetra como un rayo de
luz, dijéramos, en el vientre de la Divina Madre Kundalini. De ella nace, para
tomar posesión del cuerpo físico de cualquier hombre que esté debidamente
preparado. De manera que el que anda dogmatizando también a la Madre Cósmica,
está mal. La Madre Cósmica no solamente existió en aquélla época de Jerusalén;
la Madre Cósmica está en toda época.
P.- Venerable Maestro: aquélla
entidad conocida como "Nous", ¿bien pudiera ser la fuerza crística?
R.- "Nous" es un átomo
que existe en el ventrículo izquierdo del corazón; es una palabra que realmente
no define mucho a la fuerza crística. La fuerza crística tiene su propio nombre
(siempre). Esa fuerza del Christus, o Vishnú, es una fuerza ingente que se
encuentra en todo lo que es, ha sido y será; que se expresa a través de
cualquier hombre que esté debidamente preparado. En la Edad Media, varios
hombres que estuvieron preparados, recibieron esa fuerza crística. Entonces el
Cristo Cósmico se expresó a través de varios hombres debidamente preparados (en
la Edad Media) y eso es todo.
Poco a poco hay que ir entendiendo
los Misterios Crísticos...
P.- Venerable Maestro: yo quisiera
realmente saber si San Cipriano fue un Santo o fue un Mago Negro.
R.- Bueno, si San Cipriano fue un
Mago Negro y después se volvió blanco, eso no tiene importancia. Pensemos en el
Crestos, que es más importante, en el Logos. Allá arriba está el Padre, el
Logos y el Espíritu Santo. Aquí abajo está el Aliento, la Sangre y el Agua. De
manera que, el triángulo de arriba y el triángulo de abajo forman el Sello de
Salomón. El Sello de Salomón tiene doce radiaciones, porque las seis puntas que
tiene son masculinas y las seis ondas de entrada, entre punta y punta, son
femeninas. El Sello de Salomón representa pues al Logos, y mediante la Alquimia
se transforma en las Doce Constelaciones del Zodíaco, tanto en el Macrocosmos
como en el Microcosmos Hombre. Así que, en el Sello de Salomón se encierran los
Misterios de la Alquimia.
Lo primero que nuestros estudiantes
tienen que hacer, es aprender a preparar el mercurio de los sabios. Sin ese
mercurio no se puede hacer la Gran Obra. ¿Cuál es ese mercurio, de dónde lo
vamos a sacar? Pues es el alma metálica del esperma sagrado, que transmutado,
cuando se transmuta en la Novena Esfera, viene lo mejor: entonces el azogue en
bruto (que no es otra cosa que el mismo esperma), se convierte en energía; por
eso es que de allí se hace la Gran Obra. Pero la preparación del mercurio exige
mucho cuidado, porque las aguas mercuriales tienen que pasar por muchos
procesos; eso es obvio.
En principio esas aguas son negras.
Cuando se está trabajando con esas aguas, se dice que está trabajando con Saturno.
Son inmundas, en principio; más tarde, esas aguas se vuelven blancas. Cuando
están negras, se les alegoriza con el cuervo negro de la Alquimia, el cuervo
negro de la putrefacción y de la muerte. Pero si se sublima el trabajo, si se
vuelve más espiritual, si se le da reincrudaciones, entonces las aguas se
tornan blancas.
P.- ¿En cuánto tiempo se puede
lograr eso?
R.- El tiempo depende de la fuerza
de las parejas; porque si las parejas no refinan el sexo, sino que lo dejan actuar
torpe y brutalmente, en forma animalesca, pues las aguas permanecerán negras
(hasta que ellos las dejen negras) y demorará, por tal motivo, el advenimiento
del fuego; eso es claro. Pero si las parejas resuelven refinar el Sacramento de
la Iglesia de Roma, ¿qué sucederá? Que las aguas se volverán blancas. Y si
siguen refinando más y más y más, y si llegan a hacer de la cópula química o
metafísica un culto realmente sagrado, las aguas se volverán amarillas. Al
llegar a ese nivel, tales aguas estarán listas para recibir el azufre de los
sabios. ¿Y cuál es el azufre? El fuego, el fuego...
Ese azufre es bastante interesante.
No es que sea azufre puramente químico, o el azufre que se puede comprar en la
farmacia, crudo, "flor de azufre" (que por cierto, entre paréntesis,
se debería llevar entre los zapatos, cuando se tengan larvas, pues las ayuda a
desintegrar)... Es medicinal también, no se puede negar, pero estamos hablando
del azufre de los sabios; estamos diciendo que cuando el mercurio está debidamente
preparado (con el color amarillo), se puede recibir el azufre de los sabios.
Ese azufre hace fecundo al mercurio. Pero ¿cuál es ese azufre de los sabios? El
fuego sagrado, que normalmente está enrollado tres veces y media dentro de
cierto Chacra o Centro Magnético que existe en el coxis.
Cuando el mercurio está preparado
ya, se mezcla con el azufre, se convierte en un mercurio azufrado. A su vez la
sal, que existe en las secreciones sexuales, también pasa por sublimaciones y
junto con el azufre y el mercurio forman un solo trío: sal, azufre y mercurio.
Esa sal, azufre y mercurio toman la
forma de una serpiente que sube por la espina dorsal, a lo largo del canal
medular espinal. Normalmente se le denomina "Kundalini", y va ascendiendo
por la médula espinal hasta el cerebro, abriendo los Chacras que existen en la
espina dorsal. El excedente de tal sal, de tal azufre y de tal mercurio, cumple
finalidades hermosas. No hay duda de que la sal, el azufre y el mercurio
(revueltos), reciben un nuevo nombre: se les llama "Vitriol".
"Vitriol" es una palabra que se descompone así: "Visita
interiore terram, rectificátur invenias ocultum lapidae" (Visita el
interior de la Tierra, que rectificando hallarás la piedra oculta). ¿A qué
piedra se refiere? A la Piedra Filosofal, que hay que elaborar, que hay que
fabricar (el carbunclo rojo de los sabios).
Bien, pero les decía a ustedes que
el excedente de la sal, del azufre y del mercurio, el excedente del Vitriol
(que no es sino mercurio azufrado, con un poco de sal sublimada), viene a
cristalizar dentro de las células, dentro del interior del organismo, en la
forma extraordinaria y maravillosa del Cuerpo Sideral o Astral. Quien posee un
Cuerpo Astral, sabe que lo posee porque puede viajar con él a través del
cosmos. En una octava más elevada, tal excedente, sobrante de la fabricación
del Astral, viene pues a cristalizar en el Mental, un cuerpo magnifico con el
que podemos viajar a través del infinito y absorber la sabiduría universal. Y
en una tercera octava, el tal excedente del Vitriol sirve para fabricar el
Causal. Quien posee el Cuerpo Causal, o Cuerpo de la Voluntad Consciente, se
convierte en un Hombre Causal. El Hombre Causal es el verdadero hombre, en el
sentido más estricto de la palabra.
En el Mundo Causal está el Templo
de la Gran Logia Blanca (es un gran Templo de cristal). Allí viven los adeptos.
Yo mismo, como adepto, tengo como centro de gravedad el Mundo Causal. Desde esa
región me puedo proyectar hacia el Mental, hacia el Astral y hasta aquí, hacia
el mundo físico. Para hablar con ustedes, aquí en el físico, me he proyectado
desde el Causal, pero mi centro de gravedad está en el Causal.
Quien posee los Cuerpos Físico,
Astral, Mental y Causal, se convierte en un hombre de verdad, porque puede
recibir los principios anímicos y espirituales y convertirse en hombre. De
manera que, hay que preparar el mercurio de los sabios para fabricar los
cuerpos. Pero eso no es todo, si uno desea en verdad marchar por la directa,
recibir la Iniciación Venusta, cristificarse, convertirse en hombre solar, pues
tiene forzosamente que, entonces, eliminar el Ego. En Alquimia se dice que
"para poder uno hacer oro, hay que eliminar el mercurio seco y el azufre
arsenicado, o azufre venenoso.
El mercurio seco está constituido
por todos los agregados psíquicos que en su conjunto forman el Ego. Los
agregados psíquicos personifican a nuestros defectos de tipo psicológico. Hay
que desintegrarlos, para poder fabricar oro...
Nuestro Ser tiene muchas partes.
Una de las partes autónomas y autoconscientes de nuestro propio Ser, es el
antimonio, que no es meramente una substancia química, sino un artífice de
nuestro propio Ser (él es quien fijará el oro en el mercurio). Nuestros cuerpos
estarán constituidos por mercurio azufrado, pero quien fija realmente el oro en
el mercurio azufrado, es el antimonio. Se iría fijando el oro en los Cuerpos
Existenciales Superiores del Ser a medida que vayamos eliminando los agregados
psíquicos, es decir: el mercurio seco y el azufre arsenicado o azufre venenoso
o fuego infernal. Y así es como los cuerpos tienen que tornarse en vehículos de
oro.
Cuando el Cuerpo Astral, por
ejemplo, se ha convertido en un vehículo todo de oro puro, de la mejor calidad,
se lo devora la serpiente, se lo traga la Kundalini. Cuando el Cuerpo Mental ha
sido convertido en un vehículo de oro precioso, se lo traga la serpiente.
Cuando el Causal ha sido convertido en un vehículo de oro, se lo traga la
serpiente. Es necesario que los vehículos sean devorados por la serpiente;
hasta el Buddhi debe tragárselo la serpiente, y también el Atman.
Como dicen los Mayas en el famoso
libro que se llama "El Chilam Balam de Chumayel": "Necesitamos
ser tragados por la serpiente". En Yucatán encontré (en uno de los templos
de Yucatán) dos serpientes de piedra, muy hermosas. También encontré una
serpiente de piedra (en un templo), enorme, gigantesca, dentro de cuyas fauces
aparecía un hombre, que la serpiente se lo estaba tragando. Eso viene a
confirmar lo que se dice en el "Chilam Balam de Chumayel".
Los teósofos nos hablan de la
Kundalini Shakti, y Mister Leadbeater escribió, por allá, pues, sobre los
Chacras, sobre la Kundalini y todo eso. Pero no basta sólo despertar la
Kundalini, es decir, la serpiente; eso no es suficiente. No se quiere decir que
por el hecho de haber despertado la serpiente, un hombre tiene derecho a gozar
del poder de los Chacras. No, para poder gozar del poder de los Chacras hay que
haber sido devorado por la serpiente (una cosa es despertar la Kundalini y
desarrollarla, y otra cosa es ser devorado por ella). Wotan, por ejemplo, un
gran iniciado antiguo, se lee en una narración que "él estuvo en la
Mansión de las Serpientes"; que "él entró por un orificio de la
Tierra, que había hacia el centro de la Tierra". Y dice Wotan: "Y yo
pude entrar por el Pasaje de las Serpientes, porque yo soy una
serpiente"... Necesita convertirse, uno, en serpiente. El Conde San
Germán, alguna vez, dejó un papelito por ahí, abandonado. Alguien se acercó y
leyó. Decía: "Hace tantos miles de años (no recuerdo en estos momentos
cuántos puso), estoy establecido en Isis". Entonces se entiende que había
sido devorado por la serpiente, que era una serpiente.
P.- Maestro: cuando a los Faraones
les colocaban una serpiente en la frente, ¿es eso un símbolo de que habían sido
devorados por la misma?
R.- Es un símbolo... Uno vez que
uno se ha convertido en serpiente, que es una serpiente, a su vez pasa a ser
devorado por el águila y se convierte en una "serpiente emplumada",
en el Quetzalcóatl.
Pero bueno, concretemos esto en El
Cristo...
Una vez que los vehículos de oro
han sido devorados por la serpiente, tenemos entonces una envoltura metálica
extraordinaria: el To Soma Heliakon (que está compuesto por todos los vehículos
de oro), el To Soma Heliakon del hombre solar. Al llegar a esas alturas, el
Cristo resucita en nosotros. Después de haber vivido él (en nuestro interior)
todo el Drama Cósmico, se envuelve con el To Soma Heliakon, se reviste con él,
se reviste con esa sagrada fórmula, y surge a la manifestación, viene, y entra
entre el organismo, se expresa como un hombre entre los hombres, pero como un
hombre resurrecto. Esa es, pues, la causa causorum que da fuerza a los Maestros
Resurrectos. Por eso es que los Maestros Resurrectos son Resurrectos: los
Raimundo Lulio, los San Germán, los Cagliostros, los Hermes Trismegisto, etc. Y
eso es lo que se busca: la creación del hombre solar.
En todo caso, quiero decirles a
ustedes en nombre de la verdad, que se hace necesario que el Cristo nazca en el
corazón del hombre, que pase, que viva el Drama Cósmico en el corazón del
hombre; que muera en nosotros y que resucite en nosotros, porque inútilmente
habrá nacido Cristo en Belén, si no nace en nuestro corazón también;
inútilmente habrá sido muerto y habrá resucitado en la Tierra Santa, si no
muere y resucita en nuestro corazón también. En tanto no hayamos logrado la
resurrección, tendremos que luchar mucho para lograrla; eso es fundamental...
¿De qué serviría el descenso del
Cristo a la Tierra, si no lograra la resurrección? El Cristo desciende y muere
para resucitar, y con su muerte mata a la muerte (es lo último que hace:
eliminar la muerte con su misma muerte). Pero todo esto es cuestión de
Alquimia. Si un hombre no eliminara el mercurio seco, que son los agregados
psíquicos, viva personificación de nuestros errores, pues entonces no podría fabricar
el oro, el oro que se necesita para los Cuerpos Existenciales Superiores del
Ser. ¿Cómo lo fabricaría?
De manera que se hace necesario,
precisamente, fabricar oro. El que no sabe fabricar oro, no sabe nada, porque
el que manda es el oro. Un hombre puede ser muy sabio, muy erudito, todo lo que
ustedes quieran, pero si no fabrica oro está perdiendo el tiempo
miserablemente.
Así que, hay que fabricar oro,
porque el oro es el que manda...
P.- Maestro: ¿qué significa, en
Alquimia, el León de Justicia?
R.- El Sol, a su vez, es el León de
Justicia; son uno...
P.- ¿Qué puede lograr un soltero
con los sistemas de transmutación, específicamente con el Pranayama?
R.- Todos los sistemas de
transmutación para solteros, son relativos: sirven hasta cierto punto, y más
allá, ya no sirven para nada. Ni siquiera el Vajroli Mudra sirve para siempre.
Puede servir por unos segundos, mientras el hombre se consigue una mujer; podrá
servirle a la mujer, mientras consigue un hombre; pero que sirva el Vajroli
Mudra en forma definitiva y para siempre, tampoco (no hay que exagerar). Por un
tiempo permite transmutar (mediante la respiración, el Pranayama, etc.) las secreciones
sexuales, convertirlas en energía que puede ser utilizada, dijéramos, para la
salud, pero que pueda un hombre, por ejemplo, fabricar los Cuerpos
Existenciales Superiores del Ser por medio de la transmutación para solteros,
no es posible.
P.- ¿Por qué?
R.- Por un hecho muy concreto: el
hombre representa al Santo Afirmar, la mujer al Santo Negar y el Espíritu Santo
al Santo Conciliar. Si un hombre, por ejemplo, cree que puede fabricar los
Cuerpos Existenciales Superiores del Ser con las transmutaciones para solteros,
está equivocado, pues está manejando únicamente una sola fuerza, que es la
masculina: el Santo Afirmar (nada más). Si una mujer cree que sola, con el
Vajroli o transmutación de Pranayamas, etc., puede crearse los Cuerpos
Existenciales Superiores del Ser, tampoco, pues está manejando una sola fuerza
que es la de ella: la femenina, la negativa. Para que haya creación, se
necesitan siempre tres fuerzas: el Santo Afirmar, el Santo Negar y el Santo
Conciliar, o sea, positiva, negativa y neutra.
Aquí abajo, si esas tres fuerzas no
inciden en un punto dado, tampoco pueden realizar una creación. Si las tres
fuerzas en el cosmos, dentro del caos (la positiva, la negativa y la neutra),
se dirigen hacia distintos sistemas y hacia distintos lugares, no pueden
realizar una creación. Para que haya una creación se necesita que las tres
fuerzas incidan en un punto dado; entonces adviene la creación, ya sea de un
mundo o de los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.
Así que, hay necesidad de las tres
fuerzas para poder crear los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, y eso
sólo es posible trabajando en la Novena Esfera, en la Forja de los Cíclopes,
entre hombre y mujer. El Santo Afirmar y el Santo Negar se unen y el Santo
Conciliar los concilia, concilia las fuerzas opuestas, y así se realiza la
creación de los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.
P.- Durante el Maithuna, ¿se puede
practicar a la vez el Pranayama?
R.- El Pranayama se usa para
transmutaciones. Quien quiera controlar perfectamente el sexo, debe practicar
el Pranayama, pero no lo debe practicar fuera de la Novena Esfera, debe
practicarlo en la Novena Esfera, durante la cópula química o metafísica. Así
logrará que asciendan las energías hasta el cerebro; se ayudará y desarrollará
de ese modo, y evitará (mediante la respiración) la caída sexual, evitará
derramar el Vaso de Hermes Trismegisto, el tres veces grande Dios Ibis de Thot.
De manera que, por eso es que en La
Edad Media a los alquimistas se les denominaba "sopladores". A todos
los alquimistas en la Edad Media se les denominaba "sopladores";
porque durante la práctica del Maithuna estaban usando las fosas nasales para
transmutar; practicaban el Pranayama, precisamente durante la cópula
metafísica, y así controlaban el sexo, evitaban caerse, lo evitaban
"soplando".
P.- ¿Soplaban hacia adentro?
R.- Sí... ¿Por qué en los
laboratorios alquimistas aparecían siempre unos grandes fuelles? Allí estaban
los fuelles siempre. Los profanos pensaban que se trataba de fuelles físicos,
de verdad, para estar soplando las brasas encendidas, ¿no? ¡No hay tal! Estos
son los "fuelles" (las fosas nasales), estos son los que se usan muchísimo
durante el Maithuna, para controlar, pues, al sexo. El Pranayama se debe usar
en plena cópula metafísica, para hacer subir la energía hasta el cerebro.
P.- Maestro: si queda un excedente
después de la práctica alquímica, ¿puede continuarse haciendo el Pranayama?
R.- ¡Ya para qué, si lo interesante
es hacerlo en la práctica! Eso es como querer tú sacar los fuelles de la cocina
para ir a soplar al aire. ¡Ya no tiene caso! Los "fuelles" son para
cuando se necesitan; eso es claro... Eso es como querer ordeñar la vaca después
de haberla ordeñado, es como querer algo así por el estilo. De manera que,
entonces, los "fuelles" son para el lugar donde se necesitaron. ¡Eso
es todo!
P.- Yo me refiero al caso de que
exista el peligro de caerse y entonces uno se retira y queda aun cierta
energía...
R.- Eso indica que está mal hecho
el trabajo. El trabajo debe hacerse correctamente, y el Pranayama se hace,
precisamente, durante la cópula metafísica, y así se evita, pues, el peligro de
caer (se controla con la respiración). Así es como proceden todos los
"sopladores".
No dejábamos, los alquimistas, de
llamarnos "sopladores". Así nos han llamado durante toda la Edad
Media y seguimos llamándonos "sopladores", pues usamos los
"fuelles" en el "laboratorio".
P.- Maestro: si una persona no
logra desarrollar bien su trabajo en esta existencia, probablemente por razones
kármicas, ¿tiene que esperar la próxima existencia, o puede hacer una petición,
o algo para lograrlo?
R.- Pues de hacer la petición, se
hace. Lo que falta es saber si se nos concede. Si el Padre considera que se le
debe conceder al hijo la petición, se le concede. Si considera que no se la
debe conceder, pues no se la concede, y si no se la concede, pues hay que tener
paciencia, hay que dedicarse a trabajar sobre sí mismo hasta donde es posible,
y en una futura existencia puede continuar con el trabajo. Pero no por eso debe
llenarse de pesimismo, sino dedicarse a trabajar sobre sí mismo hasta donde es
posible, hasta el máximum de posibilidades, y continuar en la futura
existencia.
P.- Maestro: si a una dama le
corresponde un varón por Karma, o viceversa, estando ambos en la Gnosis y
mediante un trabajo de fondo, ¿les puede cambiar ese Karma? ¿Es posible eso?
R.- Pues los Karmas pueden ser
perdonados y también pueden ser negociados; eso es obvio. Pero hay un tipo de
Karma que no admite negocios ni perdones jamás, y es aquél que corresponde a
los pecados contra el Espíritu Santo, es decir, contra el sexo. Esos no tienen
ni perdón, ni negocios, ni nada; esos hay que pagarlos en todo su rigor, como
son (desgraciadamente)... "Toda clase de pecados serán perdonados, dijo El
Cristo, menos el pecado contra el Espíritu Santo". De manera que los que
tienen crímenes contra el Espíritu Santo, no tienen perdón; tienen que pagarlos
en todo su rigor, con todo el dolor. No queda más remedio.
P.- En sí mismo, ¿ese Karma es por
la fornicación?
R.- Por la fornicación, o el
adulterio, o la degeneración infrasexual: lesbianismo, homosexualismo, etc.
Esos tienen que pagar esa clase de Karma en todo su rigor. No les queda más
remedio.
P.- ¿Esos son
"Karmaduros"?
R.- ¿Que son Karmas duros? ¡No lo
podemos negar, y muy dolorosos, pero no les queda más remedio que pagarlos. Los
demás sí pueden ser negociados y perdonados.
SAMAEL AUN WEOR
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