LAS TRES MENTES
Saber escuchar es muy difícil,
saber hablar es mas fácil; sucede que cuando se escucha se necesita estar
abierto a lo nuevo, con mente espontánea, libre de preconceptos, de prejuicios,
etc. Mas sucede que el EGO, el Yo, el Mi mismo, no sabe escuchar, todo lo
traduce en base de sus prejuicios, todo lo interpreta de acuerdo a lo que
tienen almacenado en el centro formativo. ¿Cuál es el centro Formativo?: La
memoria. ¿Porqué se le llama centro Formativo? Por qué ahí tiene lugar la
formación de los conceptos.
Se hace urgente aprender a
escuchar con mente nueva, no repitiendo lo que se haya almacenado en la
memoria. Después de este preámbulo, vamos a tratar de ponernos de acuerdo sobre
conceptos, ideas, etc. Ante todo es imprescindible saber si el intelecto por si
mismo, puede llevarlo alguna vez a uno a la Experiencia de lo Real; existen
brillantes intelectos, eso no lo podemos negar, pero éstos nunca han
experimentado eso que es la verdad.
Pero pensemos un poco en lo
que es la Mente Sensual que todos usamos diariamente; yo diría que elabora sus
conceptos de contenido, con datos aportados por los cinco sentidos y con esos
conceptos de contenido forma sus razonamientos; miradas las cosas desde este
ángulo es obvio que la razón subjetiva o sensual tiene por basamento las
percepciones sensoriales exteriores. Si como únicos resortes de sus
funcionalismos están exclusivamente los datos aportados por los cinco sentidos,
indudablemente no tendrá acceso tal mente a lo que se escapa del círculo vicioso
de las percepciones sensoriales externas, eso es obvio. Nada podrá saber tal
mente, sobre lo Real de los misterios de la Vida y de la Muerte, sobre la
verdad, sobre Dios, etc. Pues de donde podría sacar tal mente información, si
su única fuente de nutrición son datos aportados por los sentidos. Obviamente
no tiene con que poder conocer lo alto.
Nos viene en estos momentos a
la memoria algo muy interesante. Hubo una vez un Gran congreso en Babilonia, en
la época de los esplendores Egipcios. Vinieron gentes de Asiria, Egipto,
Fenicia, etc. al citado Congreso. Es claro que el tema resultaba interesante.
se quería saber a base de puras discusiones analíticas, si el ser humano tenía
o no alma. Entonces obviamente ya los cinco sentidos se habían degenerado
demasiado, sólo así podemos explicarnos que las gentes escogieran ese tema con
motivo de tal congreso; en otros tiempos un congreso así hubiera resultado
ridículo, nunca se les hubiera ocurrido a los Lemures celebrar un congreso de
esa índole. A las gentes del continente MU les bastaba salirse del cuerpo y
saber si tenían o no alma. , lo hacían con una facilidad tremenda; no estaban
propiamente atrasados en el mecanismo físico, de manera que un tema de este
tipo sólo podría ocurrírsele a una humanidad involuncionante, degenerada.
Resultaba pues, que tanto en
favor o en contra, hubo muchas discusiones, al fin subió al tribunal de la
elocuencia un gran sabio Sirio, ese hombre se había cultivado en Egipto; había
estudiado pues en los misterios, y hablo con voz muy fuerte diciendo "La
razón no puede saber sobre la Verdad, sobre lo Real, sobre el Alma, sobre lo
Inmoral; la razón lo mismo puede servir para sostener una teoría
espiritualista, como una materialista; podría elaborar una Tesis Espiritual con
una lógica formidable. También podría estructurar por oposición una Tesis de
tipo materialista, con una lógica similar; de manera pues que la razón
subjetiva, sensualista, nutrida por los datos aportados por los cinco sentidos
da para todos; puede fabricar Tesis de tipo Espiritualista, o de tipo
materialista, entonces no es algo en lo cual se pueda confiar. Existe un
sentido diferente, es el sentido Instintivo de la Percepción de las Verdades
Cósmicas, es la Facultad de SER; pero la razón subjetiva no puede por si misma
darnos verdaderamente ningún dato sobre la Verdad, sobre lo Real, nada puede
saber la razón sensualista de los Misterios de la Vida y de la Muerte".
Así habló aquel gran sabio, y dijo aun más: "ustedes me conocen, tengo
prestigio ante ustedes., saben muy bien que vengo de Egipto, no hay duda de que
mi vida ha sido distinta, y mi mente sensualista no podría aportar datos sobre
lo Real".
Así habló aquel hombre, y les
explicó a los orgullosos: "Ustedes no puede saber en sus racionalismos
nada sobre la Verdad, sobre el Alma, o sobre el Espíritu, la mente racionalista
no puede saber nada de eso". Bien, habló aquel hombre con mucha elocuencia
y luego se retiró, se aparto definitivamente de todo escolasticismo, prefirió
dejar a un lado el racionalismo subjetivista y desarrollar en sí mismo aquella
facultad ya citado por el y que se conoce con el nombre de Percepción
Instintiva de las Verdades Cósmicas; Facultad que en otra era tuviera la
humanidad en general, pero se atrofió conforme el Yo Psicológico, el Mi Mismo,
el Sí Mismo se fue desarrollando.
Aquel sabio Asirio regresado
de Egipto, dicen que apartado de toda escuela se fue a cultivar la tierra y a
confiar exclusivamente en la prodigiosa Facultad del Ser conocida como
"Percepción Instintiva de las Verdades Cósmicas". Pero vamos un poco
más lejos, hay una mente diferente a la mente sensual, quiero referirme en
forma enfática a la mente intermedia, en esa mente intermedia encontramos las
creencias religiosas de todo tipo, obviamente, los datos aportados por las
religiones, al fin y al cabo tiene cabida en la Mente Intermedia, y por último
existe la Mente Interior, la Mente interior en sí misma y por sí misma funciona
exclusivamente con los datos aportados por la Conciencia del SER, La mente
interior no podría jamás funcionar sin esos datos que proporcionan la
Conciencia interior del SER.
He ahí las tres mentes. La
mente Sensualista en el Evangelio es conocida por todas sus teorías y demás,
como la levadura de los Saduceos, Jesús el Cristo advierte diciendo:
"Cuidaos de la levadura de los Saduceos", es decir, de las doctrinas
materialistas, ateístas, este tipo de doctrinas corresponden exactamente a la
Doctrina de los Saduceos de que habla el Cristo; más también advierte el Señor
de Perfección sobre la Doctrina de los Fariceos. Esa Doctrina de los Fariseos
corresponde a la Mente Intermedia. y ¿Quiénes son los Fariceos? Son aquellos
que asisten a sus templos y a sus escuelas y religiones secretas, etc, para que
todos los vean, escuchan la palabra pero no la hacen en sí mismos, son como el
hombre que se mira en un espejo y se va, únicamente asisten para que otros los
vean, pero nunca trabajan sobre si mismo, y eso es gravísimo, se contentan con
las meras creencias, no les interesa la transformación íntima, total, pierden
su tiempo miserablemente y fracasan.
Alejémonos pues de la Levadura
de los Saduceos y de los Fariseos, y pensemos en abrir la Mente Interior. ¿Cómo
la abriremos? Pues sabiendo pensar sicológicamente, es como se abre la mente
Interior y ésta funciona con los datos de la Conciencia Sensitiva del SER,
entonces experimenta, gracias a eso, la Verdad de los diversos fenómenos de la
naturaleza.
Con la Mente Interior Abierta,
podemos nosotros hablar por ejemplo sobre la "Ley del Karma", y ya no
por lo que se diga o se deje de decirse, sino por la experiencia directa;
también con la Mente Interior abierta quedamos suficientemente preparados para
hablar sobre la Reencarnación, sobre la "Ley de la Transmigración de las
Almas", etc., pero de hecho, no basados en lo que leímos o escuchamos de
algunos autores, sino en lo que por sí mismos experimentamos en forma Real y
Directa, eso es obvio.
Don Emmanuel Kant el filósofo,
hace una distinción entre la Crítica de la razón subjetiva y la crítica de la
razón pura. No hay duda de que la razón subjetiva, racionalista, jamás podría
aportarnos nada que no perteneciése al mundo de los cinco sentidos. EL intelecto
por sí mismo es racionalista y subjetivo, siempre que oye un tema de
Reencarnación, sobre el Karma, exigirá pruebas, demostraciones. Las verdades
que sólo pueden ser percibidas por la mente Interior no podrían ser demostradas
a la gente sensualista; exigir pruebas sobre eso en el mundo sensorial externo,
equivale a exigirle a un bacteriólogo que estudie los microbios con
telescopios, así como exigirle a un astrónomo que estudie la razón subjetiva,
porque ésta no tiene nada que ver con aquello que pertenece al mundo de los
cinco sentidos. Los temas como el de Reencarnación, el Karma, la Vida
Post-morte, etc. Son de hecho exclusivamente de la Mente Interior, jamás de la
Mente Sensual. A la Mente Interior se le puede demostrar, pero ante todo se le
exige al candidato que haya abierto su Mente Interior, si no la ha abierto,
¿Cómo haríamos para hacerle una demostración de ese tipo? Imposible ¿Verdad?.
Visto esto con claridad,
conviene que ahondemos un poco ahora en la cuestión de Facultades; un intelecto
por sí mismo, es una de las facultades más toscas en los niveles del SER. Sí lo
queremos volver todo intelecto, jamás llegaremos a la aprehensión de las
Verdades Cósmicas; inevitablemente, existe más allá del intelecto otra facultad
de cognición, quiero referirme esta vez en forma enfática a la imaginación,
mucho se ha subestimado a tal facultad, algunos hasta la denominan
despectivamente la loca de la casa, titulo injusto, porque si no fuera por la
imaginación no existiría la grabadora, el automóvil, el ferrocarril, etc.
La naturaleza misma posee
imaginación, eso es obvio, si no fuera por la imaginación todas las criaturas
de la Naturaleza estarían ciegas, mas gracias a esa poderosa Facultad existe la
percepción, se forman las imágenes en el Centro Perceptivo del SER, o centro
Perceptivo de las Sensaciones. La imaginación creadora de la naturaleza ha dado
origen a las múltiples formas existentes en todo lo que Es. En tiempos de los
Hiperbóreos o de los Lemures, no se usaba el intelecto, se usaba la imaginación,
entonces el ser humano era inocente, y en maravilloso espectáculo, el cosmos se
reflejaba como un lago cristalino sobre su imaginación, era otro tipo de
humanidad, hoy causa dolor ver como muchas gentes han perdido ya hasta la
mismísima imaginación, es decir, se ha degenerado espantosamente esta Facultad.
Es posible desarrollar la imaginación, esto nos llevaría mas allá de la Mente
Sensual, esto nos llevaría a nosotros a pensar sicológicamente, sólo el pensar
sicológicamente puede abrirnos las puertas de la Mente Interior. Si uno
desarrolla la Imaginación puede aprender a pensar sicológicamente.
Imaginación, inspiración e
intuición son los tres caminos obligatorios de la iniciación, pero si nos
quedamos nosotros embotellados exclusivamente en los funcionalismos sensoriales
del aparato intelectual, no será posible subir por los escalones de la
imaginación, de la inspiración y de la intuición. No quiero decirles a ustedes
que el intelecto no sirve, lejos estoy de hacer tan magna afirmación, lo que
estoy es aclarando conceptos. Toda facultad dentro de su órbita es útil, un
planeta cualquiera es útil dentro de su órbita, fuera de su órbita es inútil y
catastrófico, lo mismo con las facultades del ser humano, tiene su órbita;
querer sacar a la razón de su órbita, a la razón sensualista, es absurdo, se
cae en el escepticismo materialista. Muchas gentes llamémosles estudiantes de
Seudo-Esoterismo y seudo-ocultismo, tan en boga por esos tiempos, están
luchando siempre contra las dudas.
¿Por qué muchos andad mariposeando
de escuelas en escuelas y así llegan a la vejez sin haber realizado nada? Por
la misma experiencia he podido observar que aquellos que se quedan embotellados
en el intelecto fracasan, aquellos que quieren comprobar con el intelecto las
verdades que no son del intelecto fracasan. Cometer el error de querer estudiar
la astronomía, dijéramos hablando en forma simbólica, con el microscopio y
estudiar la bacteriología con el telescopio; dejemos a cada facultad en su
lugar, en su órbita. Necesitamos pensar sicológicamente, y eso es obvio que
debemos rechazar de plano la Doctrina llamada Levadura de los Saduceos y de los
fariseos y aprendamos a pensar sicológicamente, no sería esto posible si
continuáramos embotellados dentro del intelecto, entonces más vale que
empecemos a subir por la escala de la imaginación, posteriormente pasaremos
hasta el segundo escalón que es el de la Inspiración y al final llegaremos a la
Intuición.
SAMAEL AUN WEOR
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