134.2 Los
Libros de Jeú
(Texto
original)
Para bien de los pecadores me he separado y he
venido al mundo para salvarlos; porque aún los justos que nunca han hecho
ningún mal ni cometido pecado alguno, precisan encontrar los Misterios que
están en los Libros de mi Padre, que hice escribir a Enoch en el Paraíso,
hablando con él sobre el Árbol de la Gnosis y sobre el Árbol de la Vida, e hice
que los depositara en la Roca de Ararad, y puse al regidor Kalapatauroth que
está sobre Skemmut, en cuya cabeza está el pié de Jeú, y quien rodea todos los
eones y Destinos. IO lo puse como custodio de los Libros de mi Padre para
prevenirlos de las inundaciones y para que ninguno de los regidores sienta
envidia y pretenda destruirlos. Estos os los daré cuando os haya hablado de la
expansión del Universo.
(Develación)
Con la
suprema finalidad de favorecer piadosamente y en forma especial a los
pecadores, el Kristo Cósmico ha descendido del Absoluto para salvar a este
mundo, pues aún los Justos que jamás hayan hecho mal alguno ni cometido ningún
pecado, requieren alcanzar los Misterios que fueron insertos en los Libros de
Jeú, mismos que contienen las Excelsas Claves de Salvación que permiten
reingresar al Edén, y cuya maravillosa síntesis me encomendara escribir el
Rector de la Vida, cuando en el Inefable Pleroma y siendo el Ser que Soy, he
Sido y Seré, me instruía sobre las Escalas de la Luz y la metodología para
alcanzar sus máximas Cumbres, dándome la honra que jamás me canso de bendecir,
de ser el Celestial Custodio de los Arkadios depositados en la Piedra del Sacro
Oficio o ARARAD, cuyo Regidor KALAPATAUROTH es el Principio Original que se
halla sobre SKEMMUT, esto es, en la Semilla, que contiene el Poder del
Fundamento Krístico, inserto en todos los espacios-tiempos, merced al Superior
Destino.
El Adorable ahora
entrega la Luz de estos Misterios, mismos que han prevalecido sin que se altere
su contenido esencial, libres de la envidia y/o la destrucción por parte de los
regidores de los eones.
(Texto
original)
Cuando el
Salvador dijo esto, María respondió diciendo: Mi Señor, ¿Quién conoce al Hombre
en el mundo que no ha pecado y que es puro de iniquidades? Porque si es puro de
una, no puede ser puro de otra, para poder encontrar los Misterios que están en
los Libros de Jeú. Porque IO digo: Un hombre en este mundo no puede ser puro de
pecados, porque si es puro de uno, no podrá ser puro de otro.
(Develación)
María
pregunta al Salvador quién podrá ser digno en este mundo para poder alcanzar
los Misterios del Inefable que se hallan en los Libros de Jeú, puesto que si no
es de un modo, de algún otro el hombre se impregna de pecados cometiendo
iniquidades.
134.3 Muy
pocos alcanzarán el Misterio del Primer Misterio
(Texto
original)
El Salvador
respondió diciendo a María: Y IO os digo: Encontrarán Uno en mil y Dos en diez
mil para completar el Misterio del Primer Misterio. Esto os aclararé cuando os
haya explicado la expansión del Universo. Por esta causa IO me he separado y he
traído al mundo los Misterios, porque todos están en pecado y todos precisan
del Don de los Misterios
(Develación)
Tal como lo
explico en la develación que hago de uno de los escritos llamados apócrifos,
esto es mi libro "El Evangelio según Tomás", capítulo 23, página 47,
mejor disposición para alcanzar los Misterios del Inefable lo tienen los
hombres, cuando entre un millar que buscan al Kristo, Uno lo encuentra,
mientras tanto que sólo Dos entre diez mil mujeres están aptas para completar
este Misterio. Esta situación está siendo explicada ahora, cuando el Adorable
aclara la forma de la expansión de los Universos, siendo la causa de su
descenso desde el Absoluto, traer al mundo Sus Misterios, pues sin este Don del
Pleroma, todos se hallarían irremediablemente perdidos por el pecado.
Es dado en
Kent, WA, E.U.N.A., a horas 3 p.m. de este día 22 de Abril, Viernes Divino, del
año común 2011, Décimo Octavo de la Nueva Era de Acuario.
AMOR Y
SABIDURÍA REINEN ENTRE USTEDES
A.Z.F.,
V.M.K. EL TAWA MANÚ
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