Empezaremos a hablar hoy sobre un
profundo tema, algo inquietante, que a pesar de ser de tipo cósmico, sin
embargo está relacionado en alguna forma con la autorrealización íntima del
Ser. Quiero referirme, en forma enfática, a la Luna (conviene que conozcamos
las influencias de la Luna, y la relación de éste satélite con nosotros mismos
y con el planeta Tierra en general).
Hay dos teorías contradictorias en
relación con el satélite lunar. La una asegura, en forma enfática, que la Luna
es un pedazo de Tierra disparada al espacio; son varios los autores de tipo
pseudoesotérico y pseudoocultista que preconizan tal teoría. Se asegura que
hace unos cuantos millones de años, cuando el Cometa Condoor chocó con nuestro
mundo Tierra, dos fragmentos de éste, nuestro planeta, fueron disparados al
espacio (he ahí las dos Lunas; porque si bien es cierto que la gente cree que
tenemos una Luna, en realidad de verdad tenemos dos Lunas. La otra es tan
pequeña que realmente sólo se percibe, a través del telescopio, como un grano
de lenteja. Es de unos cuantos kilómetros, está bastante alejada de nuestro
mundo Tierra, se le denomina "Lilith". Y gira alrededor de nuestro
mundo; es la Luna Negra). Más no nos vamos a ocupar ahora de Lilith; es
necesario que nos ocupemos de este satélite que nos ilumina en la noche, porque
guarda íntima relación con la parte psicológica, íntima, de cada uno de nos.
En nombre de la verdad hemos de
decir que éste, nuestro satélite, es más antiguo que nuestro mismo mundo
Tierra, y así quedó demostrado ahora con las pruebas del Carbono 14. Se han
examinado cuidadosamente los guijarros traídos por los astronautas, y
definitivamente quedó aclarada tal tesis.
El mundo oriental afirma, en forma
enfática, que la Luna es la madre de la Tierra (he ahí dos posiciones ante
este satélite, y nosotros tenemos que desentrañar, pues, su misterio). ¿Es un
pedazo de Tierra disparado al espacio? Así lo aseguran muchos pseudoesoteristas,
y hasta esoteristas famosos. ¿Es más antigua que la Tierra? Así lo afirma el
mundo oriental. ¿Cuál de las dos tesis será exacta? Los hechos tendrán que
hablar.
Cierto autor, cuyo nombre no
menciono, porque en verdad nosotros no debemos en modo alguno criticar a nadie,
se atrevió a decir que "es un planeta nuevo, que está naciendo, que está
en proceso de formación", y "que vampiriza o succiona a la Tierra;
que vive de la Tierra"; pero los orientales dicen que "la Tierra es
quien lo vampiriza a él"... ¿Quién tendría razón? Remitámonos a los hechos.
Los astronautas han estado en la Luna, ustedes lo saben, nadie lo niega. Se
han tomado fotografías, y no hay nada que esté demostrando que la Tierra está
vampirizando a la Luna; si la estuviera vampirizando, habría vida en la Luna
ya, y resulta que parece una bola de billar: volcanes apagados, mares sin agua,
arenas y más arenas, guijarros y más guijarros, enormes rocas, y nada de vida
vegetal ni animal. Entonces los hechos están demostrando, que no está
vampirizando a la Tierra; en cambio la Tierra sí está vampirizando a la Luna, a
la que ya no tiene qué vampirizarle: tiene rica vida mineral, vegetal, animal y
humana, es decir, se absorbió la vida de la Luna. Son los hechos, me remito a
los hechos: si la Luna estuviera vampirizando a la Tierra, tendría vida, y está
bien muerta.
Dicen los orientales que "es la
madre de la Tierra" (estoy de acuerdo con ese concepto). Pues, ¿cómo
podríamos saber algo en realidad sobre la Luna, algo que no fuera la mera
repetición de lo que dicen los orientales y de lo que dicen los occidentales?
Solamente por la visión Olooesteekhnoniana, solamente por ese tipo de visión,
nada más (repito: por la visión O-LO-OES-TEEKH-NO-NIANA. Grábenla bien,
apúntenla: la visión OO, dos veces, LO-OES-TEE-KH-NONIANA). Correcto, ese tipo
de visión es lo único que puede permitirnos investigar algo sobre la Luna. Pero,
¿qué clase de visión es esa?, ¿qué clase de visión es esa que se llama
Olooesteekhnoniana? Ese es un tipo de visión que no pertenece al psiquismo
inferior, es el tipo de visión de aquel que conoce "la luz de la
luz", de aquel que conoce "la llama de la llama", "la
inteligencia de la inteligencia", "la verdad de la verdad",
"lo oculto de lo oculto". ¿Podría acaso poseer ese tipo de visión, el
que todavía no ha desintegrado los agregados psíquicos que en su interior
lleva? ¡Obviamente que no! Sólo con tal grado de visión, sería posible saber
algo cierto sobre la Luna.
En nombre de la verdad he de
decirles que a mí, como iniciado o Bodhisattva, me tocó trabajar en pasados Mahamanvantaras,
y conocí en realidad de verdad a la antigua Tierra-Luna; entonces era aquel
satélite un mundo como nuestro mundo: tenía rica vida mineral, vegetal, animal,
humana; mares tempestuosos y volcanes en erupción, etc. Todos los satélites de
nuestro sistema solar formaron parte del pasado sistema solar, que en
esoterismo se le denomina "La Cadena Lunar". Entonces, cualquier
sistema solar nace, crece, envejece y muere: así fue La Cadena Lunar,
incluyendo la Luna esta que nos ilumina en la noche, que era un mundo de los
varios mundos de La Cadena Lunar.
Al tiempo de actividad se le
denomina en esoterismo "Mahamanvantara"; al tiempo, a la noche
cósmica, se le denomina "Pralaya". Así pues, la Luna tuvo vida y es
la madre de la tierra, esto hay que comprenderlo. Cuando llegó la noche
cósmica, la vida lunar se volcó en las dimensiones superiores de la naturaleza
y del cosmos, y la corteza geológica quedó abandonada, esto es, los mares poco
a poco se fueron agotando, evaporando, y los volcanes agotaron sus fuegos
(después de la séptima raza). La Luna tuvo siete grandes razas, pero al
finalizar la séptima gran raza, la vida lunar toda se volcó en la cuarta
dimensión; mucho más tarde en la quinta, posteriormente en la sexta, y por
último en la séptima dimensión; la corteza física, propiamente dicha, quedó
abandonada, convertida en un cadáver. Y ese pasado sistema solar todo, cuyos
únicos exponentes hoy en día son los satélites lunares de nuestro sistema
actual, murió físicamente, pero continúa existiendo desde el punto de vista de
eso que se llama "substancia", es decir, en última síntesis quedó
convertido en algo que podríamos decir promateria, en algo que se llama
"Iliaster". Esto es algo que nos hace pensar: Iliaster... ¿Qué es
Iliaster? Diríamos, el "Protilo" para nuestra materia física (sin
embargo este término, muy moderno, tampoco nos satisface); es substancia, es el
"Mulaprakriti" de los orientales, etc.
¡Parece mentira, pero nuestro
sistema solar, en última síntesis, podría reducirse a una semilla, a su
Iliaster, y eso es todo! Tomemos un árbol: un árbol se ha desenvuelto de un
germen, y en el germen está en potencia el tronco, y las ramas, y las hojas,
las flores, y los frutos; el Iliaster es la semilla de cualquier sistema solar.
Así pues, La Cadena Lunar quedó reducida a su Iliaster, pero en el Iliaster
quedó en potencia la materia, quedó latente.
Tengo que decir, en nombre de la
verdad, que mediante ese tipo de visión citado, de naturaleza profundamente
endotérica, se ha podido pues investigar a los mundos en su Iliaster, mundos
que están más allá del tiempo, también más allá de la eternidad: están
depositados en el espacio profundo. Olooesteekhnoniana: he allí el tipo de
visión que nos ha permitido investigar en el Mulaprakriti; mundos depositados
entre el seno de la inmanifestación, aguardando una nueva manifestación, ¡cuán
interesante es eso!
Bien: cuando se inició la aurora de
la nueva creación, del nuevo Mahamanvantara, es decir, del nuevo gran día en
que estamos actualmente, el Logos Causal o Logos Causa entró en actividad; él
fue el que inició el torbellino eléctrico, el huracán eléctrico, y fue
entonces la electricidad la que diferenció al Iliaster primitivo, y una vez
diferenciado, entró en acción la dualidad. Sin embargo, el Iliaster en sí mismo
es dual, es monista, incluye a Purusha y a Prakriti, es decir, al espíritu y a
la substancia; por lo tanto, es monista. Pero la electricidad del Logos Causal,
en la aurora de la creación, diferenció a ese Iliaster, y entonces surgió Ideos,
es decir El Caos, el misterium magnum, el Magnus Limbus, pues hay dos limbus
existenciales: el Magnus Limbus del Macrocosmos y el Limbus del Microcosmos. Y
así como del Magnus Limbus surge el universo nuevamente, despierta a una nueva
actividad, así también, de nuestro Limbus Microcósmico pueden surgir si así se
quiere, los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.
Cuando surgió el Limbus Magnus, como
resultado de la diferenciación iniciada por el Logos Causa, de inmediato entró
en actividad el Logos Solar, el fuego (tenía que ser así). Los Elohim,
desdoblándose, se convirtieron en Padre Madre; en suprema unión creadora de él
y ella, de Osiris-Isis, surgió el tercero, el Kabir, el fuego que hizo fecundo
a aquel Magnus Limbus donde estaba la semilla de este universo (allí estaba
contenida en potencia la materia; ese es el auténtico Protilo original, esa es
la promateria, allí estaba en potencia, aguardando, y el fuego fecundó al
Limbus Magnus entonces la vida lunar entro nuevamente en actividad, ese Protilo
surgió a la existencia).
Los mismos elementos, base
fundamental de la existencia de las criaturas: fuego, aire, agua y tierra,
indubitablemente tienen su Protilo original, su Iliaster. Quien llegue a
manejar el Iliaster de los elementos, se convierte en rey de los elementos de
la naturaleza y del cosmos.
Así surgieron los elementos: el
fuego, indubitablemente cristalizó en aire, el aire en agua y, el agua en
tierra, y vino a la existencia un nuevo mundo, un nuevo sistema solar que surgió
del Iliaster, una nueva Tierra, hija de la Luna, hija del Alma Lunar, hija del
Espíritu Lunar, resultado de su Protilo original, o de su Iliaster.
Si la Tierra, en principio, fue
meramente mental durante la Primera Ronda, astral durante la Segunda Ronda,
etérica durante la Tercera Ronda, y ahora que estamos en la Cuarta Ronda es
física, en la Quinta volverá a ser etérica, en la Sexta volverá a ser astral y
en la Séptima mental, y por último la vida regresará otra vez a su Protilo original,
a su Iliaster, al germen de donde salió, a su semilla auténtica. Así como en un
grano, en un germen (por ejemplo en el germen de un árbol) esta contenido en
potencia todo el árbol, así, en el germen del universo, está contenido en
potencia todo el universo.
Vean ustedes cómo la variedad es
unidad, dense cuenta ustedes cuan equivocados están muchos pseudoesoteristas,
pseudoocultistas y científicos, cuando pretenden que la Luna es un pedazo de
Tierra disparado al espacio. Ese es un concepto falso; hoy el cascarón grosero
que ha quedado, el cadáver ese, ya sin vida, muerto, gira alrededor de su hija,
la Tierra, y la Tierra la sigue vampirizando, absorbiendo todos sus elementos,
aunque ya no tiene ni qué absorberle, ya le absorbió todo, la vampirizó.
Así pues, no es la Luna la que está
vampirizando a la Tierra, es la Tierra la que ha vampirizado a la Luna; se
equivocan los pseudoesoteristas y pseudoocultistas que pretenden que la Luna es
un pedazo de Tierra disparado al espacio. Hay que investigar directamente. En
nombre de la verdad tengo que dar testimonio que como Bodhisattva, viví en la
antigua Tierra-Luna y conocí sus siete grandes razas, y sus poderosas
civilizaciones.
Un día llegará en que la pala de los
astronautas, arqueólogos o geólogos que vayan por allí, descubran en el subsuelo
lunar vestigios de antiguas culturas, y entonces se van a dar cuenta de que,
realmente, la Luna es más antigua que la Tierra.
Ese frío cadáver irradia hoy muerte
y desolación, desgraciadamente. Por allí cierto hermano, que le dio por mirar
fijamente la Luna durante horas, al fin perdió sus ojos, quedó ciego para
siempre, y ya ese hermano desencarnó.
¡Qué gran influencia la de la Luna
sobre las altas y bajas mareas (puesto que es la madre de la Tierra), sobre la
savia de los vegetales, sobre los ciclos de las enfermedades, etc.! Sin
embargo, es muy amiga de los brujos y de los magos negros. Recordemos nosotros
a las hechiceras de Tesalia, que conocían a fondo los secretos de la Luna:
recordemos a las Tántrica Negras de Bengala, y también Trans Himaláyicas, que
no ignoran los secretos de la Luna... Los Adeptos del Círculo Consciente de la
Humanidad Solar, que opera sobre los Centros Superiores del Ser, guardan
muchos secretos con relación a la octava esfera sumergida, que es de tipo
lunar.
Cuando uno estudia "La
Eneida" de Virgilio, el Poeta de Mantua, el Maestro del florentino Dante
Alighieri, bien puede recordar lo que sobre las Islas Strófadas y aquella bruja
Selene, hablara entonces el gran iniciado Virgilio.
En nombre de la verdad decimos que
la Luna es tenebrosa, terriblemente mecanicista. Desgraciadamente la heredamos
en la carne, la heredamos en la sangre, en los huesos, en la psiquis, en todo,
pues nuestro mismo mundo Tierra, con todas sus criaturas, es hija de la Luna;
el mismo mundo de Jesod, el mercurio o Mundo Vital Etérico, contiene también en
sí mismo a la Luna (Tierra y Luna, en Jesod, es como un huevo de dos yemas). La
misma cristalización de toda simiente, tanto en los seres humanos como en las
plantas, y en todo lo que es, ha sido y será, se debe a las radiaciones
lunares.
¿Cuál es el misterium por ejemplo de
un árbol? Su semilla, su germen. ¿Cuál es el misterium de un hombre? Su germen,
su semilla; luego, en el germen está el misterium magnum del hombre. Si
nosotros no trabajamos con el misterium magnum del germen humano, no lograremos
jamás la autorrealización íntima del Ser, eso es obvio.
Incuestionablemente, ha surgido éste
universo de su Protilo original. Cuando Aries, el Cordero, el fuego sagrado fecundó
al Gran Limbus, al Magnus Limbus, surgió la vida. Sólo por el lado de Aries,
del Cordero, del fuego (que se puede escribir con estas cuatro letras: INRI),
es posible que nos independicemos de las fuerzas lunares; de otro modo, no es
posible.
Es terriblemente mecanicista la
Luna. En alguna ocasión les había dicho a ustedes que el Sol ha creado esta
raza para hacer un experimento. ¿Cuál? Crear hombres, hombres solares, y las
creaciones han sido pocas. En la época de Abrahán se realizaron algunas
creaciones humanas: en la época, durante los ocho primeros siglos del
cristianismo, hubo algunas otras creaciones humanas; en la Edad Media unas
pocas, y ahora, en estos momentos, el Sol está haciendo supremos esfuerzos para
ver si logra algunas creaciones más. Lo intenta, antes de que llegue Hercólubus,
el mundo que viene a producir el incendio universal y la revolución de los ejes
de la Tierra, con el fin subsiguiente de la gran Raza Aria. Pues bien, entonces
sólo por el lado del fuego, del Logos, por el lado de Aries, podríamos nosotros
independizarnos de la mecánica lunar.
Todos los seres humanos son
mecanicistas en un ciento por ciento, e inconscientes: trabajan con la
Conciencia dormida, viven dormidos, no saben de dónde vienen, ni para dónde
van, están profundamente hipnotizados (la hipnosis es colectiva, masiva, fluye
en toda la naturaleza, deviene del abominable Organo Kundartiguador). Esta raza
está hipnotizada, inconsciente, sumergida en el sueño más profundo, y solamente
es posible despertar destruyendo al Yo, al Ego, aniquilándolo, reduciéndolo a
polvareda cósmica.
Tenemos que reconocer, con entera
claridad, que casi todos los seres humanos están en un Nivel muy inferior del
Ser. Ante todo pensemos un poquito, reflexionemos un instante sobre nosotros
mismos. Hemos surgido de un Rayo de Creación particular, cada uno de nosotros
tiene su rayo particular de creación, y en ese rayo, al cual pertenecemos, hay
distintos Niveles del Ser. Algunos están en Niveles demasiado inferiores,
otros en Niveles un poco más altos, porque uno es el Nivel del borracho y otro
el Nivel del esoterista u ocultista: uno es el Nivel del intelectual y otro es
el Nivel del sujeto emocional: uno es el Nivel de la mujer digna, modesta, y
otro el de la mujer no digna, inmodesta (hay distintos Niveles del Ser).
Ustedes, mis queridos hermanos, ya a
través de estas pláticas y de estas conferencias, han recibido mucha
ilustración esotérica; les hemos indicado cómo independizarse de las fuerzas
lunares, que son mecanicistas, y cómo adquirir la inteligencia solar; les he
dicho que por medio del fuego, podemos liberarnos de la mecánica lunar: les he
dicho que por medio del fuego, podemos nosotros convertirnos en hombres
solares: pero ante todo quiero que seamos sinceros: todos, esta noche, ¿ya se dieron
ustedes cuenta, acaso, de su propio Nivel del Ser, del Nivel del Ser en el cual
se encuentran? ¿Están conscientes ustedes de que están hipnotizados, de que
están dormidos? ¿Ya se han dado cuenta de que ustedes se identifican, no
solamente con las cosas externas, con el mundo exterior, sino que también andan
identificados con ustedes mismos, con sus pensamientos lujuriosos, con sus
borracheras, con sus iras, con sus codicias, con la autoimportancia, con la
vanidad, con el puro orgullo, con el orgullo místico, con el automérito, etc.?
¿Ya se dieron cuenta ustedes de que no solamente se han identificado con lo
exterior, sino también con eso que es vanidad, con eso que es orgullo? Por
ejemplo: ¿triunfaron hoy ustedes en el día, triunfaron sobre el día, o el día
triunfó sobre ustedes? ¿Qué hicieron en el día de hoy, mis queridos hermanos;
qué defecto psicológico eliminaron? ¿Están seguros de no haberse identificado
hoy, ustedes, con algún pensamiento morboso, o con algún pensamiento
codicioso, o con el orgullo, o con el insultador, o con alguna preocupación,
con alguna deuda, etc.? ¿Están ustedes seguros de eso? ¿Qué hicieron en el día
de hoy: ya se dieron cuenta del Nivel del Ser en que se encuentran, pasaron a
un Nivel del Ser superior, o se quedaron donde estaban? ¿Qué hicieron, a qué se
dedicaron en el día de hoy, mis caros hermanos? ¿El día triunfó sobre ustedes,
o ustedes triunfaron sobre el día? Creen ustedes, acaso, que es posible pasar a
un Nivel del Ser superior si no elimináramos determinados defectos
psicológicos, o es que están ustedes acaso contentos con ese Nivel del Ser, en
el que actualmente se encuentran? No olviden, vuelvo a repetir, que en ese rayo
al cual pertenecemos nosotros, hay distintos Niveles del Ser, y si nos vamos a
quedar toda la vida en un Nivel del Ser, ¿entonces qué es lo que estamos
haciendo?
Para cada Nivel, en cada Nivel,
existen determinadas amarguras, determinados sufrimientos, eso es obvio. Todos
se quejan de que sufren, todos se quejan de sus problemas, todos se quejan del
estado en que se encuentran, de sus luchas, pero yo me pregunto una cosa: ¿se
preocupan los hermanos, acaso, por pasar a un Nivel del Ser superior?
Obviamente, mientras estemos en el Nivel del Ser en que estamos, tendrán que
repetirse todas las circunstancias adversas que ya conocemos, todas las
amarguras en que nos encontramos; tendrán que surgir, una y otra vez, los
mismos problemas. Muchos se quejan; dicen: "Pero bueno, ¿cómo hago yo para
salir del estado en que me encuentro?, ¿cómo haré yo para pasar a un Nivel
Superior del Ser? Les explico que tienen que eliminar determinados defectos,
más no quieren entender.
Debajo de nosotros, de cada uno de
nos, hay diversos Niveles del Ser; encima de nosotros, hay distintos escalones.
En el Nivel en que nos encontramos, hay problemas; las luchas, ya las
conocemos, las dificultades son las mismas, nada cambia; mientras estemos en
este Nivel en que nos encontramos, una y otra vez surgirán idénticas
dificultades. ¿Quieren ustedes cambiar, no quieren tener más los problemas que
tanto les afligen: los económicos, los políticos, los sociales, los
espirituales, los familiares, los de negocios, los de lujuria, los de odio, los
de envidia, los de... etc., etc., etc.? ¿Quieren ustedes salvarse de tantas
dificultades? No tienen más que pasar a un Nivel del Ser superior. Cada vez que
nosotros damos un paso hacia un Nivel del Ser superior, nos independizarnos un
poco más de las fuerzas de la Luna, que las llevamos, como ya les dije, en la
carne, en la sangre, y en los huesos, y en el espíritu, y en el Alma, y en
todo, porque somos hijos de la Luna, por desgracia.
Algunas veces hemos hablado nosotros
sobre el Rasgo Psicológico Característico, particular, de cada persona.
Ciertamente, cada persona tiene un rasgo característico, psicológico; eso es
cierto, pero unas tendrán como rasgo característico a la lujuria, otros la
codicia, otras el odio, etc., pero el Rasgo Característico es una suma de
varios rasgos típicos, particulares. Y he de decirles a ustedes, mis queridos hermanos,
que para cada Rasgo Característico Particular, existe siempre un evento
definido, una circunstancia definida. ¿Que un hombre es lujurioso? Obsérvese
luego su vida, y siempre habrán circunstancias de lujuria en su vida,
acompañadas de determinados problemas. ¿Que éste es borracho? Ese es su rasgo
característico (obsérvese su vida). ¿Que aquél es codicioso? Bueno, ese es su
rasgo característico, y alrededor de él habrán cárceles, habrán problemas
económicos, abogados, pleitos, etc., etc., etc. Para cada Rasgo Psicológico
Particular, existe siempre una circunstancia, o una serie de circunstancias
definidas que se repiten siempre, y siempre, y siempre. De manera que si
nosotros no conocemos nuestro Rasgo Característico Psicológico, vamos mal. Y
necesitamos conocerlo, si es que queremos pasar a un Nivel Superior del Ser, y
eliminar de nosotros los elementos indeseables que constituyen ese Rasgo
Característico Psicológico, particular. De lo contrario, ¿cómo pasaríamos a un
Nivel del Ser superior? Ustedes quieren dejar de sufrir, pero no hacen por
cambiar, no luchan por pasar a un Nivel Superior del Ser; entonces, ¿cómo
podrían cambiar?
Ahora, hay un hecho concreto en la
vida, y éste es la discontinuidad de la naturaleza; eso es obvio: todos los
fenómenos san discontinuos. Así pues, los distintos Niveles del Ser son
discontinuos; esto significa que mediante la evolución, no llegaríamos jamás
nosotros a la perfección; el dogma de la evolución no sirve para nada, como no
sea para estancarnos.
Yo conozco a muchos
pseudoesoteristas y pseudoocultistas, gentes sinceras, de buen corazón,
embotelladas en el dogma de la evolución, que aguardan a que el tiempo los
perfeccione, y pasan miles y millones de años y nunca se perfeccionan. ¿Por
qué? Porque nada hacen por cambiar el Nivel del Ser, permanecen siempre en el
mismo escalón. Se necesita pasar más allá del dogma de la evolución, y meternos
por el camino revolucionario, por el camino de la Revolución de la Conciencia.
La evolución, y su hermana gemela la
involución, son dos leyes que se procesan simultáneamente en todo lo creado,
constituyen el eje mecánico de la naturaleza, pero jamás nos llevan a la
liberación (forman la "Rueda del Samsara"). Hay evolución en el grano
que germina, en la planta que crece, da ramas y frutos, y hay involución en el
árbol que se va marchitando poco a poco, degenerando, entra en decrepitud y al
fin muere. Hay evolución en la criatura que se forma entre el vientre materno,
en el joven que se lanza a la lucha con la vida; hay involución en el anciano
que entra en el estado de decrepitud y al fin muere. Las leyes de la involución
y de la evolución, son puramente materiales, físicas, nada tienen que ver con
la autorrealización íntima del Ser. No las negamos, existen, pero no sirven para
la autorrealización. Nosotros lo que necesitamos es ser revolucionarios de
verdad, meternos por el camino de la Revolución de la Conciencia. ¿Cómo
podríamos pasar a un Nivel del Ser superior, si no fuéramos revolucionarios?
Observemos los distintos peldaños de
una escalera: son discontinuos. Así también son los distintos Niveles del Ser:
discontinuos; a cada Nivel del Ser pertenecen determinado número de
actividades. Cuando uno pasa a un Nivel del Ser superior, tiene que dar un
salto, y dejar todas las actividades que tenía en el Nivel del Ser inferior. Me
viene todavía a la memoria aquellos tiempos de mi vida, hace unos treinta,
cuarenta o cincuenta años atrás, que fueron trascendidos. ¿Por qué? Porque pasé
a Niveles Superiores del Ser, y lo que entonces constituía para mí lo de la
máxima importancia, mis actividades de aquella época, fueron suspendidas,
cortadas, porque en los escalones superiores hay otras actividades, y son
completamente diferentes. Así ustedes, si ustedes pasan a un Nivel del Ser
superior, tienen que dejar muchas cosas que actualmente son para ustedes
importantes, y que pertenecen al Nivel en el cual se encuentran.
Fluye esto, pues, de un salto, y ese
salto es revolucionario, rebelde; jamás es de tipo evolutivo, siempre es revolucionario,
rebelde; no es evolutivo, ni es involutivo tampoco: es revolucionario, rebelde.
Y así nosotros, subiendo por los distintos Niveles del Ser, llegaremos al
Nivel del Ser más elevado, o a los Niveles del Ser más elevados en Dios. Dios
mismo es inteligencia, es la inteligencia de la inteligencia: no es la luz
espiritual, es la luz de la luz espiritual, es la llama de la llama, la verdad
de la verdad. Llegar a esa experiencia de lo real, requiere pasar a Niveles
Superiores del Ser, y esto solamente es posible a través de incesantes
revoluciones, de constantes revoluciones.
Cuando uno estudia los Evangelios
del Cristo, viene a darse uno cuenta, realmente, de que el Señor de Perfección
quiere que nosotros nos liberemos. Veamos "Las Bienaventuranzas",
por ejemplo (son solares en un ciento por ciento, no lunar). Comienzan Las
Bienaventuranzas enseñándonos la no identificación. "Bienaventurados -dice
el Señor de Perfecciones-, bienaventurados los pobres de espíritu, porque de
ellos es el Reino de los Cielos". Pues bien, ¿quienes son los "pobres
de espíritu"? ¿No se les ha ocurrido a ustedes pensarlo? Un hombre que
está identificado con el dinero, con sus pleitos, con sus negocios, etc., ¿es
acaso un "pobre de espíritu"? Un hombre que está identificado consigo
mismo, que está lleno de imágenes de sí mismo, se siente grande, poderoso,
sublime, inefable. etc.. etc., ¿es acaso "pobre de espíritu"? ¡Es
obvio que no! El que está lleno de sí mismo, no ha dejado un puestecito para
Dios; entonces no es "pobre de espíritu" (¿cómo podría ser
"bienaventurado"?).
Tomemos el orgullo, por ejemplo. No
es solamente orgulloso el que tiene dinero, no es solamente orgulloso el que
pertenece a una familia muy "popoff", como se dice; no es solamente
orgulloso el que tiene un flamante automóvil, y que se siente feliz con él; hay
otro orgullo (quiero referirme en forma clara al orgullo místico). Algunas
escuelas de tipo pseudoesotérico y pseudoocultista, dicen: "Mediante la
Ley de la Evolución, algún día nosotros llegaremos a ser Dioses inefables; el
hombre está llamado a convertirse en un Dios"... Claro, enseñanzas así, lo
conducen a uno al orgullo místico, al engreimiento espiritual, a la mitomanía,
porque el hombre, aunque sea muy perfecto en realidad, aunque llegue a ser un
Bodhisattva, no es más que eso: un hombre. Dios es el Padre que está en
secreto, sólo él es Dios. El Padre puede tomar al hombre, si es muy perfecto,
si es un Bodhisattva; ponerlo en su mente, o ponerlo en su corazón, o ponerlo a
trabajar fuera de sí mismo, en algún lugar, para que haga algo; pero que ese
hombre, ese mequetrefe se sienta siendo Dios, eso es mitomanía de la peor
clase, del peor gusto. Los hombres somos hombres, y nada más que eso: hombres;
Dios es Dios, pero nosotros los hombres somos hombres. El que se siente muy
sabio porque tiene algunos conocimientos de pseudoesoterismo o de
pseudoocultismo aquí, en la mente, y piensa que ya es un gran iniciado, etc.,
etc., etc., ha caído en la mitomanía, está muy lleno de sí mismo.
Cada uno de nosotros no es mas que
un vil gusano del lodo de la tierra. Cuando digo así, empiezo por mí, que me
considero eso y nada mas que eso: un vil gusano del lodo del mundo. Dios es
Dios, pero eso es él, ¡allá él! Nosotros no somos Dioses, somos simplemente
viles gusanos del lodo de la tierra, y creernos Dioses es un absurdo, o
creernos sabios. Así que, en realidad de verdad, mis queridos amigos, estar
llenos de sí mismos, tener falsas imágenes de sí mismos, fantasías de sí
mismos, no es ser "pobres de espíritu".
Cuando uno reconoce su propia
nadidad y miseria interior, cuando no se siente tan sublime, ni tan Dios, ni
tan sabio; cuando comprende que es un pecador como cualquier otro, entonces ya
no está lleno de sí mismo, y será "bienaventurado"... Pero, ¿qué es
eso de "ser bienaventurado"? Muchos piensan que será
"bienaventurado" el día que se muera y se vaya por allá arriba, a
gozar de la dicha celestial, con los angelitos. ¡No, ese es un concepto falso!
"Bienaventurado" significa "felicidad", "será
feliz". ¿Donde? ¡Aquí y ahora! ¿Entrará en el Reino de los Cielos?
¡Correcto, que entre en el Reino de los Cielos! Pero, ¿dónde está el Reino de
los Cielos?, ¿en qué lugar del universo está? Seamos sinceros consigo mismos:
el Reino de los Cielos está formado por el Círculo Consciente de la Humanidad
Solar, que opera sobre los Centros Superiores del Ser; ese es el Reino de los
Cielos. Así pues, seamos prácticos y comprendamos todo esto; así debemos
actuar.
Así pues, el Evangelio del Señor
comienza por enseñarnos la no identificación. Uno se identifica consigo mismo,
pensando que va a tener mucho dinero, un lindo automóvil ultimo modelo, o que
la novia lo quiere, o que va a conseguir una gran fortuna, o que es un gran
señor, o que es un gran sabio; hay muchas formas de identificarse consigo
mismo. Uno tiene que empezar por no identificarse consigo mismo, y después no
identificarse con las cosas de afuera. Cuando uno no se identifica, por ejemplo
con un insultador, lo perdona, lo ama, no puede herirlo, y si alguien le hiere a
uno el amor propio, pero uno no se identifica con el amor propio, pues es claro
que no puede sentir dolor ninguno, puesto que no le duele. Y si no se
identifica uno con su vanidad, no le importa andar por la calle aunque sea con
unos calzones remendados. ¿Por qué? Porque no está identificado con la vanidad.
Sí: primero que todo no identificarnos consigo mismos, y luego no
identificarnos con las vanidades del mundo exterior.
Cuando uno no se identifica consigo
mismo, puede perdonar. Recordemos la Oración del Señor: "Perdónanos
nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores". Yo digo
algo más: no basta simplemente perdonar, hay que cancelar las deudas, y eso es
todo; alguien podría perdonar a un enemigo, pero no cancelararía las deudas
jamás. Hay que ser sinceros, necesitamos cancelar, y ese es el sentido, o el
fondo de aquella frase que dice: "Perdónanos nuestras deudas, así como
nosotros perdonamos a nuestros deudores". Mientras uno se identifique
consigo mismo, no puede perdonar a nadie. A uno le duele que lo insulten, a uno
le duele que lo humillen, a uno le duele que lo menosprecien. ¿Por qué? Porque
tiene el Yo del orgullo, tiene el Yo del amor propio allá adentro, bien revivo,
y mientras uno tenga el Yo del amor propio, pues le duele que otro le hiera ese
amor propio. Así pues, si no nos identificamos, entonces nos es fácil perdonar,
y aún mas, digo: cancelar las deudas, que es lo mejor.
Dice también el Evangelio del Señor:
"Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la Tierra por
heredad". Esta es otra cosa que nadie ha entendido.
"Bienaventurados", dijéramos, los "no resentidos", porque
si uno está resentido, ¿cómo puede ser "manso"? El resentido se la
pasa haciendo cuentas: "¡Ah, pero yo que le hice tantos y tantos favores
a este individuo; que yo, yo, yo, y yo, y yo que lo protegí, que le hice tantas
obras de caridad, y vean como me ha pagado!" "¡Ah, este amigo que
tanto le serví, y ahora no es capaz de servirme!" El Evangelio del Señor,
cuando dice "Bienaventurados los mansos, porque ello recibirán la Tierra
por heredad", debe traducirse: "Bienaventurados los no
resentidos". ¿Cómo podría ser uno "manso", si está lleno de
resentimientos? El que está lleno de resentimientos, vive haciendo cuentas a
todas horas; luego no es manso. Entonces, ¿cómo podría ser
"bienaventurado"? ¿Qué se entiende por "bienaventurado"? Se
entiende la felicidad. ¿Están seguros ustedes de que son felices? ¿Quién es
feliz? He conocido gentes que dicen: "Yo soy feliz, yo estoy contento con
mi vida, yo soy dichoso". Pero esos mismos, les hemos oído decir: "Me
molesta fulano de tal", "aquel tipo me cae gordo", "no se
por que no se me hace esto que tanto he deseado". Entonces no son
felices, ¡realmente lo que sucede es que son hipócritas, eso es todo!
Ser feliz, es muy difícil; se
necesita, antes que todo, ser "manso". La palabra
"Bienaventuranza" significa "felicidad íntima" (no dentro
de mil años; ahora, aquí mismo, en el instante que estamos viviendo). Si
nosotros verdaderamente nos tornáramos "mansos", mediante la no
identificación, entonces llegaríamos a ser felices. Pero no solamente no
identificarnos con nuestros pensamientos de lujuria, de odio, de venganza, de
rencor o de resentimientos; no, hay que eliminar de nosotros a los demonios
rojos de Seth, a esos agregados psíquicos que personifican nuestros defectos de
tipo psicológico. Tenemos que comprender, por ejemplo, lo que es el proceso del
resentimiento, hay que hacerle la disección al resentimiento. Cuando uno llega
a la conclusión de que el resentimiento se debe a que poseemos en nuestro
interior el amor propio, entonces luchamos por eliminar el Ego del amor propio,
al Yo del amor propio. Pero hay que comprenderlo para poderlo eliminar; no
podríamos eliminarlo, si antes no lo hemos comprendido previamente.
Sí, mis queridos hermanos, para
poder eliminar, se necesita apelar a Devi Kundalini Shakti; sólo ella puede
desintegrar cualquier defecto psicológico, incluyendo el Yo del amor propio.
¿Están ustedes seguros de no estar resentidos? ¿Quién de ustedes está seguro de
nos estar haciendo cuentas? ¿Cuál?
Pues esto que les digo a ustedes es
de tipo lunar; vean ustedes cómo llevamos la Luna hasta en la médula de los
huesos. Y si queremos nosotros independizarnos de la mecánica lunar, tenemos
que eliminar de nosotros mismos el Yo del resentimiento, el Yo del amor propio,
porque escrito está: "Bienaventurados los mansos" (es decir,
"los no resentidos"), "porque ellos recibirán la Tierra por
heredad". Todo esto hay que entenderlo, mis caros hermanos, entenderlo con
toda claridad meridiana. Cuando uno va entendiendo esto, avanza en el camino
que conduce a la liberación final.
Sólo mediante el fuego solar,
mediante el fuego de Aries, del cordero, del carnero encarnado, el Cristo
Intimo, es que nosotros podemos, en verdad, quemar todos esos elementos
inhumanos que en nuestro interior llevamos, y a medida que la Conciencia se va
desenfrascando o desembotellando, vamos despertando. Pero la Conciencia no
puede despertar en tanto continúe embotellada entre los agregados psíquicos que
en su conjunto, constituyen el mí mismo, el Yo, el Ego. Necesitamos pasar por
la aniquilación budista, aquí y ahora; necesitamos morir de instante en
instante, sólo con la muerte adviene lo nuevo; si el germen no muere, la planta
no nace.
Necesitamos aprender a vivir,
liberarnos, pues, de esa herencia lunar que tenemos; tal herencia la traemos en
verdad, mis queridos hermanos, desde el mismo Protilo del cual surgió el
universo.
La Luna ha sido, pues, nuestra
madre; somos lunares, somos selenitas, aunque vivamos en la Tierra. Ahora
necesitamos volvernos solares, marchar hacia la vida solar, recibir la
Iniciación Solar. Si procedemos así, lograremos en verdad la felicidad
auténtica y la liberación; de lo contrario, no será posible, no será posible.
Necesitamos convertirnos en hombres solares, en el sentido más completo de la
palabra, y no sería esto posible si no eliminamos, de nuestra naturaleza
psicológica, lo que tenemos de lunar. Si lo logramos, el fuego nos liberará,
nos transformará, hará de nosotros criaturas diferentes.
Ahora daremos oportunidad de hacer
preguntas. Todos pueden preguntar lo que necesiten preguntar en relación con el
tema; no salirse del tema al hacer la pregunta. Necesitamos tomar conciencia,
en nombre de la verdad, de que estamos en Tercera Cámara, y los que vienen
aquí, tienen que venir preparados, o no venir, quedarse en Segunda Cámara hasta
que estén preparados; aquí no tenemos, en ese sentido, consideraciones de
ninguna especie. Las preguntas deben estar a la altura de Tercera Cámara. A
ver, pregunten lo que necesitan preguntar.
P.- Maestro: ¿el Rasgo Psicológico
tiene íntima relación con el Nivel del Ser?
R.- Eso es incuestionable, y cada
cual tiene su Rasgo Psicológico característico, que es una suma de pequeños
rasgos característicos. Y digo más: al Rasgo Psicológico de cada uno de
nosotros tiene, le corresponden determinadas circunstancias, y mientras uno no
elimine de sí mismo ese Rasgo Psicológico característico, original,
representado por múltiples Yoes o agregados psíquicos, pasará siempre por las
mismas circunstancias, una y otra vez, porque a cada Nivel del Ser le
corresponden siempre las mismas circunstancias, que se repiten una y otra vez.
Por lo tanto, si se pasa a un escalón más arriba, a otro Nivel del Ser, las
circunstancias cambian de inmediato, totalmente. Pero, para pasar de uno a otro
escalón en el Nivel del Ser, necesitamos antes que todo conocer el Rasgo
Psicológico Característico que tenemos, que no es sino una suma de distintos
agregados característicos, originales.
P.- Venerable Maestro: en
conferencias pasadas, nos hablaba de la Ley de Reabsorción. Siendo la Luna,
como usted dice, un cadáver, ¿ella no se reabsorberá entre el seno de lo
increado, siempre permanecerá sobre la Prakriti?
R.- Está usted hablando desde el
punto de vista de una sola clave para la investigación de la naturaleza. Los
materialistas, los secuaces marxistas o materialistas, tienen en realidad de
verdad, una sola clave para la investigación de los misterios de la naturaleza,
y esa clave se llama "materia" (no la conocen, pero la llaman
"materia", aunque no la conozcan). Nosotros, los gnósticos, tenemos
siete claves para el estudio de los misterios de la naturaleza. Ya dije, y
repito, que los elementos de la antigua Tierra-Luna regresaron a su Iliaster;
obviamente, al regresar los elementos, que son fundamentales: fuego, aire, agua
y tierra a su Iliaster, la Luna quedó convertida en un cadáver; porque no
podrían existir las criaturas sin los elementos, no podrían existir ni el
vegetal, ni el animal, ni el humano sin los elementos fuego, aire, agua y
tierra. Pensemos que el cuerpo humano tiene los cuatro elementos dentro: el
fuego, representado en sus glóbulos rojos; el agua en la linfa, en el esperma
sagrado; el aire en sus pulmones y la tierra en sus huesos.
SAMAEL AUN WEOR
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