CAPÍTULO
VIII LA IGLESIA DE PÉRGAMO
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vientre bendito de la Diosa Madre del mundo, es el Edém. Nosotros salimos del
Edém por la puerta del sexo, y sólo por esa puerta podremos entrar al Edém. En
el huerto del Edém hay dos árboles milenarios: el árbol de la ciencia del bien
y del mal y el árbol de la vida.
"Y
vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos,
y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría y tomó de su fruto y comió, y dio
también a su marido, el cual comió así como ella. Y fueron abiertos los ojos de
entrambos y conocieron que estaban desnudos: entonces cogieron hojas de higuera
y se hicieron delantales" (Génesis 3: 6, 7).
Han
pasado dieciocho millones de años y todavía estamos desnudos. Si queremos
regresar al Edém debemos vestirnos de reyes y sacerdotes de la naturaleza,
según el orden de Melquisedec, Rey del Fuego.
La
iglesia de Pérgamo es la iglesia del fuego. Este chacra es una preciosa flor de
Loto, con diez hermosísimos pétalos, saturados de felicidad. Este chacra está
situado en la región del ombligo, y controla el hígado, el estómago, etc. El
color de este chacra es como el de las nubes cargadas de rayos, centellas y
fuego vivo. Dentro de este chacra existe un espacio triangular. En ese espacio
inefable se halla la región del fuego. La región del Agni-Tatwa.
Meditando
en este chacra podremos caminar por entre el fuego sin quemarnos. El que
desarrolle este chacra no temerá al fuego y podrá permanecer horas enteras dentro
del fuego, sin recibir ningún daño.
"Y
estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-negro, cayeron atados dentro del horno
de fuego ardiendo. Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó
apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron tres varones atados
dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. Y él dijo: He
aquí que yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin
sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante al hijo de los dioses.
Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y
dijo: Sadrac, Mesac y Abed-negro, siervos del Dios Altísimo, salid y venid.
Entonces Sadrac, Mesac y Abed-negro salieron de en medio del fuego. Y se
juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del
rey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno
sobre sus cuerpos, ni aún el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas
estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían" (Daniel 3: 23-27).
Cuando
meditamos en este chacra penetramos en el Edém. Allí encontramos a los seres
humanos todavía desnudos. Sólo los hermanos del templo estamos vestidos con las
vestiduras del fuego. Desarrollando este chacra nos convertimos en reyes del fuego.
Cuando
la serpiente sagrada sube y llega a la altura del ombligo, se abre la iglesia
de Pérgamo. Meditando internamente en este precioso loto del vientre, se nos
confiere el poder de gobernar el fuego.
Avivad
la llama del espíritu con el néctar divino del amor.
El
fuego quema las escorias del mal. Arroja del santuario de tu alma, a los
demonios del deseo.
Tu
alma debe ser tan pura como la gota del rocío que vibrando de amor, se sumerge
deliciosamente entre los pétalos fragantes de las rosas. Protege a tu alma
contra las acechanzas del yo, mata no sólo el deseo, sino hasta las sombras
mismas del árbol del deseo.
Recuerda
que el semen Cristónico es la materia prima de la Gran Obra; limpia tu alma de
todo deseo. Sé casto. Si tú estás seguro de haber aniquilado todo deseo,
analízate a fondo; busca y rebusca en el fondo profundo de tu alma. Puede
suceder que el yo te esté traicionando en otros niveles de conciencia.
Subyuga
tus sentidos; controla tu mente. Mata todo deseo de vida. No desees nada.
"Y
escribe al Ángel (atómico) de la iglesia de Pérgamo: El que tiene la espada
aguda de dos filos (el Hijo del Hombre), dice estas cosas: Yo sé tus obras, y
dónde moras, donde está la silla de Satanás (en la región del ombligo está la
silla de Satán; sin embargo, el ángel atómico de Pérgamo es fiel) Pero retienes
mi nombre, y no has negado mi fe aún en los días en que fue Antipas mi testigo
fiel, el cual ha sido muerto entre vosotros donde Satanás mora" (Ap. 2:
12, 13). Realmente Antipas fue un hombre que existió. Ese hombre, fue un santo
mártir que murió asesinado cuando predicaba la palabra del señor.
Aquel
lugar donde Antipas fue asesinado, realmente era morada de Satán. Era una
sinagoga de Satanás. Este hecho fue histórico.
En
el chacra del ombligo existe un átomo nuclear tenebroso. El yo se halla
íntimamente relacionado con ese átomo. Esa es la silla de Satán.
"Pero
tengo unas pocas cosas contra ti: Porque tú tienes ahí los que tienen la
doctrina de Balaam, el cual Enseñaba a Balac a poner escándalo delante de los
hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer
fornicación (Todas estas vulgares pasiones son de Satán. En la región del
ombligo está la silla de Satán. En el campo del estómago, está la glotonería,
la embriaguez, etc.). Así también tú tienes a los que retienen la doctrina de
los Nicolaítas, lo cual yo aborrezco" (Ap. 2: 14, 15).
Sólo
la santidad y castidad absoluta, nos convierten en ángeles. Los Nicolaítas
derraman el vino sagrado del templó. Gastan el aceite de la lámpara y quedan en
tinieblas. Los Nicolaítas derraman la materia prima de la Gran Obra en
prácticas de Alkimia sexual.
Ese
es el Tantrismo negro.
"Arrepiéntete,
porque de otra manera vendré a ti presto, y pelearé contra ellos, con la espada
de mi boca" (Ap. 2: 16). Esto ya está sucediendo, debemos saber que desde
el
año
1950, un verbo está peleando contra ellos con la espada flamígera. Los
Nicolaítas se están hundiendo en el abismo. Los Nicolaítas se convirtieron en
demonios terriblemente perversos.
"El
que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere,
daré a comer del maná escondido (el maná de la sabiduría Crística), y le daré
una piedrecita blanca (la piedra filosofal, el sexo), y en la piedrecita un
nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe"
(Ap. 2: 17).
Ese
nombre nuevo, es el nombre de nuestro Dios Interno, el nombre del Hijo del
Hombre.
Las
virtudes que se necesitan para abrir la iglesia de Pérgamo, son: castidad,
lealtad, fe y obediencia al Padre.
El
iniciado no puede ser glotón, ni borracho ni fornicario. Los Nicolaítas
fornicando desarrollan tenebrosos poderes mágicos.
El
iniciado debe ser templado, fiel, casto, humilde y obediente.
CAPÍTULO
IX LA IGLESIA DE TIATIRA
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uando
el fuego serpentino llega a la altura del corazón, se abre la iglesia de
Tiatira. La oración y la meditación interna desarrollan y desenvuelven el
chacra del corazón tranquilo. En el corazón existen siete centros sagrados que
corresponden a los siete grados de poder del fuego. El corazón es el santuario
del amor.
Cuídate
del amor sensual. No mezcles con el éxtasis sagrado algún amor egoísta. El amor
es tan puro como el lucero de la mañana. El amor es universal. El amor es
impersonal, inefable, desinteresado.
Sed
caritativos. Cuando nosotros criticamos la religión de otros, pecamos contra la
caridad cristiana. Cultivad el respeto y la veneración. Respetad las creencias
ajenas.
Respetad
la religión de tu prójimo. No trates de obligar a otros a que piensen como tú.
No
critiques. Recuerda que cada cabeza es un mundo. No peques más contra la
caridad del Cristo.
La
humanidad se divide y subdivide en grupos. Cada grupo necesita su sistema
especial de Enseñanza. Cada grupo necesita su escuela, su religión, su secta.
Esos
son los Mandamientos del Bendito.
Cuando
criticamos a otros, violamos la ley del corazón tranquilo.
Si
tú eres capaz de dar hasta la última gota de tu sangre por amor a la pobre
humanidad doliente, eres entonces uno de los nuestros.
Aquel
que quiera llegar hasta el altar de la iniciación, debe convertirse en un
Cordero inmolado sobre el altar del supremo sacrificio.
Es
necesario amar a los que nos odian, besar la mano adorable del que nos azota,
limpiar las sandalias del que nos humilla.
Si
un pobre mendigo te invita a su mesa, come con él, porque ese pobre mendigo es
nuestro hermano. Si un leproso parte un pan y te ofrece un pedazo, recíbelo y
cómelo, porque ese pobre leproso es vuestro hermano, no lo desprecies.
Sed
siempre el último. No aspires a ser el primero. Siéntate en los últimos
puestos; no ocupes jamás el primer puesto. Recuerda que tú no eres más que un
pobre pecador. No presumas de perfecto porque perfecto sólo es tu Padre que
está en secreto. Tu Dios interno está lleno de gloria; pero tú no eres sino un
pobre gusano que se arrastra por el lodo. Tú no eres perfecto.
No
guardes resentimientos con tu prójimo, recuerda que tu prójimo tampoco es
perfecto.
No
seas rencoroso ni vengativo. Amad, perdonad, besad con amor la mano del verdugo
que te azota. Es necesario que tu yo se aniquile para que aquel Gran Señor de
la Luz entre en tu alma.
Vístete
de luz, hermano. Escuchad los diez místicos sonidos del corazón tranquilo. El
primero es como la voz del Hijo del Hombre, fecundando a las aguas del Génesis
para que brote la vida. El segundo es el sonido CHIN-BHINI. El tercero es el
supremo sonido de la gran campana cósmica, que dimana del rayo interno de cada
hombre. El cuarto es el estruendo interno de la tierra, cuyas solemnes
vibraciones se repiten dentro del cuerpo de cada hombre. El quinto es como el
delicioso sonido del laúd. El sexto es el címbalo de los dioses inefables
resonando entre el cáliz de cada flor bendita. El séptimo sonido es el de la
flauta encantada cuyas virginales melodías nos llevan a la suprema dicha de los
jardines del nirvana. El octavo sonido es el del bombo. El noveno el de la
exótica variación de un doble tambor. El décimo es el de los siete truenos que
repiten sus voces.
Cuando
llegamos a la hora nona, crucificados en la cruz del Gólgota, exclamamos con
gran voz diciendo: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu"
(Lucas 23: 46). El supremo instante de la hora nona adviene entre relámpagos
terribles, y palabras y voces y truenos (los siete truenos repiten las voces
del Eterno).
La
séptima palabra sólo la saben pronunciar aquellos que pasaron por la muerte
suprema del yo, del mí mismo, del ego.
La
lucha con Satán fue terrible. La mujer siempre cierra el sepulcro de los
iniciados con una gran piedra (la bendita piedra filosofal).
La
lanza suprema del dolor atraviesa el corazón de los grandes iniciados y de su
herida brota sangre y agua.
La
materia prima de la Gran Obra, es el vino sagrado.
Meditando
internamente en el loto del corazón escucharéis los diez místicos sonidos.
Meditando
en el loto del corazón controlaremos el Tatwa Vayú, y se nos conferirá poder
sobre los vientos y huracanes. El loto del corazón tiene quince pétalos que
resplandecen con el fuego del Espíritu Santo.
Dentro
del chacra del corazón existe un espacio hexagonal del color inefable del
azabache. Allí resuenan como una sinfonía de Beethoven los diez místicos
sonidos de la iglesia de Tiatira. Los grandes ritmos del Mahavan y del Chotaban
sostienen al universo firme en su marcha. Los ritmos del fuego son el
fundamento de las exquisitas armonías del diapasón cósmico. Si tú, durante el
éxtasis visitas el nirvana, debes cumplir con el sagrado deber de cantar allí
de acuerdo con los ritmos del fuego. Así nos ayudas con tu verbo. El universo
se sostiene por el Verbo.
Si
quieres aprender a viajar conscientemente por los mundos internos, debes
desarrollar el chacra del corazón. Si quieres llegar hasta el Cristo matad el
deseo. Sed como el limón. Si quieres aprender a poner tu cuerpo en estado de
"Jinas" debes desarrollar el
chacra del corazón... Por el sistema de la meditación interna, podemos
desarrollar el chacra del corazón tranquilo.
"Y
escribe el Ángel (atómico) de la iglesia de Tiatira: El Hijo de Dios, que tiene
sus ojos como llama de fuego, y sus pies semejantes al latón fino dice estas
cosas. Yo he conocido tus obras, y caridad y servicio y fe, y tu paciencia, y
que tus obras postreras son más que las primeras" (Ap. 2: 18, 19).
Caridad, servicio, fe y paciencia. Estas son las virtudes que se necesitan para
abrir la iglesia de Tiatira.
"Mas
tengo unas pocas cosas contra ti. Porque permites aquella mujer Jezabel, que se
dice profetisa, Enseñar a mis siervos a fornicar y a comer cosas ofrecidas a
los ídolos" (Ap. 2: 20).
Jezabel
simboliza a la mujer ramera vestida de púrpura y escarlata, es la mente
intelectual que nos Enseña a fornicar y a comer cosas ofrecidas a los ídolos.
Jezabel es política, periodismo, diplomacia, ciencia materialista,
intelectualismo de toda especie, etc. En los antiguos tiempos, Jezabel Enseñó a
los hombres a comer en los templos de magia negra, comidas ofrecidas a los
ídolos. Jezabel significa intelectualismo, banqueteos, borracheras, orgías,
glotonería, fornicación, adulterio, ciencia materialista, etc. Los símbolos de
Jezabel son el pavo o guajolote y el cerdo.
"Y
le he dado tiempo para que se arrepienta de la fornicación; y no se ha
arrepentido.
He
aquí, yo la echo en cama y a los que adulteran con ella, en muy grande
tribulación si no se arrepintieran de sus obras" (Ap. 2: 21, 22). Jezabel
es la mente satánica que no ha querido arrepentirse de sus malas obras. Los
tiempos del fin ya llegaron y Jezabel y todos aquellos que adulteran con ella
serán echados en lecho de dolor. Con Jezabel adulteran los moradores de la
tierra y los potentados del oro y de la plata, y los buitres de la guerra, y
los intelectuales que aborrecen al Eterno.
"Y
mataré a sus hijos con muerte (los hijos de Jezabel son los moradores de la
tierra, los intelectuales y los mercaderes de lino fino y de oro y de plata, y
de seda y de grana, y de toda madera preciosa, y de cobre y de hierro y de
mármol). Y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña los riñones y
los corazones: y daré a cada uno de vosotros según sus obras" (Ap. 2: 23).
Cuando
los chacras renales resplandecen con inmaculada blancura como la flor de loto,
es porque hemos llegado a la castidad suprema.
Cuando
los chacras renales están teñidos con color de sangre y de pasión. Hay de
nosotros; porque somos fornicarios, y el verbo nos arroja con su espada, al
abismo. ¡Ay de los moradores de la tierra!
El
verbo escudriña los riñones y los corazones y da a cada uno de nosotros según
sus obras. El que quiera abrir la iglesia de Tiatira debe tener mente de niño.
Los que adulteran con Jezabel (que se dice profetisa), no pueden conocer la
sabiduría del corazón tranquilo.
El
sendero secreto del corazón es sabiduría y amor. La sabiduría del sello del
corazón es para los niños, es decir, para aquellos que no adulteran con Jezabel
(que se dice profetisa). Si quieres abrir la iglesia de Tiatira, debes
reconquistar la infancia perdida.
Jezabel
es Satán; Jezabel es el yo, el mí mismo, el ego que llevamos dentro.
"Pero
yo digo a vosotros, y a los demás que estáis en Tiatira, cualquiera que no
tiene esta doctrina y que no ha conocido las profundidades de Satanás como
dicen: yo no enviaré sobre vosotros otra carga. Empero la que tenéis, tenedla
hasta que yo venga. Y al que hubiere vencido, y hubiere guardado mis obras
hasta el fin, yo le daré potestad sobre las gentes; Y las regirá con vara de
hierro, y serán quebrantados como vaso de alfarero, como también yo he recibido
de mi Padre. Y le daré la Estrella de la Mañana.
El
que tiene oído oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias" (Ap. 2:
24-29).
Cuando
decapitamos y disolvemos el yo, el mí mismo, entonces recibimos la iniciación
venusta. Aquél que recibe la iniciación venusta, encarna a su estrella. Es
urgente saber que la estrella crucificada en la cruz, es el Cristo de los
Abraxas.
La
estrella es el Hijo del Hombre, la verdad. Nadie puede buscar la verdad. La
verdad no puede ser conocida por el yo. Nadie puede buscar la verdad. Nadie
puede buscar lo que no conoce. Jezabel (que se dice profetisa), no puede
conocer la verdad. La verdad no puede ser estudiada, leída o reconocida por la
mente. La verdad es absolutamente distinta a todo aquello que puede ser leído,
estudiado o reconocido por la mente. La verdad adviene a nosotros cuando hemos
decapitado y disuelto al yo.
Las
distintas verdades de las gentes no son sino proyecciones de la mente. Los
tiempos del fin ya llegaron, y todos aquellos que adulteran con Jezabel (que se
dice profetisa), serán quebrantados como vaso de alfarero.
Cuando
un devoto entra en la cámara del espíritu puro, siente un delicioso terror. Esa
cámara sagrada está iluminada por una luz inmaculada y divina, que da vida y no
hace sombra en el camino de nadie. Todo aquel que haya llegado a las alturas de
la contemplación y de la iluminación, verá en esta cámara del espíritu puro, el
cuadro viviente del acontecimiento del Gólgota. Ningún genio de la tierra
hubiera podido pintar tanta belleza. Aquel cuadro tiene vida propia. Sangran
los estigmas del Adorable, y su sangre tiñe de rojo la tierra del Gólgota. Sus
amantísimas sienes atravesadas por las crueles espinas de la corona del martirio,
sangran dolorosamente, y de su costado herido por la lanza de Longinus, mana
sangre y agua. Aquel cuadro tiene vida en abundancia.
El
sol se oculta entre su lecho de púrpura. A los pies del Calvario están los
cráneos de los ajusticiados, y la sombra de la muerte. No temas, fiel devoto,
mirad: La sombra de la muerte se levanta. No temas. Véncela.
Recuerda
que el Señor venció a la muerte. "Huye delante de mis pasos hasta la
consumación de los siglos, tú serás mi esclava, y yo seré tu Señor".
Ella
ha huido, pero mirad lo que hay en el centro del santuario: Ese es el
administrador.
¡Míralo!
Es un gigantesco espectro vestido al estilo de los príncipes de la Edad Media.
Es
el príncipe de este mundo, altivo y perverso. Es tu propio yo.
Decapítalo
con tu espada flamígera, y luego disuélvelo con rigurosas purificaciones.
Así
llegaréis a la iniciación venusta.
Entonces
encarnaréis la Verdad.
El
Verbo se hará carne en ti.
Encarnaréis
al Hijo del Hombre y recibiréis la Estrella de la Mañana.
SAMAEL AUN WEOR
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